Los finos hilos de luz que se filtraban a través de la cortina lo despertaron. Se sentó en la cama, con la cabeza entre las manos, un dolor punzante en la cabeza lo estaba matando.
“Que… que pasó anoche?” Se preguntó Mello.
Anoche… anoche… ¿anoche? ¡ANOCHE! De repente todos los recuerdos se agolparon en su cabeza. Antes de poder recordarlo todo, escuchó una voz familiar (Y muy molesta) al lado suyo.
- Buenos días, Mello. Muchas copas anoche ¿huh?- Near parecía concentrado en su lectura.
Esperen… Mello… y Near… desnudos…en una misma cama… ¡esta autora se perdió de algo importante!
- ¿Near? – Preguntó Mello confundido. – Que… que pasó anoche? –
- Oh… parece que ya lo olvidaste… Mellow Yellow - casi rió Near.
- ¡Hey! ¡Solo Matt puede decirme así! – Después de eso cayó en la cuenta de lo que había sucedido…
- Bueno… no se que le dirás de “esto”.-
Mello ya estaba vistiéndose… quería que la tierra lo tragara… salir de ahí inmediatamente… no lo creía… había engañado a lo que más quería en el mundo… y con… ¡Near! No era posible, no podía estar sucediendo.
- Bueno… está bien… vete… pero estas corriendo el riesgo de que “esto” salga a la luz…- Near hasta parecía divertido con la situación… Mello sentía un odio profundo hacia el.
- Si lo que hicimos en esta habitación, sale de esta habitación, te juro, que te voy a matar… y no en sentido figurado…-
- ¿Y que ganarías matándome? Ya, admítelo, desde este momento, tienes que hacer lo que yo quiera, o si no… – Sonrió el peliblanco.
El rubio se quedó callado… era verdad… ahora… era prácticamente su esclavo.
Parecía que Near había finalizado su lectura. Dejó el libro en la mesa de noche y comentó:
- ¿Sabes? Acabo de leer un libro muy interesante… se llama “motín en el reformatorio”.- Dijo Near. – A la protagonista le dicen mucho “rubiales”, ya sabes… porque es rubia… pienso que ese apodo te queda bien a ti, Mello.-
“Oh, no, por favor…”
En ese momento, el teléfono celular de Mello sonó, indicando un mensaje nuevo. Near lo tomó antes que el rubio pudiera hacer nada y leyó el mensaje. Era de Matt.
- “Holas Blondy ¿Dónde estas? Te tengo una sorpresa cuando llegues…” – Leía en voz alta Near.- “Llámame lo antes posible, no te veo desde ayer por la tarde, y no contestaste mis llamadas, me estoy preocupando. Te quiero” –
- Mierda…- Susurró Mello.
- Si… es mejor que corras, parece estar preocupado.- Near no tenía un tono que indicara que le estaba tomando el pelo… ¿pero cuando se sabía con ese tipo?
- No dirás nada… ¿cierto? –
- Depende… lo de anoche tendría que repetirse mas seguido… no diré nada si vienes mañana.-
- ¡ni loco, no puedo seguir engañando a Matt!-
- Bueno… - Dijo Near agarrando el teléfono de Mello, y empezando a marcar un número.
- ¿Qué haces?-
- Llamo a Matt.-
- ¡¿Qué?! ¡No! – Mello se abalanzó hacia Near quitándole el teléfono.
- ¿Y… vendrás mañana? –
- Está bien…-
- A las 6! – gritó el albino antes de que Mello se marchase dando un portazo.
“estoy en un aprieto…” pensaba el rubio mientras entraba a una tienda a comprar chocolate
Al llegar, se encontró con Matt, el que no parecía muy contento.
- Hola, ya llegué.- Dijo Mello, tontamente.
- Si, ya me di cuenta.- Matt estaba enojado, ¿Cómo podía llegar a esas horas? – ¿Donde estabas?
- En la casa de Near.- Mello no necesitaba mentir en eso.
- espera…¿Near?-
- No lo se… me invitó y charlamos, ¡hasta me dio chocolates! – dijo Mello mostrando su mochila llena de chocolates que el mismo había comprado hace unos minutos. – Ese tío está más… no se… tiene una actitud diferente ahora-
- Está bien… te creo.- Dijo dandole un tierno beso en los labios. – Pero no llegues más así de tarde… me preocupa que algo te pase.-
- No se repetirá.- Sonrió Mello de medio lado.
El rubio sentía una horrible sensación de culpa… había engañado a Matt y ahora le mentía.
- Tienes hambre?- Dijo Matt tomando el teléfono.
- Mucha.-
- Pediré pizza.-
Comieron la pizza entera entre los dos. Luego de eso, Matt encendió la consola de videojuegos, y comenzó a jugar algún juego de disparos. Mello empezó a ver como jugaba, y sin darse cuenta, se quedó dormido en el sillón.