Siguió caminando hacia su nuevo instituto para tomar el bus que le llevaría ya que era en otra cuidad. Él había entrado en este no por el dinero sino por que había conseguido una beca. Estaba seguro que por esta razón lo molestarían, pero eso honestamente ya no le influida en lo mas mínimo.
Si bien antes era una persona muy tímida pero con un carácter de temer, ya que, con cualquier comentario se molestaba siendo así sacado de sus casillas y dejando un gran espectáculo. Ahora era totalmente diferente; nada lo hacia enojar, nada lo molestaba, nada lo sacaba de su estado de “zombi”, había dejado de vivir, ahora solo existía. Aunque si bien el a pensó en el suicidio numerosas veces, nunca lo ha considerado una opción seria, bueno tal vez una vez estuvo apunto; el día qe su padre lo golpeo y insulto hasta cansarse, para luego tomar todas sus cosas y desaparecer de su vida, dejando a su madre en su actual estado.
Pero bueno el peli-rubio nunca ha intentado suicidarse su pensamiento es simple “esta mierda de vida no me las ganara, mucho menos estas putas personas” esta era la razón por la cual sus cortes no eran aun mas profundos, esta y la música.
La especialidad de este instituto era la música, por aquello fue que Ruki decidió entrar en el plan de la beca además era un tipo de dos por uno; desaparecía de su hogar y se dedicaba a la música, que mejor ¿no?
Los minutos transcurrieron y el rubio llego al internado. Sin embargo una vez enfrente de este, cuando cruzaba la puerta, el pelirrubio tuvo un presentimiento (siempre tuvo una especie de sexto sentido), este era como el qe sintió cuando ocurrió lo de su padre. Aunque este no era tan negativo sino extraño; este presentimiento era más bien como si viniera un cambio; un cambio demasiado importante.
Entonces por las mismas puertas del instituto apareció él; un chico de estatura media, con el cabello rubio platinado, notablemente teñido, ya que tenia una creciente raíz negra [aunque el rubio pensó que mas bien era parte de su estilo] y con unos ojos preciosos, color café, que denotaban agotamiento pero al mismo tiempo una energía eterna [pero para el rubio tenían un brillo especial como si fuera la persona que estuviera esperando, sus ojos le mostraban la seguridad que siempre busco, le mostraban que el era quien por fin pondría fin a su agonía]. También tenia una extraña cosa en la nariz, que parecía una bandita el pequeño pensó que podría ser su sello, aunque lo primero qe cruzo por su mente fue: “Será que no tiene nariz”.
El chico este venia rodeado de mujeres que se notaba que lo único que querían era “comérselo” con la mirada pero Ruki no las culpaba mas que mal el chico de la bandita era hermoso, verdaderamente perfecto.
Sin darse cuenta ambos chicos se toparon con la mirada y comenzaron a sentir algo completamente desconocido para ambos. Se encontraban perdidos en los orbes contrarios y transmitiéndose todas sus emociones, apartando así a todo el gentío y perdiéndose en su mundo paralelo, juntos, un mundo qe sin saberlo siempre estuvo ahí esperando para que ellos se encontraran.
Ruki se sonrojo notablemente por el contacto “visual”, pasados unos segundos comenzó a sudar en frío y un miedo enorme se apodero de él, un miedo peor que cuando vio la ira de su padre, reflejada en sus ojos, antes de que prácticamente lo “moliera a golpes” (mejor dicho le pegara innumerables veces).
Rei-chan –se escucho un enorme grito, que tuvo como consecuencia que el contacto entre ambos pelirrubios se rompiera-.
Rei-chan –grito nuevamente el chico emocionado, entonces el pequeño rubio estudio al otro chico con la mirada; era notablemente mas alto y tenia una figura delgada y facciones muy delicadas para ser hombre sin embargo no dejaba de ser hermoso además por los gritos de las chicas se notaba que también era muy “aclamado” (deseado). Su cabello castaño, que dejaba caer delicadamente por debajo de los hombros y sus castaños ojos con un toque de pureza encantador lo hacían ver como un verdadero príncipe azul.- ¡Akira Suzuki te estoy hablando! – y fue ahí cuando desde la vereda (calle) salio corriendo para saltar sobre la espalda del chico de la bandita y hacer que este casi cayera, sino fuera por su gran fuerza y equilibrio.
Shima cuantas veces te he dicho que ya no eres un niño para andar haciendo estos numeritos, además de que ya no eres tan liviano ni pequeño –decía en un tono enojado el rubio de la bandita, pero sin dejar de ser calido (su tono de voz).
¡Me estas diciendo gordo! – grito exaltado el castaño para posteriormente bajarse de la espalda del rubio y darse la vuelta simulando un profundo enojo.
Por favor Shima no hagas escándalo… ¡Entiende que creciste! – dijo el rubio para tomar el hombro del castaño y girarlo, dejando ver el tierno puchero del castaño con su boquita de pato.
¡Este bien! –sonrió completamente feliz el castaño para tirarse en un abrazo al pelirrubio de la bandita
Awwwwwwwwwwwwww – gritaron todas las mujeres presente
Mientras todo este “espectáculo” se armaba el pequeño seguía inmovilizado en la entrada sudando en frío; entonces vio venir lo que seria su primera crisis en este instituto.
¿Pero que demonios me sucede? – se decía el pequeño en su mente
Lo único que quiero es huir, el por que aun no lo se pero lo único qe deseo es huir.
Trastornado el pequeño acomodo su bolso y emprendió camino hacia el interior para buscar su habitación y enserarse.
Corrió por todos los pasillos hasta qe se encontró con un profesor que al verlo inmediatamente le pregunto si algo andaba mal y si quería qe lo llevara a la enfermería pero el pequeños solo quería que lo llevaran a su habitación la 2701 entonces el profesor lo llevo.
Joven Ruki esta es su habitación, le explico inmediatamente que las habitaciones son compartidas, como hoy es el primer día las clases comenzaran media hora después de lo habitual, mmm… son las 8:30 a las 9:00 comienzan las clases así que por favor lo que sea que valla a hacer apúrese no quiero que llegue tarde a su primer día de clases. Sin más lo dejo – el pequeño ante todo asentía y al final el profesor se fue por los mismos pasillos.
Ruki sin pensarlo se metió a la habitación, tiro todas sus cosas sobra su cama, pero se encontraba tan trastornado qe no puedo siquiera examinarlas, menos ordenarlas qe era lo que por costumbre habría hecho. En lugar de aquello se dirigió apresuradamente al baño.
Se miro al espejo y comenzó a llorar, como hace tiempo no hacia.
¿Que demonios me sucede?
Inconcientemente abrió su bolso y saco su navaja, se tiro al suelo, se saco su poleron y arremango manga repitiendo el procedimiento de la mañana pero esta vez partió con cortes mucho más profundos, sobre los no cicatrizados o mejor dicho en cualquier lugar de su brazo derecho e izquierdo.
Siguió y siguió sin saber ni siquiera el porque solo cortaba como si fuera un pedazo de carne.
De repente algo saco de su transe a Ruki y esto fue el sonido de la puerta abriéndose.
Nee Rei-chan parece que este año no estarás solo, ¿Será otro becado? – dijo una voz conocida para el rubio pequeño que identifico como la del castaño de la puerta.
No lo creo, mira no se ven como cosas de un becado – dijo otra voz qe el pequeño identifico como la del rubio de la bandita.
Un momento… que demonios estarán haciendo con ¡mis cosas!
[Se escucha como se sientan en la cama para comenzar a abrir las maletas]
Kuso están abriendo mi maleta, debo salir de aquí
El pequeño aun encerrado en el baño, por primera vez enfoca su vista en su brazo, del cual no paraba de salir sangre.
Kuso me pase a llevar variadas venas….
Entonces suena el timbre.
Nee Rei-chan deja ahí que llegaremos tarde a clases – dijo el castaño
Demo… ¡me quedare con la curiosidad! –dijo el de la bandita.
Hay que irnos, apúrate –grito el castaño
Bueno vamos –cerro el dialogo el pelirrubio de la bandita
Y se fueron dando un gran portazo.
Mientras en el baño
Kuso la sangre no para… y debo ir a clases
Entonces del estuche de su maquillaje saco su botellita de alcohol y un algodón; entonces paso este por todo su brazo, para luego poner unas vendas y volver a arreglarse
[9:45 am]
El pequeño rubio por fin lograba salir del baño, sin ningún rastro de evidencias para encontrarse con su maleta en la misma posición, eso si la primera con el cierre abierto.
¡Fuck por que se meten en mis cosas! –dijo para luego ver la hora – Que mas da ya llegue tarde que problema abra con unos minutos mas… ¿no? –aquellas palabras por parte de el realmente sorprendían ya que siempre se caracterizo por ser ultra puntual pero hoy nada era normal para el así qe no importaba.
Se quedo ordenando todas sus cosas en su nueva habitación, había un closet ocupado y otro vacío, así qe tomo el vacío y puso todas sus pertenencias muy ordenadas como el solía ser.
[11:00 am] [Sonó nuevamente el timbre (campana)]
Kuso debería ir a clases ¿no?
Ruki agarro nuevamente su bolso, hecho el último vistazo a la habitación y se dirigió hacia su sala.
Corrió por todo el instituto buscando su salón hasta que por fin lo encontró el 2-B.
Ya afuera de la sala (en la puerta) respiro profundamente, se tranquilizo y corrió la puerta (del salón)
[Narra Ruki]
Con permiso –dije cortésmente mirando a la profesora.
Usted debe ser el nuevo estudiante ¿no?- me dijo la profesora, fulminándome con la mirada.
Con mi antigua personalidad probablemente con aquella mirada me hubiera intimidado muchísimo y hubiera pedido mil disculpas, sin contar que los colores se me hubieran subido al rostro y me hubiera muerto de vergüenza.
Si yo soy – dije firme mirándola a los ojos, técnicamente retándola con la mirada.
La profesora se puso furiosa (a simple vista) de no ver ningún rastro de arrepentimiento en mí.
Muy bien entonces preséntate a la clase - dijo sonriente, como si me acabara de dar un castigo.
Me gire y mire a mis nuevos “compañeros” entonces comprendí por que suponía un castigo; todos estaban muertos de la risa mirando la escena, altaneros como niños ricos, sonreí y camine afrente de la clase.
Muy bien –dije en un tono suficientemente alto para que me escucharan – Mi nombre es Ruki, tengo 16 años y vengo de Kanagawa ¿alguna pregunta?
La profesora me volvió a mirar sorprendida si bien al comienzo había sonreído ya no quedaba rastros de aquella sonrisa, antiguamente era una persona muy alegre pero ahora de mi solo se podía esperar un frialdad espeluznante.
Si yo tengo una pregunta –dijo un chico de estatura media-alta con los cabellos de colores - ¿Como pudiste entrar a este instituto viniendo de aquella cuidad?
Yo vine aquí gracias a una beca- entonces todos explotaron en risas
Pasados unos 3 minutos hasta la profesora estaba riendo, entonces explote como siempre, si bien no tenia muchos sentimientos no permitía que nadie se riera de mi.
Muy bien que divertido ¿no? –Dije casi gritando para llamar la atención de todos- ¿Qe mierda tiene que sea becado haber? Por mi ni siquiera estuviera acá, pero cualquier cosa con tal de salir de mi casa –murmure la ultima parte
Haber señor mmm…-dijo la profesora- ¿cual es su nombre?
Ruki – dije un poco molesto
No su apodo su nombre-dijo
Ruki-dije
¡Señor me esta hartando! – Dijo alterando su voz- Dígame su verdadero nombre
Y yo le estoy diciendo que me llamo Ruki –dije calmadamente
Señor –comenzó a gritar
Mire sensei solo dígame donde tomo haciendo y terminamos esta estupida pelea-dije
Mire usted es un simple alumno así qe…- no la deje termine de hablar
Mire con mucho respeto ya hemos hecho demasiado espectáculo y imagino que usted quiere terminar con su clase así que ¿por que no me indica donde sentarme y continua con su clase y yo con mi camino? – le dije amablemente para al final sonreírle de manera tierna y coqueta, para que mentir tengo que admitir qe soy bastante manipulador.
Mire Sr. por esta vez lo dejaremos así, tome asiento al lado del Sr. Suzuki –mierda ahora si estoy muerto- ahí al final del pasillo pero primero ya que acaba de entrar a este instituto y no se cuales son sus capacidades, me hace todos los ejercicios de la pizarra
Esta bien –dije desanimado agarre el plumón que me ofrecía la profesora y empecé a resolverlos.
Pasados 5 min. ya había hecho los 100 ejercicios de la pizarra y la profesora se encontraba nuevamente sorprendida.
Ya veo por que lo becaron a este instituto ahora tome asiento para continuar la clase –dijo regalándome una sonrisa al final
Muy bien –dije y me voltee y comencé a caminar hacia mi nuevo puesto
[Narro yo]
El pequeño se dirigía un tanto nervioso hasta su nuevo puesto sin embargo esto no era notado por nadie.
¿Por que demonios me pasan todas estas cosas a mí?
Se sentó en su puesto aun con todas las miradas posadas arriba de el, pero como siempre no les tomo atención, bueno si pero sola a una qe provenía de su nuevo compañero de puesto qe sencillamente le desnudaba con la mirada, el pequeño a cada segundo se ponía mas nervioso entonces saco su iPhone y comenzó a escuchar música abría un cuaderno y comenzó a dibujar perdiéndose así en su propio mundo
[12:00 pm] [Recreo]
[Sonó la campana (timbre)]
Todos los alumnos salieron corriendo de la sala, más que mal era el recreo (receso) el tiempo mas amado de los jóvenes.
El pelirrubio se quedo en su puesto mientras que el chico de la bandita y el castaño se encontraban alrededor de la mesa del profesor conversando, en la sala también habían algunas chicas pero solo conversaban entre si, sin marcar diferencias
[10 min. desp]
Todo seguía igual cuando…
Un chico de cabello largo negro, de piel pálida al igual que ruki, de estatura media y de ojos sorprendentemente oscuros apareció por la puerta.
Disculpen ¿Takanori Matsumoto? – pregunto el pelinegro entre frío y emocionado
Entonces una de las chicas grito
-Waaa Aoi esta aquí!!-
Exacto aquel pelinegro era otro de los chicos mas deseados del Instituto junto con el castaño y el chico de la bandita aunque no eran amigos los tres.
¿Se encuentra Takanori Matsumoto? – volvió a preguntar cortésmente
Otra de las chicas se le acerco y le dijo
Mmm...… no, en este salón no hay nadie con ese nombre –dijo sonrojada y sonriente
Bueno gracias –dijo el pelinegro algo desilusionado para comenzar a retirarse.
Entonces un gran grito se escucho en todo el salón.
Yuu!! – grito Ruki
El pelinegro dio media vuelta y busco al dueño de la voz que acaba de gritar su verdadero nombre el cual nadie en el establecimiento sabía.
Taka – dijo asombrado el pelinegro
No puede ser yuu… shiroyama yuu…
Salió corriendo automáticamente, sin poder controlar nada de el como siempre lo hacia, corrió hasta donde el se encontraba y se tiro encima de el abrazándolo con toda su fuerza, como si tuviera miedo a que desapareciera. Escondió su rostro en el pecho del pelinegro (por cosas de altura) y el pequeño comenzó a llorar desesperadamente, mientras lo abrazaba mas fuerte.
Yuu… Yuu… Yuu… Yuu… -sollozaba, mientras este correspondía su abrazo.
No puedo creer esto…
Yuu…-sollozaba mas fuerte – nun-ca pen-sé en-con-trar-te en un lu-gar a-sí –decía entrecortadamente.
Shhh… - decía el pelinegro mientras acariciaba los rubios cabellos del menor- ya estoy aquí taka-chan, nunca mas volverás a llorar y…- entonces el pelinegro enfoca su vista en el brazo del pequeño quedando horrorizado ya que caían gotitas de sangre.
Alejándolo un poco de su pecho lo mira mejor y entonces el pequeño se da cuenta de la preocupada mirada del autodenominado Aoi-.
Gomenasai yuu-chan –dijo el pequeño para sonreír con cariño y luego caer desmallado.