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Sin conocimiento del amor por Shiroibara19

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Notas del capitulo:

El primer capitulo de mi fic espero que les guste sigan la historia por favor estara llena de drama... y de amor puro T.T perdon me fluye la emocion

Muchas Gracias a mi amiga Caro que fue quien escribio la mayor parte de este capitulo esque el primero es el mas dificil para mi XDDD muchas gracias Ue-chan *u* por ayudarme

ya no les entretengo mas lean...

 

 

-¡Apresurate con mi blusa de seda! ¡¿Que planeas que la planche yo?!- Regañaba y gritaba con euforia aquella chica. Una joven alta de figura esbelta y un porte con aires de grandeza, era una chica muy linda, gustaba de tener su oscuro y negro cabello completamente arreglado o recogido en una coleta alta y dejar caer su corto fLequillo. Vestía con las mejores prendas que su adinerada famiLia podia adquirir con una facilidad inimaginable. Su mirada fuerte la vestía un bello color esmeralda que le resaltaba su pálida piel y aquellos labios que rosados pintaba.

-Disculpe, señora Erizawa.- Se defendía la mucama entregándole la prenda de color rojizo perfectamente planchada, la cual, Aika arrebató de las arrugadas manos de la frágil mujer.

-¡Señorita para ti! Atrevida.

-Mil disculpas, señorita. Me retiro. Le avisaré a Takahiro que le aliste el coche.

-Date prisa, entonces.- Respondió mientras se maquillaba con sus productos de alta calidad y marcas prestigiadas. Siempre eran los mismos pasos a seguir: base de color claro, un poco de polvo compacto, seguido de un delgado delineado de ojos negro, mascara para pestañas, rubor rosado y labial del mismo color. Después, su cabello y al final su ropa junto con los accesorios finos que acostumbraba a guardar en sus cajoneras.

Se dirigió a su enorme armario donde guardaba desde cada pequeño pendiente hasta el vestido mas grande y elegante. Tomó un par de joyas y las colocó en ella para lucir mas su sencillo, pero costoso atuendo.

¿Su actitud? Siempre fue el de una chica grosera y altanera, mimada y malacostumbrada debido a que nunca estaba rodeada del cariño de sus padres, los cuales le eran muy indiferentes. Siempre de viaje, de aquí a allá, hasta el fin del mundo y regresando. Solo tenía los objetos materiales que tanto anhelaba y eso para ella fue el amor mas grande que pudo obtener. El amor hacia la ambición.

Después de tomar su bolso y una cartera, se dirigió a salir de su habitación para asi ir al auto que la llevaría de compras. Su horario, levantarse a la hora acostumbrada, ni un minuto mas ni un minuto menos. Seguida de una relajante ducha y un delicioso desayuno. Despues de eso, tres dias a la semana solía salir de compras con su lujoso auto convertible color negro. Podría decirse que era su posesión mas preciada.

Bajó los escalones con su manera pedante de caminar, pasando de largo a las reverencias que le hacían cada uno de los empleados de su gran mansión en las afueras de Tokio. Cruzó la estancia y salió. Su auto ya estaba afuera, en la parte del frente justo apenas terminando mas escalones.

-Buenos dias, señorita Erizawa.- Saludo el joven encargado de su coche. Era alguien sumamente apuesto, muy alto de figura delgada, siempre usaba un traje con chaleco. Su cabello corto y rebelde lo hacian ver como un chico cualquiera pero de sentimientos nobles. Su mirada era muy alegre pero le tenía un respeto enorme a su jefa.

-Apartate de mi camino.- Dijo, antes mascullando una serie de palabras sin comprensión. Subió a su convertible, acomodó sus espejos, sonriéndose a si misma en el retrovisor.

Sin mas ni menos, piso el acelerador y se dirigió a su tienda favorita. Donde compraba su ropa tan fina y costosa. De los mejores materiales y diseñadores, Japoneses y del mundo. Estaba algo alejada de ahí, pues su mansión pareciera que abarcaba media ciudad.

Algo de música para su ambiente personal. Cada alto que debía hacer lo aprovechaba para verse en su espejo y acomodar su cabello y ponerse un poco mas de labial. Era muy perfeccionista en su imagen y no descuidaba ni hasta el mínimo detalle. Su auto era extranjero y el unico que existía en todo Tokio, asi que cada que salía a pasear en el, sabían que la señorita Erizawa había llegado.

Por fin, después de una vuelta mas, llegó a su lugar. Se estacionó en su lugar indicado, el cual compró. Nadie mas se podía quedar en ese lugar, asi fuese el único vacio o su auto sería recogido por las autoridades. Era una chica muy especial en ese aspecto.

Tomó su bolso y dio una última mirada en su retrovisor, besando su imagen.

-Aika, eres hermosa. Agraciada. ¡Adinerada! ¿Quien es mas felíz que tu? ¡Nadie!- Salió de su convertible, guardó sus llaves dentro de su bolso y siguió caminando con ese taconeo que acostumbraba a hacer con cada paso que daba. Pero, estaba completamente equivocada. Cualquiera era mas feliz que ella pero el dinero la cegaba por completo. No tener el amor de alguien es un vacio terrible y llenarlo de cosas de sumo valor, era aun peor.

Entró por aquellas automatizadas puertas de cristal, donde al medio tenían el logo de aquella tienda tan fina grabado en un resplandeciente color dorado. Siguió caminando con esa su manera, habían llegado nuevas prendas para la tendencia de verano. Unas muy descubiertas y otras no tanto. Recorría los estantes con las maniquí y les veía de una manera muy pedante.

-Esa blusa se me ve mejor a mi.- Refunfuñó para si misma y siguió su recorrido. Los mismos comentarios hizo con otro par de blusas mas y unas cuantas faldas entalladas de color gris oscuro.

Le llamó la atención una de las blusas mas pequeñas que había y la tomó pero el color rosado no le gustó del todo. Aventó la prenda haciendo una mueca de disgusto y eso llamó la atención a la trabajadora detrás de la caja registradora, la cual recién había terminado de atender a una clientela.

Sin quitarle la mirada de encima, dobló y colgó unos cuantos sueteres que recién habían llegado esa mañana. Aika sintió la mirada sobre sus hombros y volteó a verla, percatandose de lo que hacía con sus ojos.

-Disculpa, ¿Que tanto me ves?- Le cuestionó de manera altanera y ella simplemente desvió la mirada.- Ah, trabajadoras sin clase.

Caminó y vio que algunas cajas aun estaban sin abrir y la joven empleada se tomaba su tiempo para que todo estuviese en orden y vistoso para cuando sea la hora en la que mas clientes llegan, pues apenas empezaba el día siendo las diez de la mañana.

-Disculpa, ¿Por que no te apresuras en acomodar todo? Digo, para el dinero que pagamos aquí es obvio que se necesitan...- Le recortó con su fría mirada.- empleadas competentes, o al menos para atender nuestras ALTAS necesidades.

La chica giró los ojos y siguió con lo suyo sin ponerle la mas minima atención a Aika, la cual la molestó muchísimo. Nadie la había ignorado antes, para ella eso era algo grosero, pero al parecer su actitud no era grosera. En su opinión personal.

-Incompetente.- La chica no soportó mas que tomó la decisión moralmente correcta pero respecto a la compañía totalmente errada, discutirle.

-Escucheme bien, este es un establecimiento completamente fino y si no puede con la clase alta que según usted es... puede retirarse.

-Quiero hablar con tu supervisor en este momento.

-No se encuentra.

-Pues traeme a alguien, esto no se queda asi.

En ese momento, otra joven iba cruzando aquellas puertas cristalizadas con una botella de agua purificada. Era una linda joven de estatura baja y delicada figura, su cabello corto y castaño resplandecía inclusive usando una media cola tomada con fuerza con un pequeño broche o accesorio dependiendo de su coLor de vestir, tenía un asombroso sentido de la moda y gustaba de usar ropa muy femenina. Su familia era de recursos medios, nada le faltaba pero no costeaban cosas muy redundantes. Una chica muy practica que dejaba lucir sus bellos ojos oscuros pero los iluminaban una ternura iniguaLabLe.

Notó aquella disgustada clientela y a su rabiada amiga y compañera de trabajo. Clavó sus ojos en las miradas de ambas y optó por caminar lejos del problema, pues no sabía de que trataba. Fue a la parte trasera a dejar sus pertenencias y a acomodarse su blusa y la falda. Al salir de ahí, vio que seguían discutiendo y aun no quería acercarse a ellas. Se buscaría un problema del cual ella era completamente ajena.

Se acercó a una de las cajas con ropa y continuó el trabajo que su compañera dejo por aquella discusión de la que no salía, pero no pudo mas que se rindió y llamó a la recién llegada. Era mas cercana al supervisor y normalmente la dejaban a cargo.

-Hikari, ayudame. Esta... señora es una grosera.- Dijo con una voz molesta.

-¡Grosera! ¡Igualada! Soy señorita para tu información, incompetente.

-Disculpa no creo que debas llamar asi a mi compañera. Estoy segura de que no quiso tratarte de una forma grosera.- A Aika le sorprendió la manera en la que la chica le estaba hablando.

-¡¿Disculpa?! Tu eres aun mas grosera e igualada que esta de aquí. ¡¿Que clase de sitio se ha convertido esta tienda?! Era tan respetable y ahora contratan a cualquier chica sin clase.

-Bien, disculpe.- Dijo haciendo énfasis en la última palabra. La chica no dejaba de mirarle de una forma no muy amable.- ¿Podría dejar de mirarme de esa manera? Es incomodo.

-Estoy viendo que de bueno hay en ti para que el señor Sakamoto te haya contratado en su tienda.

-Pues si no le gusta puede irse.

-No puedes correrme, esta tienda casi es mía. Comes con mi dinero, niñita.

-Puedo decirle que su dinero me importa poco, no es la unica que compra aquí. Y tampoco es la reina del lugar. Le agradecería mucho si se retirara.

-No me iré.

-Entienda, si tanta clase tiene... no sería tan altanera. El dinero no compra los modales.

-Igualada.

-Grosera.

-No soportaré un segundo mas frente a ti para que me hables de esa forma. ¿Si quiera sabes quien soy yo?

-Puede ser la reina del mundo y me tiene sin cuidado.- Dijo Hikari cruzandose de brazos.

-Soy Erizawa Aiki. Prestigiosa clientela de tu tienducha.

-Ah, Erizawa Aiki. ¿Es usted?- Dijo fingiendo sorpresa.

-Si soy yo. Por fin reconoces mi grandeza.- Respondió sin darse cuenta de la burla.

-Claro que reconozco su grandeza... su gran estupidez. ¡¿Tiene un lugar en el estacionamiento comprado?! ¡¿Que lunático hace eso?!

-Te prohibo que vuelvas a levantarme la voz, de nuevo.

-Mire, por última vez. Si no quiere volver a escucharme o verme de nuevo, puede retirarse.

-Y eso mismo haré.

Y con todo y su ego y malhumor a todo su esplendor, decidió salir de ahí. Por fin, dos chicas, empleadas de su tienda favorita, la habían puesto en su lugar. Cosa que nadie había logrado jamás o al menos no se atrevían, pero de cierto modo, era algo bueno. Demostraba que la segunda chica tenía escrupulos y no dejaría que nadie la pisoteara. Sea quien sea.


-Esa chica... me las pagará. ¿Como se atreve a hablarme así? ¡A mi!

Encendió el motor de su auto y salió de ahí. Iría a otra tienda donde sabían que ella era su superior, o al menos eso les hacía ver. Llegó y estacionó su automovil en otro lugar comprado. En cada establecimiento al que solía ir con frecuencia, compraba su espacio para no tener a nadie fastidiandole.

No estaba muy retirado de la otra tienda, a decir verdad, solo estaba a un par de tiendas mas pero era obvio que no dejaría su lujoso auto convertible en otro lado. Asi fuese solo a la esquina. Arregló de nuevo su cabello y se puso un poco mas de labial, y entró.

Al estar ahí dentro, un hombre alto y con aspecto un poco afeminado volteó a verla y la reconoció en un segundo, alegrandose por completo.

-Erizawa-san.- Saludó y reverenció.- Hace tiempo que no veíamos su radiante persona por aquí.

-Hola, Shunsuke. Lo se, ya hacía falta ver mi hermosa figura por aquí, ¿No es así?- Dijo la egomaniaca para después echarse a reir con el hombre que se encontraba con ella.

-¿Y su madre? ¿Como se encuentra?

-No la he visto, anda con papá viajando por Milán. Y después irán a Sapporo.

-Oh, lo siento. Mis gratas disculpas.

-Esta bien.

-Oh, casi lo olvidaba.- Dijo caminando hacia un estante con una gargantilla sobre un cojín de delgadas fibras de oro entretejidas. Cubriendo todo con una solapa de vidrio grueso. La tomó delicadamente y la llevó hacia Aika.- Nos llegó justamente esta mañana. Creí que era enteramente su estilo, Erizawa-san.

-Es divina.- Dijo asombrada.

-Si, si. Viene directo de Italia. Es de 24 quilates y el empedrado con diminutos diamantes tallados a mano, todo bañado en tres capas mas de oro. Y al centro, uno de los mas finos y exoticos diamantes de todo el mundo.- Su forma era una delgada gargantilla de tres tiras sueltas con muchos detalles y al centro un enorme diamante.

-Es exuberante, como yo.

-Es perfecto para usted.

-¿Precio?

-10,000 dolares.- Dijo muy tranquilo. Era una cantidad enorme, casi imposible de costear, pero para la familia Erizawa ese precio era algo insignificante. Acostumbraban a comprar cosas desde ese “pequeño” gasto.

-¿Solo eso? Esta hecho para mi. Lo llevo.- Respondió con suma tranquilidad. Shunsuke sonrió y le abrió paso a la registradora.

-¿Efectivo como siempre?

-No, esta vez no. Papá dejó solo 50,000 dolares en la caja fuerte. Tendré que usar las tarjetas de crédito.

-Muy bien.- Le entregó la tarjeta y le dio a firmar un pequeño papel.- Ya vuelvo. Ire por su caja.

Fue a una puerta que llevaba a la parte trasera de la tienda a buscar aquella fina caja. Se dirigió hacia un sueter blanco que cautivó su atención y lo tomó, era de una textura muy suave y fresca. Al parecer era una nueva prenda que recién llegó. Una falda entallada con detalles negros, muy linda. Las puertas corredizas se deslizaron dejando entrar a una persona, Aika volteó y se percató que era la misma chica de la tienda anterior.

Buscaba con la mirada pero al parecer no encontraba lo que buscaba, vio a la morena y se acercó a ella con mucha confianza, al parecer, no había notado que era con la que discutió hace unos momentos.

-Disculpe, ¿No vio a Shunsuke-san por aquí?- Aika volteó a ver y quedaron frente a frente, con ambas miradas chocando. Sin quererlo, ambas se sonrojaron. Fue como una reacción no deseada del cuerpo de las dos jovenes.

-Aquí esta la caja. ¿Mmm? Miyamoto-san, ¿Que hace aquí?- Rápidamente separo su rostro que estaba casi pegado al de la clientela y acomodó su cabello detrás de la oreja.


-Vine a... entregarle esto. Le dio una caja pequeña color rosado.- Es del señor Tachibana. Bien... hasta luego.

Salió de la tienda y Shunsuke quedó algo sorprendido, suspiró y negó con la cabeza mientras metía la gargantilla en la caja. Aika se acercó al mostrador.

-Esa chica es tan extraña. Pero, eso es otro tema. Aquí tiene Erizawa-san, que tenga un lindo día.

-Gracias.

Tomó su bolsa y se retiró del establecimiento, subió a su convertible y cerró las puertas. Recordando aquella imagen en la que esa chica altanera se sonrojó al tenerla demasiado cerca de su rostro, y al parecer, lo mismo sucedió con ella. No le dio mas importancia y se fue directo a casa.

Todo el trayecto se quedó pensativa, la chica no era nada fea. Al contrario, era bastante linda y parecía de buenos sentimientos pero le era imposible creer que le haya caído bien. Llegando a casa, los personales de trabajo la recibieron como todos los dias, abriendo la puerta para que pudiera salir, dejandola entrar a la mansión y tomando sus ordenes para mas al rato.

-Buenas tardes, señorita Erizawa, ¿Que tal su paseo de hoy?- Recibió la mas joven de las mucamas.

-Bien, supongo. Dile a Noriko que preparé mi jacuzzi, planeó tomar un largo y relajante baño en el.- La chica de servicio asentó y se dirigió a donde se encontraba su compañera, haciendole saber la orden de la dueña y la acaparara rápidamente.

Subió a su habitación y con todo ya preparado, se despojó de sus ropas y entró al agua tibia y perfecta que tanto le gustaba sentir tocando su suave y tersa piel. Suspiró y prendió un reproductor para escuchar algo de música, tarareaba una y otra vez sus canciones preferidas.


-¿Que es lo que me sucede?- Se preguntó a si misma, se detuvo un segundo y continuó con lo suyo.

Notas finales:

Este fue el primer encuentro de nuestras personajes principales Aika y Hikari no fue de lo mas dulce gracias a que Aika se porto muy grosera esperen mas adelante

nisikiera la arrogancia puede protegernos del sentimiento llamado amor diganme si no ;D

esperen el proximo cap

si tienen alguna cosilla ke comentarme me agregan al msn

mi direccion:

 

eikomusicnex@hotmail.com


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