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Pretender Mantener Promesas Perdidas por Eyrin

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Notas del capitulo:

Bueno, espero que no haya tardado tanto como creo en esta actualización. es increhible pero la historia ya esta casi terminada *-* lo que pasa es que si me entran examenes no puedo escribir U.U se me van las ideas al caño...

Bien, gracias a todo los que la han leido ^0^ y muchas gracias por tomarse el tiempo de hacerlo.

Sobre este capi, creo que es un poco de transición para el proximo xD, aunque pasan muchas cosas importantes...

Mejor ya me callo. como siempre el dibujo del capi esta al final y es de Miriam y Molooj... ella me agrada pese a lo que representa TT^TT...

Espero que disfruten el capi!

Capitulo 5:

Niños entre seres celestiales

 

 

Hacía más de un año en tiempo solar que el Cristal Rose no se aparecía en la costa de Marine.

 

Las cosas que habían pasado durante aquel tiempo en Marine seguramente no eran del conocimiento del rubio que, por lo que parecía no quería siquiera aproximarse a Marine. Si sabía que estaba vivo, pero no donde se encontraba. Los del consejo tenían formas de informarles a los principales navíos cuando serían las reuniones necesarias pero, ni aun en aquel momento fueron capaces de hacer que el barco se aproximara a su costa.

 

Solamente el líder del consejo tenía acceso a la información que se pasaban por medio de aquellas aves que enviaban y devolvían mensajes. Para aquel momento Molooj y él ya tenían, según sus cálculos 22, casi 23 años…

 

Si, muchísimo más de un año sin verle. En 3 cambios de luna más el estaría en sus 23 años.

 

¿Qué le había pasado al Cristal Rose para que no hubieran vuelto y el consejo lo aprobara de aquella forma tan sencilla? Deseaba saberlo pero era imposible.

 

Sanzo ya se había recuperado bastante de lo que había pasado con Fenrri, de hecho volvía a ser el mismo, solamente él lograba verlo en ocasiones durante la noche mirando al cielo a veces incluso llorando; pero lo que Fenrri hizo no fue en vano, seis meses después cuando hablaron por primera vez seriamente de lo ocurrido Sanzo le dijo que cambiaría el consejo, que cuando ellos dos fueran líderes de aquel sitio harían que las cosas fueran muy diferentes, sin importar a quien tuviesen que llevarse por delante.

 

Mercury asintió sonriendo pensando en Molooj.

 

Pero aquel amanecer todo se desvanecería.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

- El Cristal Rose se aproxima a la costa – escuchó el llamado que hacían en el comedor y levantó inmediatamente la cabeza – Mercury, se te pide que seas quien reciba el barco junto con Sanzo.

 

El pelirrojo miró a Mercury y este le sonrió. ¿Le gustaría a Molooj su cabello? Cuando entraban al consejo para no hacer distinciones muy obvias entre los estudiantes se les daba cada mes una sustancia que al entrar en contacto por cierto tiempo con su cabello lo volvía castaño, dejaba un poco del tono original de su dueño pero, la coloración castaña era casi igual en todos.

 

Su tono natural era de un chocolate suave, quizá un poco claro…

 

¡Pero aquello ya no importaba! Lo que era en verdad importante era que finalmente después de tanto tiempo podría volver a ver a Molooj. Corrió a su habitación por las ropas rituales que eran requeridas para el recibimiento y, con la misma velocidad se precipito a la salida de la escuela donde, Sanzo se encontraba acompañado del líder del consejo…. Aquello le resulto extraño, mas cuando al aproximarse justo antes de salir le hizo detenerse.

 

- Dile al capitán del Cristal Rose que necesito hablar con él. Tiene permiso de ingresar a la sala de espera de la escuela.

 

Sanzo frunció el ceño. Algo no andaba bien en aquel sitio. Miro a Mercury también consternado.

 

- Vamos – le dijo al castaño – tenemos que darles el recibimiento para que puedan bajar del barco por completo.

 

- Si – murmuro suavemente.

 

- No le digas aun a Molooj nada de lo que ha pasado últimamente con Irving. Sabes que de todas formas no se llevan bien como navíos.

 

- Estoy al tanto Sanzo – Mercury empezó a caminar – además no hay nadie que lo sepa del todo… solo lo sabemos cinco personas en este momento y no quiero que después de tanto tiempo sin ver a Molooj él sea uno de los que se enteren de ello.

 

Sí, desde la última vez que había visto a Molooj le habían pasado varias cosas. Irving era la principal de ellas, la otra era el hecho de que ya estaba decidido a futuro… el día que el líder del consejo muriera inmediatamente después de sus obras fúnebres él sería nombrado, con todos los detalles y ceremonias como líder.

 

En este momento ya estaba nombrado sucesor.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Durante la noche las estrellas del cielo salían en Marine, mucho más cuando se necesitaba pensar y verlas, era una gran ayuda. Sanzo no se había aproximado donde se encontraba pues ya habían hablado un poco de aquello, aun así, en aquel momento y de las pocas palabras que dijo había pedido al pelirrojo que le dejara solo para pensar.

 

Se llamaba Derios… como el abuelo que le nombró a él Mercury y al cual solo vio unas cuantas veces antes de que muriera y que, aun así había querido con todo su corazón por la dulzura que tenia. No sabía si considerar aquello un honor, o una forma de hacerle burla. Lo que si sabía era que por el momento no deseaba tener a Molooj de frente. Se acomodó mejor el borde de la ventana sobre el cual estaba sentado y volteo su vista del cielo al amplio mar, el Cristal Rose sobresalía en la oscura superficie del agua.

 

Tanto tiempo. Quizá demasiado sin ver a Molooj, era tanto, al punto que hasta ese instante no recordaba realmente el dolor que sentía en ocasiones al mirarle y saber que para él aquello era una prueba… que el rubio no sabía siquiera lo que sentía por él. Tanto que no se había dado por enterado el hecho que tenia olvidado que se sentía mirar sus ojos… y en aquel momento que finalmente esa mañana lo había logrado recordar desearía no haberlo hecho.

 

-*-Flash Back-*-

 

Llegaron a la costa cuando aún no había arribado del todo el barco. Mercury estaba ansioso por lo que fuera a pasar en ese instante así que esperaron en la zona de la costa hasta que hubieran terminado. De él bajaron algunos hombres y poco después apareció quien debía ser el capitán…

 

Bajo solamente Molooj.

 

Mercury abrió los ojos sorprendido, hasta cierto punto exaltado. Miro a Sanzo y espero a que el rubio dijera alguna cosa.

 

- Mi padre ha muerto – dijo en una solemne actitud – el líder del consejo sabe un poco de esto, espero poder darle los detalles de cómo murió más tarde.

 

- El líder del consejo le espera en la sala de la escuela a la cual tendrá acceso, una vez este allá deberá esperar a ser guiado hasta el punto donde hablará con usted – fue Sanzo quien dio el mensaje, Mercury aun estaba sorprendido por la noticia y el pelirrojo fácilmente percibió esto. - ¿podemos suponer que es usted solo un vocero de la totalidad del barco o que ha heredado el mismo de su progenitor?

 

- Soy el nuevo capitán nombrado para comandar el Cristal Rose – suspiró – será oficial en cuanto el líder del consejo se los haga saber a los demás navíos. – Sanzo asintió.

 

- Entonces, señor, nos honra recibirle a usted y su navío… - Mercury estaba pálido en aquel momento y miraba fijamente a Molooj, Sanzo desvió su mirada un segundo y lo vio – en la costa de Marine capitán. Estamos a su disposición para lo que necesite de nuestras tierras.

 

- Los marinos se encargaran de eso… si alguno de ustedes fuera tan amable de guiarme donde me esperará el líder se lo agradecería. – Molooj miraba fijamente a Mercury y este evitaba que sus ojos se encontraran.

 

- Mercury – susurró Sanzo – ve con él – el tono que había usado el pelirrojo era difícil de identificar mientras miraba a la muchacha que estaba un poco más atrás dando algunas órdenes de forma amable a algunos marinos y que de pronto caminó hasta estar al lado de Molooj.

 

- Miriam – dijo suavemente el rubio – por favor quédate acá… tengo que hablar con el líder del consejo.

 

- Tardaras mucho… sabes que aun no me acostumbro a estar rodeada de personas ajenas completamente a mi tierra. – La muchacha sonrió – Derios necesita que estés con él también.

 

Molooj le sonrió suavemente y susurro un suave no. La chica tenía unos grandes ojos rojos, vivaces y el cabello rizado de tono azul marino. Era el clásico perfil que les decían tenían quienes eran parte de la isla denominada Circus Zone, aunque nunca se había interesado de saber que era lo que hacía este sitio tan interesante desde el punto de vista de los estudios hechos con respecto a él por parte de Marine. La verdad no comprendía porque no les dejaban en su cerrada autonomía, en su vida alejada de las otras personas. Todos los del Circus Zone se suponían en relaciones entre los de la misma isla, por ello todos tenían los mismos ojos y cabello azulado… ¿Qué hacía aquella muchacha al lado de Molooj, con un niño al cual sus escasos cabellos rebelaban lo rubio que sería?

 

- Vamos – dijo suavemente el rubio y el otro chico empezó a caminar de inmediato confuso y molesto a la vez.

 

Molooj sin pensarlo comenzó a caminar detrás de Mercury. Este no decía nada y, por algún motivo sentía que tampoco sería necesario que lo hiciera por ahora. Estaban rumbo a la escuela del castaño cuando el rubio notó el color del cabello del muchacho.

 

Estaba diferente.

 

Caminaron otro tramo más hasta que Molooj, tomando de la mano al otro los metió en medio de la zona boscosa, unos metros en lo profundo de aquellos altos árboles. Miró fijamente esos ojos que había extrañado tanto, aquellos que eran dulces y ahora, no mostraban nada…

 

No sabía cómo comenzar lo que tenía que decirle. Sabía que lastimaría a su hermoso niño… lo miró una vez más y notó que también estaba un poco más alto, no tanto como él pero si un poco. Suavemente tomó al muchacho de la cintura y le aproximo a él acariciando con suavidad ese cabello que olía siempre a fruta fresca y hierba.

 

- Tienes distinto el cabello – comentó esperando que el otro le dijera cualquier cosa, sin embargo no hubo contestación alguna – también estas un poco más alto.

 

- ¿Es eso todo lo que puedes decirme después de no vernos por más de un año? – Mercury no se movió, solo giró su rostro de forma que el contacto visual con Molooj fuese fijo.

 

- Hay motivos para ello.

 

- No lo dudo… - había sarcasmo en las palabras de Mercury – tampoco dudo que no los haya para esa chica que viaja contigo, y creo que ya se cuales son.

 

El rubio le miró fijamente ¿lo había notado antes de que se lo dijese?

 

- No soy tonto Molooj, si es lo que crees. ¿Acaso pensaste que no había forma de que a simple vista supiera que no viajarías con un niño tan pequeño a menos que fuera importante para ti? – el rubio tomó su cabello con suavidad otra vez y sonrió suavemente.

 

- ¿Estas Celoso?

 

- Podría decirse – el de ojos Miel se movió un poco y con su mano quitó la del ojiverde de su cabello – pero aun así y por lo que sea quiero que me respondas dos cosas… y esto marcará lo que pasará a partir de ahora – sus ojos temblaron por un momento pero rápidamente se controlo antes que comenzara a llorar - ¿Quién es esa chica? Y ¿ese niño que viene con ella es tuyo?

 

El rubio volteo el rostro… no hizo falta nada más para que el castaño entendiera lo que estaba sucediendo ahí, y tampoco una duda para lo que haría. ¿Molesto? Sin duda alguna ¿Dolido? Era obvio aquello con solo mirar la forma en que se aparto del otro…

 

- Mercury… no entiendes…

 

- Y no hay algo más, aparte de eso que deba entender. – el de cabello chocolate se apartó más que antes y, sin siquiera mirarle comenzó a caminar fuera de los árboles. El otro no tardo en seguirlo e intentó tomar su mano para detenerlo. - ¡Si te atreves a tocarme te denuncio ante el consejo! – casi fue un grito lo que se escuchó en aquel silencio, pese a que no había sido proferido con tal intensidad, lo aumento a ese punto.

 

- ¿En verdad serías capaz de hacer eso? ¿Podrías tirar todo lo que hemos pasado de esa forma? – Mercury se detuvo un momento pero aun así Molooj no intentó hacer nada. El tono del otro no había sido en broma y suponía que lo que decía tampoco, menos en el estado en que seguramente se encontraría.

 

El deseaba explicarle las cosas a Mercury, hacerle saber que había ocurrido en todo ese tiempo y que se sentía un idiota por lastimarlo tanto. Había planeado una conversación y la repetía a cada momento mentalmente, de la forma en que debería decirle, se planteo miles de formas de reacción, incluida ese enojo que el otro le profesó…

 

Pero no esperaba que le amenazara con aquello sabiendo lo que significaba revelar lo sucedido. El silencio no dejaba de reinar en el lugar y de pronto Mercury solo comenzó a caminar de forma lenta, el rubio le siguió escuchando como la voz quebrada del chico de cabellos largos le respondía.

 

- Tú ya lo hiciste y no parece realmente importarte. – Molooj miró con una mezcla de sentimientos al castaño, una que mostró incluso enojo ante lo siguiente que este dijo – Irving tenía razón sobre ti, sobre ustedes y lo que son, supuestos marinos llamados por Cuarzo piratas… pueden traicionar a cualquier persona en todo momento sin que les importe más o menos que la tabla de un barco aliado o contrario que muestra que alguno de estos ha sido hundido flotando a la deriva por el mar y la cantidad de personas que murieron por ello. – Mercury aun de espaldas se secó las lágrimas que bajaban por sus mejillas y se tranquilizo un poco antes de que alguien le viera en aquel estado. – Debiste decirme desde el inicio que no funcionaria para otra cosa que no fuera tener sexo… así me hubiera quizá enamorado de alguien que si me correspondiese…

 

- ¿Alguien como Irving? – dijo enojado, la sola mención de aquel hacía que su sangre hirviera.

 

- Sí – dijo molesto, volteándose para gritarle - ¡Al menos él si sabe lo que desea, lo que siente… lo que quiere, si es sincero y dice la verdad!... ¡Al menos a él si puedo creerle que cuando dice que me desea mucho más que a cualquiera es en verdad!

 

- ¡Mercury, mi padre murió y no sabes nada de lo que ha pasado con nosotros hasta ahora! – El rubio miró como el chico volvía a emprender el camino - ¿¡Qué demonios es eso de Irving!?

 

-  Lamento mucho la pérdida de su padre, capitán. – dijo cortante mientras aceleraba un poco, saliendo nuevamente al camino donde ya era imposible que el rubio continuara con su conversación - Ahora si me disculpa no hay algo que deba retrasarle para que se encuentre con el líder, es él quien debe escucharle, no yo.

 

-*-End Flash back-*-

 

Suspiró y volvió a mirar el barco sobresaliendo en la costa. No estaba seguro de haber hecho lo correcto cuando no escuchó a Molooj pues ahora tenía cierta ¿curiosidad? ¿Arrepentimiento? La verdad era que no sabía cómo denominar aquello pero sin duda deseaba saber que había ocurrido con él en ese tiempo.

 

*toc, toc*

 

Mercury volteo a ver la puerta y volvió a escuchar los toques en esta. Sin duda alguna ese tenía que ser Sanzo que venía a preguntarle qué había pasado; lo bueno era que Sanzo nunca pedía que le contara algo sin él dar noticias también y como aquel día había estado casi todo lo que sobraba de este hasta ahora encerrado solo en su habitación seguramente el pelirrojo traería muchas noticias.

 

- Adelante.

 

Fue precipitado lo que pasó en aquel momento, Sanzo solamente asomó su cabeza y, sin nada más dijo.

 

- Tenemos problemas. – Mercury se levantó rápidamente y el otro cerró la puerta con el pestillo interno. Sanzo le hizo un ademan de que se sentara… - Mercury ¿Hablaste finalmente con Molooj o no resolviste más que gritarle y mandarle a la mierda? – el de cabello chocolate bajo la mirada, eso respondía todo. – Ok, entonces el problema es aun mayor de lo que pensé en primera instancia.

 

- ¿Qué sucedió? ¿Lograste averiguar algo? – el pelirrojo miró fijamente a su compañero y con preocupación susurró “mierda”. - ¿Qué pasa Sanzo?

 

- Logré escuchar, por aquello de que no hubieras aguantado escucharle, un poco de lo que conversaron el líder y Molooj y, en lo que a mí concierne, sería una muy buena idea que le buscaras para escuchar su parte de la historia. No parecen haberlo pasado demasiado bien. – Mercury agachó un poco apenado el rostro, sin duda se había comportado como un niño molesto y no como alguien que formaba parte del conejo. Sus emociones le habían, como tantas otras veces, dominado cuando no debían.

 

- Pero eso, hasta donde comprendo no se vuelve en problemas. Molooj no sería capaz de decir algo que nos metiera en ellos ¿o sí?

 

- No, la verdad no dijo nada de eso; al menos no que yo haya escuchado. – el de ojos miel le miro con cara de ¿y entonces? y fue ahí cuando el otro explicó – sabes que para escuchar lo que hablan tengo que meterme en un sitio poco cómodo y endemoniadamente estrecho del cual no puedo salir hasta que el líder se vaya ¿cierto? – Mercury asintió recordando cuando, de niños, habían descubierto ese sitio mientras jugaban – lo cierto es que, cuando Molooj se fue el líder del consejo no se movió nada durante un tiempo bastante largo… llegó un ave.

 

- Creo que no estoy entendiendo aun en que nos perjudica – Mercury se estaba desesperando.

 

- La próxima vez metete tú en ese jodido sitio y después me cuentas – por lo visto Sanzo también estaba un poco tenso así que guardó silencio – cuando el líder hablaba con Molooj me di cuenta que la visita del Cristal Rose no estaba del todo programada pues, no sabían en qué momento volverían a navegar, así que no tuvieron tiempo de calcular navíos.

 

- ¿Qué decía el ave? – por lo dicho, temía la respuesta.

 

- El Svart Ros llegará mañana a la costa… y el que ambos navíos se encuentren es problemático.

 

- Rayos…

 

- ¿Y ahora? – el pelirrojo miró de forma suspicaz al otro – le dijiste algo a Molooj de Irving. – afirmó.

 

- No exactamente. – Sanzo le miraba interrogante y él solo se levantó caminando como gato encerrado – no recuerdo exactamente qué le dije pero fue algo que involucraba a Irving cuando me dijo que me deseaba.

 

El se ojos amatista se golpeo levemente la frente con la palma de la mano y tapó levemente sus ojos.

 

- Y dejaste la frase en solo eso – aseguró. – si era problemático que se encontraran antes, ahora será un infierno que se vean.

 

Mercury no dijo nada… solo pensaba en una forma de evitar que Molooj viera al otro capitán, mas ahora que el rubio estaba al mando del Cristal Rose.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Sanzo le dijo a Mercury que no se preocupara el vería como arreglar las cosas. Solamente le pidió que no saliera de su habitación en todo el día siguiente aunque, por obvias razones de la llegada de Irving a la isla le sería prohibido, más después de lo ocurrido la última vez en la sala del consejo. Cinco personas contabilizaban las totales enteradas del asunto… solo porque dos de esas nombradas podían casi contarse como una. Lun y Aria, ambas parte del Svart Ros eran exactamente iguales, exceptuando sus cabellos, se movían al mismo tiempo y hablaban casi en conjunto, cuando una no acababa la frase, la otra se la completaba… pero aquello en ese momento no era importante. El otro era Sanzo que, había ingresado en la sala del consejo junto con el líder; aunque el pelirrojo sabía de primera mano por lo que Mercury le conto (a él le dijo la verdad del asunto, no así al líder) de lo que había pasado en el tiempo que estuvieron solos ahí dentro. Claro esta que las dos personas faltantes eran el mismo Irving y Mercury.

 

Le tenían prohibido salir porque el líder aun no se creía del todo que nada de más había pasado. Menos cuando al entrar se había encontrado a Irving peligrosamente cerca de su sucesor, cosa que le dejaba sin muchas opciones de todas formas.

 

Sanzo le había prometido que iba a evitar que Irving se encontrase con Molooj al llegar a la Isla. El Svart Rose de todas formas no tardaba mucho en la costa, había algo que parecía repeler el navío de Marine. Escuchó unos suaves toques en la puerta y como esta se abría desde fuera; Mercury miró como por la ventana se aproximaba el barco de Irving justo en ese momento por lo que, cerro la tela que cubría dicha ventana.

 

- Adelante – susurró. De forma rápida la cabeza pelirroja de Sanzo se asomó por la puerta y, con voz apresurada simplemente dijo.

 

- Lo siento Mercury, pero esta es la única jodida forma que se me pasó por el pedazo de… tu sabes, cabeza que tengo… y así mato dos pájaros de un tiro – el pelirrojo abrió un poco más – soy yo quien debe ir a la maldita costa, así que no te preocupes por eso… además ya me han hartado ustedes dos, así que hablen y si van a terminar esta mierda háganlo de una vez y como se debe. – dicho esto solo vio a Molooj entrar encapuchado en su habitación y al otro cerrar la misma lo que parecía, con el pin de seguridad… posiblemente no lo dejaría salir hasta que el Svart Rose hubiera abandonado la costa en unas 3 horas.

 

Miro al rubio que le devolvía la mirada de forma decidida.

 

- ¿Me escucharas ahora? – sus labios se movieron intentando decir algo, cualquier cosa pero no logró articular nada por lo que simplemente caminó hasta la puerta, pasando al lado del ojiverde e intentando, en vano, abrir la puerta, cerciorándose de que la había cerrado desde fuera – Me costó demasiado convencer a Sanzo que me dejara hablar contigo como para desaprovechar esta oportunidad Mercury.

 

El de ojos miel se volteo, dándole la espalda a la puerta y mirándole fijamente. Sin duda alguna hubiese sido imposible en caso de que el otro barco no estuviera ya cerca.

 

- ¿Qué quieres decirme? – preguntó. Sanzo nunca se equivocaba en aquellas cosas y si este decía que hablara con Molooj, era porque le convenía.

 

- Se que fue egoísta por mi parte hacer esto sin decirte nada… sin haberte consultado que pensabas primero pero la verdad es que no tenía muchas opciones…

 

- Molooj – le corto - quiero que entiendas que no hay mucho que desee me cuentes.

 

En aquel momento el de cabello chocolate se percató que el rubio traía una canasta sumamente cubierta disfrazada de fruta pero, en determinado momento se movió.

 

- Creí que era importante también para ti.

 

- Y lo es – comentó sin muchas ganas – lo es, no lo dudes; pero quiero que cuando me lo digas omitas, por lo que más quieras, decir cualquier cosa que sientas por ella.

 

Se aproximo a la canasta y descubriendo las mantas que esta tenía vio a un bebé, hermoso de cabellos dorados y ojos verdes como los de Molooj. No se parecía en nada a la chica que acompañaba al rubio la tarde anterior… la sangre de Molooj sería mucho más fuerte que la de ella sin duda.

 

- Mercury, no la amo tampoco… la quiero mucho pero no es amor.

 

- Y a mí tampoco me amas – sus ojos se llenaron de lágrimas – así que estamos en la misma situación ambos. – El rubio abrió la boca para decir algo pero el otro lo cortó hablando – Molooj, si no supieras que yo te amo… si no fuera claro en eso contigo ¿Qué sentirías si después de más de un año solar sin verme llegas y yo ya tengo a alguien más?

 

- Eso no es posible – dijo de forma segura – menos con el consejo como…

 

- Eso no nos ha impedido estar juntos a ti y a mí. Si alguien estuviera dispuesto a sacarme de acá, de llevarme lejos, donde no me encuentren…

 

- ¿Alguien como Irving? – murmuro molesto.

 

- No… simplemente a alguien. Tal vez para ti, que no sientes nada por mí sería mucho más sencillo afrontarlo. – Suspiró calmándose un poco – no lo es para mí. – Levantó al niño en brazos y Molooj le miró con tristeza – se bien que jamás hubiera podido darte lo que tienes ahora… es hermoso.

 

- Su nombre… pensé en ti cuando se lo puse – dijo el rubio – Mercury, no quería lastimarte.

 

- No importa ya. Cuéntame porque ha pasado esto con nosotros. – el de ojos miel se sentó en la cama con el niño que miraba fascinado su colgante. Lo tenía desde que tenía uso de razón, siempre había estado en su cuello en aquella manera y desde aquella posición en la montura de oro.

 

Era una simple tira rectangular, plana y no muy grande, la montura de oro si poseía cierta elaboración. Jamás se lo quitaba para nada y en momentos le parecía que esa especie de piedra roja brillaba como si fuera fuego. Al niño parecía gustarle por lo que, dejo que la tocara sin hacer nada.

 

Molooj miraba la escena con ternura. Había demasiada dulzura en él, tanta para estar cargando al niño que era parte de su tristeza. Tomo aire y lo soltó intentando relajarse.

 

- Todo tiene que ver con lo que sentí durante la ejecución de Fenrri y lo que vi en alguien tan fuerte como Sanzo. Muchas cosas pasaron por mi cabeza en aquel momento pero lo más importante fue el peligro que corríamos por lo que hacíamos.

 

- Siempre lo hemos sabido Molooj.

 

- No, yo nunca estuve tan pendiente de eso hasta aquel momento. – Aclaró mirando los ojos del otro completamente serio - luego de eso las dudas me asaltaban continuamente… no me concentraba y tampoco quería que nos pasara lo mismo, por eso evitaba estar demasiado contigo, sentía peligro a cada momento Mercury, sin embargo no fue por eso que dejamos de venir. – Bajo levemente la vista – la marina real de Cuarzo nos ha estado siguiendo los pasos muy de cerca desde hace un tiempo y, cuando estábamos cerca del Circus Zone nos sorprendieron. Ciertamente aun no sé como quedamos vivos después de eso pero casi se hunde el barco. A mi padre le hirieron y pedimos ayuda en la isla sin embargo, al ser un sitio que no toma partido de ningún bando negaban cualquier clase de beneficios que nos pudieran brindar.

 

- ¿Murió por eso tu padre?

 

- Un tiempo después. Miriam, la chica que viene conmigo es parte de los de la Isla del Circus Zone como debes saber, pero ella es algo distinta de los demás. No le importó brindarnos su ayuda pero, para ello y que su pueblo no la castigara por el hecho debía tener un lazo con alguien importante del barco. Mi padre no podía, por eso yo tomé el lugar de la persona con la que se oficiarían las ceremonias de unión. Tampoco fue fácil convencer a sus padres, hermanos y familia completa hasta llegar a los líderes del sitio pero finalmente nos aceptaron, pasaron algunas cosas también para que esto sucediera, fue un intercambio.

 

- Faltaban muchos de tu tripulación.

 

- La mayoría murieron. – Dijo mirando al horizonte – solo uno se quedó en el Circus Zone; a eso me refería con intercambio. Sin embargo ya era tarde para mi padre, sus heridas se habían comenzado a infectar después de algunas semanas sin la atención debida y, con el Cristal Rose casi destrozado no podíamos buscar ayuda alguna, solo la que ya teníamos… a muchos les pasó lo mismo pero al menos hubieron sobrevivientes en todo esto.

 

- Molooj – interrumpió el castaño volteándole el rostro para mirarle nuevamente - ¿Miriam si te ama?

 

- Creí que no querías…

 

- Por como suenan las cosas debo saberlo.

 

- Sí – respondió cortante – no sé en qué momento pasó pero lo hizo, dice que me ama. Dice miles de motivos por los cuales lo hace y no los comprendo pero lo hace. – Mercury apartó nuevamente la vista, triste por haberse enterado de eso. – la consumación de un matrimonio para las personas en el lugar es que se conciba un niño. Cuando eso pasó logramos que nos brindaran la ayuda para reconstruir casi por completo el barco y que nos ocultaran del reino de Cuarzo, pero pasó mucho tiempo para que eso sucediera. Cuando el barco estaba listo ya Miriam tenía muy avanzado el embarazo y no podía dejarla sola… por eso no volví. Después del nacimiento de Derios tuvimos que esperar para que miraran sus cualidades… si su cabello era azul marino y sus ojos rojos debía quedarse en la isla, de lo contrario tanto Miriam como él podrían partir… no podía dejar a mi hijo en un sitio donde posiblemente no me permitirían volver a verle.

 

El de ojos miel asintió suavemente.

 

- Cuando… cuando Miriam me ofreció ser algo para mí en beneficio de ambos, pues ella solamente quería salir de la isla en aquel momento, vi en eso la oportunidad perfecta para crear una especie de… cubierta para lo que teníamos tu y yo. Con ella como mi mujer no habría nadie que sospechara pero las cosas se me salieron de control. Para cuando me di cuenta de lo que había pasado ya no había vuelta atrás.

 

- Pero debes afrontar lo que hiciste Molooj. – respondió el otro.

 

- No quiero que lo nuestro termine Mercury. Quiero a Miriam como una amiga, una muy buena y como la mujer que me ha dado un niño; no más de eso. Por ti yo… aun no lo entiendo del todo pero… si lo nuestro termina así no tendré oportunidad de descubrirlo.

 

- Molooj esto ya no es un juego. – sus ojos se desviaron hacia la costa en la que aun estaba el Svart Ros. Ya había escuchado lo que necesitaba. Era cierto, debía haberle escuchado antes pues, aun de esa apresurada forma los motivos de Molooj habían sido bastantes; especialmente cuando era el padre del rubio quien estaba muriendo. – Por el niño, debemos terminar esto.

 

- ¡Pero no quiero! – Exclamo lleno de sentimientos - ¡No quiero perderte Mercury!

 

- No lo harás… pero ahora, más que nunca necesitamos tener cuidado. ¿Sabes cómo sería si Miriam se enterase? – El rubio volteo el rostro – Quiero conocerla. – soltó finalmente.

 

- ¿Qué? – el rubio no salía de su asombro ante las palabras del otro.

 

- Quiero que me presentes mañana a Miriam… quiero saber en manos de quien estas en este instante. – Sonrió suavemente jugando con el pequeño Derios – quiero conocer a la madre de este niño y a la mujer de mi mejor amigo, creo que lo merezco pues, mientras ella exista en tu vida, solo eso seré para ti.

 

El de ojos verdes abrió los ojos sorprendido. - ¿Estás hablando en serio? – Mercury simplemente asintió y dejó que sus manos acariciaran las del pequeño que sostenía en sus brazos. – Mercury… lo nuestro no puede acabar así. – el castaño miró por la ventana, aun a través de aquella cortina lograba distinguir… algo había pasado, había guardias movilizándose fuera de la escuela hacia la costa. – Mercury…

 

- No hay más que decir…

 

- ¿Es por alguien más? – El de ojos miel miró al rubio – Solo dime que no es por Irving.

 

- ¿Por qué debería él tener algo que ver con esto? – Negó suavemente – no es así. Molooj, ayer comprende que estaba enojado y dije cosas que no debí haber dicho. – Su sonrisa se volvió algo amarga – supongo que esto es el adiós.

 

El rubio miró fijamente a aquel muchacho frágil que ahora lucia triste, abandonado. Sin lugar a dudas no era algo que quisiera hacer pero su mente le dictaba que debía.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

La semana pasó rápidamente. Cuando se dio por enterado el Cristal Rose había partido de la costa aunque prometieron volver al cambio de Luna siguiente; Mercury notó claramente que Molooj había hecho eso principalmente por él y la escasa conversación que logró captar entre Sanzo y su persona.

 

No le había dicho nada al pelirrojo sobre la cuestión de conocer a Miriam, sabía que el muchacho de los ojos amatistas se hubiese pronunciado completamente en contra pues, comprendía la magnitud del daño que aquello le causaría al de ojos miel.

 

Fue por eso que después de que Molooj se hubiera marchado Mercury estuvo evitando olímpicamente a Sanzo; era cierto que quería saber que había ocurrido con el Svart Ros el día anterior (al igual que el otro desearía saber sobre lo ocurrido con el rubio) pero aquello era más importante. Justo a media mañana salió del consejo rumbo a la playa, cubierto como siempre que se encontraba con Molooj pero esta vez justo al llegar a la misma, cerca del barco se animo a descubrir su rostro, al final el rubio tuvo que aceptar aquello.

 

Si era sincero Miriam le había parecido inicialmente extraña; más adelante se dio cuenta que era simplemente una mujer adorable y divertida, pese a las circunstancias debía aceptar que la chica, muy directa en sus palabras, le había agradado muchísimo.

 

Quizá su mente le daba cierto aire a Sanzo en el fondo. Pudo reír abiertamente con los comentarios de esta y ella reía con los suyos, por un momento se permitió olvidarse de todo lo que había sucedido hasta el momento. Incluso jugó con Derios un rato mientras ella preparaba algo de comer.

 

Había insistido en que, si se iba sin probar uno de sus platos, lo perseguiría hasta la escuela con uno de ellos y entraría haciéndole comerlo aunque tuviera que obligarlo y aplastar viejitos.

 

Desde aquel momento evitar a Sanzo se había vuelto algo necesario por lo que el mismo pensaría de hacerse amigo de la que ahora tenía todo el derecho de propiedad (por muy mal que esto sonara) sobre el de ojos verdes. Al día siguiente también fue a verles y Miriam insistió en que quería ver la laguna de la que tanto le había hablado Molooj; Mercury le miró triste y asintió recordando todo lo que habían pasado en aquel sitio, ella no pareció querer darse por enterada de la forma en que Mercury miró por un momento al rubio.

 

Sin embargo no se negó a complacer a su nueva amiga, después de todo el Cristal Rose partía al día siguiente y quería que lo pasara bien… de hecho lo pasaron genial, se divirtieron muchísimo hasta que por la noche Molooj le pidió que por favor cuidara a Derios pues quería llevar a la de cabello azul a un sitio en particular. Tuvo que pedirle ayuda a Sanzo que le miró consternado pero no dijo nada.

 

No se esperaba que el muchacho de cabello rojo le visitara en el barco (donde había acordado quedarse cuidando al niño) para aclarar todo lo que estaba pasando ahí; parecía seriamente preocupado.

 

-*- Flash Back-*-

 

Uno de los marineros había llevado al pelirrojo, que ahora le miraba fijamente quizá un poco molesto, hasta donde él estaba. Se miraron un momento hasta que el bebé se movió y Mercury corrió a atraparle para que no se fuera más allá de aquella habitación. Rápidamente le colocó en su camita la cual estaba cerrada a los lados para que el niño no se saliera; por ahora era muy útil ya que el niño solo sabía caminar a cuatro patas.

 

- Quiero saber qué demonios estás haciendo Mercury, porque no me has dicho nada y déjame decirte que hacer de niñera para ayudar a Molooj con su chica no es algo que me tenga muy contento. – El castaño bajó la mirada – no me digas que es lo que estoy pensando.

 

- No sé qué es lo que estas pensando. – el marinero se retiró sin decir una sola palabra en aquel punto.

 

- ¡Mercury por favor! – El de ojos amatistas estaba desesperado por la evasión del otro sobre el tema – estoy seguro que aceptarías volver a ser solo su amigo con tal de no alejarte de él.

 

Se quedaron en silencio unos minutos que les parecieron eternos.

 

- Fui yo quien se lo propuso – soltó de pronto el de ojos miel mientras que suspiraba – no aguantaría ser… no se solo salió de mis labios de pronto y ya.

 

- Es completamente estúpido. – Opinó - ¡¿en verdad crees poder cumplirlo?! Porque déjame decirte que hay muchas cosas que peligran y sé que lo sabes. ¡Maldita sea Mercury! Y entonces me evades a mí porque te da pena decirme lo que has hecho.

 

- Sabía que no estarías de acuerdo. – Su voz sonaba triste – te conozco y sé que a pesar de ser yo quien planteó esto buscarías a Molooj y le echarías la culpa a él.

 

- ¡Porque la culpa es suya desde el comienzo!

 

- Es de ambos Sanzo. – El de ojos miel miró fijamente a la puerta – Sabes que es de ambos, yo no quiero dejarle ir, no así y no ahora; se que comprendes que la mejor manera de continuar juntos es…

 

- No lo es – le cortó – la mejor manera sería que ambos dejen las cosas claras. Si van a estar juntos lo están y si él va a tener a alguien más que decida qué es lo que en realidad quiere; Molooj ha estado haciéndote daño mucho tiempo ya ¿¡Porque no lo dejas!?

 

- ¡Porque lo amo Sanzo y sé que tu comprendes lo que es eso! – El de cabellos rojos se quedó en silencio un momento – No voy a ponerlo a decidir entre esa chica y el niño o yo. Es infantil.

 

- También lo que haces.

 

- Lo sé… pero por esta vez quiero intentar manejarlo yo solo, demostrarme a mí mismo que puedo con esto.

 

- El problema – comentó el otro – es que nublas tu juicio como si solo Molooj existiera y te olvidas de las cosas que han estado pasando.

 

- ¿Qué pasó con el Svart Ros? – Preguntó, por lo que dijo Sanzo tenía que ver con eso – Vi guardias movilizarse… ¿sucedió algo?

 

- Sí, pero como has estado muy ocupado con esto – volteo a mirar la habitación – no te has dado por enterado de nada a pesar que todos hablan de eso. No te haré larga la historia pero a Irving casi lo expulsaron de la isla. – El de cabellos chocolate se sorprendió – no tardó mucho en la costa pero fue suficiente para que gritara a todo lo que le daban la garganta que no siempre podrían esconderte de él.

 

Para aquel momento no habían notado que justo en la puerta estaba de pie el rubio escuchando ese pedazo de la conversación.

 

- Mercury, no sé qué es lo que Irving este pensando pero me preocupa… sabes que no es de los que se rinden fácilmente y seguro algo está planeando. Después de lo que pasó no me deja completamente convencido que salgas.

 

- ¿Qué mas dijo?

 

- Que no le importaba tener que volarse la escuela a base de cañonazos si así podía sacarte de ahí. Eso es considerado una grave amenaza contra el consejo. Además dijo que la gente del consejo actuaba como si fueran dioses pero somos simples mortales… en eso lo apoyo… - Sanzo suspiró – y que el demostraría que no era así, que éramos tan humanos y tan simples como cualquier otra persona, dijo que serías suyo sin importar lo que esto costase. Estaba muy convencido y eso me tiene preocupado, mas después de que aquella vez en la sala de reuniones te agarrara de esa manera y no le importara que el líder le hubiera visto… de no ser porque le apartaste seguramente ya habríamos tenido un grave conflicto. Sabes lo rápido que es el Svart Ros, y lo convencido que está él de…

 

Sanzo se cayó al mirar fijamente a Derios el cual estaba apuntando hacia la puerta como si algo interesantísimo o muy querido para él estuviera en el sitio y asustado volteo encontrándose cara a cara con Molooj.

 

- Entonces… ¿Qué exactamente te hizo ese imbécil en una sala del consejo a la cual yo siquiera he entrado? – el de ojos verdes destellaba furia en sus ojos y Miriam a su lado le miró sorprendida.

 

Sanzo tomó a Mercury de un brazo y lo llevó hasta la puerta. Ahí pasó junto al otro sin decir una sola palabra. Una vez lejos el rubio furioso golpeó la pared haciendo que se detuvieran.

 

- ¡¿Mercury, porque no me dijiste lo que sucedió con ese idiota?! – gritó encolerizado y el otro lo miró triste, casi con dolor; volteó a mirar a Sanzo que esperaba expectante lo que diría y por una vez, pensó que actuaba como el otro esperaba.

 

- Porque no es algo que a un amigo le deba importar realmente, Molooj. Es algo que los del consejo, yo e Irving debemos resolver. No quiero que te metas en esto.

 

- ¿Entonces si es por él? – Preguntó, el de cabello chocolate le miro, aun triste – En realidad nunca te importó…

 

- Calla, no digas algo de lo que luego te arrepientas – miró fijamente a Miriam que ataba cabos sueltos. Sin duda no comprendía mucho pero ella había estado cuando el Svart Ros desembarcó en la costa, ella había escuchado lo ocurrido en ese instante – no siempre las cosas son por alguien más. El que nunca te hayas llevado bien con él no quiere decir nada… solo no te metas en lo que está pasando.

 

- Ya lo oíste – terminó Sanzo – ahora si me disculpas es peligroso que Mercury, como has escuchado supongo, permanezca en horas no debidas fuera de la protección que podemos darle. Espero que comprendas que la próxima vez que necesites que cuide a tu hijo – recalcó esto último con mucho énfasis – será mejor que lo pienses antes porque deberá quedarse en la escuela.

 

Y sin más Sanzo le había sacado de ahí y lo llevó de vuelta, como solo él sabía hacerlo.

 

-*- Fin Flash Back -*-

 

Y al día siguiente, así sin más, el Cristal Rose partió. Escuchó a su maestro decir que volverían lo más pronto posible, si lo fuera antes del próximo cambio de Luna. Al parecer no había sido posible pues, no había regresado…

 

En dos días Mercury cumpliría los 23 años solares efectivos desde su nacimiento. Sanzo le planeaba una gran celebración (según él sorpresa) dentro de la escuela y por si fuera poco el Cristal Rose anunció, por medio de una carta que al día siguiente llegarían a costas de Marine.

 

Esperaba de todo corazón que Irving no recordara aquella fecha. Lo que había ocurrido con Irving era algo que no deseaba sucediera otra vez o que, en todo caso pasara a más.

 

Mercury se conocía y sabía, con solo ver al hombre, que era del tipo de persona que le gustaba. Decidido, fuerte y libre.

 

Todo lo que él nunca sería.

 

Notas finales:

Bien, espero que les haya gustado...

El dibujo ---> http://eyrin17.deviantart.com/#/d2y07zs

Y bien... me voy llendo a ver si termino finalmente el capi que estoy escribiendo y entinto el dibujo... y estudio para física y química :D... Bye!... y deseenme suerte en ambos examenes que son el proximo sábado TTxTT


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