Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Despertar de primavera por x_tirana

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

lamento el retraso estuve sin mucha inspiración U_U

hoy: lemon HisagixKira (trate de hacerlo lo mas dulce que me salio... :/)

espero que les guste n_n

Izuru estaba desesperado por entrar a la sala de recuperación del 4to Escuadrón. Desde que trajeron a Renji del mundo Ryoka no hizo otra cosa que patrullar en la puerta: no lo dejaban entrar a la habitación y de tantas idas y vueltas estaba dejando un surco en el piso.

 

- Unohana taicho, solo será un segundo. Prometo que tendré mucho cuidado de no hacer nada que pueda alterar a Renji kun. Por favor, déjeme verlo y le aseguro que ya no la molestaré.

 

La capitana ya estaba perdiendo de a poco la paciencia. El rubio le había estado llenando la cabeza durante toda la noche y si seguía así, él también terminaría ocupando una camilla.

 

- Teniente Kira, como ya le explique anteriormente- remarcando sus palabras con un rostro amable que daba miedo- usted podrá entrar en cuanto Kuchiki Rukia termine de visitar a Abarai kun. Espero que entienda que no puedo tener a medio Sereitei allí dentro.

 

Rukia acababa de salir de la habitación pensativa y en cuanto vio a Kira y a Unohana discutiendo trató de tomar la dirección opuesta con disimulo.

 

- Ah, ahí lo tiene. Ya puede pasar a visitar al paciente, pero solo unos minutos. No quiero que se esfuerce demasiado…

 

- Eh… no creo que puedan ver a Renji en este momento- la pequeña Kuchiki tanteaba el terreno. No quería hacerles gastar tiempo a los dos shinigamis, pero tampoco quería perder la vida en el intento. El genio de la capitana del 4to Escuadrón era completamente impredecible, su reacción podía llegar a ser muy peligrosa.- él se… se tuvo que ir, tenía asuntos pendientes en su escuadrón y no le quedó más opción que retirarse…

 

La capitana no cambió su expresión pero la energía que emanaba de ella provocó que todos alrededor recordaran que tenían cosas que hacer en algún lugar lejos de ahí, ya fuera de verdad o no.

 

Después de escapar aterrado del 4to Escuadrón, el teniente pasó el resto de la tarde buscando a su colorado favorito. Revisó cada uno de los lugares que solía frecuentar: su División de pies a cabeza, las termas, el pequeño puesto donde venden ese Taiyaki (pastelito relleno con forma de pescado) que tanto le fascina… ni siquiera se encontraba en la sala de entrenamiento donde practica con Ikkaku todos los días. Solo quedaba ese sórdido bar ubicado en pleno Rukongai al que usualmente iban. Entró al lugar y vio una escena que no estaba acostumbrado a ver a mitad de la semana y mucho menos en horario de trabajo. Hisagi Shuuhei completamente borracho, se recostaba en la barra, abrazado a una botella a medio terminar de sake.

 

- Hisagi, qué haces aquí? Deberías estar entrenando a los nuevos reclutas…

 

- Y a ti que te importa!- le gritó apenas levantando la cabeza.- Qué haces TÚ aquí?… no deberías estar buscando a ese cabeza de piña colorada! Eso es en todo lo que piensas…

 

- Qué estas diciendo? Sí, estaba buscando a Renji pero también me preocupo mucho por ti, eres uno de mis mejores amigos.- mientras decía esto lo arrastraba fuera del bar. Su compañero apenas si podía mantenerse en pie.

 

- Ja! Ni yo lo hubiera podido decir mejor. Tienes razón, tú y yo somos mejores amigos  y siempre seremos solo eso… AMIGOS- se podía escuchar la tristeza en su voz. Sentía como si un hollow lo hubiera atravesado justo en medio del pecho. Era un dolor insoportable y para qué aguantaba todo eso? Para ver a la persona que más quería estar con ese idiota? Ok, Abarai era un gran amigo, un excelente camarada en batalla… pero eso no le quitaba lo idiota. Basta con decir que ni siquiera se había dado cuenta de los sentimientos del rubio. Su cabeza se partía del dolor y aún así por primera vez tenía la convicción suficiente para decirle lo que sentía. Sin darse cuenta ya se encontraban en la puerta de su habitación. El rubio lo recostó en la cama y se sentó a su lado.

 

- Odio cuando no me dices lo que te pasa, Hisagi…

 

- Y si lo que tengo para decirte es algo que no quieres oír de un amigo? Y si  hace que dejes de hablarme?- se incorporó lo suficiente para mirarlo a los ojos- Qué pasa si después de decirlo te incomodara estar cerca de mí…? Así, como ahora… Yo no se lo que… yo…

 

- Que ridiculez! Es imposible que eso suceda. Mejor descansa un rato, es la borrachera que esta hablando…-lo empujó suavemente para recostarlo otra vez.

 

- NO, ESCUHAME!- lo tomó de las muñecas con fuerza- jamás había estado tan claro para mi antes. TE AMO…

 

- Basta Hisagi, ya duérmete…

 

- Te amo y siempre lo hice, qué es lo que no entiendes?! Cada vez me miras, cada vez que me corriges, cuando estas distraído… me gustas más, a pesar de que eso es casi imposible- eliminó la distancia con un dulce beso. Se quitó de encima un gran peso, había guardado ese secreto durante tanto tiempo que ya estaba acostumbrado al sufrimiento que le provocaba y ahora éste desapareció, así nada más. Solo esperaba que ese vacío que había dejado no lo ocupara una pena aún más grande.

 

Izuru se quedó en silencio por unos segundos que para el teniente del 9no Escuadrón parecieron una eternidad. Que podía decirle? Sabía perfectamente lo que sentía por Renji.

 

- Te… tengo que irme.- sin poder mirarlo a los ojos salió de la habitación.

 

El estomago le dio un vuelco, no sabía cómo debía sentirse. Todo este tiempo que estuvo agobiándolo con sus problemas, hablándole de cuan enamorado estaba de Renji, él… En su estupidez lo había lastimado, sin saberlo le había hecho más daño del que cualquier enemigo podría. Si le llegaba a pasar lo mismo seguramente no habría podido soportarlo y en cambio Hisagi le daba animo, consejos…

 

Izuru deambulaba por la Sociedad de Almas sin rumbo fijo cuando percibió por un instante la energía espiritual de Byakuya. Él tenía que saber donde se encontraba su segundo al mando. Últimamente la relación que tenía con el capitán Kuchiki había prosperado más de lo que hubiera imaginado. Tal vez no era muy bueno hablando, todavía le costaba un poco expresar sus sentimientos, pero sabía escuchar y decir la palabra justa cuando se necesitaba. Lo sintió por un instante pero fue suficiente para saber que provenía de la biblioteca. Solo le tomó unos minutos llegar hasta allí. Estaba demasiado ansioso, tenía que saber ya donde se encontraba el colorado. Este momento estaba planificado desde hace mucho tiempo en su cabeza. Tenía que ser perfecto, pero todo aquel discurso tan completo y emotivo que se había creado para esta ocasión se escapaba de su mente con cada latido de su acelerado corazón. Por supuesto que la pequeña carrera no tuvo nada que ver con que su respiración también se disparara ni con que sus piernas le temblaran sino con el hecho que el momento de la verdad estaba detrás de la pesada puerta que se alzaba delante suyo. Entró sin hacer ruido, no quería molestar al capitán. Avanzó entre los anaqueles hasta llegar a un sector bastante escondido donde había un grupo de escritorios. Apenas divisó la primera de las mesas se quedó congelado: Byakuya estaba sentado en uno de los bordes sin la parte inferior de su uniforme y entre sus piernas a su querido Renji. Era como si todos esos hermosos pensamientos que tuvo todo este tiempo le explotaran en la cara. Salió corriendo de ahí lo más rápido que pudo golpeando uno de los estantes. Ya no le importó si lo escuchaban o no. Ya no le importaba nada. Las lágrimas brotaban incontrolables de sus ojos. No quería estar solo. Su corazón se había roto en miles de pedazos frente a él y solamente se le cruzaba una persona capaz de consolarlo: Hisagi Shuuhei. Golpeó su puerta un par de veces y entró. El moreno no necesito ningún tipo de explicación, simplemente le bastó con ver el estado que traía su amigo. Desafortunadamente era igual al suyo. Se sentaron en la cama y lo abrazó con fuerza. Kira sollozaba en sus brazos y él no podía soportarlo. Maldita sea, esto no es justo! Por qué tenía que sufrir así si él estaba allí, completamente a su merced y daría lo que fuera por verlo sonreír…

 

- No quiero que sufras. Por favor déjame ser lo que necesitas… aunque sea solo por esta noche.- tomó un trozo de tela que tenía a un costado y vendó los ojos del rubio. Lo besó. Izuru respondió al beso, no creía tener la voluntad para irse de ahí y sentir caer sobre él la tristeza con mayor intensidad. Quería imaginar que por una noche su amado estaría con él.

 

- Renji…

 

Hisagi se sentía morir por dentro pero igual continuó. La oportunidad de tenerlo aunque sea por algunas horas disipaba por momentos su dolor. De su boca se deslizó con suavidad hasta su cuello donde se dedicó a besar cada centímetro de piel que tenía a su alcance. Continuaba descendiendo hasta su clavícula para inmediatamente subir hasta el lóbulo y lamerlo con la punta de su lengua. Comenzó a desatar el obi lentamente tratando de dilatar lo más que podía la situación. No quería que todo terminara demasiado rápido y que en un abrir y cerrar de ojos saliera de allí, cerrando la puerta detrás para ya no volver. Le abrió la hakama acariciando sus hombros hasta sacársela por completo. Se deslizó hasta su pecho, delineando con sus dedos el camino que sus labios recorrerían a continuación, succionando con deseo, enrojeciendo esa delicada piel. Se detuvo en sus pezones sonrosados y ya endurecidos para humedecerlos con su lengua. Dibujaba círculos sobre ellos para luego apretarlos un poco con sus labios. Kira le regalaba gemidos que trataba de ahogar con una de sus manos sin éxito. Estaba logrando su objetivo: se estaba alejando por completo de la realidad. En ese momento solo existían él y su amante. Hisagi siguió descendiendo hasta quedar a la altura de sus caderas. Lo despojó de un tirón de lo que quedaba de su uniforme y se dedicó a la tarea de dar más placer a su compañero. Besó suavemente el miembro ya despierto del rubio y con una de sus manos empezó a masturbarlo lentamente, lo que causaba que Izuru perdiera la cabeza.

 

- Ah… ahhh…. Hi…sagi…- solo se pudo percibir un leve balbuceo en lugar de su voz. Contrariamente a lo que había imaginado, la imagen de Renji no se le apareció en ningún momento.

 

Shuuhei volvió a subir mientras continuaba con la estimulación para dejar que sus lenguas jugaran un poco. Le sorprendió un poco la forma en la que su amante respondía a esto. Era como si también él lo deseara…

 

Que estaba diciendo, es inútil esperanzarse. Ni siquiera estaba pensando en él.

 

 - Ahhh… ya no puedo…- el rubio estaba a punto de correrse en la mano de su amigo. Este se detuvo en cuanto lo escuchó. Se despojó de sus ropas con prisa y se recostó completamente desnudo sobre Kira. El calor que sus cuerpos emanaban se incrementó al contacto. El moreno quería hacerlo suyo de inmediato pero no quería lastimarlo.

 

- … solo hazlo…- dijo su compañero como adivinando sus pensamientos. Hisagi tomó su erección entre sus manos y la fue presionando en la entrada de Kira. Este lo rodeó con sus piernas para facilitarle el trabajo. No fue nada sencillo, era bastante estrecho para el tamaño del teniente del 9no Escuadrón. El dolor que sentía el rubio se transformó en placer en el momento que lo penetró por completo. El rubio fue el que se movió primero. Comenzó con un lento vaivén para desencadenar en un frenético movimiento. Cuando Hisagi pudo presentir el final, continuó con la anteriormente interrumpida estimulación. Izuru terminó primero entre sus cuerpos y después Shuuhei dentro de él. El moreno salió de inmediato de su amigo y se recostó a su lado. Ninguno de los dos pronunció una palabra. Unos momentos después, cuando la excitación se hubo calmado, Kira se vistió y desapareció detrás de la puerta muy confundido. Hisagi lloró pensando que había perdido todo lo aquello que le importaba.

Notas finales:

para la proxima se viene el RenjixByakuya...>///<

si quieren decirme algo ya saben como hacerlo!

matta ne!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).