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Jinchūriki por loveless059

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Notas del fanfic:

Como no todavia estoy trabada en un capitulo de mi otro fic, no se que se me dio por escribir este

Naruto no me pertenece, solo es de Kishimoto - san pero rogare por que algun dia me ceda a Gaara - chan obvio que junto con Lee - kun

 

Notas del capitulo:

Bueno se me ocurrio mientras escribia el quinto capitulo de mi otro fic, el cual hasta ahora no esta terminado lo cual me enoja porque se supone que debia estar subiendo eso y no esto en fin

Por favor, seguro que hay errores porque lo he terminado casi con los ojos cerrados (son las 4.14 am) pero que los corregire

es la primera vez que escribo algo dando saltos en el tiempo pero espero que se pueda comprender   

Al principio pense que jinchūriki significaba contenedor pero segun el wilkipedia significa poder de sacrifio humano. Asi en base a esa idea desarrolle esto.   

Espero que les agrade

Jinchūriki

 

-       Lo siento muchacho

Fue lo último que escucho antes de que todo se oscureciera y después de ese momento pasaría mucho para que volviera a ver alguna luz.

xxxxx 

La puerta se abrió, dejando pasar la una figura ya bastante conocida sosteniendo la única luz que iluminaba su existencia.

Ya sabía que pasaría, era una rutina. Y él como una criatura de hábitos aprendió a aceptarlo.

xxxxx

Naruto y compañía se encontraba en Tsuna, pararon ahí para reabastecer sus provisiones. Gaara los  recibió con una cordial bienvenida e invito a todos a almorzar a un lugar donde servían un buen ramen, ya que todavía no existía una sucursal del Ichiraku.

Durante el transcurso del día el pelirrojo pudo socializar con cada uno de los integrantes de la comitiva de Konoha, algunos eran viejos conocido otros eran nuevos.

 Ese día fue especialmente divertido. Gaara era feliz. 

Los tres hermanos acompañaron a los aliados hasta las afueras de Tsuna, se quedaron ahí parados hasta que  desaparecieron de su vista.

Los nervios de los mayores se crisparon cuando inesperadamente el menor empezó a reír a grandes carcajadas; algo iba a pasar…. algo que no sería agradable, lo intuían

-       Lo quiero – fue lo que salió de los labios de pequeño aun manteniendo esa sonrisa macabra… aun riendo bajo – lo quiero para mí – podría decirse que era una pedido, sonaba como un niño que se le ha antojado un dulce, pero ellos sabían que los pedidos de su hermano eran ordenes… ordenes que debían ser satisfechas con prontitud.

Ambos se miraron y maldijeron su suerte. 

-       Lo que tu desees, Gaara – le respondieron sus hermanos, mirando el perfil del pequeño con total ternura – lo que tú quieras – volvieron afirmar en una sola voz.   

xxxxx

-       Tsunade – sama - entro el ANBU visiblemente agitado – al fin los hemos encontrado… – informo

La Hokage miro directamente al enmascarado, frunció el ceño y con una sonrisa de satisfacción oculta entre sus manos, ordeno – tráiganmelos

La rubia nunca fue una persona vengativa pero esta ocasión era diferente, no dudaría en torturarlos si era necesario.

El nerviosismo del ANBU se hizo evidente, todos conocían el humor de la sannin, ella no le dejo terminar, esto iba mal - … todos están muertos  – anuncio.

La habitación quedo en silencio, por parte de la rubia solo se escucho un –tsk –de forma despreciativa y el ruido del escritorio partiéndose en dos.

-       Mi shinobi... quien quiera que lo haya lastimado deseara no haber nacido - era la resolución de la Hokage

xxxxx

No podían aceptarlo, no de nuevo… repetir la pesadilla de nuevo… otra vez… eso es imposible

 Nunca se cansaría de maldecir, odiaba a todos y a cada uno de los habitantes de Tsuna, en estos momentos  desearía tener el poder suficiente para detener el acto más cruel que estaba por presenciar

… y sentía la impotencia… la impotencia que fluía junto con su sangre y la llevaba a cada parte de su cuerpo… la impotencia que parecía veneno… veneno que lo estaba matando de la manera más cruel posible…

Exploto… así de sencillo… él nunca fue un hombre sentimental pero no podía dejar de llorar...y seguían cayendo una tras otra, las lagrimas… malditas lagrimas… maldita sea Tsuna… maldito sea él mismo por ser tan inútil…

Quería gritar… pero no salía nada, solo lagrimas… de que servía ser un shinobi… de que sirvieron todos esos entrenamientos… maldita sea, de que sirvió proteger a la aldea… de que sirvió soñar… maldita sea Tsuna… maldito sea él por ser tan inútil… antes no fue capaz de hacer nada porque era un niño pero ahora… ahora que pretexto tenia… maldita sea toda la aldea… y maldito él por su impotencia

  … y las lagrimas seguían cayendo…

-       Es hora – escucho. Alzo la vista y encontró una mirada que seguro era el reflejo de la suya misma. No quería… no quería… maldita impotencia… maldita Tsuna…

Pero él no podría ir contra el deseo de su hermano… su pequeño hermano… aquel que estaba dispuesto a volver a tener al monstro en el interior por el bien de la aldea… y por enésima vez maldijo a Tsuna…

Se puso de pie y entonces reparo que su cuerpo pesaba… tal vez era su conciencia… debieron fugarse… debieron irse… pero el pequeño solo quería ser útil y se vio obligado a quedarse…

-       Ya es hora – repitió esa voz que era el mismísimo dolor – solo podemos quedarnos junto a él… solo debemos mantenernos a su lado – sintió que la voz se quebraba… que dudaba… se sintió reconfortado sabiendo que tenía en quien apoyarse

… y la siguió – Kankuro – llamo, y él la miro – a partir de ahora… a partir de este momento… lo que le haga feliz… se lo daremos – las palabras salieron firmes como su carácter… ella era confiable

Asintió en manera de respuesta. A partir de ahora lo que desee… lo que quiera, se lo merecía por su sacrificio… y entonces el rogo que su primer deseo fuera acabar con Tsuna.

Siguió a su hermana esperanzado en ese último de pensamiento… por favor, por favor, aniquilemos a toda la aldea… ellos se lo merecen…

xxxxx     

El sol era demasiado brillante, lastimaba sus ojos, quien iba a pensar que estaría anhelando la oscuridad… se rio de sus pensamientos.

Tenía arena en todas partes incluso dentro de su boca… estaba acostumbrado, no era nada nuevo. La arena le hacía sentirse seguro… retorcido, volvió a pensar.

-Hasta aquí llegaste – escucho, reconocía esa  voz y solo sonrío

- dime, cuanto he avanzado? – pregunto divertido

- diez kilómetros más que la última vez – respondía mientras se agachaba a darle agua

- eso está bien – se rio, mientras bebía desesperado, ya hace tres cuatro días que no probaba ni comida ni agua – está enojado? – cuestiono

- ah –  un suspiro cansado y aburrido escapo de sus labios. Paso los brazos del otro por sus hombros – sujétate bien – lo acomodo en su espalda y empezó a caminar – enojado es poco – respondió al fin.

- me lo imagino – y la sonrisa nuevamente en su cara.

Cada vez que lo veía se sorprendía, nunca lo veía enojado, no reclamaba, solo sonreía… una sincera sonrisa dulce… Cada vez que lo veía, comprendía y sus fuerzas se renovaban

-    Sabes ha vuelto a reforzar las paredes – le comento divertido, continuando la marcha a casa – hubieras visto, casi mata a los ingenieros ni que decir de los guardias – reía mientras recordaba la escena – fue divertido sobre todo cuando los enterró vivos durante dos días, para cuando los sacamos parecían cadáveres putrefactos – esta vez carcajeo fuerte, y lagrimas asomaron a sus ojos por tanta risa – pero se salvaron los muy malditos – había decepción ahí.

-    No digas eso – recibió una reprimenda de aquel que cargaba

Estaba enterado de la situación, se lo contaron ya hace mucho tiempo. Entendía a la perfección porque ellos hablaban de esa manera, pero no por eso iba a aprobar ese tipo de pensamientos. Sentía empatía con ellos, incluso él, cuando se lo contaron deseo lo mismo pero luego desecho esa idea y trato de encontrar un punto medio.    

-    Me espera una dura noche – dijo con resignación  – si una muy dura… muy dura noche – ahí estaba otra vez esas frases de doble sentido del otro – ah!! ya basta – gruño con falsa molestia – voy a dormir – anuncio y así lo hizo

Resguardado por los mejores 20 ninjas de la aldea el amo de las marionetas prosiguió su camino con su valiosa carga a cuestas.

-    Se pondrá feliz cuando te vea – fue en voz alta, más para sí mismo que para el dormido – se pondrá terriblemente feliz – sonreía alegre por ser capaz de demostrar su utilidad.

 

xxxxx

-    Pruébalo – era un desafió abierto

Ella no lo iba a tolerar – mocoso del demonio, entrégamelo!! – era un reclamo lleno de ira contenida, fermentada durante varios meses.

-    Pruébalo – volvió a retar – demuéstrame que lo yo lo tengo – se deleitaba con cada palabra que soltaba, las saboreaba…

Todos lo sabían, todos de la arena sabían el secreto del Kazekage pero no decían nada, nunca decían nada, no cuestionaban, no juzgaban… no hacían nada… acaso alguna vez hicieron algo?

Los de la hoja se sintieron en peligro, el Kazekage los había interceptado en la plaza, y los shinobis de la arena se posicionaron estratégicamente en la misma, y en los techos de los alrededores.

Cuántos eran?... podía ver a varios, todos de distintos rangos: jōnins, chūnin, incluso genin pero lo más sorprendente para Tsunade fue que los aldeanos comunes con armas caseras habían formado un circulo rodeándolos… murallas vivas que estaban dispuestos a aplastarlos…

-    Que pretendes con todo esto? ¿por qué lo haces? – intentaba entender la lógica de aquel monstro – existían formas más sencillas – gritaba a viva voz

-       De que hablas, no entiendo?  - sonreía con malicia ante las palabras de la rubia

Existían formas más sencillas, de eso estaba segura. Por qué entonces… por qué decidió atacar a la patrulla de reconocimiento, por qué asesinarlos de esa manera, por qué contratar sicarios para hacerlo, por qué secuestrar a esa persona… existían formas más fáciles para tenerlo... por qué tanto derramamiento de sangre…

Eran preguntas sin respuestas para ella, pero tan fácil de responder para cualquier de la arena: porque se le dio la gana...

Porque cuando volvió a verlo lo deseo, porque no quería poner en juego la paz con Konoha contrato a otros, porque cuando le entregaron a su adorado estaba herido y debían pagar con sus vidas, porque lo amaba permanecía encerrado… existían maneras más fáciles pero tardaría demasiado… Gaara lo quería así y así fue como sucedió.  

-       Lárgate – salió de manera tranquila, su voz volvió a la normalidad: seca, inflexible, autoritaria

-       No me iré de aquí sin él – esta vez era ella quien lo desafiaba

Arqueo una ausente ceja y sonrío dispuesto a demostrarle que la haría cumplir sus órdenes.

Tsunade se puso en guardia, sus acompañantes se posicionaron desenfundado los kunais, preparados para pelear.

Kankuro dio un paso delante de su hermano, soltando a Karasu y Kuroari. Temari hizo lo mismo. Protegerían a su hermano… no volverían a fallar.

La calabaza empezó a sisear.

Los pobladores de Tsuna estaban expectantes… siempre mirando… mirando sin hacer nada… solo existiendo… siendo cuidados como niños pequeños por el monstro que nunca duerme… solo mirando… mirando las vejaciones sin hacer nada e inventando pretextos para sentirse bien con su conciencia… solo observando y juzgando sin hacer absolutamente nada… solo esperando sus muertes a mano de su guardián… porque se lo merecían, ellos nunca hicieron nada y ahí se encontraba su mayor pecado…. merecían morir... ellos lo sabían y lo aceptaban

…y entonces él vino y los hizo sonreír… él llego y se acabo el miedo… su encierro se convirtió en la libertad de todos, sus gritos desesperados se transformaron en las risas de la población, y sus heridas curaron el sangrante corazón de la aldea…

… ellos solo miraban… siempre miraban… esta vez todo sería diferente, todo cambiaria…. ellos defenderían esa felicidad… morirían por la felicidad de la atormentado Kazekage…  lucharían hasta el final, con todas sus fuerzas sin rendirse, dando lo mejor de sí… porque eso también fue algo que el habitante permanente de la habitación del líder les había enseñado… empuñaron sus sencillas armas y avanzaron con determinación… por primera vez no se quedarían observando.

Estaban en desventaja numérica, y por mucho. Su enemigo tenía determinación, jamás vio tanta voluntad en otro lugar, ni siquiera en su propia aldea. Podía leer en los ojos de todos la misma idea. Estaba en desventaja y no solo era numérica.

Entonces esa odiosa voz volvió a sonar – Hokage se atreve a atacarnos, acaso nos está declarando la guerra – la sonrisa crecía y crecía – como verán todos este acto, viene usted de manera prepotente a acusarme quien sabe de qué y me amenaza – su cara se empezó a deformar por la satisfacción – Hokage – sama acaso está dispuesta a cargar en los hombros un derramamiento de sangre – pregunto con burla y sorna

Mordiéndose el labio giro sobre sus talones, no le daría el gusto de verla derrotada, y se dirigió a las puertas de la aldea para volver a Konoha, siendo escoltada forzosamente por la población entera que se asegurarían de que saliera.

-       Volvamos  - ordeno el Kage

Kankuro se apresuro a seguirle el paso a su hermano, volteo hacia la dirección de la plaza viendo como la gente seguía de cerca a los visitantes y entonces pensó que ya no los odiaba tanto… aun sus pecados no se redimían… pero ya no los odiaba tanto como antes…

xxxxx

Lo que encontró no le gusto para nada, en el mundo shinobi solo existía alguien capaz de controlar la arena, pero entonces su cerebro trabajaba a mil para buscar otra alternativa posible, después de todo no habían suficiente pruebas.

El encontrar arena entre las ropas de los asesinos que atacaron a sus camaradas hacia unas semanas podría significar muchas cosas. Tal vez… Gaara se encontró con ellos y al ver esa situación decidió ayudar… sí, era eso Gaara lo habría rescatado y seguro que estaban en Tsuna, porque desde esa distancia Tsuna quedaba más cerca, entonces lo más probable era que su compañero estuviera mal herido.

Apresuro su paso a la aldea aliada.

xxxxx

-       Por qué? – la voz salió tranquila, tal vez con un poco de impaciencia

-       Me sirve de entrenamiento – sonrío de manera divertida – tu nunca me dejas entrenar apropiadamente – e hizo un puchero

Atravesó la puerta, acercándose lentamente a la cama – no necesitas entrenar, no hay motivo – argumento con la misma voz inflexible de siempre.

Se paro justo al frente del otro, inspeccionado que no hubiera ningún daño. Se sintió aliviado al saber que nada estaba mal.

Empezó a quitarse las vestimentas que identificaban su cargo.

Estaba ansioso. Esta vez fueron siete días sin su presencia… lo extrañaba… lo necesitaba... era tan desesperante…

El otro lo observo, sabía que pasaría…

Su cuerpo se había acostumbrado, reaccionaba sin su consentimiento. El solo verle hacia que se excitará. Porque negarse a lo que le estaban ofreciendo.

Alzo sus brazos para atraerlo a su lado, y abrió las piernas listo para recibirlo… listo para el dolor… volvió a sonreír mientras que sus labios eran reclamados por su captor.        

xxxxx

-       Déjame verlo!! - exigió – Gaara!! – sus puños golpeaban la mesa; sus reclamos caían en el vacío y sus lagrimas no inmutaba en los más mínimo al pelirrojo – por favor, por favor – comenzó a rogar inútilmente

-       Gaara – llamo esta vez su hermana – el mencionado dejo de mirar el documento que leía para prestarle atención de mala manera

-       Se pondrá feliz – alego a favor de la petición

-       No – salió claro, conciso y con una clara advertencia de no insistir

-       Gaara – volvió a hablar – se lo debes, ayer te portaste muy mal – le hizo recordar – dáselo como regalo, a él le gustan los regalos – esta vez sonrío ampliamente

Era cierto, lo que decía su hermana era cierto, si pronto no hacían las paces todo se pondría peor y hasta tal vez terminaría con su diversión.

-       Llévatelo – fue su nueva orden – solo 10 minutos no más – e hizo el ademan de que se retiraran después de todo tenía muchas cosas que atender.

Lo condujo a través  de los pisos de la torre, pudo notar que en el piso que se adentraron estaba custodiado por muchos guardias, luego la siguió a través corredores hasta parar en una puerta. Temari hizo algunos sellos para desactivar las trampas después paso su manos por su cuello para sacarse el collar, que desde hace algunos años portaba, el cual era la llave de esa puerta. La puerta que guardaba lo más valioso de la aldea.

-       Entra, solo tienes 10 minutos – lo dijo de manera amable y procedió a cerrar la puerta nuevamente.

Ahí estaba después de tanto tiempo pudo verlo nuevamente… ahí estaba, sentado en el marco de la ventana enrejada sosteniendo un libro que resbalaba entre sus dedos mientras lo miraba sorprendido, abrió sus labios pero no salían palabras… él no podía dejar de llorar

-       Naruto  - al fin sus palabras salieron, aunque solo fueran un susurro  - Naruto!!  - repitió, esa era la voz que recordaba… voz llena de alegría, llena de vida

Ambos corrieron para encontrarse en medio de la habitación y darse un abrazo efusivo.

-       Ven, ven – le decía entusiasta mientras lo guiaba de la mano hacia la cama para poder sentarse

-       Cuéntame cómo va todo en la aldea? , están bien?, no se casi nada de nadie – empezó a reír – es muy difícil que me entere de algo…- y siguió hablando como era natural en él

Lo observaba y no podía creerlo, después de tanto… habían pasado tantos años.., su cabello estaba crecido cayendo de forma escalonada sobre su rostro, seguía siendo de un negro brillante y su contextura estaba… estaba un poco más delgado de lo que recordaba… lo demás seguía siendo igual… le parecía raro no verlo con su típico traje, pero claro después de todo ese tiempo ni modo, ahora llevaba puestas ropas ligeras propias de la aldea… no pudo evitar notar los moretones en el cuello ni las vendas esparcidas por los delgados brazos y otros cuantos repartido por las piernas y el tobillo… Se reprendió mentalmente por perderse en tonterías

-       Basta – puso sus manos sobre sus hombros  - Lee debemos escapar

-       Qué dices Naruto, no hagas bromas – descarto las palabras del otro con una sonrisa

-       Lee he venido a rescatarte – declaro firme sujetando al otro aun más fuerte

-       No necesito que me rescates – se soltó del rubio y  se puso de pie, su sonrisa en algún momento se perdió

-       Qué estás hablando Lee debemos salir de aquí, debe haber alguna forma – miro hacia todos lados solo había unos cuantos muebles y estantes llenos de libros, ventanas enrejadas, y dos puertas. Se aventuro a probar por esa otra puerta

-       No escaparas por ahí – lo paro el pelinegro – es el baño, es igual que aquí además debajo de cada ventana hay tres guardias.

La situación estaba complicada solo había una puerta y poco tiempo.

-       Naruto – volvió a llamar – déjalo así – sonaba casi frio, solo casi

-       Como puedes decir eso – estaba irritado, no podía hacer nada – como puedes… - sus ojos volvieron a derramar lagrimas por la impotencia

Lee se acerco y lo obligo a mirarlo – Naruto ya queda poco tiempo – miro el reloj, conociendo a Gaara seguramente solo le dio 10 minutos, todo era 10 minutos para él  -  dale mis saludos a todos, diles que estoy bien y que no se preocupen por mi – prosiguió con una sonría – por favor no les digas donde estoy – esto último lo dijo con seriedad – no quiero que Gaara – chan tenga dificultades

Alzo su dorada mirada con cólera, como era posible que se preocupara por esa persona. Quiso reclamarle, hacerle entrar en razón pero sus alegatos murieron en sus labios.

-       Lee – hizo eco la voz del dueño de la habitación

-       Oh, Gaara!! – miro por el hombro de su amigo  - ya terminamos

Corrió directo al recién llegado envolviéndolo en un tierno abrazo – Gaa – chan gracias por el regalo – decía mientras repartía pequeños besos por la cara del pelirrojo

Naruto veía con odio esa escena, tanto tiempo invertido buscándolo, todos lo buscaron para nada… y lo odio… empezó a odiar a Gaara, porque sabía muy bien que algo debió hacer para llegar a eso…

-       ¿Por qué? – cuestiono, ganándose una mirada interrogante de parte de Lee y otra de impaciencia del su ex amigo - ¿Por qué no intentas escapar? – insistió

Lee sonrió divertido por la pregunta del rubio y envuelto entre los brazos de su amante le respondió – Naruto tu más que nadie debería comprenderlo – Uzumaki no comprendía y su rostro lo evidenciaba.

El rostro de Lee perdió la sonrisa, sus labios se hicieron una línea, los grandes ojos perdieron su hermoso brillo; Gaara presiono el cuerpo de Lee con un brazo y el otro lo llevo a su mentón alzándolo para obligarlo a mirarlo y deposito un suave beso en su frente. Lee acurruco su rostro en el pecho de Gaara – porque soy el jinchūriki – respondió con una voz demasiado similar a la de su amante.

-       Lárgate – esta vez fue el turno de hablar de Gaara

Se dirigió a la puerta pero una voz suplicante lo detuvo – por favor, por favor ya no más…  - Naruto mordió su labio por la rabia, comprendía no le diría a nadie, no causaría ningún problema – no diré nada - dijo sin voltear, sin darse cuenta de la arena que iba tras él  y cerró la puerta dejando a los dos solos.

Temari lo acompaño hasta las puertas de Tsuna.

Caminaba arrastrando sus pies, que le diría a los demás, que explicación les daría.

-       Uzumaki – escucho, y volteo a verla

-       Lo necesitamos con nosotros, él es el único… el único que lo puede contener – las lagrimas se escaparon de los ojos de la rubia – nosotros nunca pudimos detenerlos… - su voz se quebraba – ya no pudimos hacer nada – era un llanto largamente reprimido – ambos se convirtieron en uno… esa vez el sello fue más fuerte – cayó de rodillas al suelo – tuvimos tanta suerte que no desapareciera por completo – se permitió ser débil -   cuando está con él … cuando está con él parece ser el mismo – a las palabras salían ahogadas, atropelladas – ya no.. ya no lo lastima tanto… ya no lo hace llorar… por favor… ya no está encadenado… ahora sale de vez en cuando… él ya no lo intenta matar… ahora está seguro… ya no lo lastima tanto… por favor…

Las lagrimas salían desbordantes, las palabras salían, por fin salían… la culpa la carcomía, ella era la causante de que Lee estuviera ahí, ella fue quien lo trasporto, fue ella quien lo puso en las manos de su desquiciado hermano… por esa razón, por esa razón ella se encargaba de curar la heridas de Lee, por esa razón trataba  de mimarlo en cuanto podía…

Las lagrimas corrían y el viento se llevaba la confesión que Naruto no quería escuchar, porque él se iba tranquilo pensando que Lee vivía feliz pero con esas palabras solo confirmaba lo que presentía.

Por algo había tanta seguridad, por alguna razón había barrotes, algún propósito debía tener esa  llave que brillaba en el cuello de Temari… alguien debía de ser el causante de las heridas vendadas, alguien debió partir el labio de Lee, alguien debió causar esa ligera cojera, alguien debió dejar esas huellas rojas en el delgado cuello del pelinegro… y dolía nuevamente dejar a su amigo a merced de ese monstro

Se alejo dejando atrás esa aldea…

Naruto sabía… él sabía que era ser un jinchūriki… sabía perfectamente cuan efectivo era el poder del sacrificio humano… podía culparlos acaso, Gaara se quebró  y se volvió el demonio que siempre fue, lo más lógico era conseguirle un contenedor… pero no por eso dejaba de doler               

… iría directo a Konoha, dejaría atrás a una llorosa Temari y a un Kankuro que intentaba consolarla, dejaría atrás a los shinobis que vigilaban su partida, dejaría atrás las miradas asesinas de los aldeanos… y sobre todo dejaría atrás al bijū  y a su jinchūriki…

 

OWARI

Notas finales:

tengo una gran obsesión con esta parejita, no puedo evitarlo, se me hace imposible.

Al principio pense que seria bueno que fuera Neji quien encontrara a Lee, pero he leido tantos fics donde el pobre siempre sale perdiendo que decidi no hacerlo sufrir esta vez en cambio puse a Naruto, quien ya esta acostumbrado a sufrir.

Gracias por tomarse el tiempo de leer y se los agradeceria más si comentan

cuidense!!


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