Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Calurosa Noche de Verano por sariali

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, éste fic será muy cortito, disculpen por no terminar antes mi otro fic, pero ésta idea se instaló en mi mente desde hace varias semanas y no pude resistir la idea de escrbirlo...

  Espero lo disfruten tanto como yo... Será corto, tal vez sólo dos o tres capis. Sé que no es mi estilo escribir capitulos tan cortos, pero es que éste fic comenzó como un Oneshot, pero me ganaron las ganas de subirlo.

   Por cierto, y que no se les olvide: Naruto y todos sus personajes le pertenecen a masashi Kishimoto y a la Weekly Shonen Jump.

Notas del capitulo:

Primer capitulo, espero lo disfruten!

 


 


   Era una noche tranquila y apacible, como muchas otras noches tranquilas y apacibles en la Ciudad de Konoha. A pesar de que apenas eran las siete y diez de la noche, no había mucha gente en las calles. Ése había sido un verano caluroso y esa noche el termómetro alcanzaba cifras extraordinarias y por eso la mayoría de las personas prefería quedarse en casa con su aire acondicionado refrescando sus vidas, o en su defecto frente a sus ventiladores con expresión aburrida y acalorada. La actividad dentro de las casas era prácticamente nula, apenas y se veían unas contadas sombras tras las ventanas, moviéndose lentamente.


  Y eso era precisamente lo que hacía destacar una casa en particular... Al contrario del resto de las casas en las que apenas y se denotaba movimiento alguno; en ésta se podía, por a través de la ventana, ver la sombra de un chico, moviéndose apresuradamente de un lado a otro.


   — ¡Maldición! ¿Dónde puse mi cepillo? ¿Y mi muda de ropa? —Se oía gritar desesperado al chico dentro de la casa... — ¡Demonios! Sasuke me advirtió que si llegaba tarde me ahorcaría con una cuerda de piano... ¿Dónde están esas cosas?


  El chico se maldijo un par de veces por ser tan desordenado y luego continuó su insensata búsqueda... La verdad es que el chico debería maldecir más su memoria que su forma de comportarse, pues la noche anterior (precisamente para evitar esos teatritos), había metido todo lo necesario para su reunión en su mochila...


   La reunión se había concretado para esa noche de viernes, él y sus dos mejores amigos, Uchiha Sasuke e Inuzuka Kiba, se reunirían en la casa de éste último para pasar una divertida noche. Kiba tenía en su casa un jardín de increíble extensión, en el que dormirían a la intemperie, a todos les pareció una magnifica idea. El calor estaba realmente insoportable así que ninguno de los tres quería dormir en un cuarto cerrado...


     El rubio recordó finalmente dónde había colocado sus cosas, por cierto le llevo casi una hora, suspiró y se relajó arrojándose a su mullido sofá, la verdad es que en ese sitio se sentía mucho más calor. Pero estaba bien, a él no le importaba. Sólo le faltaba bañarse para irse, y aún le sobraban veinte minutos, se bañaría en diez y en otros diez estaría llegando a la casa de su moreno amigo.


  Se frotó la cabeza. La verdad era que estaba un poco tenso, las cosas en la escuela no estaba yendo bien, apenas en la mañana le habían informado que había aprobado sólo dos de sus nueve materias, así que tendría que asistir a los cursos de regularización. Por suerte no iba a asistir sólo. Kiba también lo acompañaría, aunque sólo en una clase. Pero podrían verse durante el refrigerio y se acompañarían en el camino de la casa a la escuela y viceversa.


  Ellos dos eran amigos desde hacía mucho tiempo, quizá porque sólo los separaba una pequeña colina. La ventaja de vivir en los suburbios de la ciudad. En la escuela a otros chicos les gustaba bromear  con ellos de que eran pareja. A ellos no les importaba.


  Miró su desnudo vientre en su casa hacía tanto calor que no le apetecía traer nada más que unos bóxers de color gris bastante transparentes, reservados para esos días de calor inaguantable. Sonrió...tenía un poco de tiempo.


  Deslizó lentamente su mano derecha por debajo de sus bóxers sintiendo la cálida y sensible piel de sus genitales. Acarició un poco su miembro, que ya comenzaba a ponerse duro. Gimió excitado. Hacía algo de calor, y cada vez hacía más...


   Sacó su mano de sus bóxers bajo los cuales ya se apreciaba un considerable bulto, pese a que su pene aún no estaba completamente erecto. Comenzó a acariciarse suavemente por encima de la ropa interior, suspirando de vez en cuanto.


  Deslizó delicadamente la prenda, ocasionándole una deliciosa sensación por el roce que ésta hacía sobre su miembro. Continuó bajándola, dejando ver poco a poco su vello rubio. Recordaba que Kiba le había dicho que era extraño ver vello púbico rubio, pero también le había dicho que le gustaba... Rió bajito al recordar eso; su amigo estaba realmente loco.


  Finalmente bajó toda la prenda de un tirón, liberando su apretujado miembro, que rebotó un par de veces sobre su firme abdomen antes de quedarse quieto, listo para recibir atención.


  Sonrió de una manera muy propia de su otro amigo, Sasuke. Acarició con delicadeza a su amiguito. No estaba tan mal. Tenía buen tamaño y suficiente grosor como para satisfacer a cualquier chica.


  Cerró firmemente su mano alrededor de él, haciendo un poco de presión para disfrutar más. Comenzó a moverla de arriba a abajo, de abajo a arriba, sintiendo la ya conocida y deliciosa sensación de la piel resbalando por su glande. Con la otra mano se acarició suavemente la punta, deslizando su dedo por la sensible piel. Soltó un pequeño gemido de placer. Su mano derecha continuaba subiendo y bajando por su pene. Abandonó la punta para acariciarse los testículos. Los sostuvo cuidadosamente en su mano ahuecada, masajeándose ligeramente y sintiendo una deliciosa presión en su zona pélvica.


   Tenía mucho tiempo de que no se masturbaba. Desde que salía con Hinata, y, obviamente, desde que tenía sexo con ella, la masturbación había desaparecido de su vida. Pero curiosamente, esa noche había decidido volver a hacerlo. ¿Por qué?


   Pasó su mano por su zona perianal, sintiendo el delicioso cosquilleo. Gemía suavemente, mientras continuaba moviendo su mano de arriba abajo por todo su pene. Tiraba con fuerza de él hacía los lados de vez en cuando para sentir más sensaciones. Y es que cuando de masturbarse se trataba, la idea era sentir tanto y tantas cosas diferentes como fuera posible, podrían preguntarle a cualquier chico y éste les respondería lo mismo.


   A Kiba por ejemplo. Ése chico era realmente alguien salvaje. Pero sus parejas nunca le duraban… ¿Por qué? Precisamente porque el joven era demasiado salvaje, pocas eran las chicas que soportaban la primera noche con él, y no había nadie que quisiera repetirlo. Nadie se burlaba de él por ello, no. Pero aún así, Kiba no dejaba de sentirse mal por no poder controlar sus instintos salvajes. Él juraba y perjuraba que siempre intentaba controlarse para no lastimar a sus novias. Pero al parecer sus instintos le ganaban. Naruto a veces se preguntaba si él realmente sería tan brusco durante el sexo, pues él mismo se había pasado una vez con Hinata, y aunque le costó muchas disculpas, ella no lo terminó y a la semana ya estaban de nuevo en la cama. Así que para que las múltiples parejas del chico perro lo terminaran, él debía ser realmente muy brusco.


   Y sin llamarla, una extraña imagen se instaló en su mente. Pudo verla como si fuera una película. Kiba y él, follando como un par de posesos; el moreno le hundía su polla en su trasero mientras él gemía entre  extasiado y adolorido. Curiosamente, esa imagen no le causó asco o arrepentimiento, de hecho, lo que le provocó fue la urgencia de terminar rápido, de mover su mano más y más rápido.


   Y así lo hizo. Continúo masturbándose, pensando en cómo sería hacerlo con su mejor amigo… Comenzó a gemir, extasiado, lleno de enfermizo placer y morbo. Se imaginaba la polla de Kiba (Que superaba fácilmente a la suya), hundiéndose placentera y dolorosamente en su ano. Se pasó el dedo índice y medio por esa sensible zona y se sorprendió al notar lo delicioso que se sentía. Con un poco de miedo, hundió la punta de su dedo índice en su propio orificio. Se corrió con un gemido, manchando su abdomen con su semen. Había eyaculado mucho. Era la primera vez que su semen había salido con tanta fuerza como para llegarle a la cara.   


   Se relajó, cómo cualquier chico lo haría luego de terminar. Respiraba profundamente mientras el semen se secaba en su piel. Se levantó y miró su mano derecha. Manchada se aquel líquido blancuzco, sonrió con un poco de culpabilidad y se retiró al baño para darse una buena y necesitada ducha.


   Mientras el agua caí por su piel, el rubio no dejaba de cuestionarse a sí mismo: ¿Por qué se había terminado masturbando mientras pensaba en Kiba? Tanto él como el mismo eran heterosexuales, los dos lo sabían y lo habían demostrado innumerables veces. A los dos les gustaban las chicas, entonces… ¡¿Por qué demonios se había corrido de semejante forma al pensar en su amigo?!


   — Quizás sea simplemente curiosidad. — Se dijo a sí mismo, abriendo los ojos bajo el agua que le caía con fuerza. — Si, ¡eso es! Me dio curiosidad el por qué todas sus parejas lo dejan después de la primera noche. Y… ¡Ahhhh! ¡Arde, arde, arde….! — El chico se había olvidado de que aún tenía jabón en torno a los ojos.


  


 


0oooooo0oooooo0


 


 


   Naruto caminaba lentamente hacia la casa de su amigo para pasar una buena velada viendo películas, comiendo frituras, charlando de chicas y riendo bastante con las ocurrencias del castaño y propias, porque era más que obvio que Sasuke no les seguiría la corriente por más que ellos lo intentaran. De hecho, A veces se preguntaban por qué él era su amigo. Un sujeto frío, molesto, cascarrabias y arrogante no debería llevarse bien con ninguno de aquello dos… Pero aún así era uno de sus mejores amigos, incluso más que Shino, otro amigo, exclusivo de Kiba, que rara vez se le veía fuera de las horas de clases.


   Atravesó andando la colina que separaba su casa de la de Kiba y llegó silbando hasta la entrada. Llamó a la puerta, una vez dos veces, tres veces, cuatro veces. Kiba salió, molestó por tanto escándalo. El rubio le sonrió zorrunamente.


   — Ah. Eras tú. Bueno, eso explica todo el ruido. ¿Por qué te gusta tocar tantas veces a mi puerta?


   — Je je, es que a veces creo que estás un poco sordo y que no me escuchas, ¡y yo no quiero quedarme afuera con éstos mosquitos!  — Dijo el rubio mientras aplastaba uno de ellos sobre su brazo derecho.


   El rubio iba vestido con su típica ropa anaranjada, sólo que en lugar de su cásico abrigo llevaba un delgado chaleco sin mangas y cerrado sólo hasta la altura del abdomen, debajo del chaleco llevaba una playera negra tan delgada que se transparentaba un poco en algunos sitios, y llevaba un short largo hasta media espinilla. Sin duda  su mejor ropa para escapar del abrasador calor que se sentía durante los días, tardes y parte de las noches de aquel ardiente verano.


   El chico castaño no estaba vestido, sólo tenía puesto un bóxer largo de color blanco. Nadie lo reprimiría, pues estaba en su casa y tenía el derecho de estar como quisiera… Además, en su casa hacía bastante calor. Al menos en la parte de abajo, pues los dormitorios tenían aire acondicionado. Sin embargo debido a lo caro que estaba la luz  en esa ciudad, el aire sólo se encendía a la hora de dormir. Es decir, pasadas las doce de la noche.


   “Tal vez por eso Hana y la madre de Kiba se fueron a pasar el verano en la casa de su abuela” Pensó el rubio.


   — ¡Yo no estoy sordo! ¡Tú eres el único estúpido que está demasiado ciego como para verlo!


   — ¡¿A quién llamas estúpido, idiota?! — Le respondió cabreado el chico.


   — ¿Ves algún otro idiota aparte de ti, idiota?


   — ¡Cállate, Kiba, perro inútil!


   — ¿Por qué no se callan los dos? — Terció una tercera voz, una voz suave, arrogante.


   Apareció al lado de Kiba, el chico más popular en la escuela: Uchiha Sasuke. — En especial tú, Dobe. Tu voz me irrita a más no poder.


    — Bastardo… Oye, ¿cuánto tiempo llevas aquí?


   El moreno contestó por el aludido:


   — A diferencia de ti, él si llegó puntualmente. A estado aquí desde hace diez minutos.


   Al chico rubio le pareció un pequeño tic en el ojo derecho. Sasuke era un adicto a la puntualidad. Además…


   — ¡Pero si sólo me retrase por… — Consultó su reloj de pulsera — Siete minutos! No llegué tarde.


   Tras unos momentos en los que el castaño y el rubio se miraron con ganas de fulminarse con la mirada, ambos estallaron en carcajadas. Sasuke los miró fastidiado y desapareció dentro de la casa. De verdad que esos dos parecían amantes.


   — ¡Esta vez casi me la creo, Kiba! — Decía entre risas Uzumaki.


   —  ¡Y que lo digas, Naruto! Yo también por poco y creía que en verdad te habías molestado.


   Ambos se abrazaron como saludo. Naruto se detuvo para oler disimuladamente el cuello del moreno. Éste se acababa  de bañar, por lo que olía a shampoo y a jabón. Se separaron y Kiba invitó a pasar a Naruto.


   Dentro de la casa el calor era sofocante, uno creía haber entrado a una especie de horno. Allí estaba Akamaru, el inseparable amigo canino de Kiba, tan grande como siempre, casi parecía un caballo pequeño, o un lobo enorme. Daba algo de miedo verlo, pero la verdad es que era muy dócil y no atacaba a menos que Kiba se lo ordenara. Naruto se acercó y le acarició detrás de las orejas.


   — Hola, Akamaru. ¿Cuidaste bien de Kiba por mí como te lo pedí?


   El perro ladeó la cabeza y luego soltó un pequeño ladrido, que, siendo francos en realidad no tenía nada de pequeño… fue casi como una pequeña detonación.


   

  — Bien — Dijo el moreno de los triángulos en las mejillas — Ya que el idiota ha llegado, pues empecemos la fiestecilla.


   Se dirigió a la cocina y regresó con unas latas plateadas que Naruto no tardó en reconocer: Cervezas.


 


 


 


 


                         .....................CONTINUARA............



 



 



 


  


   


 


 


 


 

Notas finales:

Espero les haya gustado, por cierto, quiero preguntarles: ¿Les gustaría un trio entre los tres o sólo el KibaNaru?

   Dejen reviews, por favor!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).