"Colores"
Primer color: Rojo
"El rojo es un color que parece salir al encuentro adecuado para expresar la alegría entusiasta y comunicativa. Es el más excitante de los colores. Transmite pasión, emoción, acción, amor, deseo y sexo; también cosas negativas como la agresividad y el peligro"
A Allen le encantaba el color rojo, era uno de sus favoritos. Muchas cosas buenas eran de ése color:
1. Las manzanas
2. El listón de su cuello
3. La sangre que corría por las venas de todos los seres
4. El cielo cuando atardecía
5. La adorable cereza que colocaban en la punta de un Banana Slipt
6. Las rosas y otras flores hermosas
7. El cabello de Lavi
Esto último, en realidad, fue lo que le hizo adorar ése color...
Podía palparlo cuando acariciaba su suave cabello...
Lo olía cuando se recargaba en su regazo
Lo veía brillar cuando el Sol lo enaltecía con su luz...
Podía sentirlo, maravillarse de él cuando Lavi, caracterizado por ésa encantadora pasión, se colocaba encima suyo y le deleitaba con sus besos... unos que no tardaban en bajar y atender su demandante erección
Se aferraba a ése color cuando sus manos buscaban las hebras rojizas justo en el momento previo al orgasmo
Y finalmente podía amarle cuando Usagi, feliz y exhausto al igual que él, le rodeaba con sus brazos y recargaba la cabeza en su pecho, listo para dormir...
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Muchas cosas buenas eran de color rojo... y sin duda disfrutaba de la mejor de ellas
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Segundo color: Plateado
"El plateado es el color de la Luna (la que siempre está cambiando). Se relaciona con la parte femenina y emocional, los aspectos sensibles y con la mente. Equilibra, armoniza. Es un color que ayuda a limpiarse interiormente"
Desde que podía recordar siempre le había fascinado el color plateado, mucho más al contemplarlo en el astro nocturno llamado Luna. Cuando estaba llena era como un Sol, que en vez de emitir luz dorada era plateada; que en vez de calentar, enfriaba... y que en vez de quemar la vista, la relajaba.
Las noches en las que Bookman decidía que dormirían a la intemperie podía quedarse absorto en el astro y en su luz plateada... en su forma, en sus medidas... y siempre trataba de distinguir al famoso conejo (cosa que nunca logró)
Otras cosas eran de ése color, como las monedas, las joyas, algunas herramientas, vestidos, zapatos y trajes... sin embargo ninguno le llegaba a la pura y encantadora tonalidad de la Luna
Nada se asemejaba... hasta aquella tarde en que conoció a al "Destructor del tiempo"
Independientemente de su cara, cuerpo y heridas, lo primero que le llamó la atención fue su cabello...
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Esas hebras lisas y suaves eran plateadas... tan plateadas y brillantes como la Luna... o incluso más, pues cuando el Sol le inundaba adquiría una tonalidad espectacular... hipnotizante... inigualable...
Era como si una Luna caminara a plena luz del día... y le fascinaba...
Le fascinaba observar ése plateado, acariciarlo, besarlo... contemplarlo tan cerca y sentirlo tal cual... pero, en especial, le encantaba saber que tal color y la persona que lo poseía le pertenecían a él y SÓLO A ÉL...
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Miró desde la cama la Luna que ya se alzaba en el cielo nocturno... observó su color plateado... y lo comparó al de Allen, que yacía dormido y completamente desnudo entre sus brazos...
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Definitivamente el plateado de Walker era mil veces mejor que el de la Luna... y le pertenecía sólo a él
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Sonrió...