Así surgió nuestro amor: Benji/Andy
- Si mamá.
- Estas seguro ¿Qué estarás bien tú solo?
- Si mamá.
- ¡Tesoro, si necesitas cuál quier cosa no dudes en llamarme y estaré contigo!
- Si mamá no te preocupes, estaré bien, tranquila, cualquier cosa te aviso. Nos vemos.
- Cuídate hijo.
Fue lo último que escuche antes de colgarle el teléfono, amo a mi madre pero en ocasiones como esta me desespera su insistencia como si fuera morirme en la próxima esquina, esta bien que este enfermo del corazón pero no creo que sea para tanto, a veces, mejor dicho siempre exagera mucho conmigo.
Cuelgo el teléfono del aeropuerto y despliego mi mapa, no estoy muy seguro a donde ir ni que hotel hospedarme, así que medito un poco para tomar la decisión, en eso siento que alguien posa su mano en mi hombro.
- ¡¿Johnson?! — volteo a ver quien me habla y es Price — Hola Johnson, qué gusto verte.
- Lo mismo digo, es bueno ver a alguien conocido— le digo con una sonrisa y un pequeño abrazo.
- ¿Tienes tiempo?- me preguntó.
- Sí, de hecho vengo llegando y aun no se a dónde ir— le contesto con un poco de vergüenza.
- Fantástico— me dice con una sonrisa —Entonces ¿No tendrás inconveniente a acompañarme a comer? Sirve que platicamos con más calma.
Medito un poco antes de responderme —Me parece una buena idea— Price sonríe complacido y me ayuda con una de mis maletas.
Simplemente seguí al portero después de todo no sabía a donde me llevaba, grande fue mi sorpresa al ver que me guiaba al estacionamiento y colocaba mis cosas en el asiento trasero de su convertible, imite el gesto y me senté junto a él en la parte del frente.
- ¿A dónde vamos?— le cuestione cuando me colocaba el cinturón de seguridad.
- A un restaurante que esta un poco cerca, te encantara, tiene una comida exquisita— asistí con la cabeza —¿Y cuéntame que haces en Hamburgo?
- Me entere que aquí hay un doctor especializado en cardiología y que es bastante bueno.
- Ah, entiendo, viniste si podría hacer algo para tu problema ¿O me equivoco?
- No, rehecho no— miro unos momentos como conduce —¿Y cuéntame que hacías en el aeropuerto? Nunca me imagine verte ahí.
- Ni yo tampoco encontrarte— cayo unos instantes —Contestando una pregunta fui acompañar a un amigo a tomar su vuelo, fue mera casualidad que te viera, ya que me iba.
Así seguimos conversando el resto del camino y me dí cuenta que teníamos muchas cosas en común; algo que realmente me sorprendió, pero más fue el hecho que terminando de comer no solo me pago la comida sino que además me ofreció su casa para alojarme.
Al principio estaba renuente a aceptar pero después me di cuenta que era mi mejor opción así no estaría solo en un país desconocido y tendría alguien en quien apoyarme por cualquier cosa.
Su casa estaba grande, no tanto como la que tiene en Japón, pero sí, tenía dos jardines el de enfrente estaba lleno de flores y plantas, mientras que el de atrás contaba con unos cuantos árboles y una media cancha de futbol; la casa era de dos pisos.
Al llegar nos recibieron un mayordomo y una mucama, Price me comento que ellos dos eran su única compañía desde que su entrenador se fue de su lado, cuando escuche decir eso al portero no pude evitar el sentimiento de empatía, después de todo, mi vida siempre fue así solo con los sirvientes mientras que mis padres se encargaban de los negocios, solo estaban conmigo cuando temían por mi vida.
Como había llegado el viernes por la tarde tuve todo el fin de semana para conocer Hamburgo, Price se mostró muy atento conmigo y fue mi guía de turista, el día que saque la cita, me acompaño lo que de cierta forma me hizo sentir seguro, a pesar que mi diagnostico no fue muy favorable el doctor me dijo que tenia una pequeña posibilidad, ante eso me derrumbe un poco pero Benji, si Benji, ya lo llamó por su nombre me apoyo y me dio la fuerza para seguir.
Así pase un mes y medio en tratamiento, donde todo el tiempo Benji estuvo conmigo, gracias a que tenia vacaciones; haciendo que nuestra amistad se consolidara y en mi caso, me hizo amarlo, si me enamore de él de las atenciones que tenia comigo, de sus cuidados, su apoyo, e su personalidad, en fin de todo él, me gustaba, haciendo que cada contacto por mínimo que fuera me sacara un lindo color rojo en las mejillas.
El caso es que cuando el mes y medio termino el doctor me la buena noticia que mi cuerpo había reaccionado al tratamiento, lo que significaba que ya estaba curado, era tanta mi alegría que abrace efusivamente a Benji y le di un beso en la mejilla, el portero hizo un gesto de asombro, me separe de el todo rojo mientras me hacia el desentendido y le agradecía al doctor.
Benji no me dijo nada en el trascurso del viaje solo notaba como de vez en cuando me miraba, mientras conducía, al final, me llevo a un restaurante a festejar mi nueva salud, terminada la comida nos dirigimos a su casa, en eso Benji trajo una botella de vino para seguir con la celebración y así lo hicimos.
Después de no se cuentas copas lo bese en los labios hecho eso la barraquera se me corto, trate de sepárame de él pero me lo impidió dándome otro beso, nos seguimos besando tanto que los besos cada vez estuvieron más ardientes y tuvo que llevarme cargando a su recamara, donde hicimos el amor.
Benji fue tan atento con migo, su toque fue suave y gentil como si fuera la más suave de las creaturas, en cada caricia me hacia sentir amado y querido, lo que solo provocaba que lo amara más de lo que lo hacia.
A la mañana siguiente desperté solo en la cama, busque a Benji en el baño me imagine que estaría en la cocina, así que baje a buscarlo, cuando iba a pasando por el pasillo lo escuche hablar con otra persona, en ese momento no pensé y me asome para saludarlo y besarlo, solo que me tope con que Benji besaba a alguien más, besaba a Karl Heinz Schneider en lo que este le apretaba el trasero.
Siempre había escuchado que tenía el corazón de cristal, pero no fue hasta que vi esa escena que lo comprobé, ya que sentía como mi corazón se partía en mil pedazos, sin más lágrimas brotaban de mis mejillas y salí corriendo hacia la habitación donde hace unas horas me le había entregado.
No se cuanto tiempo paso pero después de un rato Benji entro a la alcoba al verme llorar me abrazo por la espalda e instintivamente lo alegue.
- Andy amor ¿Qué te pasa?— me pregunto ¿preocupado?
- ¡¿Que me pasa?! Todavía tienes el cinismo de preguntarme después de lo que me hiciste— le respondí alterado, Benji me miro sin entender —Eres un cínico— le dijo mientras le estoy pegando en su pecho —Como pudiste si yo te amo y me entregue a ti.
Lo sigo golpeando y él solo me abraza sin decir nada, tratando de calmarme, cuando estoy más tranquilo me cuestiona —¿De qué hablas?
- Del beso que te estabas dando con ese Schneider— le dijo despectivamente para después con todo el dolor del mundo —Como pudiste si no tenía ni 24 hrs. Que te besabas conmigo.
Benji comenzó a retirarme las lágrimas de los ojos, sentí la ternura de sus manos en mi rostro e inconscientemente cerré los ojos, dejándome llevar, cuando estuve más tranquilo hizo que me sentara en la cama, mientras que el de cuclillas me miraba.
Lo vi suspirar —Antes que nada te pido una disculpa por no decirte la verdad desde un principio— miraba atento como me hablaba —Karl— me dice y al escuchar el nombre volteo mi rostro enojado, el me hace verlo —Era mi amigo con derecho a rose, él y yo nos acostábamos cuando queríamos, sin compromisos.
- ¿Todavía lo son?— le pregunto bajito.
Benji me regala una sonrisa y me besa la mejilla —No, de hecho por eso vino— lo miró sin entender —Habíamos quedado que cuando alguno encontrara esa persona especial nuestra relación simplemente se terminaría, desde hace unas dos semanas le pedí que viniera para informarle que ya había encontrado ha esa persona, pero por cuestiones de trabajo no pudo venir hasta hoy, el beso que nos dimos fue el de despedida.
- ¿Pero por eso tenia que agarrarte el trasero? — le pregunto celoso.
- ¡Quizás no!— me responde divertido y al ver que me enojo con eso me dice tiernamente —¿Me perdonas?
- No te volverás a besar con él, ¿Cierto? — me niega con la cabeza —Esta bien, te perdono.
Me besa la mejilla —Entonces ¿Andy quieres ser mi novio?
Me pregunta lo que me sorprende, lo abrazo con ímpetu haciendo que cayera encima de él, Benji se rió de eso —Valla no pensé que lo tomaras tan bien— me dice entretenido.
- Tonto— le dijo mientras le pego en el pecho —Pensé que a mi también solo me querías para pasar el rato.
Levanta mi rostro de su pecho y me da un beso en la nariz —Eso nunca tu eres especial además a ti te amo— me dice con una linda sonrisa.
— Yo también te amo- le contesto.
Nuevamente nos comenzamos a besar y esta vez sentí como bajaba sus manos por mi cuerpo, lo detuve y el me miro intrigado —Te perdone, es cierto, pero solo fue por no decirme no por el hecho que te dejaras tocar por “ese” — Benji no me dijo entendiendo mi punto —Por eso no me vas a volver a tocar hasta que aprendas su lección.
— Esta bien— me dice con un beso en la frente —¿Vamos a desayunar? — me pide mientras me ayuda a levantarme.
Tuvo que pasar un mes para que lo dejara tocarme de esa manera, la verdad, no fue tanto por el beso, sino por mi miedo a que solo me quisiera para un revolcón, al ver que no era así, nuevamente me entregue a él el cuerpo y alma.
Llevamos un tiempo saliendo, con uno que otro percance, siendo que tenemos diferencias, pero esas pequeñas diferencias han hecho que nos amaramos más y que estemos más unidos que nunca.
FIN