-Y… ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?- Preguntó el moreno. ¡Demonios! Si que estaba nervioso.
-Estuvieron bien, aunque tuve que soportar a mis hermanos y sus discusiones. Pero aparte de eso… no estuvieron tan mal- Habló serio. Sai lo ponía algo nervioso.
-Tus hermanos no son tan malos. Temari es enojona, pero en cierta manera es agradable.
-Sí, aunque tienes suerte de ser hijo único- Lo miró de reojo.
-No lo creas, me aburro todo el tiempo- Sonrió.
Sai ya no sabía cómo acercarse más al pelirrojo, a veces pensaba que éste huía de él y eso lo desesperaba. Quería tomarlo entre sus brazos y besarlo hasta que se le cayeran los labios.
EN LA MENTE DE SAI…
-¡Oh! Amor mío, no sabes cuánto te amo- Habló el moreno con Gaara entre sus brazos.
-Sai, tú sabes muy bien que te pertenezco y puedes hacer lo que quieras conmigo- Los ojos del pelirrojo estaban llenos de deseo. Sus mejillas se encontraban sonrojadas y su cuerpo temblaba de placer.
-No tienes que decírmelo dos veces- Lo empujó a la cama, que misteriosamente había aparecido de un momento a otro.
-Sai… tómame- Imploró con deseo.
-Por dios… eres el hombre más sexy que puede existir- Sai estaba ardiendo. Con un ágil movimiento, se acostó sobre su amado pelirrojo.
De un momento a otro una extraña melodía comenzaba a sonar y los fuegos artificiales llenaron el cielo.
FUERA DE LA MENTE DE SAI…
-Sai… ¡Sai!- Lo llamó con fuerza.
-¿Eh?- Se sorprendió.
-¿Por qué te sangra la nariz?- Gaara se la señalo con el dedo.
-¿Ah?- Todavía no podía reaccionar. Con su mano tocó su nariz y ¡Sorpresa!- Etto… a veces me sangra de sorpresa- Se rió nervioso, tratando de escaparse de explicaciones.
-Deberías ir al médico- Le recomendó.
-“Sólo si tú eres mi médico”-Pensó. Debería dejar de pensar en esas cosas mientras estaba con él- Si tú me lo dices, lo haré- Le sonrió.
Una vez más Gaara se sonrojó, no lograba entender por qué le pasaba cada vez más seguido.
-Bueno… Aquí nos separamos- Avisó el pelirrojo.
-Si…- Sai demostró algo de desgana en su tono de voz- Nos vemos mañana entontes.
-Si, mañana nos vemos- Lo miró y se fue por su camino.
-“Dios, ¡Qué culo!- pensó mirando las nalgas de Gaara.
Esto iba de mal en peor, ¿Cómo es que no se daba cuenta de sus sentimientos? Debía decirle una vez más a Sasuke que hablara con Gaara. No iba a permitir que ese pelirrojo se le escapara.
Oooooooooooooo
-¿Qué tal tu primer día, hijo?- Preguntó Minato.
-¡¡Muy bien!! Hasta hice un amigo. Su nombre es Sasuke y es muy agradable- Le contó emocionado.
-¿En serio? Eso es genial- Le sonrió. Le gustaba ver a su hijo feliz, sólo esperaba que toda esa tranquilidad durara.
-Naruto… vete a dormir o sino no podrás levantarte mañana- Le dijo la pelirroja.
-Pero mamá… - La miró con ojitos brillosos.
-Naruto… hazle caso a tu madre
-De acuerdo…- Respondió haciendo un gracioso puchero- ¡Buenas noches!- Gritó subiendo la escalera.
-¿Hoy hablaste con el director?- Preguntó el rubio mirando a su esposa.
-Si… ya está al tanto de la situación- Se sentó a su lado- Me dijo que no me preocupara, que estaría vigilándolo por si llegaba a pasar algo.
-Tranquila- Le sonrió- Naruto ya no es un niño y todo estará bien mientras él no se enfurezca.
-Lo sé, pero simplemente no puedo evitarlo- Kushina mostraba angustia en su rostro. Ella amaba mucho a su hijo y no le gustaba que él pasara por ese problema.
-Cariño, debemos estar tranquilos. No es bueno que demostremos preocupación en frente de Naruto, tú ya sabes cómo es- Le tomó la mano.
-Sí, tienes razón. ¡Todo saldrá bien!
Oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
-¿Cómo estuvo tu primer día?- Preguntó Itachi. Había notado cierta alegría en su hermano. Conocía muy bien a Sasuke y aunque tuviera una horrible actitud, sabía muy bien cuando estaba feliz.
-Bien- Respondió tajante. No quería que Itachi se enterara de su maravilloso día.
-¿Ningún compañero nuevo?- Itachi lo miraba directamente.
-Si… “¡¡Rayos!!- Se puso algo nervioso.
-¿Era agradable?- A Itachi no se le paso por algo el nerviosismo de su hermano.
-Si, lo era- Lo miró la más calmado posible- ¿Vas a seguir interrogándome?
-Emmm… Sí- Se rió. Si, su hermano pequeño le escondía algo, estaba seguro.
-Déjame en paz ¿No tienes nada mejor que hacer?
-mmmm… No, la verdad no.
-Idiota, me voy a mi cuarto- Le dijo subiendo las escaleras. Ya debía acostarse, no quería llegar tarde por quedarse dormido.
-¡Buenas noches, hermanito!- Le gritó.
-Imbécil…- Murmuro cerrando la puerta.
Una nueva mañana había llegado y las clases ya habían empezado. Sasuke conversaba en esos momentos con Sai, aprovechando que Naruto había ido al baño.
-¿Y?- Preguntó Sasuke.
-¿Y qué?- Lo miró.
Sasuke lo miró de vuelta- ¿Pasó algo ayer?
-No… - Bajó la cabeza- De verdad que ya no sé como decírselo. Cada vez que estoy a solas con él me pongo muy nervioso y se me quita el valor. Sasuke habla tú con él, por favor- Sai recurrió a su mirada de perrito tierno para lograr su objetivo.
¡Rayos! Siempre que Sai ponía esa cara, él no podía negarse- Esta bien… hablaré con él después de clases- Le dijo.
En esos momentos Naruto volvía del baño y se sentó en su lugar. Sasuke miró a Sai de forma seria, como diciéndole con la mirada que se largara a otro lugar.
-Si, si… ya entendí, no es necesario que me mires de esa forma- Se rió. Para él no era un secreto lo que estaba sucediendo ahí.
Cuando Sai se fue, Sasuke colocó toda su atención al rubio. Naruto se dio media vuelta y comenzaron a hablar de distintos temas. De sus grupos favoritos, sus comidas preferidas y las que odiaban también. A el moreno le encantaba hablar con el rubio, lo hacía salir de esa aburrida rutina que tanto odiaba. Cada vez se sentía más y más atraído hacia ese ojiazul.
Las clases ya habían terminado y Sasuke se acercó a Gaara para cumplir con lo que le había pedido Sai.
-Gaara… ¿Podemos hablar?- Le preguntó sentándose en frente del puesto del pelirrojo.
-Emmm… Sí. ¿Sucede algo?- Le extrañaba que Sasuke se acercara de esa manera a hablar con él. Eran amigos desde hace mucho tiempo, pero por la personalidad de los dos nunca habían hablado de esa manera.
-Tranquilo que no es nada malo- Lo tranquilizó- por simple curiosidad… ¿Te gustan los hombres?- El golpe fue directo. Sai no le había dicho que tenía que ser sutil… ¿O sí?
-¿Qué?- Lo miró asombrado- emmm… bueno… yo… ¿Por qué preguntas?- Habló nervioso.
-Ya te dije que por simple curiosidad. Nunca te he visto con una chica antes, por eso te pregunto.
Gaara no sabía si debía responder a su pregunta, pero Sasuke era su amigo, no creía que se reiría de él.
-Si… me gustan los hombres- Respondió con las mejillas teñidas de un leve color rojo.
-Ya veo… ¿Y en estos momentos te gusta alguien?- Volvió a lanzar otro golpe directo.
-¿Ah?- Otra vez lo miró sorprendido. Se sentía como si estuviera en un interrogatorio- Emmm… la verdad… no lo sé.
-No lo sabes… ¿Pero por lo menos te atrae?- Tenía que sacarle algo.
-Creo que si… aun estoy muy confundido.
-Bueno… sólo era eso- Se levantó- Nos vemos mañana- Y como si nada salió de la sala para alcanzar al rubio.
-Eso fue muy extraño…- Se dijo aun sentado. ¿Qué había sido eso? ¿Le había dicho a Sasuke que le gustaban los hombres y además que se sentía atraído por alguien? ¡Ya no entendía nada!- Ahora estoy mucho más confundido…
Oooooooooooooooooooo
Sasuke ya había alcanzado a Naruto y los dos nuevamente se envolvieron en una agradable conversación.
Naruto se sentía muy bien al lado de Sasuke, hacía tiempo que no tenía un amigo como él. Un chico inteligente que lo escuchaba y además era atractivo… ¿Atractivo? Si… la verdad es que Sasuke era muy atractivo, por estar tan distraído no se había percatado de lo guapo que era. Cabello negro y ojos del mismo color, piel pálida y delicada. No se atrevía a mirar otros lugares, no quería causar un accidente, pero Sasuke era su tipo de eso no había duda.
-Bueno… ya llegamos a mi casa- Habló nervioso y con sus mejillas sonrojadas. Ahora le daba vergüenza hablar con el moreno.
-Si… mañana nos vemos- Lo miró. Lo notaba algo nervioso, además que se veía tan adorable con sus mejillas sonrojadas ¡Demonios! Era muy difícil controlarse con tan hermosa criatura.
-Sí, nos vemos mañana…- Se despidió. Tal parecía que estaba empezando a sentir cosas por Sasuke, pero él quería un amigo, ya no sabía qué hacer.
-Nos vemos…- Lo observó hasta que el rubio entró a su casa. De verdad que Naruto le gustaba y mucho. Haría lo que fuera por estar con él y hacerlo feliz.
Continuará…