“…Maybe if we both lived in a different world
It would be all good, and maybe I could be ya girl
But I can't 'cause we don't…”
“Womanizer”
Inspirada en la canción homónima de Britney Spears
Aun insistía a su pobre mente, recordar el por qué acepto este tipo de trato. Mordía sus labios mientras veía a… ¿novio? ¿pareja? ¿amante?
A Sasuke coqueteando con un par de niñas en aquella cafetería. Le insistía en acompañarle porque no quería dejarlo solo.
¡Mentiroso! Si solo quería ver si era cierto lo que le había dicho Kiba, un compañero de clase, que en aquel sitio había hermosas chicas.
Si fuera heterosexual quizás admitiría que, si, tenían cierto atractivo. Pero, lo que era cierto, es que era tan homosexual como el aire era invisible.
Su amante, ósea, el que era su mejor amigo desde hace unos cuatro años, según él, era bisexual.
¡Ja! Le iban mejor los penes que las vaginas, ¡oh sí lo sabría el!
Por alguna razón recordó a Sai, aquel que se le parecía levemente al pelinegro…
-Naruto-
Fijó su mirada moleste al otro; debía admitir que era muy atractivo, aquella mirada tan penetrante, esas manos tan elegantes pero tan fuertes a la vez.
Odiaba cuando se perdía entre la suavidad de sus labios y la pasión que destilaban en los momentos íntimos.
-¿Qué? ¿Ya terminaste con tus novias?-
-¿Estas celoso?-
Y esa estúpida sonrisita de superioridad mandaba todo su autocontrol al carajo; le sonrío sarcásticamente tomando mi mochila y marchándome de aquel lugar.
Lo peor, por lo que su corazón se rompía poco a poquito, era que él jamás le seguía.
Se estaba cansando. Vivía en un pequeño apartamento a media hora de la Universidad. Debía admitirlo, si tenía un problema escolar o algún otro, Sasuke era el primero en ayudarle.
Era su amigo a pesar de todo.
Pero no sabía exactamente qué lugar ocupaba en la vida del azabache, pero, una sonrisa complaciente apareció en su rostro.
Él le daría celos, por supuesto.
Nadie sobrevivía a la cólera de Naruto, al menos, a la locura no.
+.+.+.+.+.+
Un grupo de unos cuatro chicos estaban en unas bancas debajo de unos árboles; les daba un poco de tregua por aquel calorcito de primavera que se acentuaba mas conforme avanzaba el sol en el día.
-¡No puedo creer que esa vieja nos dejará tanta tarea!-
-¡Lo sé! Aunque Sasuke es tan ñoño que para él, no es un reto-
-Hmph-
Pero un par de ojos se fijaron mas allá de sus amigos, abriendo su boca más no poder, atrayendo sus atenciones hacía aquel punto.
Lo que vieron fue una visión celestial, la más exquisita tentación.
Sus cabellos rubios alborotados; utilizando un pantalón de mezclilla color azul imperial ajustado, una camisa de manga corta con los primeros tres botones desabrochados.
Unas zapatillas oscuras mientras colocaba en su cabeza unos lentes negros, dejando a más de uno con querer ser la sombra que estuviera detrás de él.
-Ese…es… ¿Naruto?-
-No… ¿en serio? Es que…esta…bueno…-
-¡Buenísimo!— Gritó un entusiasmado Kiba—
-¡Quiero una cita! –Sonrió autosuficiente un pelinegro de cabello largo, mejor conocido como Neji—
Sasuke estaba impasible, aunque por dentro dos sentimientos se debatían.
Uno de rabia por ver a más de uno querer entablar una charla con SU Naruto; además si era suyo, bien que gemía su nombre cuando estaban juntos.
Y la irritación de querer follarselo ahí, aunque fuera en medio del campus.
“Al menos aprenderían cosas”
Sonrió.
Naruto se acercaba a ellos pero le interceptaron unas conocidas del salón; les sonreía amablemente siendo arrastrado a otra banca mientras muchas y muchos también.
-Parece ser que está MUY ocupado— Recalcó algo molesto Sai—
El rubio levanto su mirada observando aquella donde unos ojos oscuros juraban matarlo. Todo estaba saliendo a la perfección.
Usualmente él se vestía con ropa holgada, que según él, era para estar cómodo. Hacer con más libertad sus trabajos o ir de paseo.
Pero ahora sacaría provecho a su cuerpo.
Y haría que ese Uchiha; apellido que increíblemente le iba bien a ese sexy pero arrogante pelinegro, cayera a sus pies.
Aunque quisiera que cayera sobre su miembro…ejem…control Naruto, control.
Pasaron las horas entre acosos, uno que otro intento de manoseo en la cafetería, pero llegó el final del día.
Siendo consciente, movía sus caderas dejando que sus glúteos chocaran un poco entre sí, arrancando gemidos mientras él se hacía el inocente, el incapaz de hacer algo así.
Definitivamente, Sasuke, haría algo.
Llegó a su departamento mientras dejaba caer todas sus cosas en un pequeño mueble en la entrada. Se desabrochó su camisa hasta dejar todo su torso desnudo. Su piel apiñonada a la vista, una visión realmente exquisita.
-Naruto-
El susodicho sonrió. Sabía que le seguiría, pero debía controlarse y ejecutar el plan.
-Dime-
-¿Qué fue ese show en el campus?-
-No sé de que hablas-
Perdía la paciencia, y el otro no hacía más que provocarle, a pasos agigantados cruzo la sala tomando aquella muñeca llevándolo, mejor dicho, arrastrándolo hasta la habitación.
Pero al cerrar la puerta un par de manos lo arrojó a la cama, se dislocó un poco con el golpe pero sintió como sus manos eran esposadas a la cabecera.
-¿¡Pero qué jodidos haces!?-
-Shhh…-
Pidió el blondo cuando colocó un par de dedos en aquellos labios; acaricio aquel pecho quitando aquella molesta camisa, dejando la piel nívea de aquel pecho al descubierto.
Tomó una pequeña banda cubriendo aquellos ojos, quienes aun curioseaban toda la habitación. Deslizo ahora sus dedos para desabrochar aquel pantalón, bajándolo de golpe junto con el bóxer verde, dejando a un miembro semi erecto al aire.
-Oh, pero si el “pequeñín Sasukito” está despierto-
-Maldito…dobe-
Murmuró una disculpa mientras arrojaba lejos aquellas prendas; un par de dedos de cada mano pellizcó traviesamente sus pezones escuchando unos gemidos al unisonó.
Se levanto de la cama desnudándose rápidamente; no podía dejar de admitir que le enloquecía, por primera vez haría algo así, estaba completamente excitado.
Su miembro dolía pero valía la pena.
Atrajo un pequeño frasco de betún; abrió la tapa mientras con un dedo colocaba un poco en aquellos labios que querían probar aquella extraña sustancia que sentía pero, una boca no tardó en quitarle aquello.
Su lengua profundizaba el beso, extasiándose ambos al gemir, sentir aquel dulce embriagarlos a ambos, subiendo el tono de todo.
Colocó su miembro sobre el de Sasuke; subiendo y bajando, simulando penetraciones, arrancando jadeos placenteros de aquellos labios.
Unos dedos dejaban más de aquella sustancia en su pecho mientras una lengua traviesa lamía gustosamente de aquella piel.
Cuando llegó al ombligo coloco un poco más; jugueteando en aquel hoyito la punta de su lengua salía y entraba simulando el falo.
Decir que volvió loco al Uchiha era poco. Elevó un poco aquellas piernas que temblaban del placer, bajando por sus muslos hasta que su lengua quedo cerca de la intimidad de Sasuke.
En su relación jamás había sido el activo; prefería mucho ser el pasivo para que negarlo el azabache era bueno dando, pero tenía curiosidad.
Coloco un poco de la crema batida en aquella entrada, escucho una serie de protestas pero no les hizo caso, si no que, hundió de una sola estocada con su lengua en aquel lugar.
El otro cuerpo se retorcía algo sonrojado, extasiado, molesto. No sabía que sentir pero, era algo delicioso, sentirlo el ahora.
Una y otra vez entraba; pero sus dedos estaban en su propia entrada, preparándose, aun no terminaba pero quería sentir ese miembro que brillaba por el líquido pre seminal, dentro de él.
Separó su rostro de aquel lugar; un dedo comenzó a buscar su próstata, el otro se quejo, incluso intento alejarse, pero después, al tener tres dedos en él, comenzó a ceder.
-Ahora… ¿Quién es el único que te pone caliente?-
Y el otro comprendió, estaba herido, y bueno…podía ceder un poquito.
Un poquitín.
-T…Tú…Ahhh-
Y después bajó esas piernas, apoyó sus manos en aquel pecho elevando sus caderas, para acomodar su entrada en aquel miembro, dejándose caer poco a poco.
Sentir como se abría paso entre aquellas carnes, sintiendo un calor sofocarle, era extremadamente delicioso, así como desesperante que tuviera las manos y los ojos imposibilitados.
El rubio se detuvo un poco mientras acomodaba sus pies en la cama; comenzó con ligeros vaivenes…hasta que la danza erótica comenzó.
Una lucha salvaje entre ambas caderas sucedía sobre aquella cama. El rechinar enloquecería a quien escuchara eso.
Envidiaría a aquel que poseyera ese cuerpo de infarto del ojiazul.
Y eso elevó a los límites del cielo, el ego de Sasuke.
-Ahhh…sí…más Sasuke-
Por que adoraba escuchar de esos labios, escuchar su nombre, nadie le calentaba ni le ponía como él lo hacía.
El también participaba, elevaba sus caderas sintiendo como sus testículos golpeaban aquella carne tan furiosamente, queriendo terminar ya en aquel interior, llenándole de él.
Naruto se masturbaba con desesperación; agitaba su cuerpo contra el otro, decidió, aunque su conciencia estaba lejos, quitarle aquella banda de los ojos.
Cuando sus ojos se cruzaron se corrieron.
Su semen se regaba en aquel interior y parte de esos muslos, y el semen del rubio en su pecho.
Ambos estaban agitados, sudorosos…y con una sonrisa estúpida en su rostro.
El blondo quito aquellas esposas rápidamente dejándose caer con el último resquicio de energía en aquel pecho, siendo resguardado con un par de brazos.
-Si esto es porque me celaste…lo haré más seguido-
-Cállate teme-
Se miraron y se dieron un beso algo lento, sin intenciones de profundizar.
-Sabes que te soy fiel, ¿cierto?-
-Pero coqueteas mucho-
-Tengo que mantener mi fama de buen porte-
El otro le dio un golpe en su pecho aunque, una sonrisa enferma surcó en su rostro mientras se levantaba, algo adolorido, pero dio vuelta aquel cuerpo dejándole bocabajo, acercó sus labios a aquel oído y susurró.
-Bueno, entonces te romperé el culo para que te quedes quieto por unos días-
El otro pelinegro intento decirle algo, pero, una lengua comenzó a descender por su cuerpo, una bendita vez más.
Oh sí, sufriría pero valdría la pena.
Dejaría que el rubio ganará…por esta ocasión.
FIN