OBSECION
SUMMARY
Lo que puede empezar por una simple necesidad puede acabar como una obsesión fatal
Capítulo 1
El Retorno del Rey (no hablo del señor de los anillos XD)
Dos semanas desde que Shibuya Yuuri retorno a su hogar (la tierra), para concluir los exámenes de la escuela, lamentablemente cuando este trato de volver, le fue imposible, el portal de agua que conectaba a ambos mundos, el que era su puerta de entrada se había serrado, impidiéndole el ingreso.
El rostro de Yuuri cada vez que intentaba y fallaba era de angustiante dolor, al pensar que jamás volvería a ver a sus amigos, la duda lo invadía al pensar que ocurriría con su reino las cosas aun no iban bien entre humanos y mazukos, y lo más importante y alarmante… ¿algún día volvería a ver a Wólfram?, el simple hecho de pensar en esa posibilidad le partía el corazón, dándose cuenta poco a poco que después de la noche maravillosa que ambos compartieron, efectivamente si amaba en demasía al rubio, ahora si debía encontrar una forma de regresar.
Sus intentos eran inútil, cada vez era lo mismo, incluso había ocasiones que prevaleció en la tina durante días, hasta casi se ahoga sumergido en esta, esperando que su otro yo abriera la puerta.
Su familia lo veía preocupada e impotente, ya que solo podían mirar, y tratar de dar consuelo inútilmente. Yuuri parecía sordo ante toda posibilidad de resignación. El volvería, tarde o temprano, no importaba el tiempo… regresaría.
Dos años desde que fue a su reino, aun no se había resignado, pero por el bienestar de su familia había decidido ceder y dejar de intentarlo con tanta perseverancia, ahora lo intentaba cada vez que estaba solo en casa, así nadie se preocuparía.
Muchas veces trato de pedir una explicación lógica a Murata (el gran sabio), pero era inútil, este siempre lo eludía, diciendo paciencia Shibuya, las puertas se abrirán cuando el reino te necesite, regocíjate gracias a ti tu gente vive nuevamente una era de paz.
La frustración lo embargaba de numerables maneras:
En sus sueños soñaba con wólfram llamándolo infiel por todo el tiempo que lo había abandonado, y lo acusaba de haberse ido con alguna humana de su mundo
Esos sueños eran los más dulces, pues pese a los regaños del rubio Yuuri siempre sabia como apaciguar las cosas y ambos terminaban juntos, esos sueños eran los más divinos, los sueños mojados de Yuuri, donde finalmente era uno con Wólfram.
Otras veces sus sueños se transformaban en horribles pesadillas, cuando veía a su rubio abandonárnoslo con otro, diciendo que ya no lo amaba que se había cansado de esperar que algún día el se enamorara.
Esos sueños eran la razón de las innumerables noches de desvelo del pelinegro, preguntándose cuanto tiempo había transcurrido ya en su reino, como estaría wólfram, ¿seria capas de reemplazarlo?, pero si eso ocurría… ¿Quién sería el pobre que se ateriese a robarle lo que por derecho era suyo?
Sus pensamientos divagaban y a veces su sangre hervía de rabia e impotencia, otras lloraba de dolor y desesperación. Pensaba que se volvería loco.
Si los sueños eran una especie de consuelo y castigo, las alucinaciones lo eran más...
Yuuri muchas veces creyó oír al Wólfram caminar cerca, en sus espaldas, susurrándole aquella frase que le susurro al oído el día que se entregó a él "te quiero, te amo… no me abandones"
Al darse la vuelta sedaba cuenta que no había nadie, otras veces parecía verlo, pero al alcanzarlo no era más que otra persona.
Cansado sin ánimos de nada, decidió ir a la plaza a caminar un poco, se detuvo en una fuente dispuesto a dejar reposar en ella su humanidad el resto de la tarde, cerró los ojos y se olvido de todo.
Desde el fondo de la fuente el agua comenzaba a perturbarse, las ondas chocaban una contra la otras formando pequeñas gotas que salpicaban hacia la superficie, poco a poco fueron tomando forma, la forma de una mano que luchaba por llegar a alcanzar el cuerpo durmiente de Yuuri.
Comenzó a oír el ruido del agua enfurecida de la fuente, quiso abrir los ojos pero luego decidió no hacerlo, no quería ilusionarse por nada, pensaba que se trataría de su tonta imaginación jugándole otra tonta pasada.
Finalmente la mano había terminado de formarse y ahora parecía tener más fuerza que al inicio, ya que no fue mas que fracción de segundos los que demoro para jalar del brazo a Yuuri y arrastrarlo dentro de la fuente.
-!-sintió como el aire comenzaba a faltarle, era irritante ser trasportado así, pero dentro suyo no tardo en sentirse completamente feliz, finalmente volvería a ver a Wólfram y los demás.
Salió de la enorme piscina, todo empapado, dio unos cuantos pasos para salir completamente de esta, y con una sonrisa a medias dijo suavemente
-¡Estoy en casa!