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Maid suicide!! por amy

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Notas del capitulo:

Hello everybody!!~~

 

Soy una sheet(?) -.- lo sé D':

Enserio lo lamento!! u.u

Lo de siempre, muchos trabajos, nada de tiempo T_T Pero ya! aprovecho que (por primera vez) no tengo tarea!! :D Y actualizo, auqnue ya me este durmiendo sobre el teclado XD

De nuevo, gracias a tod@s l@s que contestaron las preguntas!! :D Lollipop~ (yay! ya compré más! xD)

Am am... más monólogo? xD *le avientan un bolillo duro(?)*

*Dies~~*

Enjoy!!~

 

 

Me siento como un niño pequeño, asustado, temeroso de que algo pueda pasarme, vulnerable, pero a la vez, protegido.

Aún no está muy amanecido, puedo suponer que a lo mucho son las 6. No sé si en verdad estoy cansado, pero lo único que quiero es quedarme entre sus brazos, eso, me hace sentirme querido.

Desde anoche que la luz, al parecer, no vuelve. Por única vez en mi patética vida, agradezco mi, aún más patético, temor a la oscuridad.

Intentó dormirme pero no puedo, y creo que tampoco quiero, temo que esto sea un simple sueño, que después despierte y me dé cuenta de que esa pequeña estima hacia mí, nunca existió.

Agarré el brazo que Reita tenía sobre mi pecho, recostando mi cabeza en la curva de su cuello, oyendo su calmada respiración, el suave palpite de su corazón…

Definitivamente, si muriera ahora, no me molestaría.

Cerré mis ojos, concentrándome en ese suave palpitar, el sonido de su vida. Sentí que acariciaba mi mejilla, poco a poco, volví a abrir mis ojos, encontrándome con su penetradora mirada, no dije nada, quería disfrutar de esos momentos.

-Mi maid…-. Susurró sobre mis labios, su respiración chocaba contra la mía. Rompí esa corta distancia y uní mis labios con los de él. Me obligó a abrir mi boca, gruñí pero obedecí. Su lengua entró y empezó a recorrer toda mi boca. Me abracé a su cuello necesitadamente.

Con lentitud, se dejó caer sobre mí, sin apartarnos del beso. Casi lo empujé para que me soltara, necesitaba aire.

-Re-ita…-. Susurré viéndolo, su mirada representaba dominación, eso me hacía, otra vez, sentirme vulnerable.

-Let’s make a promise… You and me, just let’s be honest…-. Dijo mirándome fijamente, con una sonrisa. Lo miré expectante, continuó:

-We’re gonna run, Nothing can stop us… Not gonna get us-. Terminó poniendo su meñique frente a mí, reí y lo entrelacé con el mío. Vi como se acercaba peligrosamente a mis labios de nuevo, cerré mis ojos, sintiendo su respiración mezclarse con la mía. Hasta que escuché un timbrazo, lo oí gruñir, abrí mis ojos y lo vi separarse de mí, sacando su celular y contestando la llamada.

-En ningún lugar-. Dijo de mala gana, dándose la vuelta hacia la ventana. Me incorporé y lo miré, ¡¡quisiera matar al ser que me interrumpió!!

-No puedo, estoy ocupado, si ya lo sé. -. Se volteó y me miró con… ¿pena?

-De todos modos, no iré, adiós-. Dijo colgando y guardando el celular en la bolsa de su pantalón. Me miró sonriente.

-¿Tienes algo que hacer hoy?

-Ahm… no.

-Excelente, vendré por ti a las 3, ¿Ok?-. Dijo poniéndose la chaqueta que estaba sobre la cama.

-¿Ya te vas?-. Preguntó bajando la cabeza, decepcionado.

-Tengo que atender algunas cosas pero… hoy tendremos una cita-. Dijo tomándolo del mentón.

-¿Ci-ta?-. Repitió parpadeando.

-Así es, hasta entonces-. Se despidió dándole un beso en la mejilla, saliendo de la habitación.

-¡AHHHHHHHHHHHHHHH!!-. No pudo evitar gritar, tan pronto el mayor había cruzado el pórtico, se aventó a su cama y agitó sus brazos y piernas emocionado, ahogando sus gritos en la almohada.

-¡AHH!-. Volvió a gritar tomando su celular, marcó el número y esperó el tono.

-¿Aló?-. Se oyó una voz adormilada al otro lado de la línea.

-¡URUHA!!!-. Gritó con todas sus fuerzas, haciendo enojar al castaño.

-¡AGHH! ¡Maldito enano del demonio! ¡Casi me caigo de la cama! ¿¡Qué horas de llamar son estas!?-. Gritó molesto.

-¡AHHHHH!! ¡PATO! ¡Re-Re… salir yo con invitó!!-. Gritó agitando sus brazos y sus piernas.

-¿QUÉ? ¿Quieres calmarte? ¿Pues qué acaso te están dando tan duro?-. Preguntó sin dejar su tono molesto.

-¡Reita me invitó a salir!

-¡¿Qué jo…?!* ¡Repítelo!

-¡Reita me invitó a salir!-. Dijo soltando un chillido de emoción.

-¡Oh santos cielos! ¡¿Cuándo?!

-¡HOY! ¡A las 3 vendrá por mí!

-¿Dónde estás?

-En mi cama, en mi casa, ¿por?

-¡Enano, voy para allá!, ¡no te muevas!-. Dijo antes de colgar, Ruki se echó de nuevo a la cama, dando vueltas y pequeños brincos de la emoción.

-¡Voy a salir con Reita! ¡Voy a salir con Reita!-. Cantaba alegremente el pequeño mientras se revolcaba en su cama de un lado a otro.

-¡Taka! ¡Shima está aquí!-. Oyó el grito de su madre desde las escaleras, los pasos apresurados de su mejor amigo, y la puerta abrirse estrepitosamente.

-¡RUKI!-. Gritó al abrir la puerta, haciendo al menor caer de la cama, pero sin dejar de cantar.

-¡Ay! ¡Voy a salir con Reita!-. Siguió cantando, aún en el piso.

-Levántate-. Dijo al llegar a donde estaba el rubio.

-¡Sí! ¡Hola Uruha!-. Respondió levantándose de un brinco, saludando al castaño con un abrazo.

-Vaya que estás feliz hoy-. Dijo aceptando el abrazo.

-¡Sí! ¿Qué haces aquí?-. Preguntó separándose.

-¡Vine para arreglarte! ¿Has visto tu tinte? ¡Ya se te ve la raíz!-. Dramatizó llevando al menor frente al espejo.

-¡No!-. Gritó horrorizado al ver que era cierto.

-Vamos-. Dijo tomándolo de la mano.

-¿A dónde?

-¿Cómo qué a dónde? ¡Al centro comercial! Debemos comprarte ropa y arreglar tu cabello y…

-Espera yo, no tengo dinero para ir a comprar.

-No te preocupes por eso, cariño-. Sonrió sacando un manojo de billetes de la bolsa de su chamarra.

-¿De dónde lo sacaste?-. Preguntó asombrado, al ver la cantidad de dinero que había ahí.

-Regalo de mi querido Aoi-shii-. Dijo en tono meloso.

-Pero, Uruha yo no…

-¡Nada de nos! Aoi me lo dio para que me lo gastara en lo que yo quisiera, y quiero hacerlo en ti-. Dijo con una sonrisa.

-Gracias Uruha-. Dijo correspondiéndole la sonrisa.

-De nada pequeño, ahora vamos.

Ambos salieron de la casa del rubio, dirigiéndose al centro comercial. Recorrieron las tiendas, el menor se probó cantidad infinita de ropa, pero ninguna era la ideal.

-Uruha, no es la ropa, soy yo-. Murmuró desanimado, dándole un sorbo a su licuado.

-No digas eso, Taka-. Dijo el castaño, haciendo lo mismo.

-Pero es verdad, ninguna me queda, además, cuando no es eso, o es muy grande o es muy pequeña la talla-. Siguió encogiéndose de hombros.

-Pff…-. Resopló dándose por vencido en intentar animarlo, giró la vista hacia otro lugar, encontrándose con el conjunto ideal, según él.

-¡Vamos!-. Dijo con un brillo en sus ojos, jalando al rubio para que lo siguiese.

-Wow-. Susurró el rubio al llegar a la tienda, viendo en la vitrina el conjunto de ropa.

Ambos entraron y lo pidieron, la vendedora se los dio, Ruki rápidamente fue a probárselo.

-¡WOW!-. Dijo Uruha sorprendido, al ver al rubio salir del probador. El conjunto consistía en: una chaqueta de cuero, con adornos circulares en el cuello; un pantalón pegado, y unas botas debajo de las rodillas, todo en negro.

-¿Qué tal?-. Preguntó arreglándose el cuello de la chaqueta.

-¡Excelente! Incluso podría violarte-. Dijo con una sonrisa.

-Amm… ¿Gracias?-. Sonrió divertido, ambos rieron.

Después de pagarlo salieron de la tienda, dirigiéndose ahora a una estética.

-De acuerdo, dices que pasara por ti a las 3, ¿verdad?-. Preguntó mirando su reloj.

-Así es-. Respondió sentándose frente al espejo de la estética.

-Demonios, ya no falta mucho.-. Susurró, se dirigió a la chica y empezó a explicarle lo que haría con su cabello, ella sólo asentía atenta.

La chica empezó pintando su cabello completamente, no sólo las raíces, de unos tonos más obscuros que el que tenía.

-Curvéalo de aquí-. Ordenó Uruha, señalando algunos mechones, a la chica, esta obedeció.

-Listo-. Dijo la chica aplicando un poco más de espray.

-¡Excelente!-. Dijo Uruha sonriente, pagándole a la chica. –Pero… le falta algo-. Dijo poniendo un dedo sobre sus labios.

-¿Qué tal esto?-. Sugirió la chica colocándole unos lentes redondos de sol al rubio.

-¡Perfecto!-. Aplaudió felizmente.

El reloj marcaba ya cuarto para las 3. Ambos salieron corriendo del centro hacia la casa del rubio, el cual, en el camino, robó más de un suspiro.

-Agh, esas malditas perras-. Susurró hastiado, viendo como dos hombres se le quedaban viendo lujuriosamente.

-¿Qué esperabas? Si yo fuera ellos ya te hubiera violado-. Dijo mirándolo de igual forma, hasta que se oyó un chiflido, Uruha volteó y uno de los hombres le mandó un beso.

-Okey, eso ya no me gusto-.Dijo sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

-Jajá-. Se burló el rubio ganándose un golpe en el hombro.

-¡¿Es necesario maltratarme maldita bestia?!-. Preguntó molesto, sobándose el hombro.

 -¡Claro, simio!-. Respondió volviéndolo a golpear.

-Hijo de…-. Y así empezó, otra pelea, de rasguños, jalones de cabello, etc. Hasta que se oyó el sonido de un claxon, ambos voltearon, encontrándose con la hummer del rubio frente a la banqueta.

-¡Me largo!-. Dijo el castaño empezando a correr hacia su casa.

-Ho-Hola…-. Saludó el pequeño acercándose a la ventana de la camioneta.

-Vaya, te ves muy bien-. Dijo el rubio mirándolo malévolamente.

-Sube-. El menor abrió la puerta y, tan pronto se sentó, el rubio mayor atacó sus labios sorpresivamente.

-Te ves tan…-. Susurró Reita en su oído, al separarse del beso.

-Ahh…-. Suspiró al sentir la mano del mayor colarse por su pecho, acariciándolo suavemente.

-Delicioso…-. Susurró acercándose y suspirando en su cuello, haciéndolo estremecer.

-Reita…-. Suspiró al sentir un pequeño mordisco en su cuello.

-No puedo esperar para tenerte debajo de mí, gimiendo mi nombre, pidiéndome más…-. Susurró sensualmente, pasando su lengua por toda la extensión de su cuello, mientras tocaba superficialmente su miembro.

-Ahh… Reita…-. Susurró al sentir las caricias.

-Exactamente, así…-. Dijo volviendo a sus labios, mordiéndolos y delineándolos con su lengua.

-Pero mientras, ¿Por qué no vamos al cine?-. Preguntó separándose y poniéndose a una distancia prudente, dejándolo atontado.

-Es-tá bien-. Susurró mirando por la ventana, acomodando sus lentes.

Reita puso en marcha en motor y se dirigió a una plaza. Al llegar, ambos bajaron y se dirigieron al cine. Mientras esperaban a que la función comenzara, fueron a pedir las palomitas, refrescos, dulces y demás. Cuando marcaron las 4 y media, entraron a la sala, colocándose en los asientos de atrás. Habían elegido una película de terror.

-¿No tienes miedo?-. Preguntó acomodando su cabeza en la curva de su cuello, al notarlo empezar a temblar.

-N-o…-. Respondió sin apartar su vista de la película.

-No lo parece-. Dijo recorriendo sus muslos con dos de sus dedos, hasta llegar a su entrepierna. Ruki bajó la mirada, giró un poco su cabeza, el mayor volvió a juntar sus labios, en un hambriento beso.

Reita se separó del beso, dejándolos respirar. De nuevo, su mano recorrió los muslos del menor con lentitud y superficialidad. Sus dedos llegaron hasta su miembro, lo acarició como si de una mascota se tratase.

-Ahh…-. Se recargó en el hombro del mayor, ahogando sus gemidos.

-¿Te gusta?-. Preguntó sin detener sus débiles caricias.

-S-í-. Respondió enterrando sus dientes en el hombro de Reita.

Así se la pasaron durante toda la película; dándose besos en la obscuridad, con débiles caricias pasando desapercibidas.  Soltando inaudibles gemidos y suspiros ahogados.

Al salir del cine, se dirigieron a un lujoso restaurante, en el que Reita había hecho reservación en una mesa apartada a las demás, con una vista de la ciudad inigualable, en la terraza.

-Wow… Se ve todo desde aquí-. Dijo el menor impresionado, admirando el resplandor de la noche sobre la ciudad.

-Sólo lo mejor para ti, querido-.Dijo mirándolo fijamente con una sonrisa confiada.

 La cena fue servida, empezaron a hablar de trivialidades mientras comían. La velada fue, simplemente, perfecta.

-¡Akira-san!-. Un estruendo interrumpió la conversación. Akira arrugó el entrecejo.

-¡Lo bueno que lo encuentro!-. Dijo haciéndose notar, la misma chica con la que había estado Akira en la cafetería días antes de la subasta.

-¿Qué hace aquí, Yume-san?-.Preguntó intentando sonar cortes, pero lo único que quería es que esa mujer lo dejara en paz.

-Su madre me dijo que no iba a ir a la junta, y yo debía hablar urgentemente con usted-. Dijo acercándose a la mesa.

-Estoy ocupado-. Respondió levantándose y abriéndole la puerta para que saliera.

-Pero… ¡Akira-san!-. Chilló poniendo la mejor cara lastimosa que pudo haber imaginado.

-Déjalo, yo puedo irme solo-. Dijo el menor, haciendo notar su presencia. Levantándose de la silla y dirigiéndose a la puerta.

-Mm… al parecer no parecía muy importante-. Inquirió mirando con recelo al menor.

-Taka espera-. Le llamó tomándolo de la chaqueta.

-Olvídalo, tienes cosas que hacer, lo mejor es que no intervenga-. Dijo sin mirarlo, separándose del agarre, salió cerrando la puerta tras de sí.

 

Notas finales:

¿Qué tal?

Preguntas~

¿Hubieran sido capaces de hacerlo en la camioneta?

¿En el cine? xD

¿Alguien odio a esa perra arrastrada? ¬¬9

¿Les gusto el cap?

¿Querían lemon?

¿Reconocen de que canción es la letra? [Let's make a promise... Not gonna get us...]

Amm se me seco el cerebro DX

Asdasdasd~ me gusto el cap *--* yepp y espero a ustedes también, me largo... tengo sueño -.-9

Dejen reviews para la conti!! :D [Más de 8 o se joden ¬¬]

Bye!!~~♥

Be NyApPy!!

DIX!!...


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