Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El verdadero Shaka. por s_dan

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Un fanfic ya muy viejito, de hecho de los primeros que hice "yaoi", con una de mis parejas favoritas: Aioria x Shaka

 

Advertencia: Script y con muchos caretos, historia alterna.

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

El verdadero Shaka.



¿Por qué las personas deben sufrir?
¿Por qué hay tanta tristeza?
¿Quién puede hacernos felices, mas que nosotros mismos?...
Y si sólo nosotros mismos podemos hacernos felices... ¿para qué existen los demás?...


La misión en si había empezado como algo muy sencillo, todo lo que tenían que hacer era controlar una facción rebelde en Siberia. Si Camus siguiera con vida, seguramente él habría ido personalmente, conocía mejor la zona y no se hubiera extraviado... ¿cómo se le ocurrió entonces a Dhoko -quien ahora era el que ponía orden en el Santuario junto con Saori- mandarlos a ellos dos que nunca habían estado en este lugar tan inmenso? y lo que era peor, jamás habían convivido con la nieve: Aioria era nativo de Grecia y la mayor parte de su vida la había pasado en el Santuario donde no nieva mucho que digamos... En cuanto a Shaka, pues... en la India central tampoco hay de este líquido congelado. Todavía Mu podría haber tenido más contacto gracias a su larga estancia en el Tibet; pero no, tenían que mandarlos a ellos dos que ni siquiera entablaban una relación que digamos buena, es decir, no pasaba de un simple “hola”, “¿estas bien?” o “Bueno”...

La situación entonces no era demasiado difícil de adivinar: Aioria y Shaka, aunque cumplieron con su facilísima misión y pusieron un “cierto” orden a la “facción rebelde” -que de rebelde sólo tenían la falta de comunicación con el santuario- acabaron perdidos en medio de una repentina tormenta de nieve... y lo que era peor: perdidos en una tormenta de nieve, sin alimento, sin abrigo suficiente y en mal estado. El frío, y la poca tolerancia al mismo, los había debilitado mucho... especialmente al pobre Shaka que ya ni podía mantenerse en pie, Aioria tuvo que ayudarle a andar la mitad del camino, y la otra mitad tuvo que cargarlo; el detalle anterior terminó con las pocas fuerzas del santo de Leo; sentía que sus músculos acabarían por congelarse tarde o temprano, había caminado casi sin detenerse por dos días (si no había perdido la cuenta)... Y bueno, tal vez la historia podría haber terminado aquí, de una forma por demás patética y trágica... pero no, para el alivio de Aioria, ahí, en medio de la nada, había descubierto una “cabaña”. Parecía estar deshabitada.

No se había podido poner a pensar en ética, necesitaba un refugio para él y su compañero, o ambos, seguramente, habrían muerto de frío. Ese fue el “motivo suficiente” que lo llevó a forzar la entrada (lo que por efecto de causa fue algo muy sencillo n_n ).
Cuando entró, y luego de cerrar la puerta tras de sí, el santo de Leo empezó a descubrir algunas cosas: En realidad, aquella pequeña construcción de madera era más bien una “bodega” con  algunas pieles y alimentos envasados...
“Excelente” pensaba Aioria mientras dejaba a un inconsciente Shaka descansar sobre algunas mantas; ahí había lo necesario para sobrevivir, por lo menos mientras descansaban, ya luego vería la forma de disculparse con los dueños de aquel lugar (si era una “despensa” sus dueños no podían estar lejos)... eso lo resolvería después de retomar fuerzas.

Había acomodado las cajas de las armaduras por un lado de la entrada, para que no fueran a estorbar (para colmo, Aioria había tenido que cargar, no sólo a Shaka, sino a las dos armaduras y sus respectivas cajas también T_T ), y a continuación se puso a explorar un poco el estrecho cuarto y a tratar de identificar todo lo que en éste había, por si algo se hacía necesario, él pudiera saber dónde encontrarlo... Eso desde luego no le llevó demasiado tiempo.

Sin embargo, lo peor aún no llegaba (oh sí, más): ¿Recuerdas la tormenta de la que te platiqué? Bueno, a parte de “seguir” al dúo, se volvió cada vez más violenta, hasta que ya era imposible siquiera distinguir algo a través de las pequeñas ventanas de la bodeguita... afuera era un infierno helado. No, ninguno de los dos podría salir de ahí hasta que no se calmara aquella tormenta... malo, porque parecía que duraría no horas, sino días...

Aioria: (desanimado) Genial...

Aioria se asomaba constantemente para ver si aquella fuerza se debilitaba... pero no, por el contrario, se acentuaba más.

Aioria: Esto no pinta para nada bien...

Cada vez que se encontraba con la mala noticia de la poderosa tormenta, volteaba a ver a su compañero, aún dormido y con ese mismo aspecto débil; definitivamente las cosas estaban mal. Shaka, a pesar de parecer un joven muy poderoso, era como cualquier humano, débil ante las condiciones del clima... y bueno, al igual que éste, en lugar de mejorar, empeoraba, ya que lo que comenzó como simple agotamiento, se convirtió rápidamente en escalofríos y luego en inconciencia... Aioria se preguntaba cuándo despertaría por fin el santo de Virgo... o si de hecho despertaría... En realidad, al león dorado no le importaba más allá de un sentimiento de cuidado y preservación que puede manifestarse en cualquier persona común y corriente... además, era parte de “sus compañeros” así que también por ese lado tenía la necesidad de ver por él, como lo haría por cualquiera de los otros...

Se acercó para arrodillarse a un lado del rubio, quien aún descansaba en algunas mantas sobre el nivel del suelo.

Aioria: Por favor Shaka... has lo posible por no acabar de esta forma tan patética...

No se llevaba tan bien con él; pero tampoco deseaba que muriera.
Shaka podía ser en ocasiones el sujeto más desesperante del mundo, ya que jamás podías saber lo que estaría pensando... su comportamiento contrastaba en muchos aspectos con el de Aioria, ya que el guardián de la quinta casa era un poco más abierto y directo, no se quedaba callado cuando algo no le parecía... pero Shaka... él siempre estaba callado... ¿qué sería lo que le gustara o disgustara a su vecino de la sexta casa? Ese sería para siempre un misterio... tal vez...

El joven de cabello castaño puso una de sus manos en la frente del rubio... estaba frío, y temblaba a intervalos cortos...

Aioria: ¿Pues qué es lo que te pasa? Ojala al menos estuvieras despierto... así podrías decirme ¿qué sientes? ¿cómo te puedo ayudar?...

Desde su lugar, miró al rededor en busca de algunos otros materiales que le pudieran ser útiles para mantener caliente a Shaka... no había ni suficientes mantas o pieles, ni algo con que empezar una fogata y mucho menos en dónde hacerla... En fin, hizo lo posible y le hecho encima al pobre santo de Virgo todas las mantas, cobijas y pieles que se encontró; al fin de un rato ya había logrado que el frío del cuerpo del rubio desapareciera... pero esos malditos escalofríos perduraban.

Aioria: Eso es todo ¿no?... Si te quito el frío, te pondrás bien...

A Aioria ya sólo se le ocurría una cosa por hacer: jaló todas las cobijas, mantas y pieles que había conseguido, las acomodó nuevamente y luego se acomodó de costado, junto a Shaka dándole la espalda.

Aioria: Si esto no funciona... me sentiré como un perdedor por el resto de mis días T_T.

Aunque al principio no se sentía muy “cómodo” que digamos (para nada le gustaba la idea de acostarse junto al casi autista Shaka), Aioria descubrió que no fue tan mala idea, ya que pronto sintió como se generaba un calor muy agradable... sí, eso seguramente le ayudaría a su compañero e incluso a él mismo.
El santo de Leo esbozó entonces una sonrisa de felicitación propia; por ahora, y con esta idea de que todo estaba mejorando de una forma u otra, trataría de conciliar el sueño, estaba agotado y necesitaba descansar...

Aioria: Ojala que pronto se acabé esta pesadilla...

El sueño se hacía presente, maravillosos sueño que estaba invitando al santo de Leo a descansar un rato y a olvidarse de sus preocupaciones... preocupaciones tales como su estado actual, ¿tal vez si no regresaban pronto, Dhoko mandaría a alguien a buscarlos? Ojala que no, o el numero de gente perdida en la tormenta de nieve aumentaría considerablemente, y Aioria no pensaba ponerse a cuidar a más... ¡!...

Interrumpió de pronto sus pensamientos...sintió cómo algo rozaba su cintura....

Aioria: ¡¡AGHHH!!

Su primera reacción fue la de estremecerse y voltearse rápidamente “¡una rata... o algo peor, una araña!”... pero no, lo único que descubrió al ponerse boca arriba fue al mismo Shaka abrazando su cintura, seguramente en un gesto que respondía al calor.
La cara de Aioria cambió de morena a roja en un par de segundos; la verdad, el único contacto físico que había tenido con otra persona, fuera de las batallas, había sido con su hermano mayor... aquello era por demás una situación bizarra. Si hubiera habido más gente cerca, sería una opción muy embarazosa a la vista... pero... ¿y si no había nadie era algo tan malo?... no, después de todo, se trataba sólo de sobrevivir...

Aioria suspiro y volvió a acostarse, aunque esta vez permaneció boca arriba tratando de distraerse mientras veía la estructura fuerte del techo... (que divertido caray T_T).
Shaka por su parte, se aferró más a Aioria...

Aioria: ¬ ¬

El joven moreno automáticamente trató de alejarse un poco... pero el santo de Virgo emitió una especie de “queja” y de nuevo se arrimó más a Aioria...

Aioria: T_T Espero que sólo estés buscando calor Shaka o tendré que golpearte...

Sí, era demasiado incómodo para Aioria tener que pasar por todo este teatro; fue hasta ese momento que se le ocurrió girar un poco su cabeza para poder ver a Shaka directo a la cara... lo tenía demasiado cerca, si hubiese tenido alguna pequeña cicatriz en su rostro, en ese momento la hubiera notado con lujo de detalle... Pero no... el rostro de Shaka era... perfecto. No tenía ninguna clase de marcas, exceptuando desde luego ese punto en su frente que no le hacía ningún mal, al contrario, le daba un cierto aire... ¿sensual?

Aioria cerró los ojos con fuerza, se estremeció y luego los abrió para encontrarse de nuevo con el rostro del rubio... ¿en qué demonios acababa de pensar?... Se quedó observándolo otro rato... sus facciones finas, hermosas... definitivamente no tenía el rostro de un guerrero... No, su rostro era el inequívoco equivalente al de su signo: Virgo... la virgen...

Aioria miró al techo y se golpeó un par de veces la cabeza; otra vez estaba yendo demasiado lejos ... Sí, Shaka era demasiado hermoso para pensar en él como un hombre capaz de asesinar a otros... alguien tan frío como Shaka... pero aún así, Shaka era hermoso... ¡Lo estaba haciendo de nuevo!

Aioria: (jalándose los cabellos) ¡Ya maldito cerebro, bastaaaaaaaaaaa!

Una vez más, Shaka se quejaba entre sueños, seguramente por la inestabilidad y los gritos de Aioria, así que, con un movimiento lento pero seguro, hundió su cara a un lado del cuello del joven castaño... lo que le causó escalofríos al santo de Leo cuando sintió la tibia y tranquila respiración del otro muchacho en su oído... pero ni modo de quitárselo de encima como si fuera cualquier bicho...
Aioria mejor se quedó paralizado, ya mejor no se movió, no fuera a seguir empeorando las cosas... y al quedarse así, quieto, empezó a sentir nuevamente el sueño... por fin pudo quedarse dormido luego de un rato.

**********



“Tengo hambre”

Una idea bastante tétrica cuando se trata del invierno, y de tener que levantarte del calor de tu cama nada más por atender una necesidad fisiológica primaria...

Aioria: Comer... o dormir...

Al fin y al cabo, Aioria abrió lentamente los ojos... enfocó un poco y, se dio cuenta de que nada había sido una pesadilla, que seguía ahí en aquella pequeña cabaña, muriendo de frío y abrazando a Shaka... ¡¿Abrazando a Shaka?! (bueno, lo de muriendo de frío no era tan cierto entonces n_n ).

En algún momento durante sus sueños, Aioria había terminado nuevamente de costado... pero dándole el frente a Shaka y a parte correspondiéndole un abrazo... y bueno... no le preocupaba el abrazo en sí... sino la idea de lo que pensaría Shaka si despertaba y se encontraba en aquel estado con él (porque a él mismo le hubiera hecho trabarse del coraje... bueno... tal vez no tanto...). No sería nada divertido si el joven rubio se enojara y se le ocurriera dejarlo sordo, mudo o paralítico... ¡¿En qué maldición se había metido?!

Su estómago rugió... mmm, necesitaba hacer algo al respecto, su hambre era, en ese momento, mucho más importante que el miedo a lo que Shaka pensaría si se despertaba o no...

No, definitivamente sería un esfuerzo demasiado grande el levantarse a ver qué encontraba de comida... por principio, perdería su calor... y también, lo más seguro es que despertaría a Shaka (que no sería mala idea, después de todo, quería saber si ya se sentía mejor, pero también estaba lo de “perder alguno de sus cinco sentidos”... ).
La mente de Aioria se había convertido en un acalorado debate de pros y contras ante la idea de levantarse a comer y despertar a Shaka, que este se enojara, saber si estaba bien, etc, etc...

En fin, Aioria trato de hacer un par de movimientos sencillos para no ir a molestar a su compañero -que aún lo tenía atrapado con un bien armado abrazo-, pero era ciertamente imposible; a parte del abrazo de Shaka, estaba “envuelto” como tamal entre toda la bola de cosas que los aislaban del frío, por lo que muchos de sus movimientos resultaron ser, a final de cuentas, muy torpes... y sabía que lo eran, porque Shaka también empezaba a despertarse entre quejas, y frunciendo el ceño. Al siguiente instante, Shaka había abierto los ojos (¡!)... parpadeó un par de veces y luego contempló a Aioria directamente...

Aioria: Ups...

Fue hasta ese momento de contemplación directa, que Aioria se dio cuenta de algo muy importante:

Aioria: Shaka... tus ojos son azules...

Bueno, en realidad no había sido el comentario más inteligente de toda su vida, pero sí que había sido el más sincero e inocente.

Shaka se quedó observándolo como si ni siquiera lo hubiera escuchado, sus ojos se veían aún algo nublados... No le dio más importancia, ni al asunto, ni al estado, y volvió a hundirse en un sueño profundo mientras se perdía una vez más en el abrazo de Aioria... y éste último, no pudo hacer otra cosa más que sonrojarse y preguntarse que tan en serio debería tomar la opción de levantarse y comer algo... ya no estaba tan seguro de querer enfrentarse al frío que seguramente le esperaría al separarse de su compañero y de aquellas cálidas pieles y mantas... no, tal vez lo mejor sería hacer lo mismo que había hecho Shaka. Aioria volvió a quedarse dormido.

**********




Un ruido extraño lo despertó luego de un tiempo... parecía un sonido metálico... ¿metálico?

Aioria abrió lentamente los ojos... sentía frío.

Cuando por fin estaba completamente en el mundo de la realidad, tuvo un par de descubrimientos desagradables: Shaka ya no estaba ahí acostado con él... y lo peor, las mantas tampoco estaban ahí para darle calor...

Aioria: T_T

El santo de Leo se giró sobre las pocas mantas que permanecían bajo su cuerpo, luego se sentó y vio al rededor suyo... y no tardó en encontrar a Shaka, sentado, dándole el frente y... ¿qué rayos estaba haciendo? Tiraba una y otra vez una lata al suelo; la levantaba, la olía y la tiraba, y así repetía el proceso una y otra vez... además de que traía encima todas las demás mantas... T_T al infeliz le valía un cacahuate si su compañero tenía frío o no... malagradecido.

Aioria: (rascándose la cabeza con mal humor) Shaka... ¿qué rayos estas haciendo?

Shaka: (irradia tranquilidad) No puedo abrir estooo ~_~ ... pero detecto una fuente de alimento en su interior...

Aioria: (arqueando una ceja) ¿No me digas?... Shaka, eso se llama lata... y a diferencia de los huevos, no se romperá nunca, a menos que tengas un abrelatas...

Shaka: (viendo –sí, viendo- a Aioria) ¿Abrelatas?... (parpadeó un par de veces) ¿tienes uno?

Aioria casi se cae de regreso al suelo, aquella ingenuidad no podía ser de verdad. Por lo menos, aquello era una señal inequívoca de que Shaka ya se sentía mejor.

Aioria: T_T No Shaka... y por cierto, (sarcasmo) que bueno que ya te sientes mejor.

Shaka: (arrugando el entrecejo) Tengo hambre... has algo.

Aioria: ¬ ¬ ¿Así nomás? ¿Tu que piensas que soy mago o qué?

Shaka: Tú fuiste el de la idea del abrelatas... así que tú ábrela...

Aioria: Oye, primero me dejas sin mantas y muero de frío, ¿y ahora esperas que te atienda como si fuera tu sirviente?... ¡vete al diablo!

Shaka: (frunciendo el ceño indignado) ¡Vete tu primero!

Aioria arqueó nuevamente la cejas... era su imaginación tal vez, pero en esos momentos, Shaka había perdido todo su “glamour” de santo “espiritual” y se comportaba como un niño malcriado.

Aioria: Bien...

El santo de Leo se volvió a acostar y se tapó como pudo con las pocas mantas que le quedaban. Shaka lo miró con curiosidad y sorpresa.

Shaka: ¿Qué haces?

Aioria: ¿No es obvio? Pienso volver a dormirme. Tú has lo que quieras.

El santo de Virgo se quedó viendo con la boca abierta a su compañero, la verdad es que le quería decir algo, tal vez un reclamo, pero no supo cómo expresarlo, así que ya mejor no dijo nada. Aioria por su parte se felicitaba por haber dejado callado a ese “niño” maleducado... jamás se había esperado que pudiera tener esos comportamientos tan infantiles... ¿pues quién se creía? Y pensar que él y los demás siempre habían visto a Shaka como el más maduro de los de su edad... ¡y oh sorpresa! A solas podía ser más necio que una mula...

Aioria sintió algo extraño de repente... justo a sus espaldas aparecía de nuevo esa sensación de calor; seguramente Shaka (no había nadie más  ¬¬U ), había vuelto a echarse en el suelo junto a él... ¿podría ser?

Con las cejas bien arqueadas, el joven castaño se giró para encontrarse una vez más frente a frente con aquellos extasiantes ojos azules, viéndole fijamente.

Aioria: Err... ¿qué haces tú Shaka?

Shaka: Dormir... dijiste que dormirías... entonces yo también dormiré.

Aioria: ·_·

Shaka alejó unos momentos su vista de Aioria y se levantó apenas unos instantes para acomodar la bola de mantas, colchas y pieles sobre él y su amigo. Luego, se acomodó otra piel a forma de almohada y cerró los ojos.

Aioria por su parte, se quedo algo aturdido... pero en cuanto el frío cedió, pudo darse cuenta de que nuevamente se estaba sonrojando... Shaka era un personaje demasiado extraño, complejo... saltaba de un estado de humor a otro... o más bien no saltaba, es decir, siempre tenía esa misma cara monótona, aburrida... era altanero, hacía lo que quería, pero al siguiente instante, parecía ser una persona tan tierna, preocupado por los demás... con ademanes de cariño... ¿Estaría loquito T_T ?

Aioria: Ehm... Gracias...

Sí, muy tarde se había puesto a pensar en el ademán tan gentil de Shaka cuando lo cubrió con las demás mantas...

Shaka abrió nuevamente los ojos. Esta vez, miraba a Aioria con un gesto más parecido al de la tristeza o la humildad... y el santo de Leo desde luego, no pudo evitar el ponerse aún más rojo...

Shaka: ¿Por qué?... No pude abrir la lata.

Aioria: ¬//¬ Err, no por eso... por... darme calor...

Shaka: ...

Ouuuuuuu, Aioria empezó a notar que tal vez sus palabras son fueron las más acertadas para explicar lo que quería decirle...

Aioria: (tratando de arreglarlo) ¡No! Quiero decir... por... err... las mantas y eso... bueno...

Aioria ya mejor se quedó callado.

Shaka: Esta bien... tu fuiste el primero en darme calor... y te lo agradezco... jamás había dormido tan bien en mi vida, como esta vez en que dormí a tu lado.

¿Y podía decir esas cosas con esa seriedad y sin que sus mejillas enrojecieran un poco? ¡Shaka era la persona más extraña y fría que Aioria había conocido!

Pero aquellas palabras, le habían dado al muchacho moreno una cierta... satisfacción... El que el hermoso y misterioso Shaka de Virgo le dijera, hasta cierto punto, que le agradaba “él”, era algo importante... ¿por qué?... no lo sabía en realidad... muchos habrían apenas imaginado el siquiera acercarse a Shaka... y algunos pocos apenas hubieran podido siquiera pensar en tocarlo... y ahí estaba él, Aioria de Leo, quizás la única persona que no solo había permanecido tanto tiempo junto a Shaka, sino que además, había dormido con él, lo había abrazado y hasta lo había mandado al diablo ¡aquello debía contárselo a alguien!

Para cuando hubo regresado se sus cavilaciones, Aioria se dio cuenta de que Shaka se había vuelto a dormir profundamente...
De nuevo podía observarlo con tranquilidad, sin temor a reproches... pero era algo que ya casi hacía por necesidad, contemplar aquel rostro tan fino... como le gustaría no sólo poder contemplarlo... le gustaría poder tocarlo... pero por el momento, aquel pensamiento era algo por demás imposible... aún no se sentía capaz... ¡Y además era una locura ¿por qué estaba otra vez pensando en esooooooooo?!

Shaka suspiró y apoyó su frente en el hombro de Aioria... cinco minutos y ya lo estaba abrazando de nuevo.

Aioria: ¿Otra vez T//T ?

Aioria lo volteó a ver durante un rato...

Aioria: (suspiro) Me rindo, Shaka...

Al final, dejó escapar de si una sonrisa enternecida y luego abrazó a Shaka (digo, si ya antes lo había hecho y al otro le había importado lo mismo que si hubiera volado una mosca, pues ahí si que no tenía nada de malo ¿no? n_n), acercándose a éste último lo más que le fuera posible, aunque también de una forma lenta y cortés; no quería despertarlo...


*********



Habrían pasado dos... tal vez tres días... era casi imposible saberlo sin un reloj; afuera parecía ser siempre la misma hora, no oscurecía ni había tanta luz, todo por causa de la tormenta que aún perduraba.
Ayoria miraba ensimismado por la ventana aquel comportamiento de la naturaleza; empezaba a creer que para cuando terminara la tormenta, ellos dos ya serían unas momias ahí dentro...

Ayoria: >_<

Shaka: ¿Qué sucede?

Ayoria pegó un brinco cuando descubrió que Shaka prácticamente se había aparecido a un lado suyo... pero la única verdad era que no lo había visto acercarse y pararse ahí, estaba demasiado preocupado pensando cómo se vería de momia.

Ayoria: ¿Qué sucede de qué?

Shaka: Te ves preocupado.

Ayoria: ¬ ¬ “Estoy” preocupado Shaka... la tormenta no cede.

Shaka: (viéndolo a los ojos) ¿Tienes miedo de morir aquí?

Ayoria: T_T ...

Shaka: ¿Ayoria?

Ayoria: Pues... sí... y no... es decir, morir aquí de frío o hambre sería una forma demasiado patética de acabar nuestras vidas ¿no lo crees? Yo siempre pensé que mi muerte sería en alguna batalla...

Shaka: ¿En batalla? (Shaka se estremeció ) ... ¿No quieres morir de viejo?

Ayoria: ¬ ¬ ¿tú quieres morir de viejo?

Shaka: Yo quiero morir... nada más...

Este comentario le puso los pelos de punta a Ayoria.

Shaka: No quisiera vivir para siempre... la muerte es lo único que tenemos asegurado en esta vida... y me gusta creer en el descanso eterno... en que puedo dormir por siempre... no importa en qué momento de mi vida, si siendo joven o viejo... pero deseo morir...

Ayoria no podía creer aquello... bueno, sí, Shaka había entrenado rigurosamente y se había despojado de todo sentimiento por lo mundano y material como cualquier buen budista... pero... ¿acaso eso era todo? ¿no habría algo más que anhelara tener en su vida?... Parecía estar tan solo... desprotegido... triste...

Ayoria: Shaka... ¿No hay algo que ames en tu vida?

Shaka: No.

Ayoria: T_T Ni siquiera lo pensaste un poco.

Shaka: No hay nada... no tiene caso pensar en “nada”...

Ayoria: ¬ ¬ Antipático.

Shaka: ¿Sabes una cosa Ayoria...?

Ayoria: ¿Mmm?

Shaka: Cuando era niño... siempre me hacía, una y otra vez, una serie de preguntas que me causaban mucha... angustia...

Ayoria: ...

Shaka: La gente... siempre esta sufriendo... muchas veces por cosas vanas, y muchas otras por algo realmente doloroso... pero es igual... los momentos felices son tan cortos, tan pocos... y no podía entender por qué debía ser así... por lo que llegué a la conclusión, de que las personas no podían ser felices más que por su propia causa; si no deseaban ser felices, no lo serían jamás... y sin embargo, esta teoría dejaba de lado algo importante...

Ayoria: ¿Y qué era eso?

Shaka: A los demás, Ayoria... si uno mismo puede hacerse feliz, entonces no veo la necesidad de convivir con más gente... porque la gente es más bien destructiva, vive en un mundo reducido en el que no existe el amor ni la humildad... no, el ser humano vive para él mismo...

Ayoria trago saliva... Shaka tenía un punto (y no era el de su frente ), pero sabía que no tenía del todo razón...

Ayoria: Pero Shaka... No todas las personas son así...

Shaka: No... pero la mayoría así lo son.

Ayoria: ¿y para ti qué es esa mayoría?...

Shaka arqueó las cejas... esa era una muy buena pregunta.

Ayoria: Es decir... la gente que a mi me importa, no es la que “no conozco”... hay unos que ni sé si existen... quienes me importan son las personas que me rodean... y me importan porque forman parte de mi vida. Claro, algunas son malas y debo cuidarme de ellas... pero la mayoría son a quienes quiero... y no hablo de un sentimiento tan fuerte como el amor, sino de la estima... creo, que eso es lo que hace fuertes a los demás... los sentimientos que les dan las personas que los rodean...

Ambos guardaron silencio unos momentos... Shaka apartó la vista de Ayoria y la puso en el suelo... parecía molestarle algo. Ayoria por su parte se quedó observando a Shaka... a parte del fantástico descubrimiento de los “ojos azules” (los cuales increíblemente había mantenido abiertos la mayor parte del tiempo –mientras no estuviera dormido- sin lastimar a Ayoria), ahora también se daba cuenta de que era ligeramente más bajo de estatura que él... Al siguiente instante, Shaka volvió a posar sus ojos en los de Ayoria...

Shaka: Tú... tú perdiste a tu hermano...

Ayoria se quedó frió con aquel comentario.

Shaka: Y fue... por la culpa de estas personas de quienes me hablas... Ayoria... te estas contradiciendo de una forma por demás estúpida.

¿Eso era una majadería o una contestación casual? ¿Cómo contestar aquello? Ayoria se quedó petrificado... no podía ponerle orden a sus pensamientos, Shaka lo había desorientado con esa acusación... pero, para el santo de Leo aquello era una molestia... e instintivamente debía reaccionar a las molestias... y sabía perfectamente que Shaka no tenía razón...

Ayoria: ... No Shaka... yo no perdí a mi hermano por su culpa...

Shaka: ...

Ayoria: Yo perdí a mi hermano... por mi propia culpa.

Shaka: ¡!

Ayoria: Porque fui yo mismo quien así lo quiso... yo fui quien lo culpó... yo fui quien lo olvidó... a pesar de todo, él continuó peleando desde la muerte por proteger lo que amaba... ¿Puedes entender eso Shaka?... para eso sirven los demás... Al contrario de lo que tu deseas, morir y olvidarte de todo... él escogió nunca descansar... No sé si puedes entender eso...

Ayoria se volteó con algo de molestia y se dirigió al “nudo” de cobijas, etc, etc, en el que dormían, para luego dejarse caer y perderse entre las mismas (otro berrinchudo). Shaka había tocado un tema demasiado frágil y triste para Ayoria...

Shaka: No quería... lastimarte...

“Pues debería aprender entonces a pensar las cosas un poco más antes de decirlas...” pensaba para si mismo Ayoria; la verdad es que ya no quería darle pie a Shaka para seguir discutiendo de cosas tan profundas o tan bizarras... detestaba el monótono timbre de Shaka... ojala no fuera tan frío, tan etéreo...

Shaka se acercó con precaución al monte de cosas bajo el cual se había escondido Ayoria... se arrodilló y empezó a usar su tacto para tratar de adivinar en donde estaría la cabeza del santo de Leo... pero tubo un efecto un poco menos esperado en Ayoria, ya que los continuos golpecitos de Shaka empezaban a causarle cosquillas de vez en vez... ¿acaso esa era la manera en que Shaka le pediría perdón? ¡¿haciéndole cosquillas?!
El malhumor de Ayoria hizo que aquel ademán lo entendiera como una especie de insolencia por parte de Shaka, así que, fastidiado, emergió con molestia de entre la bola de mantas y demás sólo para encontrarse frente a frente con la sorprendida y hasta asustada mirada de Shaka.

Ayoria: ¡¿por qué no me dejas de molestar?!

Shaka: ...

Nada... ambos se mantuvieron mirándose en silencio... uno con furia... el otro solo con miedo...
Al final, Shaka bajo la mirada.

Shaka: Lo siento Ayoria...

No, esto desesperaba cada vez más a Ayoria, el que Shaka fuera frío, etéreo y ahora el que se sosegara tan fácilmente ¡no tenía sentido que fuera tan dócil! ¡Ese definitivamente no era Shaka!... ¿o sería el verdadero Shaka?... ¡¿qué rayos estaba pasando?!

Shaka: No hablo con mucha gente.

Ayoria: ...

Shaka: Y por eso no sé cómo dirigirme a los demás... tiendo a ser demasiado directo... y no sé mentir... por eso... prefiero no hablar... porque a veces daño a los demás...

Ayoria: Shaka... es que eres demasiado... tú.

Shaka: ¿Qué?

Ayoria: Que tal vez... deberías dejar de ser tan tú... y tratar de ser más... un ser humano...

Shaka: (Vio nuevamente a Ayoria a los ojos) Soy un ser humano...

Ayoria: No... eres tan... tú, que muchos te temen... piensan en ti no como Shaka... sino como... casi como en un dios... te ven tan lejos, inalcanzable... y eso les da miedo... Shaka, deja que los demás se acerquen, y que descubran al ser humano que hay en ti...

T_T primero le gritoneaba y ahora le hablaba con gestos que evolucionaron del malhumor a la ternura... hombres, quién los entiende...

Shaka bajó la mirada una vez más... Ayoria se quedó mirándolo... tal vez lo único que le faltaba a él mismo era tratar de entender a Shaka... trataba de enojarse con él... pero ahora sólo le daba pena siquiera haberle gritado... a su parecer, Shaka era una persona demasiado frágil (mientras no peleara; peleando, mis respetos), que necesitaba que alguien más lo cuidara... pero nadie lo quería hacer, porque lo veían a él tal y como Ayoria se lo había descrito... es decir, que la verdadera fuerza de Shaka la creaba él mismo y podía hacer sentir seguridad en otros... pero a él ¿quién le brindaba seguridad?... claro, ahora Ayoria empezaba a entender aquello de “solo nosotros podemos hacernos felices”...

Shaka: Creo... que eres la primera persona... con la que he hablado de... mi...

Ayoria: Errr... ¿qué?

Shaka: Gracias.

Ayoria:... ¿Eso es todo?... ¡¿Gracias?!...

Shaka: Supongo.

Ayoria: T_T Me das miedo Shaka...

Shaka: Lo siento.

Ayoria: Shaka... yo no...

Shaka: (interrumpiendo) ...Oye...

Ayoria: ¿Mande?

Shaka: Tengo hambre.

Ayoria: ...

Shaka: ...

Ayoria: ...

Shaka: ... ¿Qué?

Ayoria: Err... ¿y?

Shaka: Tengo hambre y frío... y sueño...

Ayoria: ...¿Y?...

Shaka se encogió de hombros.

Shaka: Quería que lo supieras...

Shaka bajó nuevamente la mirada, y Ayoria se puso a pensar nuevamente en lo hermoso que era... ¡MALDICIÓN!

Ayoria volvió a golpearse la frente...

Shaka: ¡¿Qué haces?!

No aquello era demasiado... tenía la cabeza llena de “Shaka, Shaka, Shaka” ¡¿y por qué?! Por qué de pronto pasaba esoooooo... tal vez por convivir tantos días a solas con él... sí... tal vez... o tal vez porque, muy en el fondo, siempre había sido así... ¿en serio?... Ayoria debía hacer algo al respecto... debía decirle a Shaka lo que pasaba por su mente o tal vez moriría por un bloqueo cerebral...

Ayoria: Ughhhh, si no te lo digo me voy a volver loco... Shaka...

Y muy atento, Shaka lo miró inocentemente a los ojos... y esta mirada para nada le facilitó las cosas a Ayoria quien empezaba a cambiar una vez más de color...

Ayoria: Mira... sé que... no nos llevamos muy bien que digamos... de hecho creo que eres soberbio, altanero, egoísta, tramposo, manipulador, egocéntrico...

Para ese momento Shaka ya había fruncido el ceño y una chispa maligna se adivinaba en sus ojos...

Ayoria: Pero... eso es precisamente lo que me confunde... porque, de repente, cambias, te transformas completamente y te vuelves... Tierno... sincero y protector... humilde... y entonces es cuando no puedo dejar de pensar que eres...

Las facciones de Shaka cambiaron lentamente de la molestia hacia la curiosidad... parecía, que jamás le habían dicho tales cosas...

Ayoria: Que eres... hermoso...

El joven rubio levanto bien altas ambas cejas...

Ayoria: Y que me gustaría tanto... tocarte... y protegerte... a pesar de todo...

Shaka: ...¿protegerme?...

Ayoria: (rascándose la cabeza) Es un decir... bueno... porque sé que eres muy fuerte... pero... también puedo ver que... eres frágil, como cualquier persona... Es decir... que también sufres, y que también puedes sentirte feliz o triste... que no eres perfecto... y que tienes mucho miedo de tantas cosas...

Shaka bajó la mirada una vez más ( T_T acción sin límite)... Pero se quedó callado, inexpresivo... Ayoria empezó entonces a apanicarse. Tal vez había echado todo a perder con su acto de sinceridad... pero ya estaba arto y necesitaba decirle a Shaka las brillantes conclusiones a las que había llegado al tener que convivir con él todo ese tiempo... ellos dos solos...
Ayoria había aprendido a respetar y a querer a ese joven, el mismo contra quien se había enfrentado un par de meses atrás, considerándolo su enemigo, por lo menos hasta antes de que Saori volviera a tomar poder en el Santuario... a partir de ese momento, muchas cosas habían cambiado, no sólo en el ánimo y forma de ser de Shaka, sino en la noción de Ayoria con respecto a sus compañeros restantes...

Shaka: Yo... te agradezco mucho Ayoria... que me descubras así...

Ayoria: ...

Shaka sonrió con un ademán tierno y muy agradecido... pero no fue capaz de ver a los ojos a Ayoria; por primera vez parecía estar apenado, ya que por fin, en sus mejillas, apareció ese color rosado... Y no sólo en su rostro, el de Ayoria también, nada más que ese parecía volcán haciendo erupción; las mejillas rojas de Shaka era lo único que le faltaba a Ayoria para acabar de convencerse de lo que sentía por Shaka... ¿lo que sentía por Shaka?... ¡Oh! Con que era eso...
Ayoria tomó a Shaka por los hombros, éste último volteó para verlo a los ojos automáticamente... No hubo de ninguna forma rechazo por parte del santo de Virgo, así que Ayoria se atrevió a acercarlo hacia sí, para abrazarlo con ternura... protegiéndolo, cuidándolo... Shaka tampoco se vio molesto por la última acción, y Ayoria supo entonces que era porque le estaba correspondiendo de alguna forma...

Ayoria: Aquí estoy...

Shaka se abrazó de Ayoria, y eliminó cualquier clase de resistencia; de ahí en adelante, era como si se hubiera entregado al otro joven, a permitir hacer lo que quisiera con su persona... Ayoria lo recargó en su pecho y luego se acostó en la serie de mantas y demás cosas... ahora fue él quien cubrió a ambos como le fue posible. Una vez los dos acomodados, Ayoria se atrevió por fin a acariciar con roces muy suaves el rostro de Shaka... el joven rubio le miró de nuevo, esta vez, correspondiendo la caricia, ya que él mismo imito a Ayoria... recorría con sus manos el rostro del muchacho moreno. Shaka le regaló así una sonrisa... una alegre y muy iluminada sonrisa, que en el rostro del santo de Virgo era algo tan maravilloso, no sólo por ser un acontecimiento extraño... sino por su sinceridad... porque en verdad representaba lo que Shaka sentía...

Saka: Gracias... Ayoria...

**********



Estaba respirando con dificultad... estaba temblando y sudando...
Hasta ese momento Shaka había podido dormir perfectamente... pero ese último momento en sus sueños... eso había sido una premonición... Shaka había visto el futuro que les esperaba... la llegada del dios oscuro a sus vidas...

Se había despertado de golpe, como cualquiera lo hace luego de una pesadilla demasiado real.. solo que en el caso de Shaka, él podía estar seguro de que no “parecía”, sino que “era” real...

Cuando por fin se tranquilizó, volteó a su lado, en donde Ayoria dormía profundamente emitiendo de vez en vez algún ligero ronquido... eso le dio gracia a Shaka... por lo menos ya no estaba tan asustado... Ayoria estaba ahí, roncando, bien o mal, pero estaba ahí, tal y como se lo había marcado antes de que se quedaran dormidos...

Shaka: Gracias...

Después de observar con profunda atención a su compañero otro rato, Shaka se levantó, había perdido el sueño... fue en ese momento cuando algo llamó su atención, un rayo de luz que le había golpeado en el rostro justo cuando se ponía de pie... Luz... eso sólo podía significar una cosa. Shaka se asomó por la pequeña ventana de la casita: La tormenta por fin había desaparecido, y en su lugar dejaba brillar un espléndido Sol...

El santo de Virgo se giró para ver una vez más a su compañero... este aún dormía plácidamente.

Shaka: Ayoria... lo siento... debo adelantarme...

**********



Mu estaba sentado como de costumbre en las escaleras de la entrada de su templo. Su mirada estaba perdida a lo lejos, capturando cada movimiento que pudiera suscitarse frente a su casa... bueno, en algo se entretenía...

Milo: ¡Oye, Mu...!

El muchacho de cabello lila se volteó a buscando la fuente de esta voz y encontró así a Milo acercándose hacia él. Una vez a su lado, el santo de escorpión se sentó.

Mu: Buenos días.

Milo: ¿Ayoria todavía no regresa?

Mu: También me da gusto verte.

Milo: ¿Crees que le haya pasado algo?

Mu: Sí, es un día bonito.

Milo: ¡Debería ir a buscarlo!

Milo se paró de un brinco y tal parecía que saldría corriendo... pero en ese momento, alguien más se acercó a los dos... Milo posó su atención en quien ahora salía de la entrada (complejo) de Aries.

Aldebarán: ¿Qué pasa?

Mu: Milo venía a darme los buenos días.

Aldebarán: ¿En serio?

Milo: ¡No! Yo me dirigía a buscar a Ayoria, estoy arto y no hay noticias de él... Dhoko puede hacer lo que quiera, pero ya me estoy preocupando, no ha regresado... ya van días que...

Aldebarán: Cálmate Milo, Shaka iba con él, no esta solo.

Milo: T_T Aldebarán... sólo has logrado mortificarme más...

Mu: Calma Milo... a pesar de su seriedad, Shaka es una buena persona.

Milo: Desde tu punto de vista Mu, ¡pero tú eres pacifista!

Mu: Guarda silencio, alguien viene.

Milo y Aldebarán voltearon sorprendidos al mismo tiempo al escuchar las palabras de Mu... y luego al advertir una serie de pesados pasos: Frente a ellos, apareció la cansada figura de Ayoria cargando, no sólo su armadura, sino la de Shaka también.

Milo: ¡Ayoria!

Aldebarán: ¡Estas bien!

Mu: bien enojado diría yo...

Justo cuando Milo y Aldebarán pensaban acercarse a saludar al recién llegado... se fijaron que Mu tenía razón, Ayoria traía la vista hundida en una oscuridad tenebrosa... ¿y por qué estaba cargando las dos urnas doradas? ¿dónde estaba Shaka?

Ayoria: Shaka... se fue sin decir nada... y dejó su estúpida armadura la cual tuve que traerme cargando T_T...

Milo: ¿Entonces no sabes dónde esta?

Ayoria: No... pero en cuanto se le ocurra aparecerse por aquí... juro que lo mataré por burlarse de mis sentimientos.

Todos: ¿?

Mu: Err... Ayoria... Shaka... ya ha llegado.

Los otros tres voltearon a ver a Mu con sorpresa.

Mu: Sí... llegó muy temprano y se fue a su templo... me dijo que debía meditar... y que si llegabas te dijera: ¿me trajiste mi caja?...

Huy... Ayoria estaba a punto de estallar del coraje... ¡Shaka lo había vuelto a hacer, lo había vuelto a tratar como a su sirviente! ¡¿por qué rayos lo habría dejado olvidado en aquel espantoso lugar?! ¡¡Podría haberlo despertado para que de perdida se fueran juntos!!

Ayoria: Debo... matar...

Ayoria salió corriendo a toda velocidad dejando tras de si una estela de polvo.

Aldebarán: Cough, cough... ¿por qué estaría tan molesto?

Milo: Cough, no cough, lo sé… tal vez ¿por Shaka?

Mu: (cubriéndose la boca con su mano para no inhalar la polvadera de Ayoria) Supongo entonces que les fue bien con su misión...

**********



Shaka estaba muy tranquilo meditando en el centro de su casa... Como de costumbre, se había sentado en posición de loto y trataba en su mente un tema que le había estado dando vueltas... que lo atemorizaba: La guerra... su muerte... la muerte de los demás y de... Ayoria...

De ninguna forma quería que eso sucediera... pero ya estaba dicho... y él no podía evitar el destino...

La profunda meditación de Shaka se vio interrumpida cuando tuvo que reaccionar a la obvia velocidad de la luz para quitarse de donde estaba sentado, antes de que su propia urna sagrada lo golpeara al haber sido lanzada por... un furioso Ayoria...

Shaka: ¿Qué te pasa?

Ayoria: ¡Imbécil! Nada más te falto darme una puñalada por la espalda ¡¿por qué no me despertaste o esperaste?! ¡Yo solo tuve que poner mi carota con la gente que era propietaria de la cabaña y además... TUVE QUE TRAERME CARGANDO TU ARMADURA!

Shaka: Ayoria yo...

Ayoria: ...

Shaka: Yo jamás dije que tenías que traerte mi armadura... por eso le deje dicho a Mu que si no traías la caja, por favor te preguntara dónde estaba para que la pudiera teletrasportar hasta aquí...

Ayoria: ·_·

Shaka: Ayoria...

Ayoria: (interrumpiendo) ¡De cualquier forma te odio por hacerme sentir tan idiota!

Ayoria salió corriendo de la casa de Virgo para poder regresarse a la suya propia a encerrarse (¿se podía encerrar en su propia casa?... que yo sepa no hay muchas puertas ...)
Shaka se quedó en silencio...

*********



Sus compañeros lo habían recibido muy bien... A Ayoria le dio gusto que alguien se preocupara por su persona... el sólo pensar que había alguien esperando a que regresara le dio la tranquilidad con la que ciertamente no había llegado... Ese Shaka... ¿acaso sólo lo había usado? ¿acaso no había entendido todas esas cosas que Ayoria le había dicho?... él había sido sincero... ¿por qué Shaka no podía ser una persona normal?...

Aquella noche era fresca... aunque claro, después de su odisea en Siberia, no era lo suficientemente fresca como para que Ayoria volviera a sentir el frío que había sentido en esa ocasión... aunque... sí sentía frío... pero este era diferente... sentía frío en su corazón...

Ayoria: Shaka... ¿acaso tu eres tan importante?...

Había permanecido recostado en la cama de su habitación, boca arriba, hasta ese momento, viendo el techo (pues que trae este con los techos? ¬ ¬ ) ... pensando... Poco a poco, se fue volteando hasta quedar en una posición casi fetal... aún sentía frío... tal vez ya se había acostumbrado demasiado al calor de Shaka... a ver sus ojos... esos ojos que sólo a él le había mostrado durante tanto tiempo seguido... y su cabello... con su color dorado y tan suave...

Ayoria se golpeaba de nuevo la cabeza (se quedará tonto si sigue así ) ... ¿Por qué? ¿por qué? ¿por qué?...

Tap, tap, tap...

Ese sonido… el joven castaño permaneció callado, en la misma posición, tratando de adivinar qué era ese ruido inusual...

Tap, tap...

Pasos... eran pasos...

Al siguiente instante se habían detenido... pero Ayoria entendía que, de quien fueran, estaba parado justo tras de él... y muy probablemente el sujeto en cuestión se había quedado viéndolo... porque sentía como una mirada le taladraba casi hasta el alma... No pudo evitarlo, se volteó para recibir a su “visita”... Era Shaka, viéndolo con sus hermosos ojos azulados en medio de una oscuridad iluminada por una Luna plateada y curiosa...

Ayoria: ¿Shaka?...

Shaka: Ayoria... ¿puedo dormir contigo?

Ayoria casi se cae de la cama, casi se le olvida lo directo que podía ser Shaka... pero trató de guardar compostura; se sentó entonces flexionando ambas rodillas contra su pecho (actitud berrinchuda, bien)...

Ayoria: ¡¿Así nada más?! ¡¿Acaso crees que estoy bien, que no estoy enojado contigo?! ¡Me dejaste solo! ¡Y de verdad me sentí como un idiota, Shaka!

Shaka: Yo... yo...

Ayoria: ¿Por qué te fuiste?... creí que... bueno...

El santo de Leo apartó su furiosa vista de la de Shaka y guardó silencio.

Shaka: ... Te... quiero... Ayoria...

Y como antes había retirado sus ojos de los de Shaka... Ayoria tuvo que volver a posarse en ellos por ese comentario... se quedó viéndole fijamente, tratando de imaginar a qué se refería con esa última aportación a la discusión... ¿te quiero?... ¿tal vez “te amo”?... porque Ayoria sí... él sí amaba a Shaka... y a pesar de todo, estaba enterado y ya no le importaba confesarlo incluso a él mismo... y todo porque creía que Shaka de alguna forma le correspondía... ¿entonces por qué había sido así? ¿por qué lo abandonó?... ¡¿y por qué demonios no pudo llevarse su armadura para que él no tuviera que andarla cargando?!

Ayoria frunció el ceño... luego volteó la cara con una actitud de berrinche... pero contrario a las predicciones de Shaka, quien sentía un agujero en el estómago en ese momento, Ayoria alzó su brazo y le ofreció la mano; aunque no lo estuviera viendo, era un gesto inequívoco de que le daba la bienvenida para dormirse con él...

Shaka sonrió y tomó la mano de Ayoria, quien entonces lo jaló lentamente.

Fue hasta que Shaka estaba sentado a la altura de Ayoria que éste último volteo a verlo nuevamente a los ojos.

Ayoria: Tampoco creas que voy a dejar que te duermas conmigo cuando quieras ¿eh?...

Shaka: (movimiento negativo) No... es que... no puedo dormir... Tengo... miedo.

Ayoria cambió sus facciones hacia la sorpresa... ¿de qué tenía miedo Shaka?

Shaka: Ayoria... hasta hace poco... podría haber enfrentado cualquier cosa sin remordimientos... incluso a la muerte... tal y como te lo dije en Siberia... Pero esta vez... ya no podría...

Shaka miró a Ayoria a los ojos con una mueca de angustia y tristeza.

Shaka: Porque... eso significaría... perderte...

Ayoria: ·///·

Shaka: Y perderte... a la única persona que me ha visto como soy... o que ha querido verme como soy... es peor que perder la vida... antes te dije que me importaba “nada”... pero ahora... tu has llenado ese hueco al que yo llamaba “nada”.

Shaka volteó a ver la mano de Ayoria que aún sostenía con la suya...

Shaka: Mientras eso pasa... mientras muero... ¿puedo quedarme contigo Ayoria?... ¿puedo ser tuyo?... ¿puedes ser mío?...

La frialdad de Shaka había cedido... en su lugar, Ayoria sólo podía ver sinceridad... “El verdadero yo de Shaka”...
Aún no lo entendía del todo... no entendía por qué reaccionaba a veces sin explicarse... por qué se había ido... ¡y la verdad ya no le importaba!... ya no le importaba nada más que proteger a su Shaka... al Shaka que solo él conocía.

Ayoria abrazó a Shaka con fuerza y volvió a recostarse junto con él mientras le susurraba al oído...

Ayoria: Puedes quedarte Shaka... siempre voy a estar... donde tú me necesites... aunque eso signifique esperarte... T_T o buscarte... lo prometo.

Shaka sonrió con cariño y luego se perdió en el abrazo protector de Ayoria...

“Tu calor es tan seductor... esta lleno de paz... creo, que nunca había sentido antes algo así... ojala pudiera quedarme para siempre en este momento... pero no puedo, nuestras vidas pronto deberán cambiar, y lo poco que hemos logrado proteger, se perderá completamente en la guerra que esta por venir, puedo sentirla... y sé que moriremos todos... sé que moriré... pero te agradezco este único momento... te agradezco que me hayas regalado tu calor de esta forma...”

fin.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).