Epilogo
Tres años después Sanzo fue nombrado segundo al mando debido a la muerte de su maestro. Todos envejecían y así ellos lograron comenzar a cambiar las cosas lentamente aunque no de forma total…
Cuando se quieren resultados, se requiere tiempo y ellos lo sabían, pero al menos se estaban dando las cosas.
A los 43 años Miriam falleció en una de las búsquedas que habían realizado por aquellas piedras. Molooj daba sus reportes aunque algunas cosas las guardaba para sí. Sabía que si Lun y Aria escribían aun, Mercury las sabía y Sanzo también… eso era lo importante.
Cuando aquello pasó Derios tenía ya 18 años. Junto a Elena tenían un par de Gemelos, uno rubio y el otro pelirrojo de un año de nacidos. Mercury simplemente los adoraba y, un tiempo después Elena estaba esperando la que se convertiría en una hermosa niña de cabellos rubios, todos con ojos verdes.
Sin embargo cuando la niña contaba con apenas cuatro años sus padres fueron arrebatados por el mar de la misma forma que Miriam lo fuera. Molooj quedó encargándose de los niños… un año después el gemelo de cabellos rubios se perdió en un encuentro con una de las marinas de cuarzo al mismo tiempo que regresó con un joven de unos doce años con el cabello rojizo y unos ojos que jamás había visto…
Ojos como el mar.
Y aunque nunca le dijo nada él ya lo sabía, ya comprendía todo lo que quería decirle aun sin que hablara… y lo aceptó y temió lo que pudiera pasar. Pero nada sucedió en mucho tiempo… solo que los niños crecieron, ellos envejecieron.
Cuando Sanzo les dejo fue un duro golpe que superó al perder su única familia, pero como le había dicho antes de morir… lograron lo que se proponían. Los jóvenes del consejo ahora podían escoger la vida que deseaban seguir si algo se presentaba… si querían estar con alguien o dedicarse a servir a sus dioses.
El daba su misión por cumplida. Y así se dio paso al futuro.
El Cristal Rose llevaba demasiado sin llegar a la costa. Con 68 años ya estaba más que acostumbrado a los retrasos del navío pero siempre eran puntuales cuando se efectuaban las reuniones entre los principales barcos…
Cuando lo vio aparecer en la costa bajó a recibirles como tantas veces antes, como era su costumbre y con la misma emoción que, pese a los años seguía manteniendo aun cuando sus pasos fuesen más lentos…
…Pese a su tristeza al enterarse de lo sucedido supo que pronto también sería su hora y finalmente, si existía algo más allá volverían a encontrase…
Lo esperaba con ansias pero por ahora, la misión se encargaría a otras personas… y dejaría su historia a quien pudiera recordarla, a quien mereciera conocerla.
“Erasmus estaba atento, lleno de curiosidad. No sabía mucho de la vida de su abuelo más que aquello que habían vivido juntos…”