A esta hora la escuela esta semivacía, casi todos los alumnos se han retirado a sus hogares. A la sala de música entran dos alumnos; el mas bajito se llama Daniel, de apariencia frágil, con un uniforme un par de tallas mas grandes que lo hacen ver aun mas pequeño de lo que es; pero solo es su apariencia, pues si se lo propone es realmente fuerte y hábil tanto física como mentalmente, no por nada es el capitán del equipo de futbol de la escuela. El otro es Leonardo, atractivo, inteligente, rico y popular, en una palabra, el chico que cualquiera quisiera tener. Van en tercer y segundo año respectivamente, aunque pareciera que es al revés.
-Debes preguntarte porque un desconocido te trajo hasta aquí ¿No?- Daniel se siente demasiado nervioso y no es para menos con lo que piensa hacer
-¿Desconocido?- Leonardo sonríe- Eres Daniel, de tercer año; líder del equipo de futbol
-¿Me conoces?- Daniel sintió una extraña felicidad, tal vez existía una pequeña posibilidad como había dicho Sergio
-¡Claro! ¡Eres el mejor jugador de la escuela! Desde la primera vez que te vi jugando en la cancha te he admirado y…
- ¡Me gustas!- Daniel gritó sin pensarlo, sonrojándose de inmediato, no era esa la declaración que tenia planeada
-¿Perdón?- Leonardo se quedó estático, sin creer sus palabras…
Daniel bajó la mirada- Tu me gustas, mucho, desde la primera vez que te vi…-Las palabras ya no quisieron salir de la boca de Daniel, se hizo un silencio insoportable que estrujaba poco a poco su corazón.
Leonardo respiro profundo, muchas chicas se le habían declarado, pero era la primera vez que lo hacia un hombre, no sabia que hacer exactamente- Yo no puedo corresponderte, lo lamento…
-¡No tienes que disculparte!- Daniel forzó una sonrisa- Solo quería decírtelo; para sentirme mas tranquilo- Mintió, en realidad tenia esperanzas de ser correspondido- Prometo no volver a molestarte. Discúlpame tu a mi por favor-Hace un reverencia para después salir corriendo
Leonardo se queda solo en el salón, aquello había sido en verdad extraño- Por lo menos ya todo terminó- Murmuro saliendo de allí…
-¿Dónde dijo que iba a esperarme?- Daniel murmuró desesperado secándose las lagrimas; no lloró frente a Leonardo porque hubiera sido demasiado humillante pero ahora era inevitable
En la parte de atrás de la escuela junto a la bodega esta un alumno: Sergio, compañero de clases de Daniel, mas que eso, su mejor amigo; a pesar de lo diferentes que pueden llegar a ser: Sergio es alto, de complexión robusta, con una mirada que intimida a cualquiera, por eso es que suele ser solitario ya que los demás le temen al pensar que es agresivo o peligroso; nada mas alejado de la realidad; Sergio es un chico dulce y tierno, aunque demasiado tímido, amable con todos.
En este momento esta sentado en el suelo, dibujando un retrato en su carpeta, aunque no pertenece al club de arte, dibuja y pinta muy bien y en el futuro quiere estudiar en la Escuela de Arte.
De repente le quitan su carpeta y lo abrazan con fuerza, a Sergio le toma solo un segundo darse cuenta que se trata de Daniel y un segundo mas rodearlo con sus brazos, que siempre se han amoldado a la perfección con el cuerpo de Daniel; tratando de consolarle, porque sabe lo que le esta pasando.
- Discúlpame Danny- Sergio susurra, se siente culpable, no debió animarle para que se declarara- No tenia que obligarte a hacerlo
Daniel levanta se rostro que hasta ahora había ocultado en el pecho de Sergio, se limpia sus lagrima- No te disculpes, yo fui quien decidió hacerlo, quien se hizo ilusiones estúpidas- Sonríe triste- Como si alguien pudiera fijarse en mi
-No digas eso- Sergio frunce el ceño, odia cuando su amigo se subestima
-¿Por qué no? Si es la verdad- Daniel esta un poco mas tranquilo, los brazos de Sergio siempre tienen ese efecto
-No es cierto, cualquiera estaría feliz de estar a tu lado
Daniel mira a Sergio con desconfianza- Si claro
-Te lo aseguro
-¿Cualquiera?- Daniel se acerca al rostro de Sergio- Eso te incluye a ti, entonces demuéstralo- Y antes de que el otro pudiera decir o hacer algo, lo besó.
Al principio Sergio le corresponde, lo acerca aun masa su cuerpo, la lengua de Daniel se abre camino entre sus labios hasta que logra invadir su boca y es este contacto que hace que su cerebro logre hacer las conexiones necesarias para darle un puñetazo a Daniel, quien cae pesadamente al suelo.
-No vuelvas a hacerlo- Sergio murmura mientras que con su brazo limpia su boca
Daniel lo mira un segundo entre confundido y sorprendido, para después ponerse de pie como puede- Entiendo-Sonríe entre lagrimas, el rechazo de Sergio le duele mil veces masque el de Leonardo-Cuando te confesé que soy gay tu dijiste que nuestra amistad no cambiaria, y me hizo feliz, incluso me apoyaste con la locura de mi declaración; y ahora lo arruine todo ¿Cierto? Supongo que una disculpa no es suficiente y seguro me odias-Limpia sus lagrimas que siguen necias en caer- Te prometo no molestar mas- Y por segunda vez en la tarde hizo una reverencia y salió de ahí
-No es eso Daniel…-Hasta que su amigo salió corriendo, Sergio pudo articular palabra, aunque solo fue un murmullo, golpeó el piso con sus puños frustrado, ¿Por qué siempre era tan lento? ¿Por qué no podía decirle a Daniel lo que en realidad sentía por el?- Nunca podría odiarte- Murmuró Sergio levantándose, para comenzar a recoger sus cosas
No podía odiarle porque de hecho Sergio, estaba perdidamente enamorado de él; ni siquiera sabe cuando o como sucedió, solo un día se dio cuenta de que por mas que lo intentaba podía dejar de pensaren Daniel: Si estaría feliz o triste, si estaba comiendo adecuadamente, de lo azules que son sus ojos, o de lo linda que es su sonrisa…
Aunque desde el principio entendió que sería un amor imposible, por eso tendría que conformarse con ser solo su amigo y eso estaba bien mientras pudiera permanecer a su lado.
Cuando Daniel le dijo que le gustaban los chicos, su esperanza nació, pero de inmediato se esfumó al saber que el objeto de su deseo era Leonardo y no él.
Por eso se quitó de encima a Daniel cuando lo besó, aunque debe admitir que golpearlo no fue algo muy ortodoxo que digamos, porque para Sergio ese beso fue increíble, un momento que atesorará por siempre, para Daniel solo fue una forma de sacar su frustración, y eso a Sergio no le gusta ni un poquito, porque al final en único herido va a ser él.
-Aunque creo que se me paso la mano- Murmuró Sergio mientras pasa sus dedos por sus labios- Aun así tengo que recuperar su amistad- Pensó decidido, dirigiéndose a la salida
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Daniel sabe él fue el culpable de todo, sabe que jamás debió besar a su mejor amigo, aunque extrañamente para ser su primer beso no estuvo nada mal por lo que no esta del todo arrepentido; sabe que debe pedir disculpas hasta que Sergio le perdone o se le acabe la voz, lo primero que ocurra, sabe todo eso pero en tres días no se ha atrevido siquiera a ver a Sergio a los ojos
-A este paso Sergio jamás me va a perdonar-Daniel murmuró golpeando su cabeza contra la butaca
-Se que tienes la cabeza dura, pero no deberías maltratarla de esa manera- Daniel levanta la cabeza de inmediato al reconocer la voz de su amigo- Sergio
-¿Quién mas?- Sergio le sonríe, ha dejado pasar algunos días para darle tiempo a Daniel de calmarse, antes de dar el primer paso en su intento de arreglar las cosas, en la butaca deja una pequeña bolsa con dulces de coco, los favoritos de Daniel- Mi forma de pedir disculpas por el golpe.
Daniel baja la mirada avergonzado- Yo lo merecía, cruce el limite y tu solo me detuviste, soy yo quien debería estar disculpándose
-Eso significa que estamos a mano ¿No crees?- Daniel levanta su mirada y ve a Sergio sonreír de forma sincera- ¿Podemos volver a ser amigos?- Sergio le extiende su mano
Daniel, de inmediato la acepta con una sonrisa, se siente realmente aliviado de volver a tener a Sergio a su lado- Pero ni creas que te voy a dar de mis dulces- Sonrió cubriendo la bolsa con sus manos
-Por esta vez los puedes tener para ti solo- Sergio le revuelve los cabellos- Siéntete afortunado
Daniel lo observa con detenimiento, Sergio no puede evitar sonrojarse- ¿Qué?
Daniel encoge los hombros- Nada en especial, solo pensaba que yo te cuento todo sobre mi vida y tu apenas me hablas sobre la tuya, vamos, cuéntame algo ahora
-¿Qué quieres que te cuente?- Sergio preguntó no muy convencido sentándose en la butaca de a lado
Daniel lo pensó un momento, para después sonreír malicioso- ¿Te gusta alguien?
De inmediato Sergio se sonroja y mueve su cabeza vehementemente negándolo
Daniel ríe- Eres un pésimo mentiroso, dime ¿Quién es? ¿La conozco? ¿Cómo es? ¿Qué te gusta de ella? Ya, dímelo, sino te voy a fastidiar hasta conseguir que lo sueltes todo
Sergio suspiró resignado sabe que Daniel cumplía sus amenazas- Ni aunque me tortures pienso decirte quien es, pero puedo contestar tus preguntas- Daniel sonrió, le gustan los misterios- ¿La conoces? Si, supongo que mas de lo que podrías imaginar ¿Cómo es? Es la persona más hermosa que he conocido, tanto en lo físico como en su alma, con unos ojos tan azules que es como ver el cielo, fue la primera persona de la escuela que no me miró con miedo. ¿Qué me gusta? Todo, incluso sus defectos, incluso cuando se enoja sin razón- Sonríe – Yo sería la persona mas feliz si me aceptara, pero ni siquiera se da cuenta de mi existencia
Daniel siente una punzada en el pecho no le gusta ni en lo mas mínimo las palabras de Sergio, no quiere que hable de esa forma tan cálida de alguien que ni siquiera conoce, aun así finge una sonrisa- ¡Confiésale tus sentimientos! Esa chica es afortunada, si te rechaza es que no te merece ¿Qué dices? ¿Te declaras?
-Ni siquiera es una chica, eres tu Danny- Sergio pensó, para después contestarle con una sonrisa- Tal vez algún día- Se pone de pie- ¿Nos vamos?
De un salto, Daniel se para- Claro, te he extrañado estos días, no es agradable regresar solo- Sergio solo sonríe, aunque tiene que darle toda la razón…
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Hasta hace una semana la vida de era perfecta: la escuela, su familia, sus amigos… En definitiva ninguna queja… Pero justo cuando pensó estar en su mejor momento llegó Daniel y se le declaro de repente.
Superado el shock inicial, Leonardo lo rechazó de la forma más amable que pudo. Todo hubiera seguido tan perfecto como siempre, si Leonardo no hubiera comenzado a pensar en Daniel todo el tiempo, porque eso fue lo que ocurrió; observándole cada vez que puede, sin que le otro se de cuenta, ha descubierto lo agradable que es Daniel y la idea de salir con él no le molesta en absoluto.
Una sonrisa aparece en su rostro cuando ve a Daniel salir del salón sin el tipo sombrío que siempre esta a su lado, es su oportunidad de decirle que ha cambiado de opinión- No puedes dejarle de gustar a alguien en una semana- Murmura acercándose a Daniel
-¿Por qué no se detiene la lluvia?- Daniel murmura cuando sale del salón y ve que sigue lloviendo, no es que odia la lluvia o algo así, pero tres días sin un poco de sol y con agua por todos lados no era algo que pudiera tolerar; miró adentro del salón, Sergio seguía recogiendo sus cosas que por alguna extraña razón ahora estaban esparcidas por el suelo- Eres un caso perdido en verdad- Daniel pensó sonriendo divertido
-Daniel…
Este volteó al escuchar su nombre- Ah, hola Leonardo- Daniel sonrió, había pensado que el rechazo de Leonardo lo lastimaría mucho mas, pero Sergio se había encargado de que no doliera tanto, incluso ahora se siente tranquilo al verlo
-¿Podemos hablar un momento en privado?
Daniel miró de reojo a Sergio, aun se tardaría un poco en juntar su desastre- Supongo que si- Encogió los hombros y siguió a Leonardo hasta un aula vacía- ¿De que quieres hablarme?- Preguntó cuando los segundos pasaron y el otro no abría la boca.
Leonardo se sonrojó, era mas difícil de lo que se imaginó, así que optó por su segunda alternativa, tomó las mejillas de Daniel y besó sus labios- Me gustas, ¿Quieres salir conmigo?
Daniel estaba muy sorprendido, aun así se dio cuenta que ese beso no se acerca ni un poco a lo que sintió cuando besó a Sergio, sonríe interiormente, ¿Cómo no se dio cuenta del amor que siente por Sergio? No es solo amistad, es imposible que su corazón se acelere por un amigo
-¿Daniel?- Leonardo comenzó a preocuparse, esa indiferencia no era la reacción que esperaba
Daniel le sonrió- Lo lamento, pero no puedo salir contigo, tu no sientes algo por mi
-Pero…-Leonardo trata de protestar
-Solo estas confundido, se que es culpa así que por favor, perdóname- Y sin esperar respuesta se fue del lugar en busca de Sergio
Daniel corrió por todo el pasillo, tenía que decirle a Sergio y este tendría que aceptarlo, si, era egoísta, ¿Y que? Quería a Sergio y lo quería solo para él. Antes de llegar su corazón se detuvo por un instante cuando vio a su amigo con una chica del brazo, los dos se ven bastante contentos, es como si un aura rosa los rodeara. Se ha dado cuenta de sus sentimientos demasiado tarde, recuerda las palabras de Sergio sobre la persona que le gusta: “Fue la primera persona que no me miró con miedo”, seguro es esa chica, ya no quiere seguir mirando, da media vuelta y corre hacia la salida, no importa la lluvia, no importa las miradas curiosas, no importa nada…
Sergio sale del salón en compañía de Odet, lo más cercano a lo que sería una amiga
-Algún día vas a tener que decírselo- La chica toma su brazo para darle mas énfasis a sus palabras. Ella es la única que sabe sobre sus sentimientos de Sergio, y un claro testigo de lo testarudo que puede llegar a ser, como era de esperarse, Sergio no dijo ni una palabra, de reojo Odet logra ver a Daniel y su reacción- Es tu oportunidad, no la desaproveches y ve por el- Odet golpeó la espalda de Sergio, quien la miró confundido- Nos vio- Volteó hacia Daniel. Al verlo, Sergio corrió tras él, aunque ya le llevaba unos 50 metros de ventaja
-Dejó su mochila- Odet murmuró resignada recogiendo las cosas de su amigo
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Sergio lleva quince minutos corriendo y no puede alcanzar a Daniel, eso habla no muy bien de su condición física
-Prometo hacer mas ejercicio- Piensa cuando da vuelta a una calle, por mas que ha gritado Daniel no quiere detenerse, y la lluvia que no deja de caer no le ayuda mucho que digamos- ¡Y el maldito no se detiene!- Murmura deteniéndose, se siente cansado y molesto ¡Ni siquiera tiene muy claro porque Daniel esta huyendo!- ¡A la mierda contigo Daniel! ¡Párate de una maldita vez!
En automatico Daniel se detuvo, jamás le había escuchado a Sergio decir una mala palabra y eso lo asusto un poco
Sergio se acercó con cautela, temiendo que Daniel emprenda de nuevo la carrera-¿Se puede saber que te sucede? ¿Por qué te echaste a correr como loco?
-Te diviertes mucho con ella ¿Verdad?- Daniel baja la mirada
Sergio le mira extrañado ¿Eso que tiene que ver con que huyas?
Daniel lo mira molesto- ¡Todo! ¿No entiendes? ¡Yo solo soy un estorbo ahora que estas con ella!
-Odet es solo una amiga…
-¡Te tomo del brazo! Yo no puedo hacer eso- Sonríe con tristeza- Pero no importa, un día vas a encontrar a alguien y yo voy a ser desplazado – Sus lagrimas se confunden con la lluvia que no deja de caer- Yo no quiero compartirte, yo solo quiero que seas exclusivamente mío
-No debo malinterpretar tus palabras ¿Cierto?-Sergio piensa con tristeza, para después forzar una sonrisa- no digas tonterías, tu siempre serás mi mejor amigo- Se obligó a decir las palabras que lastimaban su corazón.
-¡Vete al demonio con tu maldita amistad!- Daniel gritó molesto ante la mirada sorprendida de Sergio- ¡Eres demasiado lento! ¿No te das cuenta?-Lo toma de las mejillas- Te amo- Lo besa, intentando demostrarle sus sentimientos
-Mentiroso- Sergio murmura cuando se separan- Solo inatentas consolarte
- Lo digo enserio, no me había dado cuenta, pero te amo, te amo con toda mi alma- Daniel besa su mejilla nervioso- Se que te gusta otra persona, pero no voy a rendirme tan fácil; y menos que por fin me di cuenta de que eres el amor de mi vida- Daniel sonríe, en sus ojos se ve la determinación -¡Voy a luchar por ti!
Sergio baja la mirada avergonzado, esta a un par de palabras de convertir su sueño en realidad, pero aun así es muy difícil pronunciarlas- No… no es necesario que luches- Dice en un murmullo apenas audible para Daniel
-No importa- Este frunce el ceño- Yo solo…
Pero Sergio lo interrumpe con un beso lleno de pasión – Me gustas, por eso no necesitas luchar, tu eres la única persona que esta en mi mente- Explica mientras lo abraza
-Sergio, te amo- Daniel pronuncia mientras se pierde en los brazos del otro.
-Yo también te amo- Sergio sonríe, se separara de Daniel lentamente para mirarlo a los ojos- Desde la primera vez que te vi, mi corazón se fue contigo
-Lamento hacerte esperar tanto
-No importa la espera, si al final la persona mas hermosa esta a mi lado- Esta vez Daniel no puede evitar sonrojarse, Sergio lo mira preocupado- ¿Te sientes mal?- Le toma la frente- Estas todo rojo, ¿Tienes fiebre? Mejor vamos a casa para que te seques antes de…
-Eres un torpe- Daniel lo abraza y besa- Pero por eso te amo- Susurra al separarse- Vamos a tu casa- jala su uniforme- Quiero quitarme esto, que esta empapado
Sergio asiente con la cabeza y comienza a caminar, pero Daniel lo detiene sujetando su brazo- ¿Puedo… puedo tomar tu mano?- Daniel lo mira con miedo de un rechazo, Sergio sonríe y después de besar sus mejillas, le toma la mano y lo guía a casa, antes de que ambos terminen resfriados.
El primer paso, el mas difícil, no resulto del todo mal… de ahora en adelante solo les espera un futuro prometedor…
FIN
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