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Hit Me por Yamiko_Kaminari

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Bueno... gracias por haberme mandado Reviews Je Je, este capítulo estaba casi terminado cuando subi el brimero, asi que aqui lo dejo... el otro... no se si lo tenga para el viernes o para el sábado, pero mas o menos en esos días los subiré... Y bueno... en el próximo capitulo estaba planeado un Lemon... si no quieren que lo pnga solo díganme y veré que hacer... en Fin, ya saben, criticas constructivas se aceptan y si hay algo que se me fue y haya quedado oncoherente diganmelo tambien ^.^u

No les entretengo mas... aqui esta el cap...

El ruido del timbre llenaba toda la casa, casi inescuchable, pero que llamaba la atención de cualquier persona dentro del edificio, o por lo menos a cualquier persona despierta. Pero ese no era el caso. Nadie estaba despierto en esa casa, a la cual, el pelirrojo estaba maldiciendo.


 


El chico se sentó en uno de los escalones que había para llegar a la puerta, pensando. Había ido bastante tarde, quizás no estaba, pero su motocicleta estaba estacionada afuera, y al único lugar al que iba caminando era a su casa, lo más seguro es que estuviera durmiendo. No había ido a verlo a casa desde hacía bastante, las cosas se pusieron extrañas y aunque el rubio no quisiera revelar la razón, siempre, disimuladamente le decía que no podía ir a verlo a su casa por ningún motivo... Y luego el conejo... no sabía que rayos estaba pasando, y tampoco si era bueno o malo, pero definitivamente tendría que saberlo. Tarde o temprano.


 


Se quedo mirando el suelo, quería levantarse e intentar de nuevo que Mello saliera y le dejara pasar... pero vio algo interesante. Un camión de mudanza. Estaban llevando las cosas a la casa de al lado... no es que le interesara demasiado, pero se acordaba de que antes ahí vivía un señor de avanzada edad, un vecino muy aburrido... entonces... ¿que tal si esta vez se trataba de un vecino más interesante?


 


Casi se adentraba en el camión, su mirada no era muy disimulada. Notó que la puerta del copiloto se abría, seguramente el nuevo vecino saldría...


 


-¡Auch! – Matt se giró encontrando a un Mello en pijama, enojado, y con el puño cerrado, pues acababa de golpearle la cabeza


 


-¿Qué haces aquí? – dijo entre dientes, supuso que no quería armar un lio, y no sabía porque, puesto que a el nunca le había importado que todos le miraran en la calle cuando gritaba maldiciones por cualquier cosa que le molestara, se preguntó quien estaba más molesto. Si Mello por quien-sabe-que-cosa que Matt hubiera hecho mal para que saliera de esa forma, o Matt, porque su rubio amigo hubiera interrumpido el momento en el que sabría quien era su nuevo vecino. Matt volteó a ver la puerta del camión de mudanzas otra vez; estaba abierta, quizás esa persona ya había entrado a su nueva casa.


 


-¿Qué hago aquí? – preguntó mirando a su amigo, reprochándole con la mirada haber arruinado su descubrimiento – Vine a  verte – bufó, mientras Mello miraba el camión de mudanzas


 


-Vaya... parece que tengo nuevos vecinos – se fijo de los sillones, estilizados modernamente y con un efecto de piel de serpiente – No creo que sea una familia – dijo en voz baja, mas para si mismo que para Matt, pero este pensaba lo mismo. Mello sacudió levemente su cabeza y le miró, de nuevo enojado – Vete a tu casa Matt, iré detrás de ti – iba a cerrar la puerta, pero el aludido lo evitó, sonriéndole.


 


-No. – dijo únicamente


 


-Matt, no estoy jugando... La casa esta hecha un desastre – excusó, pero Matt no le creyó; Aun asi este se giró, y comenzó a caminar hacia su auto, uno diferente al mustang de la noche anterior, claro.


 


-No te creo – dijo por ultimo mientras subía al auto y arrancaba el motor para después irse de ahí.


 


-Ya lo sé – Mello giró sobre sus talones y entro a su casa nuevamente.


 


Se dirigió al baño, pues ahora tendría que cumplir con lo que dijo e ir a casa de Matt por un rato. Al salir de la ducha se encontró a un Near, mirándole con esos vacíos ojos, aun mas vacíos que antes, gracias a el. Se acercó y le besó la frente mientras sonreía; una vez más, el peliblanco hizo notar solamente para el esa diminuta sonrisa. Sabía que estaba mal lo que le había causado, pero aun asi, amaba que el chico siguiera sonriéndole aunque fuese tan imperceptiblemente. Se preguntó cuando sería capaz de recuperar su consciencia, hablarle, aunque fuese solo para echarle en cara que el era mejor. Extrañaba discutir, pero sin duda le gustaba tenerlo tan cerca sin necesidad de que fuera a la fuerza, o por lo menos no para momentos tan... “románticos” como lo fue ese beso en la frente.


 


Se vistió y se despidió de el, le dijo que volvería mas tarde y salió de casa. Lamentablemente iba tan distraído pensando en porque Near ya no reaccionaba, que no se dio cuenta de que no aseguró la puerta, y ni siquiera la cerró como debía.


 


Lamentablemente, le abrió paso a Black.


 


Una persona que salía de casa, se fijó de que la puerta de la casa de al lado estaba ligeramente abierta, asi que se dirigió hacia ella para asegurarse de que fuera a gusto del dueño de la casa y no porque un ladrón se había metido.


 


Se asomó en cuanto estuvo frente a la puerta, y al no divisar a nadie cerca, se metió a la casa. Miraba todo con asombro, era un apartamento con el tema del color negro por todos lados, muy limpio y muy bello en verdad.


 


-Eh... ¿Hay alguien aquí? – llamó, pero nadie respondió, siguió caminando, hasta que se encontró con una figura muy llamativa sentada en la cama de la primera habitación, un chico peliblanco de ojos grises con la mirada perdida y a la vez asustada, lo miró detenidamente, parecía más pequeño que el y era sumamente tierno. El extraño se quedó de piedra, jamás había visto a un chico tan perfecto... pero... no podía decir lo mismo de sus ojos – Hola... ¿Cómo te llamas? – le preguntó, mas el chico no respondió, y se limitó a mirarlo.



Near lo miraba detenidamente. Por fuera parecía indiferente, pero por dentro estaba sufriendo de unos sentimientos revueltos moverse sin control dentro de su cuerpo y sin saber porque. Ese chico... De cabello más negro que la oscuridad más profunda que hubiese visto, con ojos color miel que resaltaban en su nívea piel, vestido con un sport negro y un pantalón de cuero parecido al de su secuestrador, su cabello parecía no haber sido domado por la mañana, y tenía un mechón de cabello más largo que el resto. Era más alto que él, el sport que vestía hacía notar su realmente bello cuerpo, no muy musculoso, pero estilizado tan perfectamente. Sintió una ligerísima presión en su pecho, y por primera vez desde que pasó la primera noche con Mello, sintió la necesidad de hablar con alguien no solo para rogar que no le hicieran nada.


 


-S-soy... Near – respondió con dificultad. Le resultó bastante extraño escuchar su propia voz después de tanto tiempo.


 


-Hmm... – se le quedó mirando por un rato, causando que el más pequeño se incomodara. Al darse cuenta sonrió – Lo siento... es que... eres tan lindo – Los ojos de Near se abrieron hasta donde les fue posible, con... miedo, entonces el pelinegro le miró alarmado y comenzó a retractarse de sus palabras – No, no... No quise decir eso... Near, no te asustes – se sentó quedando frente a frente con el – Lo siento, no quise asustarte – sonrió, Near solo asintió con la cabeza – Y... ¿No eres muy pequeño para vivir solo? – el negó con la cabeza enérgicamente


 


-No vivo solo... yo... ni siquiera es aquí donde vivo – parecía desconcertado


 


-Bueno... pero... La puerta estaba abierta, podrías correr peligro si la dejas asi – sonrió, y de nuevo los ojos de Near se abrieron más de lo que debían.


 


-¿A-abierta? – preguntó, Mello era muy cuidadoso con eso... el primer dia intento escapar, y la puerta estaba más asegurada que una caja fuerte.- ¿Quién eres? – preguntó muy intrigado, el pelinegro le pareció una persona bastante interesante.


 


-Puedes llamarme Black – sonrió


 


-¿Black? ¿Qué tipo de nombre es ese?


 


-Es un seudónimo... No me gusta dar mi nombre verdadero, soy el nuevo vecino... de quien sea que viva en esta casa, ya que tu no vives aquí – no dejaba de sonreírle, su sonrisa era radiante, tan alegre, ajeno al porque de que Near estuviera en esa casa – Por cierto... si tu no vives aquí... ¿entonces de quien es la casa, y porque tu estas aquí? – el “conejito” se quedó helado... Mello nunca le había dicho que debía hacer en una situación asi... quizás jamás habría pensado que eso ocurriría, pero ahora estaba sucediendo, y la mirada extrañada de Black cada ves era más intensa por no recibir respuesta alguna.


 


-Vacaciones – soltó – estoy de vacaciones y mi amigo me ofreció su casa para quedarme – el chico le miró con duda, pero decidió no preguntar mas, era todo, al menos por el dia. Se puso de pie y le sonrió de nuevo al peliblanco.


 


-¿Me acompañas a la puerta? – el chico asintió, y comenzó a caminar detrás de el en camino hacia la puerta, luego el pelinegro se despidió amablemente y dejo el lugar. Near cerró la puerta enseguida.


 


Por un momento se preguntó porque no huía... ¿Por Mello acaso? O... ¿Habría sido por querer conocer más al nuevo vecino? Después de todo, Black había causado bastante revuelo en el. Ahora, por primera vez en bastante tiempo estaba consciente de lo que hacía, consciente de que caminaba, de que hablaba, de que respiraba... consciente de lo que pasaba a su alrededor y no ausente en su mundo hasta que veía llegar a su captor llegar a casa. Se dirigió hacia la habitación, más precisamente a la ducha. Una vez más sintió que se relajaba al sentir las gotas de agua acariciar su piel, antes solo podía sentir la frialdad de estas golpearlo sin piedad, dejando marcas invisibles en el. En cambio ahora sentía necesidad por sentirlas recorrer su cuerpo. Una simple visita del vecino nuevo había hecho muchas cosas en su interior. Que sentimental se había vuelto en este tiempo, y el darse cuenta de eso le hizo sentir enojo. Mientras pensaba, se hundía cada vez más en su mente, platicando con el antiguo Near, que le reprochaba la sensibilidad, mientras el solo podía darle la razón. Se dio cuenta de que había pasado bastante tiempo en la ducha, por lo que salió dando un enorme suspiro. Se dirigió hacia su ropa y se vistió para asi poder ir a la cama otra vez, esta vez se había puesto el pantalón del pijama, consciente de que había exhibido más de lo debido la noche anterior. Caminaba a paso lento hacia la cama, cuando una caja llamó su atención, ahora que lo recordaba, esa caja la había visto el dia anterior, Mello la traía entre sus manos, pero la había dejado en el suelo cuando lo cargó y lo llevó a la habitación... quizás la llevó ahí antes de irse. Se acercó a ella dudoso, pero al final termino abriéndola.


 


Al abrirla un escalofrío recorrió todo su cuerpo, dejándolo tembloroso, negó varias veces con la cabeza y se llevó una mano a la boca, cubriéndola, lo que estaba viendo era completamente horrible, sus ojos se cristalizaron rápidamente. Era un vibrador... Un maldito vibrador que seguramente Mello había comprado para divertirse con él. Las cosas no podían ir peor.


 


Recordando lo que Black le había dicho, y esta vez sin titubear, salió corriendo de la habitación hacia la puerta, la abrió y comenzó a correr por la calle, seguro de que era libre y de que había escapado antes de vivir una acción muy cruel, abandonando esa esperanza al sentir que chocó con alguien y cayó al suelo. Levanto la vista... Era Mello.


 


El rubio le miró sorprendido y muy, muy enojado, lo tomó del brazo fuertemente, lastimándolo, y lo llevo de vuelta a su casa. Al entrar, lo tiró al suelo, el peliblanco obtuvo un golpe muy fuerte en la espalda, y se retorció del dolor, mientras que Mello le miraba sonriendo de manera perversa.


 


-No debiste tratar de escapar... Conejito – dijo, luego se dirigió hacia el y lo jaló del cabello, haciendo que se pusiera de pie mientras le miraba con pánico, le besó fugazmente los labios y lo llevó a su habitación, dejándolo caer al suelo, sin ninguna consideración. Se sentó a horcajadas sobre él, y se dio cuenta de que la caja, estaba abierta, entonces miró a Near con los ojos muy abiertos, los ojos grises que momentos antes habían recobrado su vitalidad, la habían perdido de nuevo, quedando en shock, lagrimas gruesas resbalaban por sus níveas mejillas y el enojo de Mello, aumentó, aun cuando segundos antes parecía desvanecerse. – No debiste abrirla – pronunció, bajando la mirada, quedando sus ojos escondidos bajo su flequillo...Y Near... el ya no respondió.

Notas finales:

Estuvo mas largo que el otro je je... diganme que opinan :) Hasta la proxima!

Ah si por cierto... el personaje que aparece, Black, es mio ñ.ñ... es mi conciencia pero audicionó y le di el papel en el fic (?) xD el caso es que le invente una historia... un tanto extraña pero en fin... Nos vemos!


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