-Que lindo es el amor cuando es correspondido.
-Más lindo es cuando es aceptado.
-Pero… más lindo sería que…
Hace no mucho tiempo atrás Yuki y Teru caminaban de la mano por la orilla de playa. Pero antes de eso, Yuki caminaba tomado de la mano por la misma playa pero con una chica, Akane, quien en ese tiempo era su novia.
Un día mientras Teru tomaba fotografías en la playa para un proyecto escolar, vio un hermoso arco iris sobre las violentas aguas del mar. El chico corrió hasta la costa para tomar fotografías más de cerca, una foto tras otra, todas eran bellas, pero ninguna era satisfactoria para él. El ambicioso muchacho quería algo más. Así que se acerco a la orilla del mar, y vio a quien le causaría la mayor felicidad y más grandes tristezas imaginables.
De la mano de una delgada y pelirroja chica, yacía engancha la mano de un apuesto joven. No sobrepasaría el metro sesenta, sin embargo, su delgada figura y su platinado cabello habrían desatado de Teru sensaciones que jamás imagino podría experimentar. Sosteniéndose el pecho se preguntaba así mismo
-¿qué rayos siento? Este calor en mi pecho… no, no es lo que creo… debo estar cansado… sin embargo…
El despistado muchacho no era capaz de comprender sus sentimiento, los que en esos momentos eran muy confusos, era imposible que a Teru le atrajera un chico, a él no le gustaban lo hombres, aun así, quiso acercarse a ellos.
-e... emm, ¿puedo tomarles una foto con el arco iris de fondo? Es para un proyecto escolar… -Dijo tímidamente Teru.
-a… si, prosupuesto. –Dijo Yuki con una sonrisa en su rostro.
Teru cogió su cámara y tomo solamente una fotografía, se sentía satisfecho. Hizo una reverencia a la pareja y se fue muy feliz, no sabia por qué pero estaba feliz, y eso era lo importante.
-Que lindo arco iris… -Dijo Yuki a su novia mientras caminaban por la playa.
-Que extraño ese niño que nos habló… -Dijo Akane
-¿Extraño?... a mi me pareció un buen chico –Dijo Yuki con una sonrisa en la cara.
Si bien Yuki sonreía, por dentro pensaba en aquel chico… Quizás le sorprendió que un extraño se acercara a tomarle una fotografía, o talvez, le llamo la atención aquel joven de alta estatura, cabello oscuro y delgada figura.
-No, seria muy extraño…-Dijo Yuki mientras caminaba.
-¿Qué cosa? –Pregunto Akane
-Nada, Nada…-Respondió el confuso muchacho, y no habló más por el resto del camino a casa.
Al llegar a su casa, Teru conectó su cámara al computador para revisar sus fotografías, apresuradamente busco la última de la lista, y allí estaba aquella fotografía que le había alegrado el día. Sin embargo, no era como la recordaba. La fotografía mostraba la arenosa costa de la playa, el hermoso arco iris sobre el azul mar, y a un costado de la imagen, el muchacho que había conocido en la playa.
-No recuerdo no haber enfocado a la chica que estaba junto a él… no importa, la foto esta muy linda como para regodearme… -Pensó sonrientemente en su alcoba.
-Guardaré esta imagen en mi celular para poder verla siempre –Pensó mientras guardaba la imagen.
Teru no quiso pensar porque estaba haciendo eso, quizás tenía miedo de lo que podría descubrir al comenzar a interrogarse. Prefirió actuar sin pensar de más. De todas formas, él siempre había sido así.
A la mañana siguiente Yuki caminaba sólo hacía su instituto, cuando de repente vio junto al camino, al muchacho que conoció el día anterior. Sin más pensar se acercó a él.
-Hola… emm… ¿te acuerdas de mí? –Dijo Yuki con una sonrisa.
Teru se sorprendió al verlo y cayó de espaldas sobre la vereda, dejando caer su celular.
-¡¿estás bien?! –Preguntó Yuki mientras lo levantaba del piso.
-mmm… si, gracias… -Dijo Teru muy sonrojado, no tanto por la caída, sino por tener en frente a ese chico que hacia que su estomago burbujeara.
Muy avergonzado tomo su mochila, hizo una reverencia y se fue a paso veloz. Yuki quedó confundido mirando el camino y vio el celular de Teru sobre la calle. Lo recogió y grito al chico para que volviera, pero ya estaba muy lejos y no podía oírlo. Así que no dudo tomar el camino contrario a su instituto y seguir a ese muchacho que lo intrigaba.
Corrió detrás de él hasta que lo alcanzo en el interior de una plazoleta que a esa hora estaba vacía.
-¡Oye! … tu, tu, ¡¡tu teléfono!! –Dijo Yuki agotado por correr.
- mi… ¡¡WAAAHHH!! ¿Por qué lo tienes?... ¡¿qué viste?! >.< -Gritó Teru desesperadamente.
-De nada, lo encontré tirado en la calle. –Dijo Yuki sarcásticamente.
-Lo siento, muchas gracias, no se como compensarte.-Dijo Teru con las mejillas rosadas.
-Podrías decirme tu nombre, el mío es yuki…-insinuó Yuki con una mirada coqueta.
-…Yuki... ¡Este! me llamo Teru. –Dijo Teru muy nervioso.
-Teru… tenía un gato que se llamaba así, jajá… (Titubeando) Teru… emmm… ¿estás bien después de tu caída?-Preguntó evitando decir algo más.
-¡SI! Muy bien, gracias, de verdad muchas gracias, te lo agradezco, ¡te-invito-un-café-como-agradecimiento-por-favor-acepta! –Dijo Teru muy nervioso.
-Si, por supuesto –Respondió Yuki sin importarle faltar a clases.
Al parecer Yuki estaba comenzando a comprender lo que sus sentimientos y su cuerpo le intentaban decir, cada vez que miraba a Teru sentía coniquillas en su estomago, además le gustaba mirarlo, no era necesario pensar más sobre el tema.
-Creo que me gusta Teru…-Pensó Yuki mientras observaba al aun sonrojado muchacho.
Caminaron juntos hasta a una popular cafetería cerca de la playa, a ambos le gustaba mirar el mar y sentir la brisa marina en sus rostros. Conversaron por horas hasta que se quedaron sin dinero para comprar más café y decidieron continuar con su charla caminando por la playa.
La confianza de Yuki junto a la impulsividad de Teru confabularon para que ellos terminaran su caminata en los requeríos de la playa.
-Que lindo lugar… Creo que tomaré algunas fotografías…-Dijo Teru Muy asombrado con la majestuosidad de las enormes rocas que los rodeaban.
-¿Quieres que te tome una foto? –Pregunto Yuki.
Teru le pasó su celular para que le tomara una fotografía. Mientras Teru buscaba la pose ideal en las rocas Yuki (por error) vio la fotografía que él le había tomado bajo el arco iris. Las mariposas de su estomago no paraban de revolotear mientras pensaba que, tal vez, Teru sentía lo mismo por él.
-¿Ya la tomaste? –Preguntó Teru desde las rocas mientras sostenía una incómoda pose.
-¿Por qué en esta foto solo salgo yo? Y ¿Por qué está esta foto en tu celular?-Pregunto ansiosamente Yuki.
Teru comenzó a balbucear, y como no supo que responder arranco por entre las rocas. Yuki corrió tras de él. Hasta que los alcanzó en un lugar donde las rocas eran demasiado altas como para escalarlas. Intentó tranquilizar a Teru pero no pudo, así que se abalanzo sobre él, lo sostuvo de los hombros y reiteró la pregunto, a la que Teru respondió.
-¡NO SE!.. Tal vez soy entupido, raro, si quieres me puedes golpear por ser un fenómeno que se sintió interesado por un hombre… un imbecil como yo no merece vivir…-Dijo Teru sollozando.
Yuki lo soltó de los hombros, y lo tomó de las manos.
-Quizás tú debas golpearme, por ser yo quien está interesado en ti… -Dijo mientras se acercaba para besarlo.
-¡NO! ¿Qué haces?-Grito Teru mientras se alejaba.
-Besarte, ¿no es eso lo que hacen las personas cuando se gustan?-Dijo Yuki con vergüenza.
-Es que… yo… yo… nunca he besado a alguien… y… tú eres un chico… y yo también… y…
Fue interrumpido por un beso que Yuki le dio de improviso. Esta vez no se alejó, sino, se dejo llevar y se besaron con mucha pasión. Tocaron sus cuerpos buscando satisfacción en el otro. Cuando sus labios dejaron de tocarse, se miraron y sonrieron. Pero…
-¡Tu tienes novia! – Gritó Teru.
-hoy terminaré con ella, lo prometo.-Sonrió Yuki
Fin del capitulo 1