Draco sonrió con tristeza al observar su brazo izquierdo, donde relucía un tatuaje en forma de calabera y serpiente, el Lord se lo acababa de hacer, y era ahora cuando tenía que decidir su destino.
Llegó a su lugar favorito la Torre de Astronomía de Hogwarts, y decidió que antes de acabar con su vida, confesaría todo aquello que por años le tenía consumida el alma, confesaría aquello que le impedía luchar del lado de Voldemort, aunque fuera en una mísera carta que nadie encontraría después, o a lo mejor tenía suerte y él la encontraba.
Así que sacó tinta y pluma, y empezó a escribir:
Potter,
Te preguntarás por qué yo te escribo una carta, ¿no?
Sólo te diré que es para descargar un poco un peso de mi pesada alma, cuando esta misiva llegue a ti si es que llega yo ya no estaré aquí. Si es que te llega. A lo mejor no lo hace nunca.
¿Sabes? Me dió mucha rabia que rechazaras mi mano por Weasley, pero ahora cuando giro la cabeza, y miro al niño de once años que era por aquél entonces, me doy cuenta de que tenías razón, por aquel entonces era un niño que se creía todo lo que decían sus padres.
¿Te confieso un secreto? Pasé muchas noches sin dormir por tu causa, preguntándome qué había hecho mal para que el gran Harry Potter no me quisiera de amigo, pero no podía encontrar un porque, así que me dediqué a hacerte la vida imposible, intentando que aunque de forma ridícula tu atención se centrara en mi ¿patético, verdad?
Después de unos años, me di cuenta de que en verdad, ya no podía acallar aquello que mi corazón gritaba, y que mi mente aún quería contradecir, pero era verdad, era verdad cuando te decía algo que te hacia enfurecer y yo quería pegarme por ser tan idiota, cuando tú estabas triste, yo también lo estaban, y tus alegrias eran un poco de conformidad para mi pesada alma.
Efectivamente, Harry (permíteme tutearte aunque sea una vez en la vida) me enamoré como un idiota de ti, por eso fui a ver a Dumbledore, y le pedí protección, pero el viejo se pensó que era un estratagema de Voldemort y no me escuchó. Pero si te amo Harry, te amo con todo mi ser que tanto odias y aborreces, tú has conseguido aquello que nadie había hecho hasta ahora, has robado mi corazón.
En serio no estoy loco, ahora no te lo puedo demostrar, porque si Dumbledore no confía en mí, Voldemort, me considera su mortífago más fiel, y por ende ya tengo la marca en mi brazo, recién hecha.
Pero, ¿sabes Harry? No puedo luchar contra ti, ya no puedo hacer otra cosa si no amarte como los miles de seguidores que tienes, pero yo te amo, por tu bondad, tu generosidad, tu nobleza, tus ganas de vivir y de luchar por lo que verdadermanente crees.
Pero yo no soy valiente, soy cobarde, y por lo tanto mi amor, no puedo luchar contra ti, por eso ahora, estos son los últimos instantes de mi vida, pues si no puedo estar contigo o protegerte, ya nada tiene sentido para mi.
Por favor, te lo suplico vence al desquiciado de Voldemort.
A lo mejor en otra vida tendremos más tiempo de conocernos y en esa sí que me ames como yo a ti.
Se despide
Una persona que te ama
Draco Malfoy.
Draco, dejó la carta a un lado, y sacó un veneno que él mismo había realizado, y sabía que era mortal, así que se lo tomó y dejó que actuara.
Cinco minutos más tarde en la Torre de Astronomía, sólo quedaba el cadáver de una persona a la que la demás gente sólo había prejuzgado.