Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Señor, Mi Amo, Mi Dueño.... Mi Unico Amor por fayirenoongaku

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es un Universo Alterno, debido a mi mala suerte en al parecer TODO he decidido hacer este fic como algo super triste…


 


Ya saben, fullmetal alchemist pertecene a sus respectivos autores, el poema también, aunque ignoro de quien es y por que lo escribió, hasta donde se esta en ingles y quien lo escribió quería morirse…


 


En fin, dedicado a mí querida YuKakyo… no tengo mucho más que decir, más que decir que me encuentro triste…


 


Disfrútenlo…


 


Advertencia: NO LO LEAS SI ESTAS FELIZ, A MENOS QUE QUIERAS PONERTE TRISTE…

Notas del capitulo:

Definitivamente, debo hacer que me revisen... u.u

Enterate que este capitulo ha sido Beteado por mi Querida YuKaKyo >.<

El fic fue idea mia pero ella hizo los ajustes necesarios y que creyo convenientes...

Sin mas... espero lo disfruten!!!

Atte: el Hada de la Musica!

 

“En lo profundo de la oscuridad de la noche yo vivo, no hay descanso aquí para mi ni siquiera por un momento.”


 


Era un muchacho común y corriente. Unos le consideraban lindo, otros atractivos, y los mas osados, le llamaban sexy. Pero no importaban cuando adjetivos a su persona le pusieran, todos hacían lo mismo con él.


 


Todos y cada uno de ellos, no importaba si eran hombres o mujeres, acababan en la cama con él. En el colegio al cual asistía, no había nadie que no hubiese pasado ya por su lecho.


 


Lo que hacía, no era por voluntad propia. Pero el acostarse y volverse la zorra y puta del colegio, fue algo que se le salió de su control. Todo a causa de ese accidente, o bueno, así era como le decían sus padres. Ese mismo donde le habían secuestrado, golpeado y después violado. Aquello lo había marcado para siempre…


 


“Atrapado en el centro de la tormenta que se forma, incapaz de moverme a menos que yo muera.”


 


Ir de cama en cama, era ya, algo rutinario y simplemente había pasado.  Nadie podía culparlo en realidad, después de todo, por algo lo habían raptado. Su aspecto físico era algo demasiado atrayente para los demás, sin importar el género. Era un jovencito de mediana estatura, rubio,  de ojos dorados, lo más llamativo en él… sus ojos. Aquellos que probablemente llamaron la atención de su captor.


 


¿Quién lo sabría realmente?


 


“El polvo que rodea mi forma astral se esta moviendo, pero eso no me da paz o absolución.”


 


Lo único que recordaba de su captor eran sus ojos negros, tan negros como la noche en que fue raptado, hace ya tantos años. Teniendo tan solo 13 años fue raptado al salir de la biblioteca por el rumbo a su casa.


 


No se podía decir que fue su culpa, ya que aún y cuando todavía había luz cuando un auto negro se había detenido casi a centímetros de su persona y solo sintió unos fuertes brazos que le habían tapado la boca con una tela humedecida con cloroformo. Casi al instante había perdido la conciencia, despertando horas mas tarde amordazado a una cama y totalmente desnudo.


 


“Mis pensamientos se han roto en mi mente otra vez, los pedazos de mis recuerdos me cortan y causan dolor.”


Con su raptor situado entre sus piernas, había suplicado que le soltara, aunque no estaba del todo seguro. Su mente se había encargado de bloquearlo todo…


 


Las palabras, los rasguños, la forma en que fue tocado, la forma que en fue tomado… tal vez con cariño, podría decir, no podía asegurarlo en realidad. Ni siquiera estaba seguro de su propio nombre y fingía. Por su bien, por el de los demás. O al menos así lo creía.


 


Él no estaba bien y nadie le ayudaba, nadie le veía. Solo le volteaban a ver cuando querían llevárselo a la cama. No era que él se opusiera, pero había aprendido a quedarse callado. De ser un joven excesivamente extrovertido, paso a ser un muchachito introvertido.


 


“Mi corazón se esta disolviendo entre las sombras. Todo lo que he amado se ha desvanecido.”


 


No estaba enamorado, nunca lo estuvo. Pero sí había alguien que le llamaba la atención. Un maestro de su universidad. Uno que al igual que su captor, poseía ojos tan oscuros como la noche.


 


Le causaba hasta cierto punto tristeza, ya que ese maestro al igual que los demás, sabía lo que le había sucedido aquel fatídico día y por su puesto era conciente de lo que hacia con todos sus compañeros y aunque no fuera su deseo todo aquello, no quería soportar la lastima de los demás. Por ello su cara, su rostro, sus ojos, todo en él se había trasformado en una mascara de acero,  así ya nadie veía si se encontraba bien o mal.


 


Era un excelente actor…


 


Y todo lo que este actor deseaba, se estaba desvaneciendo, como si nunca hubiese existido. Pero ¿Realmente alguna vez tuvo la oportunidad de ser feliz? Sabe que no. Después de todo, al parecer alguien, tal vez el destino no quería que fuera feliz.


 


Cuando se dio cuenta que se había enamorado del maestro, lloro, lloro como nunca en su vida, por que sabia que nunca iba a poder tener una relación normal… nunca mas…


 


“Pilas de ceniza es todo lo que queda de mi alma, y no tengo la inclinación de volverme a reponer.”


 


No había luchado en ningún momento por tener otra clase de vida. Después de todo ¿Qué podía hacer alguien como él? ¿Qué meritos podía tener una persona violada día a día en la vida?


 


Se había rendido antes de pelear. Después de todo, sabia que perdería


 


¿La vida vs Edward Elric?


¡Ha! Claro…


 


“Temblando en la esquina de mi jaula suicida, siento que ha llegado a mi punto de quiebre. La realidad se ha transformado en distorsión, y he derrumbado la señal que aguarda peligro.”


 


Entonces, algo paso, algo que nunca creyó que podría pasar… aquel maestro que tanto le llamó la atención, se acercó a él, por su propia cuenta.


 


Sonrió sin felicidad, después de todo, al parecer el también venia buscando lo que otros ya le había pedido y quitado. No le importo, estaba acostumbrado…


 


Ser tomado… ser robado…


 


Todo de él había sido robado… empezando por su vida… su cuerpo, su primer beso, su virginidad… todo tomado a la fuerza. ¿Por qué con el profesor las cosas deberían ser diferentes?


 


Así que cuando Edward fue citado después de clases por su maestro acudió sin dudarlo a su oficina…


 


Él había dado muchos rodeos, empezando por su desempeño en la escuela, sus calificaciones y bla bla bla. Se empezaba a hartar, hasta que el maestro llego a la parte que a Ed le interesaba… el castigo.


 


Le había acorralado contra la puerta, sus brazos hacia arriba, sujetadas con fuerza por los brazos de su maestro Roy Mustang. Su cuerpo había reaccionado de inmediato, no estaba acostumbrado a ese tipo de juegos, ya que por lo general, todos sus amantes eran amables con el. No recordaba que alguien hubiese sido brusco, salvo su violador…


 


Entonces algo dentro de su memoria se removió, pero ya era tarde, su cuerpo había despertado, las suaves embestidas sobre la ropa estaban haciendo su efecto y su razón, estaba a punto de tomar unas largas vacaciones.


 


El maestro le tenia entre la puerta y él, su mano libre se movía por sobre todo su cuerpo, causando fuertes espasmos de placer sobre su joven cuerpo y entonces leve, como el brillo de una luz razonadora… el maestro tocaba puntos erógenos en su cuerpo que parecía ya conocer, algo que ninguno de sus anteriores amantes había descubierto a la primera cuando se acostaban con el rubio.


 


La comprensión golpeo su mente, pero fue el placer lo que golpeo con más fuerza su cuerpo y sus leves jadeos se habían convertido en gemidos, y su boca había sido ya asaltada por los labios de Mustang…


 


Ya era tarde, y Edward lo sabía… había caído de nuevo en manos de su violador y esta vez el había acudido por cuenta propia.


 


“Eh viajado a lo largo de mi camino negro, el aire se ha transformado en humo a mí alrededor, aun así sigo caminando pero no voy a ningún lado, estoy yendo en círculos en mi propia pesadilla personal.”


 


Roy después de que supo que tenía a Edward donde quería se atrevió a hablar…


 


- Por fin has vuelto a mí - susurró suave en su oído para después morderlo - Te has portado muy mal Ed - su cuerpo embistió de nuevo el cuerpo del muchacho al cual tenia acorralado -Había estado esperando este momento desde hace años  -


 


Edward solo podía jadear y gemir por todo lo que Mustang le hacia… el odio que le tenia reservado a su violador, por que sabia que en algún momento de su vida lo volvería a ver, se estaba disolviendo lentamente, como el veneno que se escurre cuando ponen el antídoto.


 


Todo lo que quería decirle al desgraciado, se evaporo como la fuerza para quitárselo de encima. Y Ed se dejo hacer…


 


“Mi voz ya no puede ser escuchada por otros, ellos me han abandonado y han seguido adelante con sus vidas, yo pretendo que no me importa, pero es mentira.”


 


Quería gritar, pero siendo francos, tenia todas las de perder, todos conocían su historia y todos sabían que el se ofrecía con demasiada facilidad… no iba a ganar la partida y al igual que hace ya tantos años, dejo que su violador le poseyera una vez mas…


 


“Atrapado entre dos males: temiendo a vivir y temiendo a morir.”


 


Solo cuando Roy sintió que Edward ya no presentaría ninguna lucha fue que se atrevió a separarse de él, solo un poco, lo suficiente como para poder cargarlo hasta el sillón donde le tomaría una vez. Hubiese preferido llevarle a casa, pero sabia de sobra que Ed se opondría, además si ya lo tenía donde quería ¿Por qué  dificultarse la tarea?


 


Con la poca cordura que aun poseía, lanzó a Edward al sillón y a los pocos minutos ya le tenia desnudo. El sonrojo en la cara de Ed, sumándole su respiración agitada y su mirada temerosa, fue todo lo que necesito Roy para lanzarse como una fiera sobre él para poseerlo…


 


“El sol se ha transformado en acido bajo mis pies, todas las estrellas se han caído y han aligerado a la luna.”


 


Tenía miedo, tenia mucho miedo y no iba a negarlo, había visto la mirada salvaje en los ojos de su maestro y había temido por su vida… Roy no iba a ser gentil… lo supo en cuanto le empezó a acariciar de la misma forma que hace años y supo en ese momento, que Roy Mustang estaba loco por su persona…


 


Sonrió con ironía, no sabía si ello era bueno o malo… lo único que sabia era que le sacaría todo el provecho que pudiera…


 


“No hay luz para mí en esta terrible fantasía, todo lo maravilloso ha sido arrebatado de mi realidad, las líneas de cruce se han puesto borrosas, y los colores pasteles se han hecho opacos.”


 


¿Cuántas veces había soñado con poseerlo de nuevo?


 


No lo sabia, pero habían sido muchas, y controlarse para no raptarle de nuevo le había costado la mitad de su cordura, ya que imaginar de nuevo al chico echado en su lecho sin ninguna prenda y mucho más maduro que antes, era algo que realmente le quitaba el sueño a cualquiera, más a él, sobre todo a él…


 


Controlarse para no matar a todos aquellos infelices que había poseído a su tesoro también le había costado… esos bastardos, lo único que había podido hacer sin que se notara mucho y sin hacer demasiado escándalo fue, haber reprobado a todo aquel que se había metido con SU Edward y lo bueno es que todos eran tan idiotas que no se dieron cuenta que lo único en común que tenia era haberse acostado con el rubio.


 


Por eso, era hora del castigo, le haría saber a Edward quien era el único dueño de su persona, pero algo le decía a Roy que Ed ya lo sabía de sobra.


 


“No me interesa ser pedante, pero aun así estoy cargado por una ola de semánticas.”


 


Así que volvió a enfocar su mirada en el chico… Ed le estaba esperando, lo sabía por la mirada que le lanzaba, así que si pudor alguno le sonrió con malicia haciendo que Ed temblara, no sabía si de miedo o de placer, no quería saberlo.


 


Se recostó sobre el chico, escuchando con deleite el gemido ahogado que el rubio había lanzado, empezó a embestir con brusquedad su hombría contra la de Ed, haciendo que este jadeara y arqueara su espalda.


 


Sin perder tiempo su boca atacó su cuello, dando con otro punto erógeno que él ya conocía, después de todo, esa primera noche que le poseyó se aseguro de encontrar TODOS los puntos débiles del chico, ahora no tendría problema en hacerle gritar de dolor y placer.


 


Sin mostrar ni tantita pena, separo las piernas del rubio buscando con su hombría su entrada, la entrada al cuerpo que había añorado y extrañado tanto y que le pertenecía por derecho. Se acerco de nuevo al oído del rubio, sintiendo como este se movía para recibirlo sin tanto dolor de por medio, aquello le hizo reír internamente… Ed lloraría del dolor, de eso se encargaría Mustang


 


- ¿Lo recuerdas Ed? ¿Recuerdas aquella vez que te poseí como ahora?- el escalofrío fue demasiado notorio para dejarlo pasar por alto por alguien como el – Jijiji supongo que estas ansioso ¿no?- le embistió en ese momento, causando que Ed se arqueara da la sorpresa, dolor y placer entremezclados…


 


- Bastardo- fue lo único que pudo soltar el rubio junto a un quejido de dolor, y es que no esperaba aquello tan pronto… Mustang si que era un sádico y a él no le quedaba mas opción que rogar…


 


- Por favor… te lo suplico ahhh déjame ir ahhh- le pedía, mientras su entrada era asaltada por la carne dura y caliente de Roy. Aquello era realmente… ¿Cómo describirlo? Creía que no había palabras, realmente no las había.


 


¿Dejarle ir? ¿Cuándo por fin podría poseerlo de nuevo? Ed se había vuelto loco, definitivamente…


 


La carne caliente entraba y salía de su cuerpo bruscamente, Roy tenia apresado en su boca uno de sus pezones, mientras que el otro era tortura por una de sus manos y la otra se perdía cada vez más hacia el sur de su cuerpo.


 


Su mente ya no reaccionaba a nada… el placer y dolor con el que Mustang le trataba era cada vez más intoxicante, la mano derecha del moreno estaba en su hombría, halando la piel con rudeza.


 


- AHHH, AHHH ¡Por favor! ¡Te lo suplico! ¡Basta!-Ed sabia que era en vano, aquel hombre sobre el no se detendría por nada. ¿Para qué detenerse cuando estaba disfrutando poseerle de aquella manera tan cruel?


 


Sus gemidos iban en aumento… pronto terminaría y lo sabía, al menos esperaba que Mustang le dejara terminar, se encontraba cansado y deseaba irse pronto a casa…


 


Le sentía menos estrecho que la última vez que le poseyó, eso le lleno de coraje, sabia que se debía a las incontables veces que aquellas personas le habían poseído. Así que perdido en su rabia embistió todavía mas duro de lo que tenía planeado, escuchando con sádico deleite el grito de dolor del rubio, mas sin embargo todo cambio cuando al moverse un poco sin querer dio con el punto mas erógeno dentro del cuerpo del rubio…


 


-Ah… no, ¡NO!! Ahí no… por favor-las palabras ya ni bien entonadas estaban, el rubio solo había podido jadear aquello, aumentando si era posible, la lujuria de su captor


 


- Vaya, así que te di en tu punto sensible ¿Cierto? Perfecto- con maldad reflejada en su rostro, Roy siguiendo embistiendo con fuerza ese punto, haciendo al rubio gritar de placer, pronto terminaría pero se aseguraría de alargarlo lo mas que pudiera…la diversión apenas empezaba, pensó con lujuria y maldad…


 


“No hay para mí en esta rabia meditativa, llena de pasiva y obvia resistencia.”


 


Estaba perdido entre todas las sensaciones que el cuerpo del mayor le trasmitía… estaba a punto de perder la conciencia… Roy no le había dejado terminar, mientras que él le había llenado con su semilla y sin pudor alguno se había levantado cuando recuperó un poco de fuerzas, se alejó de su cuerpo y buscó algo en su escritorio


 


De pronto Edward fue consiente del sonido de varios “clicks” y levantó la mirada, encontrando a Mustang tomándole varias fotos, todas ellas de el, desnudo, excitado y débil… aquello le hizo rabiar, pero no dijo nada. Aun recordaba los golpes que su captor le había dado tantos años atrás por no obedecerlo. Dudaba ciertamente que estar en la universidad, detuviera a Mustang de hacerle daño, mas le valía portarse bien si quería regresar a casa.


 


Una vez que la sesión de fotos termino Mustang volvió a posicionarse sobre él, no dejando que la excitación de su cuerpo bajara ni un momento y teniéndole sobre el sillón con las piernas abiertas… sintió como tomo su hombría entre sus manos y como la estrujaba sin consideración alguna, aquello le había dolido y no dudo en expresarlo soltando un quejido que fue tomado por el mayor como algo estimulante.


 


Le sintió de nuevo acercarse a su oído, y rezó a un dios al cual no creía por que le dejara ir pronto…


 


- ¿Ya quieres irte cierto? Una pena, aun queda una hora mas de luz con la cual nos podemos divertir tu y yo ¿Qué te parece Ed?- eso al rubio no le había agradado nada… una hora mas, una jodida hora mas donde Mustang se divertiría con su cuerpo. No le molestaría tanto si el jodido bastardo no le tratara tan mal.


 


“Me he forzado a mi mismo a no tener emociones.”


 


Sintió como retiraba su cabeza de la suya, para después sitiar su hombría en su boca, Mustang quería que se la mamara y a él no le quedaba más opción que obedecer, dándole asco todo aquello pero sin poder evitar el escalofrío de placer que sintió cuando Roy con delicadeza había acariciado su miembro lastimado


 


Chupó cuanto pudo, hasta que ya no tenia mas fuerzas y sintió venirse a Mustang nuevamente, este le había hecho tragar su semilla, la cual tenia un extraño saber, era bueno que no supiera mal, no deseaba vomitar en la oficina de su profesor, no fuera que el muy desgraciado le hiciera limpiar también…


 


Se encontró más cansado y fastidiado, deseaba irse y Mustang no parecía reparar en que la luz cada vez les abandonaba mas, así que levanto su cabeza, su carne dura aun esperaba poder liberarse ya que hasta ese momento el moreno no había tenido consideración en parar los orgasmos del rubio, este aun deseaba tener excitado al rubio, así que no le quedaba mas que cambiar un poco de táctica…


 


- Por favor mi señor, déjeme terminar, quiero ir a casa, mis padres y mi hermano ya han de estar preocupados por mí, por favor, se lo suplico, haré lo que me pida de ahora en adelante, pero por favor, déjeme ir…-poco a poco su voz se había convertido en un susurro, no había teniendo ni la valentía de mirar a su maestro, sabia que este solo le miraba con altanería, ahí en esa oficina quien mandaba era Mustang…


 


Le había agradado como le había llamado “Mi Señor” pero Roy sabia que Ed no era idiota, se lo estaba tratando de ganar para que le dejara ir, pero tomaría su palabra, el moreno sabia perfectamente que el rubio al igual que todos los científicos de la universidad creía en el Intercambio Equivalente, así que estaba seguro que cumpliría mientras el cumpliera también.


 


“¿Pero tal vez eso me ha vuelto insensible?, ¿Podrá ser todo esto mi propia culpa?”


 


Sintió como una vez más Mustang lo levantó con fuerza haciendo chocar sus pechos y poniendo cada una de sus piernas a lado de sus caderas, después sintió como por segunda vez en ese día Mustang le penetraba, todavía más duro y fuerte que la primera vez


 


Un quejido escapó de su boca y echo su cabeza hacia atrás con fuerza, su cabello rubio, suelto ya desde casi un inicio fue jalado con fuerza por la mano del moreno y de pronto fue echado hacia delante de nuevo, sintiendo los labios de Roy sobre los suyos.


 


Su hombría palpitaba dentro de él, su punto erógeno era tocado con cada fuerte embestida que le daba el moreno, su cuerpo, perlado en sudor, cansado y agotado, rogaba por ser liberado ya por su dueño…


 


- Dilo… di quien es tu amo… di a quien perteneces- le susurró Mustang al oído una vez que dejó lo suficientemente rojos y magullados sus labios…


 


“¿Habré cavado mi propia mojada y lodosa tumba?”


 


-Ahhhh, ahhh, a-a a tiiii- el rubio muy apenas y podía hablar… su punto erógeno era tocado sin misericordia y su razón se había largado definitivamente a un lugar muy, muy alejado del cual no sabia si regresaría… - A ti m-mi se-señor… solo a ti-terminó como pudo Edward aferrándose con fuerza a la espalda de quien ahora era su único amo y señor.


 


Había perdido, se había perdido para siempre y el placer inundaba sus sentidos con fuerza cuando por fin Mustang le había dejado acabar a la par con él… ese orgasmo era el mas intenso que había tenido en toda su corta vida y sabia que de ahora en adelante sesiones como aquellas se repetirían mas adelante, todas con Roy Mustang, en su casa u oficina.


 


Estaba atrapado para siempre…


 


“Ya no se lo que soy, pero para mi enfermedad…”


 


Había caído rendido sobre el cuerpo del mayor, y casi había desfallecido del cansancio y placer doloroso que había inundado su cuerpo dejando como saldo final su entrada demasiado adolorida y sus piernas entumidas y su mente con demasiados pensamientos que corroían su corazón el cual en sus manos estaba destrozado, al darse cuenta que amaría a ese hombre no importando cuan mal le tratara este…


 


Roy sintió una lagrima recorrer su pecho, y se dio cuenta que el rubio lloraba, le dejó caer con suavidad sobre el sillón una vez mas, salió de el con delicadeza pero su mirada solo mostraba frialdad, tomo en sus manos la ropa del joven que le había casi arrancado a la fuerza y se la paso


 


- Vístete- le ordenó con voz firme, ya que el rubio parecía perdido en su mundo- Yo te llevare a tu casa- le informo para después proseguir a vestirse el. El rubio le obedeció sin pensarlo dos veces, solo quería ir a casa y refugiarse en su cama bajo las colchas, a pesar de que no había comido nada en todo el día, el apetito le había abandonado, igual que su orgullo y valentía… todo se había ido ya…



 



 


Su mirada iba gacha mientras el coche se movía con parsimonia en la calle, a su lado, el moreno conducía con la vista al frente, no se había dignado a mirarle desde que había salido de la oficina y eso había hecho que el corazón de Ed se estremeciera de dolor.


 


Quería que Mustang le mirase de nuevo, sin importar si lo veía con altanería o lastima u odio, no le importaba mientras le mirase, no soportaba que el moreno le ignorase y sabía que estaba mal, que necesitaba ayuda psiquiátrica, ya que no era saludable el enamorarse de su violador, pero sabía por estadísticas que así pasaba a veces.


 


Ed solo era una victima mas, que sin querer se había enamorado de su maestro que había resultado ser su violador en una juventud, esa que se veía lejana y muerta, donde su carrera como puta local solo había dado comienzo…


 


El auto se detuvo frente a su casa, y eso hizo que la piel de su cuerpo se erizara del miedo, él no recordaba haberle dicho a Mustang donde vivía, al parecer el moreno ya lo sabia, y cuando hizo el ademán para tomar la palanca y salir, fue detenido por los fuertes brazos de Roy y jalado hacia atrás, haciendo chocar su espalda con el pecho del mayor


 


Sin querer un escalofrío recurrió todo su cuerpo y Mustang aprovechó para morder el lóbulo de su oreja con saña…


 


- No creas que esto se acabo Edward, al contrario, apenas empieza, y quiero que de ahora en adelante te inventes cualquier excusa para salir de tu casa por las noches, no me importa cual, pero quiero que pases las noches en mi casa, en mi cama, ¿Entendiste? No me importa lo que tengas que hacer, solo ¡Hazlo! A menos que quieras que tu hermanito corra la misma suerte que tu y termine raptado y violado… ¿Verdad que no quieres eso?-Mientras le amenazaba sus manos había acariciado con fuerza sobre la ropa del rubio, causándole mas escalofríos, sus manos había parado en la hombría de Ed y se había sujetado con fuerza de la misma, haciendo que el joven arqueara su cuerpo del dolor y su voz había bajado en decibeles cada que daba alguna amenaza…


 


El miedo, al parecer ya presente en su vida de ahora en adelante, se había manifestado una vez más ¡Su hermano no! Cualquier cosa menos eso…


 


Había levantado su mirada hasta toparse con la ónix del moreno, sus ojos dorados mostraron temor ante la frialdad de aquellas pupilas… su voz le había abandonado, dejando en su lugar solo la burda imitación de una persona con tos seca, y a como había podido había contestado…


 


-S- sí amo… como usted ordene mi señor- el débil susurró apenas escuchado por Roy…


 


-Mas te vale, no quieres que esto se ponga peor ¿Cierto?- la negación del rubio contestó a su pregunta y así solo le puso el broche de oro para finalizar aquella noche de terror para el rubio


 


-Ahora… bésame- le ordenó con ironía en su mirada y frialdad en su voz…


 


El rubio sin pensarlo dos veces se acercó al moreno entrecerrando sus ojos, sus labios tocaron con suavidad los del moreno y por un segundo su vida se detuvo. Los labios del pelinegro eran exquisitos por no decir deliciosos, ojala las cosas entre ellos hubiesen sido diferentes, pero sabia que aquello no iba a poder ser nunca realidad y que solo le quedaba mendigar por un amor el cual nunca tendría.


 


Y de todas maneras Roy no parecía interesado en otra cosa que tener exclusividad sobre su cuerpo, y si así lo deseaba él ¿Qué más podía hacer el rubio? Ya se había hecho constar que no iba a ganarle a la vida…


 


“…yo se que no hay cura.”


 


 


TBC

Notas finales:

Con temor a ofenderlos, prefiero que no lean esto…


 


ESTE PUTO FIC LO HICE CUANDO CREIA QUE MI KERIDA YUKA ESTABA ENOJADA CONMIGO


 


NO ESPERO QUE ME DEJEN REVIEW YA QUE MI AUTOESTIMA SE LARGO Y MI HUMOR AL PARECER SE TOMO UNAS J#DIDAS VACACIONES


 


NO ME INTERESA SI TE GUSTO O NO


 


ES MAS SI NO TE GUSTO TAMBIÉN ME LO PUEDES HACER SABER, TOTAL, ME VALE!!!


 


YO SOLO ESTABA TRISTE Y ME DESQUITE CON ED E HICE A ROY UN HIJO DE LA CHINGA#A!!!


 


Y QUE???


 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).