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El bello principito por Miho Nagisa

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Notas del fanfic:

Espero que te guste mi amix AYASE

Lemon al 100% bueno según yo

Notas del capitulo:

YUGIOH NO ME PERTENECE SOLO LE PERTENECE A KAZUKI TAKAHASHI

PERSONAJES SOLO PRESTADOS PARA ESTA HISTORIA

Amaneció muy pronto y observó un bello día, soleado y despejado por sus nubes esponjosas. El cantar alegre de los pájaros y el aroma suave de las margaritas que azotaban con el viento. Todo se veía maravilloso


 


La puerta de su habitación se abrió y entró una de las mucamas del castillo- Buenos días Joven Wheeler, ¿Cómo amaneció el día de hoy?


 


 


Bien, gracias por preguntar-respondió


 


 


Es un honor joven príncipe-dijo e hizo una reverencia- Su familia lo espera en el comedor


 


 


Gracias y por favor Mariel la próxima vez llámame por mi nombre ¿de acuerdo?-dijo el príncipe


 


 


Bueno, lo intentaré señor- confesó y salió de la habitación del joven, mientras que él miraba nuevamente por la ventana, observaba a lo lejos, un castillo igual a su hogar, sólo que más grande y de distinta estructura, una familia real distinta.


 


 


Hoy es un nuevo e importante día Joey Wheeler-se dijo para sí y se arregló para bajar al comedor.


 


 


Allí lo esperaban sus padres y su hermanita. Saludó a su familia y gustosos los cuatro comenzaron a desayunar y hablar de cosas…cosas importantes.


 


 


Joey como ya lo sabes, hoy es el ensayo de tu boda, espero que todo salga bien…y como lo planeamos-dijo el rey


 


 


Sí padre, todo saldrá bien-contestó secamente. Cómo olvidar que para el día de mañana estaría comprometido con la princesa Alicia (no me resistí xD) Pero como no olvidar que no era por amor (Bueno tendré que resignarme T^T) Como siempre, la unión de dos príncipes era la unión de un nuevo reino, un solo reino majestad y para ello el debía casarse con la princesa Alicia. Tenía que aceptarlo, ella era agradable, linda y dulce, pero no la aceptaba como su esposa, podía ser su amiga más cercana pero jamás la vería como el amor de su vida.-Tendré que resignarme


 


 


Prepárate hijo mío, tu prometida llegará en un par de horas-dijo la reina


 


 


Sí mamá-contestó el rubio y regresó a su cuarto, por alguna razón se sentía incompleto, un poco triste pero sobre todo solo- Ojala tuviera una llave para ser feliz- Se quedó pensando por unos momentos- ja ja que idioteces dices Joey. Ya verás que con el tiempo… todo estará bien- susurró y miró de nuevo dicho castillo lejano


 


 


Pasaron las horas y sólo caminaba de un lado a otro, tratando de cubrir sus nervios y tratar de calmarse, pero sobre todo tratar de razonar.


La hora tan esperada por todos se aproximaba y en un momento dado tomó su teléfono celular y marcó al hogar de su mejor amigo Yugi


 


 


-Hola Yugi ¿Qué hay amigo?


 


 


-Joey, vaya que alegría escucharte. Je listo para tu boda


 


 


-Pues… verás Yugi no es todo color de rosas como lo imaginaba, yo por alguna razón no me siento a gusto con esta decisión, no me siento completo


 


 


-Tranquilízate Joey de seguro que son los nervios, todo estará bien. Yo también me sentí así cuando mis padres planearon mi boda con Yami y como verás ahora soy muy feliz con él


 


 


-Sí Yugi pero eres feliz porque lo amas, por alguna razón tu destino se conectó con el de Yami y es por eso que tuvieron una boda feliz pero yo…


 


 


-Recuerda que yo estaba así y para cambiar eso… conquisté a Yami, fue una cosa difícil porque je bueno ya sabes cómo soy de tímido y mimado pero teniendo su confianza y pasando un rato juntos total salimos enamorados uno del otro


 


 


- Tuviste suerte Yugi je je


 


 


-No es suerte Joey, es sólo que yo si usé la cabeza y di un buen paso antes de boda. Eso es lo que debes hacer Joey, tal vez veas a Alicia como una amiga, pero encuentra la solución para dar un mejor paso con ella. Ya verás…eso funcionará- terminó con la llamada


 


 


Joey pensó algunas cosas más y finalmente se decidió a luchar por un final feliz.


Su prometida llegó al castillo y juntos estuvieron viendo los arreglos del ensayo de su boda, al igual los platillos, los invitados y distintas cosas de matrimonio. Hablaron un buen rato a solas por el castillo y como final se prepararon para su ensayo, especialmente recibiendo a todos los que llegaban; familia, amigos, conocidos de la realeza, vasallos, pero sobre todo… llego la persona que menos deseaba ver el príncipe Joey.


 


 


Valla, valla así que el principito Wheeler finalmente se va a casar-dijo el príncipe Seto quien era el príncipe y heredero del castillo cercano, cerca de la familia Wheeler


 


 


Si Señorito Kaiba-dijo el rubio con burla- ¿Tiene algún problema con eso?


 


 


Por supuesto que no, son tonterías tuyas, no mías-confesó Seto y entró al castillo malhumorado como siempre


 


 


Es amargado por naturaleza-susurró la princesa Alicia, recibiendo un empujón por parte de su prometido, por alguna razón sintió molestia al escuchar ese comentario y siguió recibiendo a los invitados.


 


 


Más tarde, los platillos se servían en cada mesa, la gente estaba entretenida y la música leve sonaba por todo el lugar en donde se hacía el ensayo de boda.


Los reporteros entrevistaban al príncipe Joey, mientras que el príncipe Seto lo veía desde lejos y cuando lo vio solo decidió acercarse


 


 


-Vaya debes de estar orgulloso porque finalmente te vas a divertir con esa… Princesa-dijo


 


 


-A mi prometida no la ofendas, por que como lo notarás yo la amo y los dos seremos felices por toda la eternidad-confesó Joey


 


 


-Ja ja ja si como no, eso lo he escuchado en todos lados y sólo lo dicen ciertos perdedores que jamás logran nada, perdedores como tú-afirmó


 


 


-sabes algo Kaiba… Yo sé lo que pasa, tú estás celoso de que finalmente alguien de nosotros será feliz y ese seré yo mientras que tú serás un amargado de por vida, yo pronto seré coronado y tú dentro de unos miles de años, yo seré feliz a lado de Alicia y tú no serás nadie-respondió el príncipe y estaba por irse, pero el príncipe Seto lo tomó de un brazo y lo obligó a besarlo. Después de diez segundos Joey recapacitó la situación, le dio una fuerte bofetada y se alejó del príncipe Seto con un gran rubor en sus mejillas- ¡TE ODIO KAIBA! ¡NO QUIERO QUE TE ME VUELVAS A ACERCAR! 


 


 


-Eso ya lo veremos mi querido Príncipe-susurró Seto con una gran sonrisa burlona tocándose la parte en donde había recibido el golpe.


Pero desde el principio estos dos muchachos nunca se llevaron bien, pero aún así supieron ocultar un buen sentimiento ingenuo dentro del corazón, sólo que ninguno deseaba aceptarlo, hasta ahora…


 


 


A la mañana siguiente, esta vez el aviso era para todo el reino, la princesa Alicia y el príncipe Joey finalmente se unirían en sagrado matrimonio y la ceremonia se aproximaba. En el castillo Wheeler tanto reyes como empleados corrían de un pasillo a otro, mientras que el príncipe Joey se preparaba pensando aún si debía hacerlo.


Se miraba al espejo una y otra vez y se arreglaba sus desordenados cabellos que no paraban de bailar por su frente, la cual sudaba por el duro nerviosismo.


La puerta de su habitación se abrió y le dio paso a su amigo Yugi.


 


 


-¿Joey estás listo?


 


 


-Sí ya voy yugi…aunque…


 


 


-¿Qué ocurre amigo?


 


 


-No quiero hacerlo Yugi, bueno no ahora, aún no estoy a gusto y sobre todo cómodo para casarme


 


 


-Joey todos estamos indecisos en el mero día pero te aseguro que cuando ocurra todo esto te aseguro que te sentirás mejor


 


 


-No es así Yugi, esto jamás fue bueno para mi…Kaiba tenía razón, esto sólo será una farsa de por vida


 


 


-¿Kaiba? ¿Kaiba te hizo esto? Sabes que no debes hacer caso a lo que te diga él sólo quiere dañarte Joey


 


 


-Ja ja no es raro- dijo y se ruborizó un poco al recordar lo que había ocurrido entre ellos dos tiempo atrás


 


 


-Sigue tu consentimiento Joey y con ello encontrarás la respuesta-dijo el pequeño de grandes ojos y salió de la habitación en donde estaba Joey


 


 


-Claro, lamentablemente ya no puedo pensar por que lo hecho…hecho está-confesó al acomodarse una vez más el traje que tenía puesto y salió de su habitación para llegar a la sala y reunirse con toda su familia- ya estoy listo, vámonos


 


 


Joey se fue solo en una limosina de la familia ya que era tradición dejar sólo tanto al príncipe como la princesa antes de casarse y por otro lado la limosina más grande iban los reyes y demás integrantes.


El recorrido tardó media hora en llegar a la iglesia santa del reino y finalmente los reyes llegaron y esperaban la limosina en donde venía su hijo. Llegó una limosina más y de ella bajó la princesa Alicia y después llegó otra en donde venían sus padres, pero jamás vieron al príncipe llegar


 


 


¿En dónde está mi hijo?-exclamó la reina


 


 


Y a kilómetros de distancia…


 


 


¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Me secuestran!- gritaba Joey por la ventana, además tratando de salir de la limosina pero no podía y veía su reino lejos, muy lejos, estaban saliendo de él- ¡Me llevan!- Después de unos minutos sintió su cuerpo muy débil, sus parpados pesaban y segundos después cayó dormido mientras que la limosina seguía su rumbo.


 


 


 


 


 


 


Despertó poco a poco y observó que se encontraba en una habitación acogedora pero extraña, no la reconocía, además él… ¡Se encontraba desnudo! ¿Quién lo había hecho?


Se escuchó el abrir de una puerta y es entonces que observó… “al príncipe Seto”


 


 


¡Tú! ¿Qué, qué haces aquí?-exclamó Joey con enfado


 


 


Pues que más mi principito, yo te secuestre-confesó el príncipe bebiendo de una copa de vino ligero


 


 


¡¿Qué?! ¡Eres un idiota, tonto estúpido!-gritó el rubio al pararse de la cama, mostrando su bello cuerpo sacándole lujuriosas risas al otro, lo que lo hizo ruborizar y taparse con la sábana


 


 


Sabes algo Joey, eres un hombre realmente bello, no sólo tu rebeldía es lo que me gusta…también lo es tu cuerpo-afirmó Seto acercándose peligrosamente al príncipe Joey, pero en un movimiento rápido Joey le quitó la copa y se la arrojó en el rostro


 


 


¡Ja ja así me gustan!-dijo Seto limpiándose el rostro y se acercó aún más al príncipe, tan peligroso como una caimán hambriento


 


 


¿Qué es lo que haces? ¿Qué… tratas? Aléjate, ¡aléjate Kaiba!-decía Joey alejándose de los pasos del castaño- ¡Vete! ¡o si no…!- pero no pudo continuar ya que un brutal beso fue el que encerró los labios de Joey y este después de forzar por un rato, evitando cualquier cosa y cualquier acto pero después decidió aceptar el beso y responder, tanto que la lujuria entraba a su cuerpo


 


 


Lo acostó de nuevo en la cama y comenzó a acariciar su cuerpo sin interrumpir el beso, llevó una de sus manos a las tetillas del rubio y comenzó a pellizcarlas mientras que ahora mordía su cuello, haciendo gemir al menor. Dejó sus tetillas por un momento y se dispuso a masturbar a Joey con su boca, haciendo gemir sin control al rubio tratando de quitar a Kaiba de su miembro pero le era imposible, no podía además de que la pasión lo estaba dominando, su temperatura aumentaba y mejor se dejó hacer.


Kaiba lo masturbó más rápido hasta hacerlo llegar a su clímax, lo cual fue exquisito.


Volvió a besar sus labios pero esta vez delicadamente, acariciando los risos dorados que tenía por cabellos, todo tan perfecto, tan dulce; pero Joey quería más, quería hacerle la vida imposible a su bello príncipe. Lo arrojó a su lado y comenzó a quitarle la ropa, más bien se la arrancaba por pedazos hasta tenerlo desnudo como él lo estaba.


Comenzó a besar su cuello, su  pecho y al igual masturbar su miembro lo cual lo volvía loco. Tomó a Joey por los cabellos y comenzó a empujarlo y halarlo dándole ritmo.


Antes de venirse, alejó a Joey de sí y lo acostó, se acomodó entre sus piernas y comenzó a entrar lentamente en él, teniendo como respuesta diversos suspiros y gemidos que lo excitaban aún más así que entró de una sola embestida.


Los dos se quedaron quietos tratando de calmar el dolor que se tenía y tras estar preparados Kaiba comenzó a moverse, primero lento pero con el paso del tiempo las embestidas fueron rápidas y continuas, ya no podían parar, ambos estaban cegados por la pasión y el placer. Kaiba puso las piernas de Joey en sus hombros, colocó un cojín debajo de la espalda de Joey para que la penetración fuera aún más profunda. Después de eso arremetió aún más fuerte, escuchándose gemidos sonoros en esa habitación, todo tan sensual, tan delicioso, tan único, todo era tan perfecto.


Continuaron entregándose, sólo ellos, demostrándose el amor que se tenían el uno por el otro, sólo era amor, necesidad, amor de adolescentes, el amor que florece y jamás se marchita.


Ya no le importaba su orgullo, ya no le importaba lo que ocurría, él sólo quería seguir y apoderarse de la lujuria que mantenía su cuerpo y mente. Se puso en cuatro y abrió de nuevo sus piernas, sintiendo como el príncipe Seto arremetía dentro de él, mientras que las gotas de sudor caían de su frente. Kaiba se recargó en los hombros del príncipe mientras penetraba más fuerte, más rápido, sintiendo como las paredes calientitas de su amante apretaban suavemente su duro mimbro que cada vez pedía más y estaba por llegar a su punto máximo. Abrió más las piernas del rubio, tomó sus nalgas con delicadeza y penetró aún más fuerte desde adentro, volviendo el ambiente aún más exquisito. Y poco después se veía de nuevo Joey abriendo las piernas y ser penetrado de nuevo por su amante, juntos disfrutando como debía ser.


Kaiba arremetió más fuerte en Joey y tras una segunda vez Joey fue el primero en venirse y poco después le continuó Kaiba quien cayó agotado entre los brazos del rubio.


Tomaron un buen sorbo de aire hasta estar mejor. Seto se acostó a lado de su amante.


 


 


¿Te gustó?-exclamó Seto


 


 


Eres un pervertido-confesó Joey aún tratando de regular su respiración


 


 


Me alegra mucho que te haya gustado-respondió con sarcasmo y se acercó a él de nuevo para besarlo, besarlo tan dulcemente y a la vez rudo, justo como le encantaba a Joey


 


 


¿Me amas Joey?-preguntó Kaiba teniendo en sus manos el rostro del rubio


 


 


Eres un idiota ¿Lo sabías?-dijo Joey riendo con algo de pena y después él fue quien empezó con un beso corto


 


 


Tomaré eso como un sí-dijo Seto y se acostó de nuevo en la cama para descansar


 


 


Pero Seto… ¿Por qué me secuestraste si bien podías decírmelo en persona?-exclamó Joey


 


 


Porque  no podía dejar que te casaras con esa princesita, tú sólo eres mío, mío de ahora en adelante-respondió


 


 


¿Celoso?-contestó y empezó a acariciar su miembro


 


 


¿Yo? ¿Celoso? Ja ¡claro que no!-afirmó, deteniendo el labor de Joey- Sólo estaba reclamando mi propiedad


 


 


Sí seguro-dijo Joey con una sonrisa burlona y buscó de nuevo sus labios, empezando así una nueva entrega de amor y pasión.


 


 


 


*******************¨¨¨¨¨¨¨*********************¨¨¨¨¨¨¨¨*******************


 


 


 


Más tarde, Joey corría por todo el castillo y esculcaba todo lugar porque no encontraba a su mascota, su gato Gordon que le había regalado su amiga Alicia por su compromiso, pero como Gordon era tan travieso siempre se le escapaba al pobre Joey


 


 


Señor ¿Pero que está haciendo? Hoy lo van a coronar, rápido vaya a la sala real-dijo Mariel


 


 


Pero no encuentro a mi gato, yo quiero que esté conmigo cuando me coronen-afirmó el príncipe


 


 


Ya aparecerá Señor, pero ahora vaya a la sala real-respondió- Yo lo escolto- dijo y ambos se fueron a dicha sala. Allí estaban los reyes, el príncipe Seto, esposo de Joey, Alicia junto con su esposo Tristán (Bueno no me quedé tan sola xD) después de tener un buen acuerdo entre ambos, así que los cuatro terminaron feliz en su matrimonio.


Llegó Joey, se puso a lado de su esposo y es entonces que comenzó la ceremonia.


 


 


Estamos aquí reunidos para coronar a nuestros nuevos reyes, alabados sean el príncipe Seto del reino Azul y el príncipe Joey del reino carmín-dijo el juez y despojó a los antiguos reyes es decir los padres de Joey y Seto y las coronas fueron pasadas a sus hijos


 


 


¡Alabados sean los reyes Seto y Joey!-dijeron los invitados y testigos de la coronación


 


 


Y no sólo coronamos a vuestros reyes sino también hacemos unión de ambos reinos y creamos a un solo rey-afirmó el juez- ¡Alabado sea el rey Seto del nuevo reino, oro son sus reglas!


 


 


¡Alabado sea el rey Seto!-dijeron los invitados y después de esto la ceremonia terminó


 


 


Más tarde, Joey seguía buscando a su gato pero no lo encontraba por ningún lado y después se encontró con la también Reina Alicia quien traía a su bebé- Mira Joey es mi bebito n_n


 


 


Oh es tan hermoso *0* quisiera comérmelo-confesó el rubio


 


 


¡No, no te lo comas!-dijo Alicia en un gesto de ternura protegiendo a su bebé


 


 


Ja ja es broma amiga ^-^-respondió el rubio y después se quedaron hablando por unos minutos pero después Alicia se fue con su esposo y Joey se encontró con el suyo, con su rey


 


 


Mi Cachorro, ¿Qué hacías?-preguntó Seto tomándolo de las manos


 


 


Hablaba con Alicia-dijo- Me da tanto gusto que sea feliz y más ahora que tiene un hijo-confesó


 


 


Como digas. Y bien Cachorro… tengamos nuestro momento juntos-exclamó Seto tomándolo de la cadera y acercándolo a su cuerpo


 


 


… Seto… creo que no es el momento, mejor espera-respondió el rubio tratando de zafarse del problema


 


 


Joey, mi rubio dorado… sabes que necesitamos herederos-dijo Seto en un susurro cerca de su oído, lo que le causó escalofrío y lo hizo gemir, sacándole una sonrisa burlona a su rey, había logrado un capricho más deseado- Vámonos a la cama Joey- Comenzó a morder su cuello excitado poco a poco a su pareja, pero es entonces que una bola de pelos saltó sobre su cabeza


 


 


¡Gordon! Sabía que aparecerías-dijo Joey abrazando a su gatito mientras que dicho animal deseaba arañar a cierto castaño que de vez en cuando raptaba a su dueño, ambos se odiaban tanto que luchaban por el rubio


 


 


Joey y su gato se fueron a la cocina puesto que le tocaba su hora de comer, ¡un punto más para Gordon!, dejando desolado al castaño


 


 


Maldita bola peluda-pensó Seto con enfado ya que se había eliminado uno de sus planes por culpa de ese gato. No sólo sería un rey, si no también sería una batalla por su sol dorado, aquel rubio que siempre iluminaba sus días por la mañana y todos los días que le restaran


 


 


 


… Pero por ahora necesitaba eliminar a cierto gato hasta cerrar el libro de los cuentos de hadas


 


 


 


 


FIN

Notas finales:

BUENO NOS VEMOS LUEGO...

AUN DEBO ACTUALIZAR OTROS FICS QUE DEBO

HASTA PRONTO!


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