El cielo estaba nublado.
Llovía en ocasiones; leves gotas mojaban el pavimento, haciendo del ambiente algo fresco pero melancólico.
Dio una bocanada mas de aquel cigarrillo; miro despectivamente a sus muchachos negociar con la pandilla del norte, a decir verdad, ni sabía exactamente por qué estaba ahí.
Todo parecía común en aquella avenida; parecían simplemente intercambios de saludos, pero era para un trato de inmunidad.
Sonrió autosuficiente.
Oh si es increíble tener el poder realmente en sus manos; aun no debía bajar la guardia, aun había cierto problema al noroeste, debía solucionarlo pronto.
-Listo Jefe, ya quedo todo resuelto-
-Bien Shino, debemos partir hacia “Konoha”-
Todos asintieron subiendo inmediatamente hacia automóviles que estaban en la acera.
A él siempre le gusto sentir el viento golpear su rostro, ir en contra de aquel elemento, le hacía sentirse libre.
Monto su motocicleta arrancando a toda velocidad.
No importaba si rebasaba o se pasaba un alto, el seguía, el era el intocable.
La policía esa su cómplice o su enemigo. No había más opciones, debía eliminar aquellos obstáculos que se cruzaban en su camino.
Llego a un concurrido callejón; muchos le miraban, otros y otras suspiraban, era bien conocido que muchos pasaban su cama pero nadie se quedaba.
Era hermoso. Guapo. Todo un caballero.
Pero no era de nadie. Y eso le hacía sentir su ego perfectamente en alto; se estaciono delante de aquella discoteca, saludo de un cabeceo al guardia dejándole entrar.
Las luces de colores iban de un extremo a otro.
Los cuerpos se rozaban una y otra vez; manos acariciaban diversas cinturas, labios iban y venia en diversas personas.
Un lugar de perdición.
Saludo a sus demás conocidos con una sonrisa torcida, extendiéndoles la mercancía muy elegantemente.
Hasta que observo a un chico nuevo en aquel grupo; su figura no era ni muy llamativa pero tampoco estaba mal.
Lo invito a bailar, pero al llegar a la pista sintiendo aquel trasero inmediatamente acariciar sus muslos de manera provocativa.
“Perra”
Pensó. Fue tomado de la mano para ir hacia el cuarto oscuro. La verdad, le gustaban los chicos fáciles, por que hacían todo.
Le aburrían inmediatamente, todos se le ofrecían pero, solamente estaba con ellos una noche.
Al paso de la media hora se fue de aquel cuarto.
Se sentó en medio de sus muchachos.
Era todo un espectáculo, quien hubiese imaginado que, eran amigos desde pequeños.
Y aun así, todos le seguían fielmente confiando en su don de liderar aquella “organización”
-Me tienen hasta la madre esa pandilla, se quieren pasar de listos, asustando a nuestros clientes-
Menciono un molesto pelinegro; su rostro estaba consternado pero con un deje, de quizás, cansancio.
-Tranquilo Shikamaru…no saben lo que les espera-
Dijo muy tranquilamente mientras jugaba con un vaso de cerveza en su mano.
-Creo que, hay que comenzar a distribuirla en la preparatoria Sharingan…ya no podemos evadirla por más tiempo-
Todos se mostraron rígidos en sus asientos, mientras un chico algo regordete le miro algo confundido.
-Pero Sasuke…dijiste que era territorio prohibido…-
-Se lo que dije Chouji, pero ese asunto ya quedo resuelto…se termino el tiempo de espera, obteniendo ese lugar, ellos se verán obligados a irse a otra parte-
Su mirada mostro determinación, pero aun había un pequeño asunto, por lo que se inclino con una joven de su misma edad.
-Ino, ¿te inscribiste como te pedí?-
-¡Claro Sasuke! Empiezo el lunes el ciclo escolar, prometo conseguirte muchos clientes-
-Confió en ti-
Le dio una sonrisa suave provocando un rubor en las mejillas pálidas de la mencionada; no le desagradaba pero no le gustaba, era un peón que era utilizado.
Reemplazable al fin y al cabo.
Disfruto de toda la noche, bailar, embriagarse un poco.
Observando aquellas personas consumir aquel polvo mágico…
-Debes tener cuidado, Pain es peligroso, aun cuando tu estés gobernando la mayor parte de la ciudad-
-No te preocupes Shino…confía en mi-
-Por eso sigo aquí-
Era tan extraño que ambos fueran amigos; eran tan parecidos pero con notables diferencias, unidos por perdidas y dolorosas situaciones.
-Me voy-
Murmuro y se marcho.
Condujo rápidamente hasta llegar a su departamento; estaciono su moto a las afueras, hasta abrir la puerta, tan solo encendiendo una luz del pasillo.
La luz se colaba por la ventana; dejando ver su perfil.
Observo mudamente aquella única foto en un mueble que daba hacia la ventana.
Sus ojos mostraron un brillo contenido de orgullo, odio…desprecio y amor.
-Lo sacare de aquí…lo juro…Itachi-
Levanto la vista al cielo.
En dos días comenzaría todo.
Sonrió.
Todo saldría como él lo planeo, nada se interpondría en sus planos y si acaso alguien se atrevía a arruinarle lo que tanto se esforzó en conseguir…
Lo haría pagárselo a muy alto precio.
Continuara…