Las nubes oscuras cubrían el cielo rodeándolo completamente, solo de entre nube en nube un hueco quedaba pero no había luz que pasara por ellas la oscuridad de la noche mas arriba se encontraba, las miradas atónitas en el lugar solo observaban no creyendo lo que en aquel lugar acontecía, de entre toda esa gente reunida ni un solo ruido se escuchaba ellos solo esperaban por el motivo de su reunión, solo en ese lugar el sonido de la tierra húmeda que se movía y de entre ella una caja era bajada , unas miradas tristes y otras que no hallaban resignación.
De entre todos los que lloraban solo una persona se mantenía firme su expresión no cambiaba parado al frente sus ojos solo se movían para seguir a la caja que era enterrada, solo mirando, observando cuidadosamente ni un solo musculo se movía de su cuerpo simplemente se encontraba parado enfrente del gran y profundo agujero.
Solo escuchaba, escuchaba a la nada que penetrante se metía en sus oídos los ruidos de las personas pasaban desapercibidos para el, los sollozos y las lagrimas derramadas no le importaban en lo mas mínimo, a el no le importaban esos sentimientos absurdos que… sin lugar a dudas toda esa gente estaba experimentando en esos momentos, por que el sabia con seguridad que esas sensaciones que esa gente pregonaba tener desaparecerían con el tiempo simplemente desaparecerían para el solo eran una bola de mentirosos.
La gente hablaba entre ellos, la tierra había cubierto por completo a la caja que ahora se encontraba en sus entrañas en lo más profundo y oscuro de ese lugar del cual nunca más saldría, su mirada por un segundo cambio de dirección algo había llamado su atención la chica alado de el lloraba desconsoladamente preguntándose una y otra ves ¿Por qué? Sus manos que tenia cubriendo su rostro temblaban, cayo al suelo y así se quedo por un rato parecía destrozada y el no lo entendía ¿Por qué lloraba de esa manera? Su mirada regreso a es lugar en donde la tierra había sido movida.
-¿Por qué?- Volvió a escuchar - el no se merecía que le pasar eso- ahora gritaba
¿Qué era lo que sucedía? Simplemente no entendía, todo el mundo parecía sufrir pero ¿Qué había con el? ¿Por qué se encontraba en ese lugar? Levanto la mirada del suelo y voltio para un lado la gente se retiraba voltio para el otro y la chica en el suelo era recogida por una chica rubia
-tranquila sakura el no querría verte de esta manera- sonrió falsamente, seguramente mentía y el lo noto
Ambas chicas se retiraron no sin antes haber dejado unas cuantas flores blancas y con ellas otros chicos se marcharon, ahora solo el quedaba de toda esa gente que se había congregado en el lugar o por lo menos eso creyó.
-¿Por qué sigo aquí?- se pregunto, no había razón alguna para encontrarse en ese lugar pero algo dentro de el evito que sus pies se movieran. Se quedo un rato mas en aquel solo lugar, el aire frio movía las hojas de los arboles que caían por consecuencia y era normal pues era otoño, las hojas habían cambiado de color y ahora se encontraban con un perfecto tono café, no se dio cuenta del pasar del tiempo las manecillas de su reloj avanzaban y parecía que lo hacían con rapidez olvidándose ellas mismas del tiempo mismo.
Unas gotas comenzaron a caer del cielo y pronto se formaron mas cayendo rápidamente y estrepitosamente al suelo que… anteriormente se encontraba mojado, no se percato de ello simplemente yacía parado en ese lugar sin mover ni un solo dedo. Varios hombres hicieron su aparición traían consigo un enorme pedazo de ¿piedra? No lo sabía con seguridad, se movió unos centímetros y dejo a los hombres a ser, todos finalmente habiendo terminado lo suyo se retiraron excepto uno que le miraba fijamente.
Acercándose a el, el joven se posiciono de una manera en que ambos quedaran enfrente uno del otro y viéndolo por un rato finalmente decidió hablar.
-¿lo conocías?- le pregunto el joven que había traído la enorme piedra al chico que se encontraba enfrente
-¿conocerlo?- contesto
-si ¿lo conocías?- pregunto de nueva cuenta al ser respondido con la misma pregunta
-no lo se-
-¿hum? ¿No lo sabes, entonces que haces aquí?-
No lo había notado hasta ahora que se lo preguntaban, ¿Por qué se encontraba en ese lugar si no conocía a la persona que yacía tres metros bajo tierra? Y como… ¿había llegado allí?
-vaya parece que no tienes ni idea- dijo el chico de pelo negro largo que mas bien tenia la apariencia de una linda chica
-ya vámonos haku – le grito un hombre alto que tenia una enorme espada en su espalda
-si ya voy- le contesto y girándose se quedo mirando al chico azabeche enfrente de el –me tengo que ir- sonrió – pero creo que tu si sabes quien era- diciendo lo ultimo tomo la sombrilla que llevaba consigo y a los pocos minutos desapareció.
-¿Qué fue eso?- sintió un fuerte escalofrió que recorrió toda su espalda – y ¿Quién era ese sujeto?- le estaba molestando algo definitivamente le estaba molestando desde hace un rato y no sabia que era, se olvido del extraño chico y volvió a sus pensamientos al girarse se percato de lo que los hombres habían hecho, sus ojos del suelo fueron subiendo poco a poco hasta abrirse enormemente al llegar a una parte en lo que para el era una enorme piedra.
Una de sus manos comenzó a moverse y se dirigió a unas palabras escritas en la piedra llegando a ellas comenzó a delinearlas con los dedos y al llegar al termino de estas su mano se detuvo dando un pequeño salto que llego hasta sus hombros, sus ojos se nublaron y su mano cayo pesadamente acompañando a la otra que no se movía.
Por primera vez sintió el frio del aire y de la lluvia que mojaba sus bellos cabellos azabaches y su fina piel blanca, si no fuera por la lluvia que caía sin piedad sobre el y por el hecho de que no había nadie con el, podrían ver claramente las lagrimas que se deslizaban por sus ojos negros.
–maldición!!- gritaba, no sabia por que se sentía así, un hueco enorme se había abierto paso por su corazón y sentía claramente como si huera olvidado algo realmente importante. Ahora era el quien cubría su rostro con una de sus manos, ahora era el quien lloraba y maldecía desesperadamente y ahora era el quien sentía como todo se rompía y desvanecía.
Recuerdos rápidos como fugases, podía escuchar aquella triste melodía a lo lejos a esa triste voz que cantaba con pesar y podía ver claramente como una secuencia de imágenes aquel día en que el cielo se había tornado rojo carmesí…
Una noche
Un auto…
Dos personas… y finalmente un accidente…
La persona que el jamás haya amado tanto ahora se encontraba tan lejos de el, ya no podría alcanzarle y ya no podrían estar juntos de nuevo, la única persona que verdaderamente le hubiera conocido y aceptado como era estaba inalcanzable ahora.
Las lágrimas seguían saliendo de sus ojos y con cada segundo que pasaba estas se profundizaban más y se mezclaban con las gotas de lluvia que caían del cielo, ahora todo estaba claro para el pero nunca mostraría esas emociones frente a nadie.
Volvió a su antigua expresión de frialdad le ordeno a su cuerpo calmarse y así lo hiso no parecía como si a tan solo unos segundo se hubiera venido abajo los únicos que no se calmaron y no le obedecieron fueron sus ojos la entrada a su alma estaba claramente expuesta para quien supiera verla.
Estas heridas no parecerán sanar
Este dolor es simplemente demasiado real
Hay demasiado que el tiempo no puede borrar
No se movería ni un solo centímetro no quería alejarse de lo que fue lo único bueno y puro en su vida, fue cuando lo escucho una persona se acercaba a el pero no le tomo importancia aquella persona se paro a su lado y ahí se quedo sin hacer ni un solo ruido por algún tiempo.
-¿Por qué me imagine que seguirías aquí?-
-¿a que has regresado kakashi?- contesto fríamente
-¿así que ya le has recordado sasuke?-
-si- dijo tajantemente –tu fuiste quien me trajo aquí, supongo que eso querías-
-entonces ¿preferías olvidarle?-
-tal vez eso hubiera sido lo mejor-
-si… tal vez-
Tú solías fascinarme
Por tu luz resonante
Ahora estoy limitado por la vida que dejaste atrás
Tu rostro ronda por mis alguna vez agradables sueños
Tu voz ahuyentó toda la cordura en mí
Pudo sentir la mirada del peliblanco mas nunca la vio ya que sus ojos nunca se separaron de aquel nombre escrito en la lapida, la lluvia parecía que se detendría mas nunca lo hiso parecía que le hacia compañía en su dolor y seguramente le haría mas compañía durante muchas mas noches.
-no deberías lastimarte así, el ya se ha ido no volverá a estar contigo-
-lo se-
-entonces… deja de llorar-
-no seas absurdo no estoy llorando es la lluvia-
-no me puedes mentir sasuke te conozco a ti y a el desde que eran niños, tal vez mas de lo que desearía- dijo mirando a la lapida
He intentado tan duro decirme a mi mismo te has ido
Y aunque todavía estás conmigo
He estado solo todo desde el principio
El nudo en su garganta parecía que se quedaría un buen rato ahí, esos sentimientos que el había tanto tiempo en aceptar y a los que el creía innecesarios ahora le torturaban pero… sonrió –usurantonkachi – estaba feliz de haber podido pasar aunque fuese ese poco tiempo al lado de la persona que mas amo y mas feliz de poder haberle hecho feliz a el, de haberse amado tanto ambos y demostrárselo de incontables formas, de haberle hecho suyo aunque fuera una vez. La sonrisa se esfumo de su rostro.
-soy un mentiroso- dijo casi como susurro y comenzó a caminar dejando a la lapida atrás y mientras se alejaba con el que en el pasado fue su sensei, un chico sonreía cálidamente las gotas de lluvia parecía atravesarle y dificultosamente podía apreciarse su figura.
-tal vez yo también soy un mentiroso sasuke-
Voltio claramente le había parecido oír la dulce y en ocasiones molesta voz del que algún día fuese su amado, rival y amigo pero lo único que alcanzo a ver era el nombre escrito en la lapida…
…UZUMAKI NARUTO…