Me dispuse a abrir los ojos y no contaba con que alguien me estaba observando de manera bastante entretenida, apoyado en un muro… creo que nunca había pensado tanta suplica junta… me puse de pie para devolver la guitarra a su lugar, cubriendo mi parte baja que como ya podrán estar pensando, después de tanto pensamiento, saludaba entre mis piernas sin pudor alguno…
- Yo... –
Sentía mis piernas temblar buscando la correcta explicación a la situación, mientras no podía evitar recorrer cada curva de tu cuerpo, cada rasgo de tu figura… logrando solamente que mis pensamientos se marcharan aun más, dejándome en evidencia completamente ante tus ojos…
- Podría imaginarme esto de cualquier persona, pero no de ti.. Yutaka Uke.. -
- nh.. -
- Te comieron la lengua los ratones? -
Nunca había sido una persona violenta, aunque era sabido que mis bajos instintos siempre me jugaban una mala pasada, y para Shima esta parte de mi era desconocida. Siempre había sido el eterno lider que le aconsejaba, le sonreía y lo apoyaba.
- Takashima.. ven acá -
- Haaai.. -
Escuche una melodiosa sonrisita ir de tus labios, entendías completamente a mi llamado, nos conocíamos hace tiempo y a pesar de lo que creían los demás, eramos bastante intimos en nuestra amistad. Tal vez, demasiado intimos. Siempre me contabas todas aquellas aventuras nocturnas que tenías casi a diario con tus "expertos amantes". Esta vez, quería convertirme en uno de ellos, quizás a tus ojos no seria un experto, pero te haría clasificarme de aquella manera. No perdí el tiempo cuando llegaste con esa traviesa y sensual sonrisa hasta mi, tome el borde de tu camisa y te "tire" al amplio sillón de la sala, mirándote con solo una cosa estampada en la vista "deseo"
Me pose sobre aquel deseable cuerpo que tenia " a mi merced" No note que Shima opusiera resistencia ante esto, lo cual solo me invito a seguir.
Sin saber en que momento, mis manos atraparon las suyas por sobre su cabeza, mis caderas se vieron envueltas por sus pesadas piernas y nuestros labios fundidos en un beso desesperado, hambriento y lujurioso, como si nos olvidáramos de todo lo que podía estar pasando a nuestro alrededor...al igual que yo, Shima estaba completamente perdido en el deseo, dejandose hacer por mi. Me separé de sus labios solo con el objeto de admirarlo, escuchando su agitado respirar, deleitándome la vista con una excitante imagen.
Solté sus manos para poder desabrochar su camisa de manera algo rápida, mirando su muy blanco torso, relamiéndome los labios de manera demasiado descarada, ese cuerpo me estaba poniendo mucho más que a 100!
- Ahhh Yuta.. -
Los gemidos escapaban de los labios gruesos y suaves labios que poseía, volviendo a tomar sus muñecas con fuerza. Había dejado su camisa desabrochada y desacomodada hasta de su lugar, quedando atorada en sus codos.
- Te gusta.. no? -
Le interrogaba de manera sensual, mordiendo suave y fuerte aquel cuello tan blanquito, aprovechando la cercanía de nuestros cuerpos prar friccionadrme contra él de manera ciertamente efusiva
- No puedo negarlo.. mnh.. -
Pude sentir como apegabas mucho más tus piernas a mis caderas, atrayéndome mucho más a tu cuerpo de manera posesiva. Me hacías desear con desesperacion el sentir como tu entrepierna se endurecía contra la mía, mientras el calor de nuestros cuerpos crecía cada vez más.
Tus gemidos se hicieron mucho más notorios cuando mis labios se adhirieron a tu cuello, comenzando a besarlo lentamente hasta llegar a tus rosados pezones, lamiendo y succionando, hasta endurecerlos completamente. Aquellos conocidos escalofríos me recorrían el cuerpo al escucharte de esa manera. Al ser la primera y posiblemente única vez que te tendría de esta manera para mi, me hacia querer disfrutar de ti y tu cuerpo a concho.. Con la punta de mi lengua me dedique a lamer el endurecido pezón, rodeándolo una y otra vez, haciendo eterna tu espera por sentir mucho mas de mi. Como lo sabia? entre gemido y gemido, siempre se presentaba..
- Ahn.. más mh.. sigue Yuta.. -
Mi miembro comenzaba a doler, llevaba erecto un buen rato y necesitaba también sentir atención y esa deliciosa fricción que mantenía con tus caderas, ya no me estaba siendo completamente suficiente.
Con suma habilidad retire tu pantalón de tu cuerpo, debido a la posición en que nos encontrábamos no era algo demasiado fácil de hacer, de un momento a otro estabas sentado sobre mis caderas, con tus labios en mi cuello, susurrando infinidad de situaciones entre nosotros, lo que solo lograba ponerme mucho más caliente de lo que estaba, antes de que hicieras aquello.
Sentía esa presión deliciosa que causaba tu cuerpo sobre el mio, posando mis manos en tus caderas, ayudando en aquellos movimientos tan gráciles que realizabas, robandote deliciosos jadeos, agitando mucho más
- Nhg.. shima.. -
- Yuta... si que me tenias mnh... ganas.. -
Reíste, me limite a un suave sonrojo y hundirme en tu cuello, mientras dabas pequeños saltitos sobre mi erección, simulando embestidas, excitándonos, gimiendo el uno para el otro, tocando nuestras propias intimidades sin pudor alguno.
- T-tus pantalones molestan.. -
- Quitalos... y mnh.. quiero verte desnudo.. -
- Nunca me trage la imagen del chico de los hoyuelos.. -
Sonreímos los dos y seguimos en lo que hacíamos, la pasión que había crecido entre ambos nunca se terminaba, cada movimiento felino que tu realizabas me hacia perder la razón, deseando más que nunca poseerte con fuerza..
Tus manos se fueron raudamente y con habilidad a quitarme el pantalón, seguido de la ropa interior, mientras te mordías el labio inferior al notar la gran erección que me estaba cargando.. me sonreíste provocativamente y te quitaste aquellos apretados boxers negros. Tu cuerpo era sencillamente perfecto...
Me puse de pie y te apegué contra la pared más cercana, tal vez no era la posición más cómoda, pero minutos antes, me habías pedido ser penetrado de esa manera, y no dudaba en cumplir a tus caprichos. Descubrí tu cuello de los cabellos que me impedían tenerlo y comencé a morderlo, con fuerza, desfogando algo de deseo en aquella ruda acción, instintivamente comencé a frotar mi entrepierna contra tu trasero, aquellas redondas nalgas que miraba a veces y me regañaba de manera mental por hacerlo, notando como empujabas tu cadera hacia atrás buscando sentirme mucho más. Pase mi mano hacia adelante intente darte también a ti, aquel placer que yo estaba sintiendo. Tome tu duro miembro y comencé a masturbarte lentamente, jugando con la punta entre mis dedos, mordiéndote un poco más, excitandome con aquellos gemidos que tu dejabas salir.
Sin poder contenerme demasiado, coloque mi miembro en la calida entrada de Shima, presionando lo suficiente pero sin introducirme, pudiendo sentir la desesperacion del castaño de quererme adentro.
- Nunca lo pense mnh... Me pones demasiado caliente Shima.. -
- Amnh.. no te demores.. -
Tus húmedos labios se entreabrian para gemir de manera un poco débil, y tus mejillas sonrojadas brillaban levemente a causa del sudor en nuestros cuerpos. Nos mirabamos con suma lujuria en el rostro y a la vez casi suplicandonos el uno al otro lo que a estas alturas deseabamos mas que nada.
- Mn.. Fóllame... -