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Malditamente Prohibido por Bj Murray

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Notas del capitulo:

Este capitulo es más explicativo, para que entiendan un poco la trama. Luego, se viene lo bueno!

Capitulo 01



Elizabeth Bouvier es una doctora del hospital general de SaintVille, que es un pueblo no tan pequeño, pero alejada de la civilización de las grandes ciudades. Aunque este pueblo está creciendo rápidamente, la mayoría del pueblo se conocen, y a esto ayuda que solo hay una Universidad, y con suerte solo dos escuelas.

En SaintVille nunca ocurrían tragedias más de lo común. Hasta ese viernes a las 3 de la madrugada

-su pulso es mínimo-decía un paramédico trasladando una camilla por los solitarios pasillos del hospital. En la camilla, yacía un joven de 15 años, con graves heridas en su frente y cabeza, que bañaban su tierno rostro en un mar escarlata. Tenía el pelo de un marrón rojizo, pero está mañana, se veía aún más rojo, por la sangre que lo bañaba. Al lado de la camilla, también iba Elizabeth-, tiene contusiones graves en su cabeza. Ha estado inconciente desde que lo encontramos.

Habrían tardado más de 5 horas o algo así en estabilizar al joven, que aún se encontraba inconciente, pero con la diferencia de que ya no corría algún riesgo. Tenía todas sus heridas saturadas, limpiadas y curadas. La doctora Elizabeth y otra enfermera se quedaron cuidando al joven

-realmente a este joven no le ira muy bien más adelante-dijo la enfermera revisándole cada tubo que lo mantenía estable
-¿por qué dices eso?-preguntó la doctora desconcertada y sin tener la mayor idea a lo que se refería la enfermera- El estará bien, se recuperará
-¿y después de que se recupere? ¿Que pasara con el?
-seguirá su vida obviamente
-poniéndome en su lugar preferiría estar muerta a seguir mi vida en un hogar de adopciones u orfanato esperando que alguien se apiade de mi y me de una familia
-¿pero su madre? ¿Padre?
-Este joven no tiene padre, y su madre está en el subterráneo-cuando la enfermera dijo Subterráneo, se refirió a la morgue, la última estación- Murió en el mismo accidente. Cuando la encontraron ya estaba muerta, no se como este chico sobrevivió a ese volcamiento.

La doctora reflexiono mientras la enfermera abandonaba la sala y con su lápiz golpeó algunas veces la carpeta que sostenía en su mano y se retiro de la sala.

En todo su turno la doctora pensó en el caso del joven, no podía imaginar el futuro de ese joven sin un papel tan importante en su vida como lo era su madre, sentía pena, compasión y una angustia enorme.

Ya su turno estaba por finalizar, y le tocaba ir por última vez a ver al joven del accidente. Estaba nerviosa, ansiosa por alguna razón que aún no comprendía; Sin entenderlo, estaba casi corriendo hacia la habitación donde se encontraba el joven.

El joven estaba igual, sin ningún signo de mejora. Elizabeth se acercó al joven y se sentó al lado de el, tomándole la mano fría que yacía casi inerte en la cama. No había parado de pensar en el futuro del joven, y había tomado una decisión

-me haré cargo de ti-dijo la doctora, decisiva- ¿te parece?

Sorpresivamente, los parpados del joven se empezaron a abrir lentamente. La luz que provenía del sol recién naciente le daba en sus ojos verdes, haciendo que los cerrara nuevamente con más fuerza.
El joven gimió por un agudo dolor que no pudo especificar en que zona se presentaba


-hola, soy la doctora Elizabeth Bouvier-citó la doctora, que ahora se hallaba cerrando las persianas de la ventana, al ver la gran molestia que hacía en el joven la luz que entraba a través de ellas-. Estas en el hospital de SaintVille. Sufriste un accidente, es normal que te sientas adolorido. ¿Cómo te llamas?
-¿mi madre?

La doctora no se esperó que el joven respondiera con tal pregunta. No sabia que decir, lo único que se le ocurrió hacer, fue sentarse de nuevo al lado del joven. Aunque trató de ocultar la tristeza que sentía por el joven, sus ojos la delataron. Ninguno de los dos habló por unos minutos, hasta que al fin, el joven cayó en la cuenta, de que ahora estaba solo

Realmente no sabía que hacer, ¿Era buen momento para preguntarle si es que quería que ella lo adoptara como su hijo? No tuvo necesidad de tratar de responderse, porque el joven, interrumpió su meditación

-¿me iré a un orfanato?-pregunto el joven, entre sollozos
-es lo más seguro-dijo Elizabeth, de manera muy suave-, pero hay otra vía

El joven no respondió; la doctora esperó para ver si es que respondía, pero al darse cuenta que no lo haría, decidió hablar

-¿podría hacerme cargo de ti?

El joven con sus ojos llenos de lágrimas, no respondió. No quería ir a un orfanato, pero, ir a un hogar con una extraña, sería raro, pero definitivamente mejor que un hogar de adopciones, así que, decidió asentir

-Gracias-dijo la doctora, saliendo de la sala

Habían pasado dos semanas, y el chico avanzaba bien; le tocaba ir a revisar su estado, y al llegar a la habitación de este, se encontró con una mujer, de tez morena, vestida completamente de un traje negro, con el pelo castaño tomado. Antes de poder decir algo, la Señora habló

-Buenas tardes soy del servicio de adopciones de SaintVille. Ahora yo y mi institución nos encargaremos de este joven, una vez dado de alta
-de eso quería hablarle-dijo Elizabeth acercándose hacía ella. La mujer actuó indiferente- ¿podría yo hacerme cargo de este joven?
-tendría que hacer los papeleos correspondientes y mostrarnos si esta en una apta capacidad para cuidarla, ¿con quien vive usted?
-con mi hijo, de 17 años
-entonces... ¿mañana esta de turno?
-si
-mañana le traeré todos los papeles y veremos si este joven estará a su cuidado
-gracias


Su instinto maternal no dejaba que ese joven viviera en un orfanato, así que si no podía hacerse cargo, sentiría una culpa enorme. No, no debía dejar que ese joven, se cuidará en otras manos

Ya había pasado 1 mes desde el accidente, y le habían dado la custodia del joven. Como habían dado de alta al joven, tenía la suerte de que ese día su turno terminaba temprano, y se encargó de llevar ella personalmente al joven, quien ahora orgullosamente se llamaba Sean Bouvier

Cuando al fin llegaron a casa, y pasaron la estancia de la casa, no se veía nadie

-¡hijo!-llamó Elizabeth y desde el segundo piso se sintió un ligero “ya voy”

-estoy segura de que te agradará


Así se lo esperaba. Quería llevarse bien con su nuevo hermano, no quería pelear, pero el problema era, que no sabía como tratarlo, nunca había tenido un hermano, y no sabía como iba a ser. No quería llevarse mal con el

Luego de unos segundos, bajo apresuradamente un joven de contextura delgada, pero gracias a su ajustada sudadera, su abdominal y sus pectorales se marcaban haciéndolo más irresistible que a simple vista. Tenía el pelo rubio, al punto de casi ser blanco. Sus ojos resplandecían de un celeste parecido al color del cielo

No entendía porque, pero de alguna manera su corazón empezó a palpitar rápidamente al verlo posarse en frente de el; No podía evitarlo, lo estaba mirando como un tonto, pero, su sonrisa, su aroma, su mirada, su arete en el labio inferior, para el, todo era irresistible. Lo malo, era que como ahora era su hermano, estaba malditamente prohibido

-Sean-dijo Elizabeth, apuntando al joven rubio-, este es mi hijo, Damon

¡No podía hacer nada! Lo único que pudo hacer fue, sonreír aún más como tonto. Damon, lo miró de pies a cabeza, y simplemente se dio media vuelta y subió tan rápido las escaleras como lo había hecho cuando bajo.

No se le ocurría que había hecho mal, pero su ahora madre, lo interrumpió

-¿Qué te parece si vamos a comprar ropa?

No era mala idea, así se iba a distraer de lo recién sucedido con su hermano.


No lo entendía ¿Por qué su corazón latía tan rápido bajo su pecho? ¡No! No podía pensar esas cosas, pero era inevitable. Su rostro era tan… inocente, sus ojos solo reflejaban la verdad, su piel… ¡Oh! Su piel lo llamaba para que la acariciara noche tras noche, pero eso no era posible. Sabía que tendría un hermano adoptivo, porque su madre le había dicho que Sean, su hermano, iba a ocupar su habitación. Hasta había ayudado a su madre a escoger una cama, cubrecamas, etc. Pero nunca se imaginó que sería un chico tan irresistible, pero era ese maldito impedimento, que estaba Malditamente Prohibido.

Notas finales:

Bueno ! eso era, espero que les haya gustado, de todas maneras gracias por haberlo leído

Acepto cualquier comentario constructivo que me ayude a aprender y a mejorar los futuros Fan Fics

Gracias =)


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