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~ Fallen Leaves ~ por urukisa_purplee

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Notas del capitulo:

Bueno, este es mi primer Fic... antes había escrito algo, pero solo fue un OneShot... Sí, Tal vez algunas lo habrán leido, ''The GazettE and The Factory Of Chocolate'', Antes tenía otra  cuenta, es en donde esta ese OneShot, pero tuve que cambiarme a esta por cierto problemas de acceso, en fin...

 

Aquí les dejo el primer capitulo...

Comienzo del Invierno, los días están cada vez más templados a pesar que solo han pasado dos desde el comienzo de la estación. El sol salio hace unas horas, un señor de edad se dirige escaleras arriba, arriba caminando por el largo pasillo de la ostentosa casa, abre con cuidado una de las puertas de la derecha y entra a la oscura habitación.


 


-          Es hora – dijo mientras se acercaba a las cortinas y las separaba dejando que la luz incandescente del sol entrase a iluminar la habitación, para luego acercarse a la cama que se encontraba en medio de ella y remover un poco las blancas sabanas – Ya es hora –


-          Urhg – gruño el pelinegro debajo de ellas - ¿Es tan necesario hacer esto? – pregunto casi resignado.


-          Sí – afirmo – Sus cosas están en la silla frente al computador, no tarde mucho – término para luego marcharse.


 


Sin nada más, el pelinegro salto de la cama al baño del baño a su habitación de nuevo, para colocarse, la camisa blanca manga larga con botones al frente los cuales solo abotono hasta dejar dos libres, pantalones negros de vestir, una chaqueta negra por supuesto con el emblema de la institución que hacia juego con ellos, corbata larga color carmesí, zapatos formales negros, todo demasiado formal para el gusto del pelinegro, con desgano salio de su habitación y sin mirar a quien se dirigió a la puerta principal tomando su abrigo y entrando a la lujosa debo recalcar camioneta.


 


-          ¡WOW! Nunca te había visto así – pronuncio con asombro un peliblanco que llevaba consigo un pequeño robot de juguete.


-          Yo tampoco… y no me resaltes mucho que tu tampoco te vez muy normal que digamos –


-          Tal vez…. Pero no tienes por que estar de mal humor, ten – le dio una paleta roja.


-          Mmm, Gracias –


 


No se toco palabra alguna hasta  que llegaron a su nueva escuela, hacia tiempo que los hermanos no iban a una, ahora lo hacían por petición de su madre, su madre que ya no los acompañaba en cuerpo… En estos momentos están al cuidado de su mayordomo Watari. Entraron y la misma directora del plantel los llevo hasta su respectivo salón.


 


-          Buenos días – dijo la señora directora mientras entraba con los dos hermanos tras sí.


-          Buenos días Srta. Directora – Contestaron todos al unísono.


-          Bueno no tengo mucho tiempo, vine con el fin de presentarles a los nuevos estudiantes, Nate River y La… – la mujer no pudo terminar de hablar ya que el pelinegro se interpuso.


-          Elle, Elle River –


-          E-Eh… Bien, espero que se lleven de maravilla – dijo retirándose.


-          Perfecto, Les agradecería a los señores que tomasen asiento –


El peliblanco miro de reojo al profesor e hizo una mueca – Claro –


 


Ambos tomaron camino hasta el fondo, el mayor se saco sus zapatos y se coloco en posición fetal en el asiento para luego sacar una paleta roja, y mirar al frente sin expresión alguna, por su parte el menor tomo asiento y coloco un brazo sobre la mesa mientras el otro solo poso el codo dejando hacia arriba su mano y colocando su barbilla sobre ella.


 


-          Y como dije la clase pasada de Historia Universal, ¿Cuándo comenzaron Juan Pérez Bustamante y Adela Jiménez su carrera militar? – Pregunto el Profesor – Srta. Amane –


-          ¿E-Eh? – tartamudeo la rubia.


-          Responda a la pregunta por favor –


-          N-no lo se… –


-          ¿Alguien que lo sepa además del Sr. Yagami? –


-          1931


-          ¿Sr. River? –


Suspiro – Fue en 1931 –


-          Oh, excelente… -


 


La clase transcurrió normal, las preguntas sencillas que hacia el profesor el peliblanco las contestaba solo para tener un poco de tranquilidad, luego de un largo tiempo empezó a producirse un sonido irritante, para muchos el sonido de la gloria, era la campana que indicaba el descanso… Como estampida todos salieron, Incluso el pelinegro lo que dejo atónito al menor, por su parte se estaba tomando su tiempo, no tenia intenciones si quiera de salir, se acomodo en la silla y saco su robot con el cual comenzó a mover sus piezas sumido en sus pensamientos pensando que estaba solo.


 


-          Oye ¿No estas grande para jugar con eso? – Exclamo un rubio.


-          ¡Mello! Déjalo – Le reprocho un pelirrojo que yacía a su lado.


-          Sabes, un niño pequeño no comería tanto chocolate – Sentencio el peliblanco sin apartar la mirada de su robot.


-          E-Eh… ¡Que te importa! –


-          Nada sinceramente, si tus dientes se arruinan es cosa tuya, si te vuelves diabético también es tu problema, si eres hiperactivo por tanto azúcar, no me importa en lo más mínimo, solo no – suspiro cansado – No me molestes –


-          ¡Mira Enano, Pedazo de Algodón! A mi nadie me… –


-          ¡MELLO! Tú lo buscaste, ahora ¡ya basta! ¿entendido? –


-          Pero… ¡Pero Matt! –


-          ¡Nada! –


-          Oh, ¿dejaras que esa bola de algodón con piernas me hable así? ¡Yo no! – se volteo a ver al peliblanco - ¡Tú! ¡Levántate y Pelea! –


-          Te dije que ya basta, Mihael Keehl –


 


El menor observaba la escena, examinando a ambos muy detenidamente, el rubio se acerco y le arrebato su robot de las manos, y le rompió la cabeza, el corazón del menor se hizo bola, le dolió fuertemente el pecho, desbocando una sonrisa, y una lagrima cayo por su mejilla, se levanto dejando a los dos muchachos boquiabiertos, no solo tenía hermosas facciones faciales, si no una esbelta figura que lo complementaba, pero Al menor eso no le importaba, su alma ahora estaba en Shock… Se acerco al rubio y le quito de sus manos el Juguete roto… lo observo por el rabillo del ojo y salio de hay.


 


-          Eres un insensible Mihael –


-          Yo… yo no… ¡AHS! Era un estúpido Juguete –


 


Por su parte El pelirrojo sabía que era más que ‘’Un estúpido Juguete’’ entonces salió tras el menor dejando a un confundido y enojado Rubio.


 


Por su lado, se encontraba un pelinegro muy enojado…


 


-          ¡Donde esta! – decía entre dientes mirando al suelo.


 


Sí, el mayor buscaba algo, algo importante, era de vida o muerte…


 


-          Creo que moriré si no la encuentro –


 


De pronto el mayor alzó su mirada, encontrándose con una escena poco agradable… Un Castaño Alto, en su mano… Un Fresa, más específicamente ¡SU FRESA! Sin pensarlo dos veces se abalanzo sobre el castaño y le arrebato la fresa de la mano.


 


-          ¡Que diablos te pasa! –


-          Mmm… – hizo un sonido mientras comía de un bocado su adorada fresa – Era mía, Gracias por encontrarla – Sin más se empezó a alejar.


-          ¡Espera! – le grito el castaño.


-          ¿Sí, Dime? –


-          Tú… ¿Tú eres el nuevo de mi clase? Elle… -


-          Sí, eso soy yo ¿y tú? –


-          Light, Light Yagami –


-          Bien… ¿Quieres? – dijo mientras sacaba dos paletas rojas de su bolsillo.


-          N-no… Gracias –


-          De acuerdo –


 


El pelinegro retorno su camino, pero el castaño se quedo algo atónito, por su cabello largo y alborotado, sus ojeras marcadas… La palidez de su piel, y… ¡No llevaba zapatos! ¿Sí era tan pobre como para no tener zapatos, que diablos hacia hay? ¿Y de donde habría sacado el uniforme? ¿Lo habría robado? De ser así, no respondería todas sus dudas ¿Cómo estaba hay? De pronto el castaño miro su reloj.


 


-          9:15 am – susurro - ¿No es un poco temprano para comer dulces? –


 


Suspirando con desgano, se recostó a un muro dejando caer a un lado su maletín, mirando fijamente la pared que frente a el se encuentra, una pared echa de ladrillos rojos, cierra sus ojos por unos instantes para sumirse en sus pensamientos, al abrirlos su asombro es algo exhaustivo, pero con disimulo todo se oculta, frente a el se encuentra recostado un chico, de cabellos negros, ojos color carmesí, con la camisa blanca del uniforme solo con dos botones abrochados, la corbata amarrada al pantalón y converse en vez de zapatos formales, con una sonrisa algo tétrica en su rostro.


 


-          Hola Light, ¿Cómo estas mi osito? –


-          Déjame en paz ¿Quieres? – dijo volteando la mirada.


-          ¿Qué pasa cariñito? ¿No me extrañaste? –


-          En lo absoluto –


-          Pues, yo a ti si, y mucho… Sabes, quiero terminar lo que empecé cariño –


-          ¡Beyond! –


-          ¿Qué? –


-          … - Suspiro – Solo, aléjate –


-          Claro, claro, ahora debo irme nos vemos luego –


 


El castaño regreso su vista al frente para encontrarse cara a cara con el pelinegro quien lo tomo de la cadera y le dio un beso agresivo, para terminar con una fuerte mordida en la parte inferior del labio, que comenzó a sangrar, el pelinegro paso su dedo por dicha herida sonrío y lo llevo a su boca para saborearlo mirar de nuevo al castaño e irse, aún procesando lo que había ocurrido sonó el timbre que indicaba que el descanso terminaba, ignorando lo ocurrido Light, corrió hasta su salón de clases.


 


Un pelinegro se encontraba feliz, y engullendo otras fresas, ¡SUS FRESAS! Las amaba, sobre todo por que llevaban chocolate en la punta… sumido en sus dulces y su asiento, pensando en sabrá dios que cosas, alguien se le acerca y toca con su dedo índice su espalda, El pelinegro volteo lentamente y miro asesinamente a un rubio que se encontraba tras el.


 


-          E-Eh… H-Hola… -


-          ¿Hola? –


-          Soy Mello –


-          Ahm, ¿necesitas algo? –


-          ¡Sí! Digo… ¡No! Oh… S-sí, al diablo… -


-          ¿Qué pasa? –


-          P-Pues… quería saber sí tú… me-e… darías, pues si me daría una de tus fresas – los ojos azules del rubio se iluminaron por un instante.


-          No –


-          ¿Eh? –


-          Que no… –


-          ¡Por favor! ¡Por favor! –


-          No –


-          Solo una por favor – el rubio puso cara de perro a medio morir.


Suspiro – Esta bien – dijo dándole una se ¡SUS FRESAS! – Maldito


El Rubio comió de un bocado la fresa – E-es… ¡ES MARAVILLOSA! – sus ojos volvieron a tornarse brillantes.


-          Sí, estas en lo correcto pequeño –


-          Gracias, es uno de los mejores chocolates que eh probado – el pelinegro estaba un poco atónito el chocolate solo era un complemento ante la magnitud y exquisitez sin mencionar el dulce sabor de sus fresas, solo con una mordida parecía que probase el azúcar pura, y al niñato ¡SOLO LE IMPORTABA EL SIMPLE CHOCOLATE! Un Aura negra se formo alrededor del pelinegro, mientras observaba al rubio, cuando de repente saco una enorme barra de chocolate puro y le mordió – Mmm… Exquisito –


-            Vaya, ¿Te gusta mucho el chocolate, eh? –


-          Me encanta –


-          Tal vez, tú y yo nos llevemos bien –


-          Supongo – el rubio sonrío, y se fue de inmediato a su asiento pues el profesor ya había entrado al salón.


 


Pocos minutos después de iniciada la clase un castaño agitado apareció tras la puerta, que fue amonestado por llegar tarde y mandado hasta los asientos de atrás, Nuestro pelinegro noto al instante el labio sangrante del castaño, lo cual no le agrado en lo absoluto tanto así que de pronto mordió su paleta roja asiéndola añicos, el castaño no le quedo remedio que sentarse al lado del pelinegro con extrañas manías, segundos después una rubia se encontraba arrodillada frente al asiento del castaño.


 


-          ¡Light! ¿Qué te paso? –


-          Me pelee – dijo mientras curvaba un poco el labio.


-          ¡QUE! ¿Con quien? ¿Por qué? –


-          Shh… No grites Misa, no fue nada –


-          ¡Me preocupo por ti! –


Un poco cansado se resigno - ¿Quieres ir a cenar? El sábado –


-          ¿Q-que…? ¡KYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAA! ¡SÍ! –


-          ¡Misa Amane! ¡Regrese a su Lugar! – gruño el profesor.


-          ¡De inmediato sensei! –


Suspiro cansado – En que líos te metes Light –


-          Sabes, Hablar solo es un indicio de Locura – sentencio el Pelinegro.


-          ¿Acaso me estas llamando Loco? ¡Tú! ¡¿A mi?! –


-          Efectivamente… ¡Yo a ti! –


-          Pues tu no eres el más apropiado aquí para decirme eso –


-          ¿Y por que no? –


-          ¡Por que TÚ estas SÍ ESTAS LOCO! –


-          Sr. Yagami, ¿tiene algo que compartir con la clase? – Volvió el profesor.


-          N-no… No Sensei –


-          Bien, cayese y siga con sus ejercicios –


-          Maldito infeliz… Claro –


-          No deberías andar gritando así… como un Loco –


-          Sabrás muy bien tú, de eso ¿no? –


-          Bastante sí –


-          Es decir… ¿Quién puede comer tanto dulce en una hora? ¡Y por la mañana! ¿Quién puede andar por ahí caminando sin zapatos?, únicamente tú – termino el castaño.


-          Tal vez así lo veas tu Light, pero yo lo veo de una manera muy diferente, y sí yo o cualquier en Japón hacemos eso, no significa que estemos Locos, simplemente somos diferentes ¿Comprendes? No todos son iguales a ti, ni tampoco lo serán, Jamás… Es decir, eres la primera persona que conozco con esa personalidad, tan… Egoísta, Impulsiva, Superficial, Arrogante… ¡Light! Llevo unas horas aquí y ya te conozco casi a la perfección –


-          … – el castaño no dio una palabra más, solo se podía notar el color carmesí sobre sus blancas mejillas.


 


El pelinegro sonreía victorioso, mientras bastante lejos de ese salón se encontraba un pelirrojo en busca de un pequeño algodoncito con piernas, luego de pasar por el armario del conserje, el pelirrojo se encontró con una puerta entre abierta y sin pensarlo entro, habían escaleras, se propuso a bajarlas entre más bajaba menos veía algo, estaba oscuro. Al llegar al final de la escalera no veía absolutamente nada, solo una puerta un poco abierta, de ella provenía una luz y no le vio alternativa se dirigió a ella.


 


Al entrar era una habitación pintada de gris y celeste opaco, con bordes blancos, en ella habían un sofá y dos sillones de terciopelo negro, complementados por una alfombra que simulaba ser la piel de una cebra, frente a eso una televisión de 45 pulgadas, con un moderno sistema de sonido, eso estaba en medio del lugar, a la derecha había una cama, bastante grande con muchas almohadas blancas y negras, la sabana que la cubría también simulaba ser la piel de una cebra al lado se encontraba un Jacuzzi instalado en el suelo, del lado izquierdo había un equipo de sonido y una puerta transparente en la pared al acercarse noto que dentro habían bebidas, era un mini bar. Del lado restante del lugar había una cortina roja abierta en dos, detrás de ella unos pods de color rojo sobre una alfombra negra se acerco un poco a ese lugar y noto que habían cosas tras los pods… cuando se acerco para ver que era una suave voz lo detuvo.


 


-          Yo no me acercaría hay si fuera tú... –


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


Notas finales:

Ojala y les halla gustado, sí es así dejen REVIEWS. y prometo actualizar lo más rapido que pueda...

 

Algunas Aclaraciones:

- El texto en Crusiva son pensamientos.

 

Sayonara

 


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