La luz de ese día de otoño comenzaba a molestarle. A pesar de traer los costosos lentes Ray Ban, el maldito sol le parecía tan fuerte, sentía quemar sus bellos ojos negros. Vestía con una camisa negra de seda, Louis Vuitton, amaba esa marca de ropa, tanto que casi todo su conjunto era de la marca, su pelo negro estaba tan peinado como siempre, con los mechones largos a cada lado y las cortas puntas de la nuca estaban erizadas como le gustaban, su olor a BVLGARI le agradaba mucho no sabía porque esa mezcla entre limón y madera húmeda le relajaba tanto y tampoco sabía porque a las chicas les encantaba. Su reloj, de la misma marca marcaba las 12 y veinte de la tarde, estaba decidido ese día iría y le conquistaría. Nadie absolutamente nadie se resistía a él. Él, Sasuke Uchiha, estaba decidido a hacer caer a esa diva. En toda su vida jamás nadie le había parecido tan…excitante y prohibido. Ni siquiera la hermosa modelo con la que había terminado hasta hace poco, ni tampoco la “niña” con la que había andado hace un año que era aun una menor de edad…
De repente, su amigo y primo, Sai llegó a su lado… eran tan parecidos. Sai, un hombre de 20 años, de pelo y ojos negros y piel tan blanca como la leche, de estatura media para su edad, era casi su gemelo, el único inconveniente era que Sai era un raro pero ¿quien en su maldita familia era normal? El suponía que solo su padre. Sai, estaba estudiando pintura y artes plásticas en la misma universidad que él. Lo miró con detenimiento, llevaba puesta una camisa de manga larga color negro, parecida a las que usan los jugadores de futbol americano, unos pantalones de mezclilla de corte recto, unos tenis blancos marca Lacoste y unos lentes de sol Giorgio Armani. Este lo saludó con un <<Hola>> y una sonrisa de guasón de oreja a oreja, un gesto bastante bizarro y cotidiano en su primo que a él, que aunque lo había visto tantas veces aun le parecía terrorífico.
-¿Ya lo viste?- dijo Sai mientras sacaba un cigarro de la bolsa trasera de su pantalón y lo prendía con un encendedor sencillo.
Yes, I can se him
-claro que ya lo vi-Sasuke, jamás de los jamases había visto algo tan hermoso como lo era Naruto, no es que a él le gustaran los hombres, pero Naruto tenía ese algo que lo había encantado, quizás eran esos ojos azules, o la mirada parda y seductora que le mandaba cada vez que sus miradas se cruzaban, o el movimiento de caderas que hacía cada vez que se daba cuenta que Sasuke estaba detrás suyo, o simple y sencillamente su forma de ser, esa que a pesar de ser rebelde y tarado a la vez era sexy e inocente. Desde aquella vez que se besaron en la fiesta de Sakura (amiga de los dos), Sasuke no podía olvidar la suavidad de los labios de Naruto, ni lo empalagoso de la baba de Naruto cuando la situación comenzó a subir de tono.
-Viste eso- la voz de Sai no hacia una pregunta más bien era una afirmación. Y es que detrás de Naruto estaba Ino que era algo así como su prima-hermana o algo parecido, pero lo extraño es que Ino estaba vestida de la misma manera en la que Naruto había ido a la universidad la semana pasada, los dos Uchiha lo recordaban pues, ese día Naruto llevaba unos leggins de piel, junto con un suéter de cuello en v Carolina Herrera y unos mocasines negros de piel. Naruto podía ser un homosexual cínico pero a todos incluso a los maestros les encantaba verle las largas y femeninas piernas, y qué decir del bien formado trasero que hacia voltear hasta al director, pero ahora Ino estaba arruinando el conjunto, ella se veía bien pero ese estilo no le quedaba.
‘Cause every girl in here wanna be him
-¿Qué le pasa a esa vieja?- el estaba que no cabía en su enojo, Ino no era Naruto, por lo consiguiente ella no se veía como Naruto, ella se veía tan…corriente. Porque en primera las piernas de Ino no eran largas, eran cortas y fuertes así que los leggins se veían mas que ajustados y nada sensuales, el top era de lentejuelas doradas y eso si se le veía bien pero sus flats eran color gris, y su maquillaje estaba tan cargado que parecía no hacer gestos, la pobre mujer estaba tan irreconocible que a Sasuke le dio asco el haber andado con ella. Y cuando todos la vieron no pudieron evitar reírse, estaba más que obvio que quería ser como Naruto, algo imposible para cualquiera de las chicas de esa universidad y probablemente de todas las demás.
-¡wow! olvídate de ese pinche adefesio, primito…admira a Naruto y su nuevo estilo- Sasuke tuvo por un minuto un poco de miedo, a él sí que le gustaba el estilo de Naruto era elegante y a la vez salvaje como el mismo rubio, pero todas sus dudas se disiparon cuando sus ojos admiraron al dios de la moda de la universidad Konoha. Nada se comparaba con el atuendo digno de pasarela de Naruto, los pantalones Marc By Marc Jacobs color negro a la cadera con ese cinturón sencillo del mismo color, los zapatos Etro, la bolsa Channel, y la camisa blanca con figuras de rombos negros de la misma marca que los zapatos enloquecieron a Sasuke, nunca había visto así de liberal a Naruto, jamás había llevado zapatos con tacón, y jamás le había gustado tanto a la multitud, claro que había pe…personas que lo miraban mal y lo discriminaban, pero sabia cual era la razón del odio de las mujeres hacia Naruto, y es que ellas jamás iban a poder siquiera tener un domingo el estilo que tenía el rubio.
Oh, he’s a diva
-ahora sí, ¡o me lo hecho o me lo hecho!- Sai estaba más que emocionado por el Uzumaki, hasta podía decirse que estaba inspirado pero una mano pesada y grande hizo que parara antes de siquiera poner un pie enfrente del otro.
-lo siento, primito la zorra es mía- y con toda la adrenalina recorriendo las venas del azabache este miro atreves de los lentes al rubio, quien se dio cuenta y solo atino a sonreír entre feliz y seductor.