-Sus padres han muerto- anunció un hombre gordo, vestido completamente de negro, fachadas serias y con un cigarro en la mano izquierda .
Dos niños de rubia cabellera, unos ojos azules que reflejaban la inocencia el ser humano, una piel bronceada, el chico era más alto que la niña de su lado, esta se le aferraba a la ropa sabiendo lo siguiente que diría.
-tenemos que llevarlos a un refugio, allí los adoptaran…y querrán mucho…- dijo lo último con Sarcasmo, al fin de cuentas estaban de visita en New York y al morir allí sus padres, la tutela es de ese lugar.
-¿nos adoptaran por separado?- preguntó Naruto intentando hacerse el fuerte
-pues, si ah…me temo que si- respondió limpiando la basurilla del cigarro.
-no, yo mantendré a mi hermana- dijo con decisión el niño
-¡dios! Tienes solo 8 años no sabes lo que quieres-
-quiero estar con mi hermana- respondió seguro
-si aja…¿y quien te va a ayudar a mantenerla?-
-nosotros –se escuchó una voz, iba entrando el Clan Uchiha a escena, Fugaku, Mikoto, Itachi y Sasuke. –Nosotros les daremos lo que necesiten, casa, vestido, educación, alimento y todo lo demás-
-S-Sasuke…-pronunció Naruto débilmente, Al lograr escuchar esto, El pequeño Sasuke, un chico de piel blanca, ojos tan negros como la noche, cabello negro azulado, delgado y de finas facciones, se puso junto al rubio y tomo de su mano
-pero no esta permitido que…-
-aquí está- afirmó Itachi, mostró una orden que decía todo y más de lo que ellos acababan de asegurar.
-gracias Sasu-niichan- agradeció la pequeña Uzumaki rodeando al Uchiha por la cadera con sus delicados bracitos.
-7 años después…-
-¡ya llegue!- avisó la rubia, entrando por la puerta principal, ella ya no era una niña, era todo una chica, delgada cintura, amplia cadera, un busto de 102 ¡increible! Ella había rogado ser inscrita a clases de guitarra, y de allí venía.
-¡hola hermana! ¿Cómo te fue en tu día?-preguntaba Naruto desde la cocina, Sasuke había comprado una casa para los Uzumaki y de paso se mudó con ellos.
-excelente, Creo que las chicas están listas para formar la banda- sonrió con emoción
-recuerda…-se escuchó por detrás de ella- que también existen otras materias-
-si si, lo se Sasu-teme- sonrió la chica- hola- saludó, dando un suave beso en su mejilla a lo que el Uchiha respondió, llevaba 2 años viviendo con ellos pero la manera de ser de la menor siempre era muy extraña
-hola Naruto- saludó Sasuke, tomándolo por la cintura y besando su cuello, rozando sus labios en la bronceada piel del Kitsune. Ellos llevaban una relación, eran novios ya llevaban 3 años y nunca se habían peleado, eran una pareja perfecta.
-e-enfrente de Naruko no…-
-oh no te preocupes- afirmó al chica tomando un poco de ramen y un jugo de naranja – iré a a mi habitación, tengo que practicar, ¡los quiero!- terminando con esto la chica subió las escaleras.
-¿ya se lo has dicho?- preguntó Naruto entre jadeos
-no aún no…- respondió el menor de los Uchiha sin dejar de besar a Naruto.
-¡Sasuke!- lo separó Naruto y con una mueca y todo de replica le dijo –te irás de aquí , no sabes si para siempre ¿y no le has dicho nada?-
-estamos en New York, que se divierta-
-deberías decirle- dijo Naruto rodeando con sus brazos el cuello del azabache y besando dulcemente sus labios.
-bien…- son un hondo y largo suspiro, pensó un momento y se dirigió a la habitación.
-búscame…tu puedes tomar mi mano, solo búscame…encuentra conmigo la luz, nada más mírame, y sabrás…que todo esta bien…- la chica tocaba su guitarra con esmero, ¿y su voz? Era fina, era preciosa, era perfecta.
-¿Naruko?- interrumpió Sasuke -¿puedo pasar usuratonkachi?-
-Dios…¡claro que puedes! No te portes como un extraño, ¿Qué pasa?- dijo dejando a un lado su libreta de canciones, su guitarra y su plato de ramen
-escucha…-comenzó, le dijo que llevaba mucho tiempo con ella, pero su familia quería volver a Japón, le pidieron que los primeros meses estuviera con ellos, pero no sabía cuanto tiempo se iría. Cada palabra luego de “me ire” fueron flechadas en el corazón de la rubia, fuertes, dolorosas…
-que pasará…¿con nosotros?-interrumpió clavando su azulina y cristalina mirada a la almohada
-les depositaré todos los días, cada hora si es necesario, yo regresaré, no se cuando pero lo haré-
-oh…- intentaba lucir fuerte, ¡valiente! Como toda buena Uzumaki, pero sus ojos amenazaban con traicionarla y derramar lágrimas. Sasuke no era idiota, sabía que la chica se moría de ganas por abrazarlo y rogarle no irse, pero no se atrevía, no sabía porque.
-me voy pasado mañana-
-entiendo-
-regresaré, te lo prometo-dijo pasando una de sus manos por la mejilla de Naruko, esta lo miró con mucha tristeza y pesar de su corazón, respondió.
-cuidate mucho ¿neh…Sasu-teme?- al fin…lo abrazó, no quería que se fuera, era como otro hermano para ella, mas serio molesto y demás ¡pero un hermano al fin!
El día de irse, Naruko no paraba de darle recomendaciones, se despidió de sus “tíos” Fugaku y Mikoto. Luego de Itachi y al final de Sasuke. Lo miró bien, y le dijo que se cuidara…así vio alejarse el auto donde iban.
-2 años después-
Naruko ya cumplió 16, mientras que Naruto tiene 18, pero, al irse Sasuke…Esto fue lo que pasó…
Los primeros 6 meses, Naruko despertaba, hacía su rol del día y luego se sentaba en el sillón mirando el camino, esperando a que el teme regresara, aunque Naruto se comportaba normal, también le extrañaba demasiado. Luego de esos 6 meses, ella terminó con su curso de guitarra, ya la dominaba perfectamente, comenzó a cambiar su forma de vestir, comenzó a ocupar negros, grises, azules oscuros, naranjas opacos…Naruto no entendía por qué Sasuke dejó de mandar Dinero…comenzaba a faltar, ambos chicos entraron al trabajo, donde Naruko conoció a Karin, una chica que la metió en vicios…¿cuáles? Cigarro, Alcohol, Drogas, y sexo, no solo con chicos si no que se metía con chicas, aún así el Dinero no alcanzaba, vendieron varias de sus cosas, y se mudaron a un apartamento pequeño, dos habitaciones, sala comedor una cocinita y un baño con tina. Entre los hermanos, la chica comenzó a guardarle secretos a Naruto, hasta que un día simplemente…cesó de hablar, no decía nada de lo que le pasaba en su vida, y Naruto por nervios, comenzó a fumar ¿en que cosas andaba metida su hermana? Su banda iba a lanzar su primer sencillo…¿a costa de que? Viendo que el dinero aún no alcanzaría…Naruto comenzó a prostituirse…
-aaah….-gemía el rubio, al sentir las envestidas del tipo, lo tomaba de la cintura y lo traía hacia él.
Por fuera del cuarto, Naruko estaba afinando su guitarra, checaba sus canciones y demás, su cabello se veía opaco, quemado y sin brillo, sus ojos estaban opacos, una que otra ojera, y ella, anémica, fumaba mientras escribía, luego de un rato el tipo salió del cuarto de su hermano, todo era alumbrado por tres foquitos amarillentos, la sala-comedor, el cuarto de Naruto y el baño.
-hola nena…-habló el tipo acariciando a Naruko de la mejilla -¿no quieres ganarte un dinero extra, aparte de tu hermano?-
-no imbécil…aléjate- dijo tajante soltando una bocanada de humo en su cara
-¡niña idiota!- el tipo levantó la mano, pero al instante fue detenido
-ya te di el servicio…lárgate de aquí, deja a mi hermana en paz…-dijo Naruto, estaba acabado, delgado y con una que otra marca en el cuerpo, que el se borraba luego de un rato.
-tarados…- habló el tipo, soltándose del agarre del rubio, que solo estaba con una sábana alrededor de su cuerpo.
-¿estas bien?- preguntó Naruto
-si…-dijo soltando humo
-hermana…deja de fumar-
-tu también fumas-
-pero yo soy mayor de edad y…-
-ya va- la rubia tiró el cigarro en el piso, tomó su guitarra y su chamarra –saldré- avisó, abriendo la puerta y dejando a su preocupado hermano tras ella.
-ya vaa- se escuchaba en la antigua casa de los Uzumaki, al abrir, se encontró con un apuesto chico de azulados cabellos, delgado y alto.
-¿disculpe? Busco a Naruto y Naruko Uzumaki-
-oh, no señor ellos ya no viven aquí, el banco les quitó la propiedad, nosotros la compramos-
-El…banco…¿sabe donde puedo encontrarlos?-
-a si, un segundo- la señora entró rebuscó entre los papelitos y se lo entregó –mi hija está en la banda de la señorita Uzumaki, creo que hoy iba a ensayar.
-gracias- Sasuke Salió corriendo, subió a los camiones, bajó , grito corrió y cuando estaba frente a la puerta…abrió.
Todo estaba sucio, botellas vacías, olor a cigarros, alcohol, semen… las colillas de cigarro en todos los ceniceros de la casa, había ropa interior en los sillones, la tv encendida en un canal que apenas tenía señal, estaba en blanco y negro, los cuartos increíblemente desarreglados, el de Naruko tenía hasta un gran letrero en la puerta diciendo “Lárgate” inspeccionó un poco más y luego pasó al cuarto de Naruto, tenía un cajón lleno de lubricantes, condones, una que otra cerveza, cigarros, y demás. Pero en uno de esos, estaba un álbum, lleno de fotos de ellos cuando niños, de sus primeras citas. Y, luego, el álbum quedaba vacío, luego de la ultima foto que se sacaron antes de irse, no había nada.
-¿Quién eres? No tienes una cita ¿cier…?- antes de terminar, Sasuke lo miró, estaba impactado ¿el era su Naruto? Lleno de marcas, ojeroso, y…¿eso de su mano era un cigarro?
-S…Sasuke…-pronunció el rubio dejando caer su cigarro.