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Mi querido Profesor por rodoxoxo

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Notas del fanfic:

Bien, como dije antes era un one-shot pero decidi sacar una pequeña conti, como para que no todo sea tan cortante. asi que bueno espero les guste. gracias por leer y por comentar... 

Notas del capitulo:

hai hai, espero sea de su agrado, debo decir que la historia es basada en una experiencia propia, algunas cosas no pasaron tal cual narré alli, pero si es algo que me paso y bueno por algun lado tenia que desquitarme T-T jajaja XD

bueno espero les guste, matta ne comenten mucho...


Es acaso posible darse cuenta de que estas enamorado después de tanto tiempo. Bien, a mi me paso, cuando lo vi de nuevo, viejas sensaciones se hicieron presentes, e inclusive, algunas otras nuevas me dejaron atónito. He leído mucho acerca del amor, pero nunca había sentido nada parecido a lo que sentí aquella noche… mi corazón y mi respiración se aceleraron drásticamente cuando lo vi, empecé a sudar estrepitosamente, mi mirada lo buscada incesantemente entre la multitud que nos rodeaba… el único detalle, es que hasta ese momento no tenia idea de lo que pasaba por la mente de el, por lo que solo me limitaba a observarlo de lejos, debatiendo conmigo mismo el considerar levantarme de la mesa en donde me encontraba solo para saludarlo, solo me lo impedía la presencia de una dama, y aunque tenia todo el derecho de hacerlo, la asistencia de aquella mujer, me decían que eran mas que solo compañeros de trabajo, ya que ella, al igual que el, son profesores. Así es, la persona de la cual hablo fue mi profesor, me dio clases en la preparatoria, ahora me encuentro en la universidad, desde entonces no había vuelto a saber de el, y aunque en aquel entonces el verlo me llenaba de felicidad, nunca supe interpretar el sentimiento que me invadía entonces. Pero después de tanto tiempo sin verlo, sin sentir su mano apretar la mía, sin verlo sonreír, sin hablar con el, sin sentir un abrazo suyo, me di cuenta realmente de que tal vez no era solo aprecio y cariño… no, era otra cosa aun mas intensa y profunda que el océano mismo.


Mi hermana Serenity se graduó hace poco de la preparatoria, casi al mismo tiempo salí de vacaciones de la universidad por lo que regresé a casa feliz de compartir el logro de mi hermana, junto a mi padre y mi madre, que, aunque se encontraban separados desde hacia ya mucho tiempo, decidieron reunirse junto a el en ese momento tan especial e importante de su vida. Me sentía dichoso de regresar a casa y de poder descansar de la faena universitaria, puesto que tuve de mudarme de ciudad ya que la carrera que curso actualmente no era dictada en ninguna de las universidades de mi ciudad natal; lo que no sabia es que mis sentimientos se agitarían nuevamente con la llegada al pueblo que me vio crecer.


Todo estaba saliendo de maravilla, los preparativos para la fiesta de graduación de mi hermana iban viento en popa, ese día, todos nos encontrábamos muy agitados. Mi hermana y mi madre en la peluquería haciendo cosas que solo las mujeres entienden; mi padre y yo por otro lado nos encontrábamos buscando los bocadillos para la recepción, así como algunas cosas que habían quedado sueltas y que debíamos atar sin perder tiempo, ya que era el día de Serenity, todo debía salir perfecto, y aunque se supone que ella debería ser lar protagonista, lo que me sucedió en aquel agasajo fue de telenovela. Aun hoy lo recuerdo con cariño y dolor, pero a la vez con aceptación y resignación.
Llego la noche, todos nos vestimos con premura. Mi hermana y mi madre se veían radiantes, eran la reina y la princesa, mi padre también estaba muy elegante y yo, bueno, también me veía bien. Tenia puesta una camisa rosa a cuadros manga larga, un pantalón de vestir marrón claro y zapatos negros. Además, tenia un anillo de oro que me regalo mi padre el día que me gradué de la preparatoria, que hacia juego con mis ojos color miel y mi cabello rubio, peinado sensualmente para la ocasión especial, ya que por lo general lo llevo algo despeinado.
Llegamos al sitio en cuestión, mi madre saludaba a algunas personas mientras mi hermana se alejaba por el gran salón de fiesta para encontrarse con los compañeros que habían estudiado con ella cinco años de incontable sacrificio y dedicación, yo solo observaba, ya que no conocía a muchas personas en el lugar, solo algunos amigos de mi hermana a los que saludaba cortésmente. Nos dirigimos hacia la mesa correspondiente a la alumna Serenity Wheeler, me senté junto a mis padres mientras mi hermana emocionada hablaba con sus ex compañeros de clase. Hable con ellos por largo rato, hacia ya mucho tiempo que no lo hacia, me sorprendía verlos tan cordiales entre ellos, y me alegraba.


Todo iba normalmente, la verdad, no soy muy dado a las fiestas, por lo que realmente no me sentía muy a gusto allí, solo asistí porque la misma era para mi hermana, por lo que era indispensable mi presencia esa noche junto a ella. De repente, visualicé a lo lejos una figura familiar, que por falta de mis lentes, no pude distinguir adecuadamente. – Mira Joey, no es tu profesor de informática, Seto – agrego mi madre quien lo vio llegar también. Mi mirada se poso sobre el sin ningún tipo de vergüenza, a pesar de que no podía observarlo con detalle, sencillamente mi vista no se apartaba de el, mi corazón también se acelero de repente. ¿Que pasa? me pregunte sin más al sentir aquellas sensaciones nuevas y excitantes.



Seto, mi profesor de informática, tenía tanto tiempo sin saber de el, que creí que lo había olvidado, pero al parecer no fue así, su mirada azulada aun estaba muy presente en mi memoria. Esa noche estaba hermoso, y no solo eso, es muy joven, solo es cinco años mayor que yo, pero aun así, me daba clases en preparatoria. Lo admiraba, aun lo admiro, pero, ¿es solo eso lo que siento por el?, en aquellos tiempos, en los que aun no sabia lo que era mi realidad, esa era la respuesta mas aceptada por mi mismo. Recuerdo que siempre fui un estudiante sobresaliente, el me felicitaba y me daba muchos ánimos. No lo puedo negar, me gustaba, sus ojos azules me hipnotizaban, su voz me fascinaba, buscaba casi cualquier excusa para acercarme y poder hablar con el… pero tenia presente, que jamás podría tener algo con el, es decir, el era mi profesor y yo su alumno, además que en aquel entonces aun era menor de edad, por lo que era casi imposible que algo sucediera entre nosotros. Y lo más importante, jamás supe que pasaba por su mente, y en la mía, aun debía superar algunos obstáculos que impedían que aceptara mi realidad.


Mi mirada lo buscaba impaciente, quizás con la esperanza de que el me viera y pudiera recordarme, ya que han sido tres años, y la vida me ha enseñado que el tiempo no pasa en vano, por lo que he cambiado mucho, tanto física como mentalmente, el por otro lado, estaba casi igual, su castaño cabello peinado de la misma forma, su mirada azulada profunda como el océano, su piel morena, y un porte y elegancia que lo caracterizaba… si, aun no lo olvidaba, me sorprendía el recordar aquello que sucedió hace tanto tiempo. No podía negar que estaba feliz de volverlo a ver, pero mi corazón latía con fuerza y mi respiración estaba cada vez mas agitada… ¿debería saludarlo? Me preguntaba a cada momento, no podía decidirme, lo deseaba mas que nada, solo quería apretar su mano y sentir uno de sus fuertes abrazos y poder escuchar su voz por lo menos una vez mas, solo eso ansiaba.



Me levantaba constantemente de la mesa con la excusa de ir al baño, en realidad, me dirigía al gran patio que quedaba detrás del salón de la fiesta que ya había empezado, las personas ya se habían levantado de sus asientos, empezado a bailar y a disfrutar del agasajo. Me quedaba inmóvil en aquel lugar, solo quería pensar y alejarme de la fuerte música que me distraía de mis pensamientos, había una luna grande que iluminaba el lugar y se podía observar entre las nubes negras un resplandor, signo de que la lluvia se avecinaba. ¿Que debo hacer? Me sentía estúpido al hacerme esas preguntas, que tonto, solo debía ir a saludarlo y ya, todo estaría bien, de todas formas no iba a pasar nada, de eso estaba seguro. Regresé decidido a la mesa correspondiente a la familia Wheeler, me senté, hable un poco con mi madre, y me levante para ir a saludarlo. Tragué saliva y caminé hacia la mesa en donde se encontraban sentados los profesores, caminé lenta y elegantemente, el se encontraba de pie poniendo hielo a uno de los vasos para agregar algo de licor al mismo. Me vio, al fin me vio, me acerque a el y al fin pude saludarlo.


- Profesor ¿como esta? – le dije muy emocionado y con una gran sonrisa en el rostro.


- Joey, tanto tiempo, muy bien ¿y tu?, me alegra mucho verte – respondió el dándome la mano y acercándose a mi para darme un fuerte abrazo.
Que bien se sintió su cuerpo cerca de el mío, ni siquiera pasaron por mi mente ideas sexuales, solo me imaginaba que estaba junto a el besándolo, acariciándolo, sintiendo su calor y su esencia cerca de mi, solo eso.


- ¿Que tal la universidad? – me pregunto mientras me miraba con nostalgia. Deseaba poder interpretar lo que veía en sus ojos, pero solo eso descifré, aunque sabia que habían otras cosas escondidas allí, tal vez el nerviosismo que tenia en ese instante fue tanto que no pude concentrarme en leer lo que había en sus grandes y hermosas orbes azules.


- Muy bien profesor, difícil, pero muy bien – le respondí con una gran sonrisa mientras lo tomaba por uno de sus grandes hombros y lo miraba con ternura, sabia que mis ojos brillaban al estar junto a el.


- Me alegra Joey, siempre que veo a tu madre le he dicho que eres un gran estudiante y una gran persona, y se que saldrás adelante, me alegra verte de nuevo – expresó mi profesor con una sonrisa tierna.


- Disculpen. Seto, voy a hablar con el profesor Moto, ahora vuelvo – una chica hermosa se acerco interrumpiendo nuestra conversación, en ese momento lo único que sabia es que era la madrina de promoción de mi hermana, pero no la conocía, ya que cuando cursaba clases en ese mismo colegio ella no formaba parte del personal docente la institución.


- Esta bien Mai – respondió el a la chica.


- Hola como estas, un placer, me llamo Joey, yo estudie hace tres años en el colegio, soy el hermano de Serenity – dije de repente dejando algo sorprendida a la profesora. No se porque lo hice, quizás solo quise ser educado o quizás… deseaba saber quien era la que miraba con tanto deseo a mi querido profesor.


- Un placer Joey. Disculpen me retiro – dijo cortésmente la hermosa rubia de ojos violetas, muy bella y despampanante en verdad.



Seguí conversando con el profesor amenamente después de eso, no podía olvidar a la mujer, de alguna forma sabia que no eran solo compañeros de trabajo, me incomodaba el pensarlo ¿CELOS? Tal vez. Me despedí de el, puesto que ya habíamos hablado durante mucho rato, su mirada y su sonrisa me hipnotizaban, me dejaban sin aliento, me distraían de los demás, por ello decidí retirarme y disimuladamente voltee hacia otros profesores para saludarlos, aunque mi atención solo estaba puesta en uno de ellos.


Regresé hacia la mesa con mi familia, nostálgico por la charla que había acontecido hacia algunos instantes atrás, deseaba poder seguir hablando con el, pero no podía, quizás si hubiera deseado realmente hacerlo lo hubiera hecho, pero la presencia de esa mujer me parecía un tanto extraña, no los había visto besarse ni nada por el estilo, pero note como a veces lo tomaba de la mano y lo abrazaba… eso me enfurecía, ya había dañado varios vasos plásticos, cada vez que los veía juntos, mis manos apretaban fuertemente los vasos vacios que sostenía.


Paso mucho rato, decidí bailar un rato al compás de la música que estaba sonando, junto a mi familia y algunos amigos de mi hermana. Debía distraerme, ¿que me estaba pasando?, no puede ser, será posible que me haya enamorado a primera vista o tal vez… siempre lo estuve y hasta ese momento me di cuenta. Eran los síntomas que había leído en las historias de amor que tanto me gustan: celos, corazón galopante, respiración acelerada, pensamientos fijos en ese único ser, lo miraba sin siquiera posar la mirada en alguien mas. Llego un momento en el que no lo vi por ningún lado, lo busque con mis ojos por todo el lugar pero no lo logré divisar su persona en ningún lado. Cansado y frustrado de buscarlo, decidí ir de nuevo hacia el lugar en donde había ido algunas veces a pensar. Sabia que no iba a pasar nada, lo tenia muy presente pero, solo quería verlo toda la noche, así fuera de lejos, eso me hacia feliz.


Cuando me dirigía hacia el lugar, pensaba que seria muy romántico pero extraño encontrarme con el allí, reí ante el pensamiento, pero, cual fue mi sorpresa cuando lo vi allí, aunque no estaba solo, la hermosa mujer lo acompañaba… me sentí morir, verlos allí hablando, ella tomando su mano con cariño, era obvio que no eran solo compañeros de trabajo, se me partió el corazón al verlos así, aunque muy adentro me alegraba el que el tuviera una novia, ya que se que conmigo quizás no hubiera sido feliz, si en algún momento y en un universo alterno hubiéramos estado juntos, y mi único deseo es que el sea feliz. Camine junto a ellos como si nada, los salude normalmente mientras me dirigí hacia otro lugar escondiéndome de su vista. Lloré un poco mientras observaba la luna en lo alto del cielo, la noche era negra y agitada debido a la fuerte música que retumbaba. Mis lagrimas caían lentamente, deseaba no haberlos visto así, no quería enterarme de lo que realmente eran, aunque era obvio desde antes, no quería darme cuenta de la realidad.


Me quede allí por largo rato, pensando y mirando hacia los alrededores, no había nadie por allí, mi sola presencia perturbaba la tranquilidad del lugar. Cuando me dispuse a irme, escuche detrás de mí que me llamaban con una voz suave y familiar. Era el, mi profesor estaba allí.


- ¿Que hace aquí profesor’ - dije sorprendido y tratando de desviar la mirada puesto que aun estaba cristalizada por las lagrimas que había derramado, y no deseaba que el se diera cuenta de eso.


- Es que tardaste en regresar y me preocupe, sabes que estar solo por aquí es peligroso – manifestó el acercándose a mi.


- No se preocupe profesor, disculpe, ya regreso a la fiesta - le respondi tranquilamente.


- ¿Estas bien? – alzo mi rostro con su mano – ¿estabas llorando? – pregunto mirándome con curiosidad.

Era el momento, debía hacerlo, debía decirle lo que sentía, no quería dejarlo ir sin que el supiera al menos que tenia en el corazón, aun sabiendo que tal vez me aborrecería, o que nunca iba a estar conmigo, deseaba que el supiera lo que yo sentía, anhelaba abrirle mi corazón a mi querido profesor.


- Profesor, tengo que decirle algo – le dije muy nervioso.

- Dime Joey, que pasa – tomo uno de mis hombros con delicadeza.


- Profesor es solo que yo… yo… - tartamudeaba no podía hablar, estaba muy inquieto.


- Tú que Joey… me susurró.


- Profesor yo lo amo – lo dije, al fin lo dije.


- ¿Cómo? – respondió el algo sorprendido. Espere cualquier cosa, que me golpeara, que me dejara hablando solo, que me regañara, pero solo se quedo allí como esperando a que continuara.


- Profesor, yo solo quería decírselo, es algo que me esta oprimiendo el pecho, que no me deja respirar y necesitaba que lo supiera, por favor discúlpeme, se que la profesora con la que estaba hablando en su novia… y… y… lo siento de verdad. Adiós.


Me dispuse a retirarme cuando sentí que me tomo del brazo.


- Y ¿me vas a dejar así? – me dijo mientras me seguía tomando del brazo con delicadeza.


- Profesor discúlpeme, se que esto quizás le parezca una locura… interrumpió el.


- No Joey, hablo de esto.



Ocurrió lo que mas deseaba pero a la vez no me lo esperaba, me puso contra la pared, se acerco lentamente a mi rostro, podía sentir como su respiración chocaba con la mía, una de sus manos tenia preso mi brazo mientras la otra estaba situada en mi pecho, como asegurándose de que no escapara. Junto lentamente sus labios con los míos, aun puedo sentir la calidez de sus labios encima de los míos. Fue un beso tierno y suave… podía sentir como sus manos se posaban delicadamente en mis rostro, aun encontrándome apoyado en la pared. Poco a poco trate de ir mas alla introduciendo mi lengua en su boca, lo hice con paciencia esperando su reacción, que para mi sorpresa, fue acogida gratamente… después de allí el beso fue apasionado, lleno de magia… ya podía sentir como nuestras respiraciones se aceleraban y sus manos recorrían mi cabello al igual que las mías el suyo. Quería cerrar los ojos, pero deseaba ver su rostro en ese momento tan bello para mí, tan especial….


Se separo suavemente de mis labios, tratando de aspirar algo de aire, volvió a arremeter con dulzura en mi boca. No quería hacerlo, pero, mi sentido de la honradez pudo mas que mis ganas de estar con el… lo separé de mi súbitamente.


- ¿Que pasa Joey? – dijo mi profesor con algo de sorpresa.


- Lo siento profesor, pero no puedo hacerlo – le dije retirando mi mirada de la suya.
El no hablo, espero que le respondiera a su pregunta muda.


- Es solo que… profesor usted tiene novia y… no quiero… jamás podría interferir en una relación…


- Eso siempre me gusto de ti… es que acaso no te dabas cuenta, siempre fuiste mi alumno preferido… no solo tus notas me impresionaban… tu forma de ser me embrujaba… eras un niño en ese entonces y aun así me tenias embelesado… y ahora, que eres todo un hombre… - no lo dejé terminar.


- Yo lo siento profesor, pero no puedo - Salí corriendo de allí sin verlo si quiera…


Quería llorar pero no podía, pase cerca de la profesora quien se encontraba sentada esperando a mi querido profesor, me despedí por simple cortesía, y me fui de allí antes de que me preguntara porque estaba tan alterado. Llegue a mi mesa y me senté, le dije a mis padres que deseaba irme porque me sentía un poco mal, - seguro los bocadillos hicieron algunos estragos en mi estomago - dije sonriendo como si nada hubiera pasado. Despues de un rato pude apreciar la presencia del profesor junto a ella en el salón de fiesta, esta vez y por primera vez los vi besándose, me llene de rabia y de dolor, celos, malditos celos. Me sentía tan estúpido por sentir aquello.


Me dispuse a irme con mi familia, recogimos algunas cosas mientras mi padre sacaba el carro que en encontraba estacionado, ya era muy tarde, me sentía feliz por mi hermana que la había pasado bien, pero a la vez me sentía desfallecer al observar a la pareja bailando y feliz, por lo menos en apariencia. Se que ese beso que me dio el profesor tenia un gran significado, pero sencillamente no deseo que sea infeliz a mi lado, es mejor que se quede con ella, aunque me duela y se me parta el corazón en dos…


Lo miré por ultima vez… aunque, esta vez, me miro fijamente mientras me alejaba… sentí una gran opresión en el pecho, deseaba lanzarme a sus brazos y a sus labios nuevamente, pero ya había tomado la decisión… así que solo susurré con dolor antes de subirme al auto de mi padre – Adios mi querido profesor Seto.



Notas finales:

biennnn, espero les haya gustado, quizas fue un poco cortante el asunto pero bueno no todo siempre color de rosa, T-T aunque a mi encanta eso pero cuando no se puede no se puede T^T

jaja bien espero muchos comentarios, siempre ayudan a subir el animo ^^

matta ne entonces mis queridos lectores.. arigato gozaimasu... bechitoss a todos =*


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