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Si estamos juntos, no importa nada más por Mafria

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Notas del fanfic:

Bueno pues a ver, todas las notas y disclaimers:

1. Todos los personajes son de JR Rowling.

2. Este fanfic está ambientado 3 años después de la guerra, obviamente contiene spoilers de toda la saga, pero como dice el resumen la historia es muy diferente a como la conocemos.

3. Los nombres de los hechizos me los invento, siempre he sido muy mala para recordarlos y gastaría más tiempo investigando si existe un hechizo parecido en los libros o no.

4. Es probable que la ortografía de los nombres también este un poco mal, en ese caso si les pido que me diga para corregirla.

Fuera de eso disfruten el fic, que actualizare una semana si y otra no (turnándome las actualizaciones con mi otro fic)

Notas del capitulo:

Todo es felicidad en la vida de Harry y Draco. Voldemort está muerto, tienen amigos que los estiman y familiares que los adoran.

Lo único que falta para ser completamente felices es unirse en matrimonio, concretando así 5 años de noviazgo. 

La única mancha en esta boda es que sus organizadoras, aunque con las mejores intenciones del mundo, no dejarán que les arruine su boda perfecta. Ni siquiera la opinión de los novios es tomada en consideración.  

 

La mansión Malfoy mostraba una gran agitación, por todos lados había magos limpiando, remodelando, agregando o decorando algo. No era para menos se esperaba que toda la comunidad mágica de Inglaterra asistiera a esa boda. Por un lado los Malfoy eran respetados por todas las familias de sangre pura, los ricos y los miembros del ministerio de magia, por otro lado Harry era popular entre los mestizos, los sangre nueva (antes llamados sangre sucia) y la comunidad en general. Los empleados llevaban toda la semana trabajando y la lista de cosas no parecía disminuir, no era para menos con esas 4 organizadoras no se podía esperar otra cosa. Hermonie había sido la encargada de la logística, arreglar el llegado de los trasladares con los invitados que venían de más lejos y alquilar las habitaciones de hotel. Pansy había sido la encargada de contratar el servicio de comida y de hacer el pastel. Para asombro de sus amigos de la escuela, Pansy se había convertido en una chef mundialmente conocida. Molly Weasley y Narcissa Malfoy se habían apropiado de la remodelación de la mansión y de los adornos. Precisamente en ese momento ambas mujeres se encontraban en el jardín trasero, dirigiendo el armado de la carpa y atormentando a todos los empleados que no trabajaban lo suficientemente rápido.

Pensar en Narcissa Malfoy como un mujer de armas tomar, era fácil, su apariencia dura y educación, siempre la habían puesto por arriba de la gente, su vista se había posado en un tallo del pasto que estaba más largo que todos los demás y ya estaba gritando para que se arreglara ese desperfecto. Sin embargo Molly Weasley, quien seguía siendo la misma mujer regordeta y de rostro amoroso, no se quedaba atrás, con su varita iba señalando todos los detalles que veía, ella también había visto un tallo más grande que los otros. Sin ponerse de acuerdo, vuelven a ordenar cegar el pasto, todo debía estar perfecto. Después de gritar, se voltean a ver y se sonríen, quién lo hubiera pensado, ellas dos tan distintas durante la mayor parte de su vida, ahora organizaban una boda juntas.

 

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Faltaba un día para la boda y lejos de ese interminable barullo en la mansión, en casa de Harry estaban los dos novios retozando en la cama. Querían hacer el amor una última vez antes de la boda, para evitar la mala suerte no se verían más hasta encontrarse frente a frente en el altar. Harry estaba boca abajo en la cama, de su boca salían sonidos nada retocados, pero no podía evitarlo. Tener dentro de si a Draco lo volvía loco. Draco tampoco se quedaba atrás, sin piedad entraba y salía de su prometido, llevaban tanto tiempo de novios que conocía cada parte de su cuerpo, cada forma de hacerlo gritar y de verdad se estaba esforzando. Sintió como Harry estaba a punto de llegar al orgasmo, así que aumentó la velocidad, un par de estocadas después sintió las paredes de Harry contraerse alrededor suyo y sin poder evitarlo también se corrió dentro de su amado:

- Eres fabuloso Harry, todavía no puedo creer que estemos a un paso de cumplir nuestro sueño.

- Lo se, a partir de mañana todo será perfecto.

- Volvemos a empezar

La risa del rubio retumbó por toda la habitación, Harry solamente movió negativamente la cabeza, llevaban todo el día en esa actividad y seguramente ya los extrañaban en la mansión. Con toda la flojera del mundo, se paró de la cama y comenzó a buscar sus pantalones, recordaba haber llegado ayer en la noche con Draco y como en la desesperación de sentir su piel, la ropa había volado por todos lados. Volteo hacía la cama y vio como su dragón no se había movido, su cara usualmente tan varonil y segura le hacía un puchero. Cada vez que Draco hacía ese gesto y  lo veía atentamente con sus ojos plateados Harry no podía negarle nada. Pero en verdad ya era tarde y lo que menos quería era que Ron, Blaise o algún otro amigo, fuera al departamento en su búsqueda. Por experiencia Harry sabía que si no complacía a su rubio, este se desquitaría a la menor oportunidad, usualmente ocasionándole un enorme placer pero no sin antes obligándolo a rogar por él. Así que se acerca a la cama, toma a Malfoy de los pies y lo acerca a la orilla. Expertamente abre sus piernas lentamente y comienza a tocar el interior de ellas con sus dedos, ve como el dormido miembro de su amante comienza a despertar, Draco clava sus dedos en las sabanas y los cierra entorno a ellas, Harry sabía como excitarlo. Abajo Harry sigue jugando y cuando ve a su dragón con los ojos cerrados, las mejillas sonrojadas y la boca abierta mientras pequeños gemidos salen de ella, toma su miembro y lo mete entero a su boca. Aunque Draco ya se esperaba ese movimiento del moreno, abre los ojos de pronto, cada vez que su miembro terminaba en la boca de Harry sentía algo totalmente diferente. Sin perder el tiempo, Harry comenzó a chupar toda la extensión, enfocándose principalmente en la punta. Con una mano evita que Draco mueva las caderas para marcar el ritmo, no dejaría que se corriera tan rápido

- Harry, amor, tenemos prisa, acaba rápido

Harry se para de lo que está haciendo, sabe que a Draco no le importaría que su madre estuviera viéndolos en ese momento, cuando estaba con su moreno, nada más importaba. Así que la orden de apurarse no tenía ninguna razón valida, y si había algo que Harry odiara de Draco era su autoritarismo. Aceptaba que de los dos, él por su carácter y pasado era el sumiso, pero nunca dejaría que Malfoy se pasara de cierto punto. Adora a su futuro esposo, adora su sabor, pero si continuar significaba perder su capacidad de opinar en la relación, sacrificaría lo primero. Con remordimiento, se aleja del miembro de su amado y vuelve a buscar su ropa, dejando a Draco totalmente excitado y sin llegar al orgasmo:

-       Oye, que pasa, ven acá y termina lo que empezaste.

-       No amor, me voy a la mansión, le ayudaré a tu madre y a Molly a terminar todo.

-       Harry no nos necesitan, nuestras 4 mujeres son capaces de hacer todo sin nosotros, hasta creo que así lo prefieren. Tu viste como corrieron a mi padre y a mi padrino de la casa para que no intervinieran en nada.

-       Entonces iré con Ron, Dean, Seamus y Neville a festejar mis últimas horas de soltería, nos vemos mañana en la tarde amor.

-       Ni se te ocurra hacer eso, ya viste como estoy, si tu no me ayudas a terminar, entonces lo haré yo solo

-       No, no lo harás.

-       Impídemelo

Draco lamentó haber dicho eso, Harry volvió a acercarse a la cama, su cara usualmente tierna y feliz, mostraba una expresión que había copiado de su propio repertorio, cuando quería asustar sin decir palabras.  A veces olvidaba que Harry no era alguien dócil, y si lo retaba de esa forma lo pagaría. El moreno se sube a la cama, con una pierna a cada lado del rubio, lo ve directamente a los ojos y sin dejar de sonreír, lo besa apasionadamente. Draco bajo la guardia por un momento, lo que Harry aprovecho para tomar su varita y decir un encantamiento:

-       Protegare

-       Amor, eso no es chistoso, no se te ocurra irte.

-       Hasta mañana, guapura

Harry desapareció del cuarto, dejando a un Draco solo y muy molesto. Ese Gryffindor se las iba a pagar, iba a rogarle que lo penetrara, pero si creía que por ser su noche de bodas iba a cumplirle todos sus caprichos estaba muy equivocado. En esa relación el dominante era él, eso era algo que Harry todavía no aceptaba por completo.

 

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- ¿Harry, qué haces aquí? Hermonie y yo pensamos que Draco te iba a acaparar hasta mañana

- Jajajaja, lo intentó pero no lo dejé

- Fantástico, el plan que teníamos para alejarte de Draco no te hubiera gustado.

- Alejarme de él, ¿por?

- Tu despedida de soltero, claro está

Una despedida de soltero, que les pasaba a todos, pensó que solo era por parte de Draco, aunque no le gustaba admitirlo su novio era bastante egoísta y creía que todos debían servirle, pero por esta vez Ron también se estaba comportando de esa forma. En serio él quería ayudar a la organización de la boda, era su boda. A veces en el fondo le hubiera gustado escaparse con Draco y listo, nada de fiestas, de invitados, de pruebas de vino, de comida, de pastel. Pero en el momento en que se lo propuso a su novio, vio como Draco era capaz de sacrificar todo eso por él, pero que ese sacrificio le iba a doler en lo más profundo. Que más podía esperar de alguien cuya vida siempre había estado rodeada de lujo. Así que habían acordado dejar que todos se divirtieran organizando la boda, pero Draco le había prometido que después nadie intervendría en su matrimonio y siempre que Draco le prometía algo, lo cumplía.

- Me estas haciendo caso.

- Perdón, me perdí, pensaba en mi dragón.

Ron frunció el seño en señal de repugnancia, sabía todo lo que Draco había hecho, y gracias a él, su hermano Fred estaba vivo. Aun así los primeros años de la escuela, cuando se dedicaban a insultarse mutuamente no habían pasado en balde y todavía Ron no lo consideraba de su familia, Draco era el intruso que había conquistado a su mejor amigo, solo eso:

- No quiero ni imaginarme estar en tu cerebro, debe ser tan asqueroso tener todo el tiempo a ese tipo ahí metido.

Harry se había molestado mucho con su amigo cuando se enteró que había peleado con Draco para obligarlo a alejarse de él. Pero la pelea solo había logrado enamorarlo más del rubio, Harry conocía lo poderoso que Draco era y aun así había dejado que Ron ganara el duelo. Solo para demostrarle que nunca y en ningún sentido dañaría a Harry, aunque eso significara humillarse. Una vez más intentaría dejarle claro a su mejor amigo que Draco lo era todo para él:

- Ron es lo que siempre he soñado, Draco y yo juntos por siempre. En este momento mi mayor temor es despertar y darme cuenta que todo fue un sueño.

- Estas seguro que Draco no te está obligando a casarte con él, cada vez suenas menos a mi amigo y más a un enamorado, todavía estamos a tiempo de remediar esta situación.

- Pero no quiero escapar Ron, lo amo.

- Y yo lo se, pero no sería tu mejor amigo si no te pusiera esa probabilidad enfrente tuya.

- Se que a ti fue a quién le costo más aceptarlo, gracias por haberlo hecho.

- El maldito hurón sabe hacerse querer, además estoy seguro que tu lo eres todo para él y con eso a mi me basta.

- En serio me organizaste una despedida de soltero

- Claro, todos los ex – gryffindor que conoces irán, después de tu boda será la fiesta del año.

 

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Draco se había aparecido en la entrada de la mansión, volteo hacia todos lados esperando no encontrarse a su madre o a Molly, esperaba encontrar a Harry para disculparse con él y luego volvería a irse de esa casa. Amaba a su moreno y no quería que ese arranque de egoísmo abriera una brecha entre ellos justo el día anterior a su boda. Voltea hacía un lado, pero oye la voz de Molly gritando y decide comenzar a buscar a Harry en otro lado.

Entre divertido y enojado mueve la cabeza, no podía creer el cambio operado en Molly y Narcisa. Ambas mujeres se habían tomado tan a pecho la organización de la boda, que a la primera mención de Lucius acerca de la exorbitante suma de dinero que pensaban gastar, lo habían amenazado con lanzarle un imperios para que continuara firmando cheques. Incapaz de continuar viendo como una buena parte de su fortuna era gastada, se había ido con Snape a Francia para comprar varias empresas muggles y poder recuperar el dinero gastado en la boda.

La verdad a él le parecía una exageración de ambas partes, la fortuna Malfoy era una de las más grandes en la Europa mágica y ahora que él ya había terminado los estudios y se había convertido en el miembro más joven del Wizengamot, esta iba a crecer aun más. Pero bueno si la fortuna de su familia era tan colosal se debía a que todos los jefes de familia Malfoy eran previsores y contrarrestaban grandes gastos con grandes inversiones que les dieran ganancias. Esta forma de actuar se enseñaba de padres a hijos y Draco ya ansiaba tener a su primogénito para comenzar a educarlo y asegurar su apellido.

Estaba a punto de subir las escaleras para ir a su cuarto y encerrarse, cuando Pansy lo divisó, fue una suerte que ella lo viera y no su madre porque estaba pisando el suelo recién pulido y encerado del recibidor. De hecho Narcisa acababa de gritarle a varios elfos que habían osado pisar el mármol y Pansy no dudaba que su mejor amigo recibiera un buen grito de parte de su madre. Sin preguntarle a Draco, levantó su varita y le aventó un hechizo a los pies:

- Flotare.

Draco sintió como sus pies se elevaban unos centímetros del piso, si no hubiera estado recargado en el barandal, hubiera perdido el equilibrio. Volteo a ver a la autora del hechizo con cara de pocos amigos, pero al ver que era su amiga, le sonrió:

- ¿Oye qué haces? Primero avisa, pude haberme caído y golpeado en la cabeza.

- No puedo creer que con esos reflejos  le hayas ayudado a Harry a vencer a tu sabes quién. ¿Como no te mato?

- Inténtalo de nuevo y verás de lo que soy capaz.

Pansy solo negó con la cabeza, desde que eran niños, siempre había admirado el poder de Draco. Su amigo era uno de los magos más poderosos que había conocido, su poder solo era comparable con el de Dumbledore, Voldemort y Harry. De los 4 nadie sabía quién era el más poderoso, Dumbledore era más grande que los otros 3 y se había sacrificado para justificar el cambio de bando de Lucius Malfoy. A Voldemort lo había acabado un hechizo de Harry, pero antes Draco se había batido con el mago y lo había dejado débil y listo para que el moreno lo acabara como la profecía lo decía. Para ella, Harry era más poderoso que Draco, pero Draco era más ágil y malicioso, así que en caso de un combate entre los dos el ganador sería el rubio. Pero bueno, no tenía caso pensar en un duelo entre ambos, cuando se había enterado de su amor se había asombrado, pero pensando con el cerebro frío de la serpientes, era lógico que Draco buscara una pareja fuerte y con carácter, alguien débil y sumiso lo aburriría demasiado rápido. Y hablando del cerebro de las serpientes, era hora de usar su renombrada astucia:

- ¿A dónde ibas?

-A mi cuarto, Harry decidió pasar una última noche con sus amigos y yo quiero revisar unas cuentas que mi padre dejó pendientes.

- ¿Yo que tú no haría eso?

- ¿Por, acaso tienen planeada una despedida de soltero? Pensé que esa clase de tonterías solo se le ocurrían a los estúpidos leones.

- Jajaja, que no te oigan decirles así. Y concuerdo contigo respecto a las despedidas, solo son un gasto de energía, sobre todo cuando tu boda es en menos de 24 horas.

La cara de Draco pasó de alegre a preocupada. Por un momento había temido que sus amigos se negarán a escuchar sus ordenes de no hacerle una fiesta de despedida de soltero. Eran una estupidez, como si su boda fuera un milagro y por eso debían festejarla. Pero ahora que Pansy le recordaba cuanto tiempo faltaba para que estuviera casado, en su mente apareció la loca de su madre:

- Mi madre está en mi cuarto, me mostró su programa y el inicio de mi arreglo personal comenzaba un día antes. No puedo dejar que me encuentre, tengo trabajo.

En ese momento la voz de Narcisa se oye llamando a su hijo, al parecer lo había escuchado y conociendo su reticencia a pasarse un día arreglándose, iba a ir por el para llevarlo (aunque sea usando la fuerza) a su cuarto. Draco se aleja de la escalera, con la mirada busca un lugar donde esconderse, pero todas las puertas estaban demasiado lejos y Narcisa lo vería, la única puerta cercana era la que daba a las mazmorras. Sin pensarlo corre hacía ella y entra. Pansy con una sonrisa digna de cualquier Slytherin en la cara, corre detrás de él y sella la puerta con un hechizo. Draco había caído en su trampa, Narcisa desde arriba de la escalera le pregunta si su plan había dado resultado y ella le sonríe.

 

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Lucius tenía una copa del mejor vino que darían en la fiesta en la mano, ya que ellos habían pagado todos los gastos (su esposa se había negado a que Harry cooperara) se creía en la libertad de probar con anterioridad la calidad de los productos. Estaba de malhumor, él al igual que Draco creía que las despedidas de soltero eran una perdida de tiempo, pero hasta Snape creía que Draco se merecía una. Entre él y Narcisa lo habían obligado a participar en el engaño, no se esperaba esa actitud de ellos dos, sobre todo cuando eran los únicos participes del secreto que dentro de unas horas sabría su hijo. Le hubiera gustado estar a solas con él para poder hablar sobre la maldición que por su egoísmo le había heredado y sobre las responsabilidades que tendría al crear una familia Malfoy. La decisión que su hijo tomara era solo de él, ni siquiera Harry tendría voz, pero Draco no podía dejar que sus sentimientos interfirieran en su deber de continuar con el apellido. Su hijo ya no sería el niño Malfoy o el joven, una vez casado pasaría a ser el señor Malfoy, dueño de la mitad de los bienes de la familia y él nada podría hacer para defenderlo si se equivocaba al negociar con ellas como había sucedido en su caso. A los ojos del mundo su matrimonio debía ser digno de ejemplo, por el apego a las buenas costumbres y las tradiciones que ambos esposos ejercían. Un Malfoy no podía darse el lujo de ser descubierto engañando a su esposo o poniendo en entredicho si los hijos que nacían era suyos. Eso solo sucedería si Draco estaba preparado para sacrificar lo que fuera necesario y así realizar un cambio equitativo.

De entre todos los patriarcas sangre pura que había,  él era el más indicado para dar esa plática, su suerte era legendaria y su sacrificio aunque siempre mantenido en secreto también. No por nada Draco había crecido en una familia amorosa y unida, aunque desde siempre supo que su madre no era amada por su padre y que este tenía un amante. Narcisa y él siempre fueron muy buenos amigos y confidentes, pero nunca se profesaron ningún amor físico. Narcisa había tenido diversos amoríos, pero desde el nacimiento de Draco solo había tenido ojos para su hombrecito. La relación de Narcisa con Snape siempre había sido ejemplar y ambos habían tomado muy en serio su trabajo de educar al hijo de los 3.

La voz de su hijo lo sacó de sus pensamientos:

- Padre, que haces aquí abajo, pensé que aun no regresabas.

- Si prometes no decirle a tu madre, te confieso que me estoy escondiendo de ella.

- Ya somos dos, para la próxima me aseguraré de no decirles nada hasta que ya este casado.

- No juegues con eso Draco, sabes que un Malfoy nunca se equivoca y un divorcio solo se ve como un error. Yo te estoy dejando escoger, así que hazlo bien.

- Ya lo hice, amo a Harry, lo necesito para vivir y soy capaz de sacrificar todo por él.

- Espero que eso sea verdad

- ¿Disculpa? A que se debe tu comentario.

- Mañana lo averiguaras querido.

- Hablas como si mañana fuera a cambiar mi mundo, padre he vivido con Harry desde hace 3 años, mi boda no cambiará nada.

- Eso espero. Hijo lo siento mucho, yo les dije que a ti no te agradaría, pero de todos modos felicidades.

Del interior de las paredes una música electrónica comenzó a sonar. La oscuridad de las celdas fue sustituida por el resplandor de varios hechizos multicolores. Temiendo lo peor Draco intenta ir la entrada, pero su padrino ya estaba esperándolo y le cortó la salida por ese lado. Todos los Slytherin que conocía y muchos otros magos pertenecientes a familias sangre puras se aparecieron en la mazmorra. Unos tubos aparecieron regados por todo el lugar y varios strip-tease que habían sido contratados comenzaron a bailar sensualmente por ellos. Draco volteo hacía su padre y lo fulminó con la mirada:

- No puedo creer que aceptaras formar parte de esto.

- Yo tampoco, cambia esa cara y finge divertirte, eso es lo que todos esperan de ti.

- Lo se, ya no soy un niño y conozco mis obligaciones.

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Por fin se había escapado de todos sus amigos, eran las 3 de la mañana y no había dormido nada. De solo pensar que en unas horas Molly iría a despertarlo para comenzar su arreglo lo deprimía. La madre de Ron le había dicho que su meta era conseguir que su cabello quedara presentable, en el cronograma de actividades habían apartado 3 horas para conseguirlo, de solo imaginarse estar 3 horas sentado mientras varias brujas le lanzaban hechizos a la cabeza, le daban ganas de cancelar la boda. Pero algo en su interior le decía, aguanta un poco más Harry, la tortura solo será una vez y luego Draco y tú arreglarán todo sin ninguna intervención bienintencionada de algún familiar o amigo. Llega a su cama y se acuesta, sin pensarlo y gracias a la costumbre, se acurruca junto al cuerpo de su novio dormido. Draco le pasa un brazo por encima y lo atrae hacía él.

- Te estaba esperando.

Su padre le había dicho que no durmiera con Harry esa noche, que era mala suerte y que en ese momento él necesitaba toda la suerte que tenía. Pero él no lo había escuchado, nada podía interrumpir su felicidad. Al fin  al cabo eran Harry Potter y Draco Malfoy, juntos habían derrotado a Voldemort, habían logrado juntar a la sociedad mágica, Harry era el mejor auror del ministerio y el pertenecía al Wizengamot, tenían el poder y dinero de su apellido y a los mejores amigos y familiares del mundo.

 

¿Qué podía salir mal? 

 

Notas finales:

Se que usualmente un fic no empieza con tanta felicidad, creo que hasta sale miel de la página, pero no se preocupen, habrá problemas y muchos.

Espero que Draco y Harry esten disfrutando de esta paz, porque no les durará mucho más

Esperen la actualización dentro de dos semanas, me iré turnando entre "Si estamos juntos" y "En verdad te necesito" y el próximo fin le toca al otro.

 


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