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En esta vida... por lirionegro

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Notas del fanfic:

A quie esta la continuacion de mis historia. espero que les agarde como a mi gusto escribirla. no hay necesidad de leer la enterior para leer esta. pero aya ustedes

Notas del capitulo:

Esta historia se remonta a la nueva vida de nuestro queridos amigos, y los nuevos obstaculos que se les presenta en esta etapa de la vida en el que cada uno debe tomar su propio camino, por que eso es ser adultos.

AH, FELIZ CUMPLEAÑOS SASUKE.

 

Naruto y sus personajes le pertenecen a kishimoto sama. yo solo los uso a mi beneficio.

En esta vida…

 

Capitulo I: Por ese error…

 

 

uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

 

 

Jamás creyó verse en una situación como esa, en la que cada uno de sus sentidos se iba nublando poco a poco, dejando a su paso la embriaguez que se apoderaba de él. Sólo quería borrar el dolor, esa era su excusa.

 

Vaya cosas que suceden en este mundo, se repetía a si mismo. Pensar que hace unos minutos estaba feliz, sus padres se habían ido de la ciudad, a una ilusoria segunda luna de miel. Y a pesar de ello, eso no le había molestado a nuestro rubio amigo. Él no se volvería a comportar como un niño de cinco años que se negara apartarse de las faldas de su madre, y gritará: “¡Llévenme con ustedes, llévenme!”

 

Es más, el hecho de quedarse solo le alegro mucho, sus padres podían tardarse todo lo que ellos quisieran. Para él – un joven de 17 años y en su último año de bachillerato, además de encontrase en SAN GAKKI- esto era ocasión de fiesta. Ya se imaginaba la “pequeña reunión” que haría en su casa cuando todo estuviera despejado.

 

Quien iba a saber que esos deliciosos momentos durarían tan poco. ¡Maldición! Ni siquiera le quedaban ganas  de recibir a sus invitados que, ahora que lo recordaba, no tardarían mucho en llegar. En este momento no sonaba tan mala la idea de haberles pedido a sus padres que le llevaran con ellos.

 

Era la culpa de ese idiota, por venir a amargarle la vida con sus decisiones sin consultar. Entendía que ese era su sueño, pero donde estaba el sueño de ambos. Ser felices, para él también era importante.

 

El timbre de la puerta sonó, retumbando en sus oídos con fuerzas. Genial, lo que le faltaba ahora tenía que aparentar frente a sus amigos, que no había sucedido nada con una hermosa sonrisa, y seguir con la fiesta. Y pensándolo bien, tal vez eso era lo que necesitaba. Una fiesta para olvidarse de la preocupaciones, y del dolor que le provocaba el recordar la discusión de hace unas horas.

 

Con aparente calma, y una actuación digna de un Oscar- o al menos es lo que se decía- recibió a sus amigos. Listo para divertirse, y armar jerga. Fue cuestión de instantes en que su casa se convirtió un revuelo de jóvenes que bailaban, tomaban y estaba, más que seguro, que algunos estaban en algún rincón manoseándose por ahí. Había más desconocidos que nada, pero que importaba, lo único que quería era distraerse. Pero parecía que la suerte no pensaba lo mismo, por que no había instante en que algo le recordará al imbécil causante de su sufrimiento.

 

Especialmente, el joven que se acercaba a él, con pasos lentos pero firmes. Estaba completamente seguro a que venía.

 

- Hola, Gaara.- lo saludo sin abandonar su sonrisa -. Me alegra que hayas venido. Espero que te diviertas.

 

- Gracias por invitarme- le respondió el pelirrojo sin inmutarse por el "cordial" saludo del rubio- ¿Creí que Sasuke estaría aquí? ¿No lo has visto?

 

- No, se fue a su casa- le respondió secamente. Odiaba que el pelirrojo preguntara por Sasuke en cada ocasión que se le presentaba. Él y el pelirrojo hubieran sido los mejores amigos- y de hecho en un tiempo lo fueron- si no hubiese sido por la llegada de Sasuke. De seguro su relación hubiese sido la mejor. Pero no, el regreso del azabache había volcado su mundo, y dado un cambio de 180º grados. En un principio, creyó que era para bien, pero ahora no estaba tan seguro.

 

-¿A quién quiero engañar? Lo eres todo para mí. No cambiaría nada de lo que pasamos.

 

-Veo que han vuelto a pelear- la voz del pelirrojo lo sacó de sus cavilaciones antes de que el pudiese ponerse de acuerdo consigo mismo para resolver la situación.- Ustedes dos no tienen remedio. Me quedaré un rato más, y luego me iré. No me gustan mucho las multitudes. Nuevamente, gracias por invitarme.

 

- Por que no me dices mejor que, como Sasuke no esta aquí no hay razón para que te quedes- no supo en que momento se atrevió a decir esas palabras, pero tal vez ese estado de nerviosismo había sido la causa de su arrebato. Los ojos verdes de Gaara lo miraron de forma penetrante, hasta podía jurar que había ira en ellos. Muy bien, eso lo hacía sentirse nervioso, pero no se doblegaría. Sus palabras estaban dichas y ahora a enfrentarse a las consecuencias.

 

Gaara no parecía querer decir ni una palabra al respecto, de hecho solamente lo miraba. Así que por un instante creyó que el pelirrojo se daría la vuelta por donde vino y se iría. Pero no, Naruto no supo de qué manera habían calado fondo sus palabras en el pelirrojo. Y lo iba averiguar muy pronto.

 

- Es verdad, quería ver a Sasuke. Él es la única persona con la cual me entiendo en este tipo de situaciones. No nos gustan las multitudes. En eso él y yo nos parecemos. Y tu y él difieren ¿cierto, Naruto?- una sonrisa socarrona se asomo en los labios del pelirrojo, y eso hizo enfurecer a Naruto más que nada. Aunque era cierto que Sasuke y él era muy diferente en algunos aspectos, mientras que Gaara y el azabache tenían tanto en común, pero Sasuke lo había elegido a él como "compañero", no al Sabaku. Sino a Naruto Namikaze. Y ese era un punto a su favor, o al menos eso quería creer.

 

-          Pero, aunque no lo creas, Naruto. Me duele que aún creas que mis sentimientos por Sasuke vayan a ser la causa para lastimarte. Respeto la decisión de Sasuke. Y si el se decidió por ti, no hay nada que yo puedo hacer- Gaara tenía razón, el pelirrojo nunca había mostrado indicio de querer hacer algo en contra de la relación que mantenía con Sasuke, por que no era de ese tipo de personas que busca hacer daño con esa artimañas, y por sobre todo por que apreciaba a Sasuke, y aún le tenía aprecio a aquel que aún consideraba su amigo, Naruto. Y eso, hizo sentir peor al rubio. Por que no tenía que andar reprochándole nada al pelirrojo. De hecho debería estar agradecido con él. De sus amigos, el pelirrojo era el único que sabía que la relación de Sasuke y él era más que amigos. Y eso se debía a que Sasuke había querido ser claro con el pelirrojo en el momento en que su relación se formalizo. Nunca supo a ciencia cierta como se lo tomo Gaara el día en que Sasuke y él platicaron del asunto. Más que nada por que el azabache no había querido que se involucrara en la plática, alegando que iba hacer mejor que ellos dos hablaran a solas. “Dos son compañía, tres una multitud”. Le había dicho Sasuke, cuando este le había pedido participar en el encuentro.

 

Y ahora, se podría decir que en parte Sasuke había estado en lo correcto. Él de alguna manera, no sabía manejar esas situaciones tan bien como Sasuke, no podía mantener la calma como el azabache, prueba de ello era la situación que estaba viviendo en esos momentos.

 

-          Lo siento, Gaara.- quiso disculparse con el pelirrojo por su actitud anterior, realmente estaba muy arrepentido- Estoy hecho un manojo de nervios y no debí desquitármelas contigo. Soy un idiota- no le molestaba insultarse frente al pelirrojo, por que se lo tenía muy merecido.

-          No importa, Naruto - le hablo con más calma el Sabaku – Pero, hablo en serio cuando dije que jamás buscaría hacerles daño, a Sasuke ni a ti. Aunque, no lo creas eres uno de mis mejores amigos, el mejor. Aun hoy, lo pienso.

-          Tu también lo eres para mi, Gaara- le respondió al pelirrojo con casi desesperación- pero, como puedes ver, no se muy bien controlar mis sentimientos, mucho menos los de los demás.- y nuevamente su mente lo llevo a los recuerdos de momento atrás. Sasuke y él discutiendo. El moreno pidiéndole que lo escuchara, que se calmara de una buen vez, y dejase de que comportarse como un niño. Y eso le dolió. Por que no había podido comprender los sentimientos de la persona que mas quería en este mundo.

-          No se lo que paso entre tú y Sasuke- le hablo de nueva cuenta el pelirrojo- pero sé que lo arreglaran de alguna forma u otra.-y en ese momento Gaara le sonrió, le sonrió de verdad. Una sonrisa que no hacía gala de aparecerse en cualquier momento. Gaara era aun serio que el mismo azabache, al menos Sasuke sonreía de vez en cuando, mas que nada gracias a él,- y no era por presumir- así que ver al pelirrojo sonreír era señal de cataclismo. Aunque mejor no lo mencionaba, no quería hacer enojar al muchacho.

-          Muchas gracias, Gaara- le sonrió- Eres un gran amigo.

-          Tu también, Naruto. – le contesto de nueva cuenta- creo que tú y yo deberíamos platicar un poco mas para limar asperezas ¿no crees?- el rubio asintió rápidamente con una sonrisa, en eso estaba de acuerdo. Aunque él y el pelirrojo parecían estar bien. Habían cuestiones que dejar un poco claras entre ellos- pero que sea mas adelante, tú tienes otros asuntos que arreglar. Nos vemos, Naruto.

-          Hasta luego, Gaara

 

Observo como el pelirrojo se adentraba entre las multitudes, mas específicamente al grupo de los “chicos serios”- nombre dado por el mismo-, el grupo en el que muchas veces Sasuke participaba. Y nuevamente, el recuerdo del azabache le vino a la mente. Aunque la platica con Gaara le había reconfortado. Sabía que tenía cosas que arreglar. Pero no sabía como. Aunque hace unos momentos se sentía tan seguro en lo que iba a hacer, ahora nuevamente ese peso en su pecho le nublaba el sentido común. Y eso no era bueno. Sin querer pensar en nada más, se acerco a la barra de su cocina dispuesto a retomar y desahogarse. Se había prometido así mismo aclarar ese asunto, pero en estos momentos no podía, no cuando el dolor no había mermado por completo. Así que era mejor relajarse, ya mañana arreglaría todo este asunto.

 

Tan bloqueado estaba en sus pensamientos, estaba consigo mismo que no noto cuando una chica se sentó a la par suya, hasta que esta le hablo: - Hola, Naruto. Pareces deprimido, te molesta si te acompaño.

El ojiazul dirigió su mirada hacia su nueva acompañante no solicitada, y se encontró con la figura rubia y pálida de Shion. El pelirrubio no le tomo importancia y siguió en lo suyo. La chica tomo la actitud como una afirmación y se quedo a acompañarlo, tenía en mente arreglar sus problemas con Naruto, y así poder recuperarlo. La chica ignoraba que la mente del pelirrubio no se concentraba en ella, sino en los recuerdos de horas atrás, recuerdos que le dolían pero que eran de su obligación enfrentar. Y así mismo, superarlos.

 

 

 

 

uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

 

 

Nuevamente esa piel me llamaba a hacer locuras, y yo no pensaba en contenerme. Esa sensación la experimentaba como nueva, sin importar cuantas veces habíamos estado ya en esta situación. No me cansaba de ella. Nuestras calientes pieles hacían contacto en cada rose de nuestros cuerpos. Tu voz sonaba como música en mis oídos, me encantaba hacerte gemir, aunque tú te controlases para no emitirlo, y este apenas se escuchase. Pero estando tan cerca, el uno del otro, para mi eso no era un obstáculo. Nuevamente tomo tus labios entre los míos, y nuestras lenguas se encuentran en total sincronía, explorando esa boca que no es desconocida, pero que cada vez que hacemos ese pequeño detalle, no se como explicarlo, pero se siente como si fuera la primera vez. Me gusta el sabor de tu boca, el sonrojo que toma tu rostro cuando estamos en estas situaciones, la suavidad de tu piel, y sentir tus manos sobre la mía. Dios, Sasuke. Me vuelves loco.

 

Apenas habíamos terminado de arreglar todo para la fiesta, me acerca a ti sigilosamente como un cazador a su presa, y te acorrale para besarte y llevarte a mi habitación. Teníamos que aprovechar, no había nadie en casa y aun faltaban a un par de horas para que todos llegaran. No había mejor oportunidad para aprovechar, ya estaba extrañando el contacto con tu cuerpo. Por alguna razón te removiste entre mis brazos, y tratabas de decirme algo, pero yo te acallaba con mis labios, y pedía a tu lengua participación con la mía. Luego de unos segundos me la concediste, y al verte tan entregado te lleve a mi habitación. Mi mente estaba nublada, y lo único que podía pensar era hacerte mío ahora mismo.

 

Cuando empiezo a deshacerme de tu camisa para explorar con mas plenitud tu torso, tu me detienes en medio camino. Tus manos tiemblan por el deseo pero no me dejas continuar con mi propósito. Te miro a los ojos con la pregunta muy clara en ellos ¿Qué sucede? Te levantas de la cama forzándome a mi a hacer lo mismo. Te colocas correctamente la ropa y me haces frente minutos después. Veo un poco de miedo en tus ojos mezclado con tristeza, y eso me extraña. Jamás he visto esa mirada en ti y, por un momento, eso me asusta. Toda la calentura de minutos antes desaparece. Y solo me concentro en lo que dirás.

 

-          Naruto… me voy a Londres a estudiar leyes.- claro y conciso, oí como Sasuke pronunciaba esas palabras que mi mente aun no lograba procesar. No se cuanto tiempo pase en ese estado. En un principio Sasuke enfrentaba mi mirada, que rogaba que fuese una broma de mal gusto, pero luego la esquivo y la poso en el suelo. Me di cuenta que Sasuke no es el tipo de personas que hace ese tipo de bromas. Y el maremoto de emociones no soporto más y exploto.

Comencé a gritar de qué demonios hablaba, quería explicaciones ahora mismo y las quería ya. Sasuke trataba de calmarme en vano, yo no sabía en ese momento lo que era la calma. Lo único que resonaba en mi mente eran esas palabras. Esas palabras que me estaban matando poco a poco. Mis ojos comenzaron a arder y mi respiración se hizo cada vez más fuerte, me senté en mi cama por el simple hecho de que ya no podía permanecer de pie. Mi cuerpo temblaba y no podía sostenerme. Sasuke se acerco a mi, preocupado. Se arrodillo hasta quedar a la altura de mi rostro. Poso su mano en mi rostro y poco a poco borraba las lagrimas que mis ojos botaban, no me di cuenta cuando me puse a llorar.

 

-          Esto es difícil para mi también, Naruto.- hablo Sasuke en la misma posición- mi padre cree que es lo mejor para mi, y a ciencia cierta, así es. Tu sabes que siempre he querido estudiar leyes.- yo aun no pronunciaba ninguna palabra, y Sasuke, al ver que no diría nada, continuo- me aceptaron en Oxford, la carta llego hace dos semanas. – poso sus manos en su cabello tratando de controlar los nervios de su cuerpo, sabia que era eso, siempre lo hacia cuando estaba nervioso- no sabia como decírtelo… no quiero lastimarte, pero sabes que esto es lo que siempre he querido y…

-          ¿Lo que siempre has querido, dices?- le interrumpí, sulfurado- ¿Y que hay de nosotros? ¿Te has olvidado de nosotros? ¿Qué paso con eso de estar juntos y jamás separarnos? ¿Todo era mentira? ¡Responde! ¡¿Era mentira?!

-          ¡Claro que no era mentira, Naruto!- me respondió mientras se ponía de pie- ¡También quiero estar contigo y lo sabes! ¡El que vaya un tiempo a Oxford no quiere decir que me olvide de nuestra promesa!

-          ¡Pues no lo parece!- seguí gritándole, mientras me ponía de pie también para quedar a su altura- ¡Por que así fuese no estarías haciendo tremenda estupidez!

-          ¡¿Hacer lo que yo quiero es una estupidez, Naruto?!- me grito fuera de control- ¡¿Realmente piensas eso?! ¡Así que si te digo que tu sueño de ser agente de policía es una estupidez ¿lo aceptarías?! ¡¿eh?! ¡Responde! O ¡¿Simplemente por que es lo yo quiero es una estupidez?!

-          No entiendes, Sasuke- le hable con aparente calma- ni siquiera me dijiste que habías hecho una solicitud. ¿Cómo esperabas que me lo tomara? ¡¿eh?! – mi paciencia se fue esfumando- ¡Ni siquiera me lo consultaste! ¡Ay, no pero para que molestarse en decírselo al idiota ese! ¡A ese me lo tengo comiendo de la mano, no tiene importancia! ¡Para que tomarse la molestia!  ¡¿O, no pensaste eso, Sasuke?!

-          ¡¡No!!- su grito me descoloco un poco, me fije en su rostro y con horror como las lágrimas emanaban de sus ojos- ¡Pero ciegamente creí que me ibas a entender y apoyar! ¡Que estupido fui, ¿no crees, Naruto?!- yo no quería hacer eso, pero el tenia que entender que esta situación era muy difícil para mi, la sola idea de no verlo todos los días me ponía como loco. No podía soportarlo. Mi mente no abarcaba la idea que Sasuke se fuera otra vez.

 

Guardamos silencio por varios minutos, la respiración de Sasuke se volvía acompasada, pero de sus ojos seguían brotando lágrimas. Y eso era lo que más me dolía. Verlo de esa forma me apretujaba el corazón. No podía hacerle daño. Nunca.

 

Sasuke se alejo de mí para dirigirse hacia la puerta de mi habitación. Al ver lo que hacia me dio un ataque de desesperación. No quería que se fuera, no quería perderlo. Pero pies no se movían, mi cuerpo no respondía y eso empezaba a frustrarme. Antes de traspasar la puerta por completo, Sasuke fijo nuevamente su mirada rojiza- por las lágrimas- hacia mí, y hablo:- Cuando estés más calmado, hablamos. En este momento ni siquiera puedo verte.

 

Y sin nada más que decir se fue. Escuche sus pasos en la planta baja, y como la puerta principal era abierta y cerrada. Y yo todavía estaba ahí, de pie, como estupido. ¿Qué haría si Sasuke decidía terminar conmigo? No, el no podía terminar conmigo. Además, ninguna de las palabras que había dicho anteriormente daba a atender que quería terminar con nuestra relación. Aunque había dicho algo de que debían de hablar, pero espero que se tratase de arreglar las cosas para tratarlas con más calma. Ahora lo que necesitaba hacer era pensar con la cabeza despejada. Sasuke quería estudiar en el extranjero, se iba a ir. Y  como su pareja debía aceptar su decisión, fuese cual fuese. Pero, el solo pensar en no verle, la furia me  carcome por dentro y un fuerte dolor en el pecho me inunda. Borraba cualquier sentimiento de compresión que tuviese para la decisión que mi azabache había tomado. ¡Demonios! Necesitaba despejar mi mente. Baje los escalones hasta la planta baja, tome unas cervezas que había comprado para la fiesta del congelador y me situé en la barra de la cocina; y empecé a beber. Se que esa era la manera mas estupida para despejar mi mente, pero quería borrar cualquier sentimiento que estaba haciendo estrago en mi interior. Mientras sentía el liquido atravesar mi garganta me di cuenta que no era tan mala idea después de todo. Mi mente se nublaba y poco a poco los recuerdos se difuminaban, así que seguí bebiendo, necesitaba calma. Solo eso, ya luego pensaría como arreglar la situación. Luego pensaría en lo que debía hacer.

 

 

uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

 

 

 

Una mano acariciando su rostro detuvo el camino de sus pensamientos, aunque los recuerdos, gracias al alcohol que profanaba su cuerpo se iban difuminando lentamente. Observo el recorrido de la mano hasta toparse con un par de ojos violetas que lo miraban fijamente y una tersa piel blanca casi como la de cierto azabache que amaba con locura. Pensaba tanto en esos ojos negros, esa cabellera azabache y en esos labios que no se cansaba de besar, que no se dio cuenta como un par de labios se acercaba a los suyos y como unas manos se sujetaban a su cuello acercando su cuerpo al suyo.

 

Y Naruto… Naruto se dejo llevar, beso esos labios que no le parecían lo suficientemente deliciosos para seguir besándolos; pero como nos sucede siempre con el alcohol, este nos nubla la mente y no nos deja pensar, borrando nuestro lado racional, obligándonos a dejarnos llevar sin ataduras ni remordimientos. Y eso fue lo que hizo nuestro rubio amigo, se dejo llevar por el alcohol. Que excusa más absurda.

 

No pensó en nada cuando sujeto con sus brazos a ese cuerpo que se arrimaba al suyo, no noto la diferencia entre ese cuerpo y ese otro que tanto anhelaba, no dio paso a sus pensamientos ni a esa voz que resonaba en su cabeza, que balbuceaba cosas que no lograba o no quería entender. Ni cuando sus pies se movieron directo a su cuarto, chocando de vez en cuando pero finalmente llegando a su destino. Olvido la fiesta de bajo, olvido a sus amigos y simplemente siguió acariciando a ese cuerpo que poco a poco lo hacia dejarse llevar por el deseo. Los dos cuerpos cayeron en la blanda cama mientras seguían besándose. El rubio dejo de besar los labios para bajar al cuello de ese cuerpo, al que tenia sometido, y por un instante su mente se despejo y detuvo sus acciones.

 

Cuando quedo frente a frente contra ese cuerpo que se encontraba bajo del suyo, esa piel la vio diferente, mucho más hermosa. El cabello rubio se volvió de un tono azabache con reflejos azules –siempre le había encantado ese detalle- , y los ojos violetas se convirtieron en ese negro noche que el adoraba. Y todo la cordura en el se derrumbo. Ante sus ojos estaba Sasuke. Ese cuerpo no era el de una chica- o al menos era eso lo que la mente del chico le hacia ver-, ese cuerpo pertenecía a esa persona que amaba con locura. Esa persona que podía ser un maldito arrogante presuntuoso con aires de tu – no – puedes – ser – mejor – que – yo – ni – en – mil – años pero por la cual haría cualquier cosa, solo tenia que pedirla. Por que quería complacerlo, por que quería hacerlo feliz. Por que Sasuke era su todo.

 

Unos brazos volvieron a tomar su cuello para seguirlo besando y Naruto se dejo, por que en su mente era Sasuke el que estaba con él, era Sasuke a quien estaba besando, era Sasuke a quien le iba a hacer el amor… Y todo lo demás se volvió negro, oscuro y no hubo nada más en su mente, solo una cosa, solo una persona: Sasuke.

 

Sasuke…Te amo.

 

Notas finales:

y AQUI esta. No me maten, prometo mejorarlo. espero que sea de su agrado, y prometo actualizar la continuacion. no se cuando, pero una promesa es una promesa. esa es mi camino para ser una escritora (donde abre escuchado eso antes ¬¬).

espero reviews, acepto felicitaciones, opiniones, recomendaciones y criticas.

me alimento de ellos para seguir escribiendo. y no importa que tan insultante sean, sus criticas me volverán una mejor escirtora. gracias y nos vemos luego

ciao.

por cierto

FELIZ CUMPLEAÑOS SASUKE. PROMETO UN MEJOR REGALO


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