El fin de semana había llegado y Sasuke Y Sai se encontraban en una cafetería cerca de la escuela. Demasiadas cosas habían pasado esa primera semana de clases y no había podido hablar acerca del pelirrojo, ya que Sasuke ocupaba la mayoría del tiempo en Naruto.
-¿Y bien? ¿Hablaste con Gaara?- Preguntó Sai ansioso.
-Sí, ya hablé con él. Tienes suerte- Le dijo tomando su café amargo- le gustan los hombres.
-¿En serio?- Lo miró esperanzado- ¿Qué más le preguntaste?
-Le pregunté si le interesaba alguien- lo miró.
-¿Y qué te dijo?- Preguntó poniéndose nervioso.
-Me dijo que había una persona que le gustaba, pero no me dijo quien- Volvió a tomar de su café.
-¿Y no le preguntaste?- ¡Demonios! Ahora todo se estaba complicando- ¡Genial! ¿Qué se supone que deba hacer ahora?- Se agarró la cabeza con las dos manos. Se sentía pésimo, el chico que le gustaba sentía algo por otra persona ¿Por qué tenía que pasarle esto?
-¿De qué diablos estás hablando?- Frunció el seño-¿Tan fácilmente te darás por vencido? ¡Eres un idiota! No sabemos quién puede ser esa persona, pero debemos averiguarlo. Tú lo quieres ¿No? Entonces conquístalo.- Le habló firme.
-Sai lo miró, algo sorprendido la verdad. Sasuke nunca le había hablado así, pero él tenía razón- Si, lo sé… pero no es tan fácil. Tú sabes cómo es Gaara, me cuesta mucho acercarme a él.
-Entonces sigue insistiendo, ya caerá- Le sonrió.
El moreno se lo pensó un momento ¡Tenía que por lo menos intentarlo!- De acuerdo, lo intentaré. Pero debemos averiguar quién ese tipo y sacarlo del mapa- Habló decidido.
-Bien… ¿Y qué piensas hacer para conquistarlo?- Preguntó volviendo a su café. Si que estaba bueno el café.
-Emmmm… aun no lo sé- El moreno se tocó el mentón con el dedo- tal vez deba ser más agresivo o más dulce o… ¡¡¡Ahhhhh!!! ¡No lo sé!
-Bueno… tienes de aquí hasta el lunes para pensarlo
-Si…- Se calmó. Ese pelirrojo le iba a causar una ulcera.
Sasuke lo miró unos momentos, menos mal que con Naruto no tenía ese problemita, aunque… se sentía un poco extraño ayudando a Sai y él ni siquiera le había dicho a Naruto lo que sentía por él. ¡Bien! Estaba decidido, desde el lunes comenzaría su nueva misión y conquistaría a ese sexy rubio sólo para él.
-¿Sasuke?- Lo llamó- ¿Y ahora qué te pasa?
-Sólo pensaba- lo miró
-¿En Naruto?- Sonrió. Ya no era sorpresa para él lo que sentía Sasuke por ese rubio.
-Si… creo que lo invitaré a salir- Le dijo. No quería perder más el tiempo.
-¡Hazlo! Y cuando lo hagas yo invitaré a salir a Gaara- Propuso. De alguna manera debía sacar las fuerzas.
-No me parece mala idea- Sonrió. Así Sai tendría que hacerlo de uno u otra manera, porque él ya estaba decidido a quedarse con el ojiazul.
Sasuke volvió a hundirse en sus pensamientos mientras Sai lo miraba atento. Al parecer pensaba en algo muy importante, porque Sasuke ni siquiera se movía.
El silencio duro hasta que Sasuke miró al moreno a los ojos- Ya sé cómo puedes conquistar a Gaara- Sonrió.
-¿De verdad?- Lo miró sorprendido- ¿Cómo?
-Ponte una tanga y hazle un baile erótico- Sonrió con malicia.
-Idiota…
Oooooooooooooooooooooooooooooo…
Una nueva semana había comenzado y ambos morenos llegaron a la escuela completamente decididos en conquistar a sus amores.
Naruto como siempre se encontraba sentado en su lugar, se había pasado todo el fin de semana pensando en Sasuke y se había dado cuenta de que el moreno le revolucionaba las hormonas y le gustaba mucho. Pero ahora no sabía cómo comportarse en frente de él, se sentía muy confundido.
-Naruto- Lo llamó el moreno.
-¿Eh?- Se sorprendió al darse cuenta de que era Sasuke.
-Hoy estas algo distraído- le habló coquetamente. Este rubio no se le iba a escapar por nada del mundo- ¿Te encuentras bien?
-Emmm… si…- Sonrió- Estoy bien.
-Me alegro. Quería saber si querías ir a algún lado este fin de semana- Se acercó un poco más a él. Le encantaba mirar de cerca esos hermosos ojos azules.
-¡¿Qué?!- Sintió que su corazón se aceleraba de forma impresionante- ¿Qui… quieres que salgamos?
-Si, vayamos a algún lado el sábado. ¿Puedes?- Miró sus ojos.
-Si… me encantaría- Algo estaba sucediendo. No podía dejar de mirar esos ojos oscuros, estaba completamente hipnotizado. Sasuke le gustaba mucho e iba a pasar el día sábado con él. ¡Tendría que ser un completo idiota si le decía que no!- “¡¡¡¡¡Ahhhhh!!!!! ¡¡Sasuke me invito a salir!! ¡Soy tan feliz!
-Bien, entonces quedamos para el sábado- Sonrió complacido. Este rubio no se le iba a escapar, Naruto le gustaba mucho y lo quería sólo para él- podemos ir al cine si tú quieres.
-¡Sí!- Contesto entusiasmado.
-De acuerdo- Sonrió por su manera de contestar, cada vez le gustaba más.
Naruto lo miró una vez más a los ojos antes de poner atención a las clases que iban a comenzar.
Oooooooooooooooooooooooooooooooo
El día ya había terminado y Gaara iba saliendo de la sala de clases cuando Sai lo llamó- ¡Gaara! - Llegó a su lado.
-¿Qué sucede?- Lo miró.
-Emmm… etto… ¿Vas a hacer algo este fin de semana?- Le preguntó nervioso.
-Quede con Temari para acompañarla a hacer unas compras el día sábado y la verdad no me anima mucho, pero ya conoces a mi hermana- Gruñó.
-Si… tu hermana es de temer- Habló desanimado. ¡Maldición! ¿Por qué tenía que salirle todo mal?
Gaara lo miró y no se le pasó por alto el tono de voz que había tenido Sai- Pero el domingo estoy libre- Ya no podía seguir huyéndole, había algo en el moreno que le atraía demasiado y ya no se sentía tan incomodo con él, no desde que acepto sus sentimientos hacia Sai.
-¡¿De verdad!?- Su ánimo cambió radicalmente.
-Si…- Lo miró sorprendido.
-¿Quieres ir al acuario?- Le preguntó completamente feliz.
-Bueno- Ahora se había puesto nuevamente nervioso, pero realmente quería pasar el día con él. Quería dejar mucho más en claro sus sentimientos.
-Entonces, nos vemos a las 12:00 del día en la entrada- Le dijo. No sabía cómo ocultar su felicidad. Haría todo lo posible para que Gaara se fijara en él y no en ese tal desconocido- “¡No puedo creer que Gaara saldrá conmigo! No puedo estropear esta oportunidad, debó conquistarlo a como dé lugar. ¡Jódete imbécil!
-Sí, nos vemos- Gaara lo observó una vez más- ¿Quieres acompañarme hasta mi casa?
-¿En serio? ¡Por supuesto!- Las cosas iban cada vez mejor. Estaba decidido, primero descubriría quién era ese chico desconocido y conquistaría a Gaara a como dé lugar.
El pelirrojo lo miró una vez más y una leve sonrisa decoró sus labios. Era increíble como el ánimo del moreno cambiaba, pero tenía que admitir que su alegría lo atraía mucho.
Ambos siguieron el camino hacia la casa del pelirrojo conversando y disfrutando de la compañía del otro. Sólo les quedaba esperar el día domingo para dejar las cosas en claro.
Oooooooooooooooooooooooooooooo
La semana había pasado rápido y el tan esperado sábado ya había llegado. Sasuke se encontraba esperando al rubio en la entrada del cine, sentía un cosquilleo en su vientre y eso se le hacía un tanto incomodo, pero de tan sólo pensar que tendría a Naruto para él todo el día… definitivamente esa noche necesitaría desahogarse.
Naruto iba caminando cuando vio al moreno en la entrada, su corazón comenzó a palpitar rápidamente. Llegó hasta su lado y lo saludó- Hola Sasuke, ¿Estas hace mucho rato?
-No, acabo de llegar- Le sonrió. Podía notar como las mejillas del rubio tenían un leve color rosa que simplemente le encantaba.
-Me alegro- Sonrió igualmente
-Vamos, entremos y elijamos una película- Sasuke le rodeó los hombros. Olía tan bien.
Naruto se colocó mucho más nervioso de lo que estaba, podía sentir el cuerpo del moreno junto a él. Su olor, su presencia, su tacto… todo.
Ambos eligieron una película de comedia y se acomodaron en los asientos. Esperaron hasta que la cinta comenzó, pero ninguno de ellos pudo poner atención, estaban tan concentrados en la presencia del otro que cuando se dieron cuenta la película ya había terminado.
Los dos salieron de la sala de cine y caminaron hasta la salida. Naruto estaba muy nervioso, sentía que en cualquier comento sus rodillas le fallarían, no había podido colocar ni un mínimo de atención a la película por pensar en Sasuke.
-¿Te gustó la película?- Rompió el silencio.
-¿Eh? Si… - Respondió nervioso el rubio.
-Me alegro- Sonrió. La verdad él no le había colocado nada de atención, sólo pensó en Naruto en todo ese tiempo.
La noche estaba yendo de maravilla. Naruto y Sasuke entraron en una cafetería para hablar un rato tranquilamente, pero la calma no duro por mucho tiempo.
Un chico de cabello blanco entró en la cafetería junto a un grupo de amigos, en ese momento reconoció a unas mesas al moreno- ¿Sasuke?
Suigetsu se acercó a la mesa y abrazó a Sasuke por detrás- ¡Sasuke! ¡Mira cómo estas! Cada día estás más lindo- Le dijo cerca de su oído, pero su voz llego hasta los oídos de Naruto.
-“Mierda” ¿Por qué ahora?- Pensó frustrado- Suigetsu, ¿Qué estás haciendo aquí?- Le retiró las manos.
-Vine con unos amigos y me encontré con esta hermosa sorpresa- Suigetsu en esos momentos miró al rubio y le sonrió- Al parecer llego en un mal momento.
Naruto sólo se había quedado observando, sentía que en esos momentos el corazón se le detenía ¿Por qué ese chico había abrazado de esa manera a Sasuke? Y lo peor… es que un sentimiento de inseguridad se apoderó de él. ¿A ese chico también le gustaba Sasuke?
Sasuke miró un instante al ojiazul. No quería que pensara ninguna cosa extraña, podía sentir como el ambiente se tornaba tenso- Suigetsu ¿Por qué no te pierdes?- Le dijo frunciendo el ceño.
-¿Por qué? Si hace tiempo que no nos vemos- Lo volvió a abrazar- Además te ves sexy cuando frunces el ceño- Lo tocó con el dedo. Sasuke lo había traído como un loco los años que había estudiado en la escuela con él, siempre le había gustado.
Naruto ya no podía soportarlo, sentía celos. Él aún no se atrevía a tocar de esa manera al moreno y este chico lo hacía como si nada. Se sentía pésimo como si sobrara, nunca se había sentido tan mal, pero lo que más sentía era… furia.
El moreno volvió a poner su atención en el rubio y observó como éste tenía los puños fuertemente cerrados. No podía ver sus ojos, ya que éstos estaban cubiertos por el rubio cabello, pero podía notar como su cuerpo temblaba- ¿Naruto?- Lo llamó. Estaba comenzando a preocuparse- ¿Estás bien?
Suigetsu, que aún se encontraba abrazando a Sasuke, también posó sus ojos en el rubio ¿Qué diablos le pasaba?
En unos segundos la mente de Naruto se quedó en blanco y una extraña sensación lo invadió- “otra vez, esta sensación…”
-¿Naruto?- Rompió el silencio con una voz un poco más ronca. Su cabello aún cubría sus ojos que habían tomado cierto brillo malévolo- cariño… Naruto, ya no está aquí- Levantó la cabeza.
Sasuke y Suigetsu se le quedaron viendo con caras de no entender nada.
-¿Naruto? ¿Qué te pasa? ¿Esto es una broma, verdad?- Sonrió nervioso. Había visto lo furioso que estaba, pero esto… No entendía nada.
-¿Una broma?- Lo miró fijamente. Su mirada había cambiado completamente, ya no había rastro de inocencia ni de alegría… era como si lo hubieran poseído- Jejejejejeje… así que tú eres Sasuke- Recorrió cada centímetro de su cuerpo ¡Si que estaba bueno el maldito! Luego fijó sus ojos en el albino- Oye tú… Lárgate- Dijo secamente.
-¿Qué?- El albino dejó de abrazar a Sasuke y se colocó al lado del rubio- ¿Quién demonios te crees que eres para decirme que me largue?
El moreno no lograba entender nada. En un instante su Naruto había cambiado completamente, ahora se comportaba de forma extraña y agresiva. Era como si… fuera otra persona- Naruto, no gastes tu tiempo con él. Mejor vamos a otro lado- Se puso de pie.
-Ya te dije cariño, Naruto ya no está aquí, mi nombre es Shiru- Se levantó también y se puso en frente de él- Estas bastante bueno- Lo tomó por la cintura y lo acercó a su cuerpo. Si que se iba a divertir con esa lindura.
Sasuke se había quedado con la boca abierta ¡Esto sí que ere extraño! ¿Y cómo era eso de que se llama Shiru? Y lo peor de todo… ¿Por qué se sentía domado?
El albino inmediatamente empujo al rubio para alejarlo de Sasuke- Oye idiota, ¿Por qué no mejor te largas tú?
Shiru se acercó a él- No debiste hacer eso- Y de un solo salto se lanzó sobre el albino.
Sasuke no podía reaccionar ¡No lograba entender absolutamente nada! Pero mientras él estaba fuera de sí al albino le estaban dando una gran paliza.
-¡¿Qué diablos te pasa?! ¡Maldito loco!- Gritó con furia el albino, tratando de huir de Shiru, pero éste tomó una silla y comenzó a perseguirlo por toda la cafetería.
En esos momentos Sasuke logró reaccionar y se encontró con la escena. Naruto estaba persiguiendo a Suigetsu por todo el lugar con una silla.
-¡Naruto! ¡Detente!- Corrió a ayudar al albino. Aunque no le agradara mucho, no podía dejar que lo mataran.
Uno de los camareros del lugar intento detenerlo, pero éste fue lanzado con una fuerza anormal por los aires.
El lugar era un caos, nadie podía detener a Shiru, porque cada vez que Naruto se enfurecía, él era libre y no dejaría que nadie le quitara eso.
En el interior se observaban como las sillas, las mesas, todos los servicios, platos, vasos y todo lo demás volaba por los aires. Ya no quedaba ninguna persona en el interior.
Shiru estaba fuera de control, era la culpa de ese idiota por meterse con él y su “presa” y ahora lo pagaría caro.
-¡Naruto, detente!- Volvió a pedirle Sasuke. Nunca pensó que esto podría ocurrir ¿De verdad que él no era su Naruto?- ¡Shiru!- Gritó.
Pero éste no le hizo caso, seguía golpeando al albino. Desde que había destruido el gimnasio de la antigua escuela de Naruto que no se sentía tan libre.
-¡¡Sasukeeee!! ¡Detenlo!- Suigetsu con un ágil movimiento se escurrió entre las piernas del rubio y corrió hacia unas mesas para poder esconderse.
Shiru tomó, con una fuerza increíble, una mesa y se acercó al lugar en donde estaba escondido el albino- ¡Sal de ahí maldito cobarde! ¡Apenas te tenga en mis manos te patearé el culo tantas veces que tus testículos se irán a tu garganta!
-¡Naruto! ¡O Shiru! Como sea… - El moreno corrió hacia las mesas y tomó del brazo a Suigetsu para sacarlo de ahí y comenzó a correr por la cafetería. Miró hacia atrás y vio a Shiru corriendo detrás de ellos con una mesa en las manos.
-¡Corre, Suigetsu, corre!- Le dijo desesperado.
-¡Vengan aquí! ¡Sólo quiero jugar con ustedes! Mujajajajajjaja…- Su rostro era maléfico- “¡Jugar con sus traseros! Mejor sólo juego con el culo del moreno… mujajajajjajaja”
El lugar ya estaba completamente destruido en su interior, no quedaba nada en su posición. El pobre dueño de la cafetería sólo podía llorar y llorar.
Sasuke y Suigetsu corrieron hacia la cocina para esconderse, a los segundos entró Shiru con una pata de lo que quedaba de la mesa- ¿Dónde están? Vengan pequeños niños, papá Shiru los va a tratar muy bien- Se rió con malicia.
Sasuke se asomó por uno de los muebles que le daban la espalda al rubio. No podía creer lo que estaba ocurriendo, esto no podía ser una broma. No creía que Naruto fuera la clase de persona que hiciera este tipo de cosas, pero no sabía qué hacer. A pesar de esto, aún seguía sintiendo cosas por el rubio y no dejaría que ese Shiru lo arruinara.
-Suigetsu, debemos detenerlo de alguna manera. No podemos permitir que siga haciendo todo este desastre- Trató de pensar con calma, pero todo eso fue interrumpido por un peculiar sonido a un… ¿Motor?
Shiru había sacado (De algún lugar) una ¡Motosierra!- ¡Vengan a aquí pequeños! ¡Vengan con papi! ¡Mujajajajajjaja!- Ya no quedaba absolutamente nada de cordura en él.
-¡Ay, mierda!- Gritó Suigetsu. Ese tipo estaba demente, ahora los amenazaba con una motosierra. Estaba seguro de que le había llegado la hora.
El rubio puso su atención en la dirección en donde se encontraban- Vaya, vaya… con que ahí se encuentran- Poco a poco se fue acercando y de un solo golpe partió el mueble en dos.- ¡Vengan con su lindo papito!
-¡¡AHHHHH!! ¡Voy a morir!- El albino se encontraba desesperado.
-¡Cállate!- Le gritó el moreno. Sasuke miró a los ojos al rubio que se encontraba frente a ellos con la motosierra encendida- ¿Shiru, verdad? Mira… hagamos un trato- Propuso.
-¿Un trato?- Dijo con una de sus manos en el mentón- Muy bien, hagamos un trato- Sonrió maléficamente- Yo los dejo ir a cambio de… TU CUERPO.
-¡¿QUÉEEEE?! ¡Estás loco!- Le dijo poniéndose de pie y acercándose a él- ¡Eso jamás! ¡Se supone que yo debería tener tu cuerpo!
Shiru lo miró fijamente a los ojos, soltó la motosierra y lo acercó de un solo movimiento a su cuerpo- Ese es el precio, además… yo no soy pasivo, así que seré yo quien se divierta dejándote el culo todo adolorido- Rió.
-Desgraciado…- Gruñó- ¿Qué has hecho con Naruto? ¿En dónde está?
-Pues… él está aquí, aunque no me interesa dejarlo salir en estos momentos- Volvió a sonreír. Ese moreno sí que lo estaba calentando. Aprovechando que aún no se había zafado de su agarre, no tardo en colocar sus manos en el trasero de Sasuke. Debía probar la mercancía.
-¡¿Qué diablos estás haciendo?!
-Que más… tocándote- Apretó mucho más. No iba a desaprovechar la oportunidad- Si que estas bien bueno
-¡Deja de hablar estupideces! ¡Suigetsu! ¡¿Qué diablos estás haciendo?!- Preguntó mirando hacia atrás, pero lo único que encontró fue al albino desmayado, al parecer el susto fue demasiado y no pudo seguir consiente- “¡¡Idiota!!”
-Vaya… al parecer ahora eres todo mío- Su rostro mostraba un brillo perverso.
Sasuke trató de soltarse y con un fuerte empujón logró zafarse del pervertido abrazo del rubio. Se alejó unos dos metros de él. ¡Tenía que hacer algo para que su hermoso angelito volviera!
Shiru lo miró con una sonrisa en sus labios. Ese moreno se la estaba poniendo difícil, pero le encantaban los retos. Sin embargo, antes de que pudiera ir tras su presa una extraña sensación invadió su cuerpo- “¡Maldición! No otra vez…”- Poco a poco los rastro de maldad abandonaron el hermoso rostro del ojiazul y éste observó a su alrededor.
Todo el lugar estaba completamente destruido, pero él no podía recordar absolutamente nada. Miró a todos lados y vio al moreno que lo observaba con un rostro de incógnita- ¿Sasuke?
El moreno se sorprendió. ¿Lo había llamado por su nombre?- ¿Naruto? ¿Eres tú?
-Sí, ¿Y quién más podría ser?- Le sonrió tiernamente. Aún no lograba entender lo que había pasado, pero ya le preguntaría a Sasuke.
Sasuke se alegró demasiado y no soportó la emoción de que su angelito volviera. Corrió hacia él y lo abrazó con todas sus fuerzas.
El rubio no pudo evitar sonrojarse- ¿Estás bien?- Su corazón palpitaba a cien por hora.
-Si- Lo soltó delicadamente. Eso no se había visto muy serio, pero ¡Al diablo! ¡Casi muere!- Mejor vámonos de este lugar- Lo tomó de la mano para sacarlo de ahí.
-Si… pero, ¿Qué pasará con tu amigo?
El moreno miró al albino- Alguien lo llevara al hospital.
Ambos salieron de la cafetería y se encontraron con un enorme gentío fuera de ésta. Naruto se sorprendió de ver a tanta gente fuera del lugar, pero le moreno sólo quería irse y no volver a pasar por esto jamás
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Después de dejar al rubio en su hogar, el moreno llegó a su casa ignorando completamente a su hermano. Su mente estaba hecha un caos, acababa de enterarse, y no de buenas maneras, que su rubio ángel tenía una doble personalidad y lo peor de todo es que era un completo psicópata. Tenía que resolver sus interrogantes y la única manera que se le ocurría era hablar con la madre de Naruto.
Se acostó en su cama y el cansancio lo venció, pero un último pensamiento cruzó su mente antes de quedar por completo en blanco-“Naruto, después de todo… aún sigo queriéndote”
Continuará…