Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love is hate, hate is sex por kaoruyuuki

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

SHINee fanfic~

Notas del capitulo:

Al fin termino un fic con personajes de Corea! *revolea todo*

Este one-shot lo escribí igual de casualidad, porque mi querida Tsugumi Yumegari me sobornó a que lo escribiera e__e (bueh, tampoco xD)

 

Hmm supongo que los que me conocen saben que me encanta escribir fics puramente lemon sin mucha trama... los que no lo saben ya están avisados ;D

 

Espero que les guste este fic y... amor eterno a SHINee♥

Suspiro. Otra vez en el mismo tren, otra vez con la misma persona. Vuelvo a suspirar.

Desvío la mirada hacia la ventanilla a sabiendas de que no encontraré nada de mi interés allí, pero con tal de no quedarme mirando ese insoportable golpecillo de su pie contra el piso estaba dispuesto a distraerme con lo que sea. Y claro, a pesar de no tenerlo dentro de mi campo de visión, esto lo escucho perfectamente.

Qué molesto. Qué fastidioso.

 

Odio tener que regresar con él todos los benditos días de la escuela. Odio que compartamos todo, desde las clases para el ingreso a la universidad hasta el mismo vecindario. Odio que nuestras familias se conozcan y sean tan amigas, obligándome a no poder ignorarlo. Pero por sobre todas las cosas, lo odio a él. Con intensidad, con todo mi ser.

 

-Qué sueño. -le oigo decir y luego bosteza. Sería genial dejar estas asquerosas clases de ingreso... ¡Son tan aburridas enciman terminan muy tarde! -exclama él con su voz irritante. Siempre me desquicia, siempre.

-¿Y qué estás esperando? -pregunto haciéndome el interesado sólo porque no hay nadie más en el condenado vagón.

Muy oportuno.

 

-¿Eh? ¡Ojalá! Pero ya ves, me obligan a ir a esa estúpida universidad. Cosa de madres, tú sabes.

Suspiro otra vez.

-Entonces no te quejes. -suelto un gruñido sin querer. Hay veces en las que no puedo evadir su idiotez.

-¿No tengo derecho a hacerlo o qué? -pregunta elevando la voz una octava, claramente ofendido con mi actitud.

Rodeo los ojos y decido seguirle la corriente, no tiene caso discutirle nada.

-Claro que la tienes, KiBum-ah. Por supuesto.

 

Maldita diva. ¿Acaso el mundo gira entorno suyo? Todos los problemas remiten en él, nunca nadie puede sufrir más que aquella apestosa estrella barata.

 

Silencio. Ah, hermoso silencio. Adoro que se calle para así poder calmar mi atestada cabeza y despejarla de su chillona voz. De esta manera, lidiar con él me resulta mucho más sencillo y el regreso a mi hogar se hace más veloz.

 

De pronto, el tren se detiene. ¡¿Qué demonios?!

 

-"Su atención por favor, les informamos que el servicio se retrasará debido a problemas ajenos a la empresa. Disculpe las molestias ocasionadas."

 

Oh. Muchas gracias.

 

-¡¿Qué mier...?! ¡Estúpidos trenes! ¿No pueden hacer su trabajo bien? ¡Quiero llegar a mi casa, tsk! -se pone a insultar mediocremente, como sólo él sabe hacerlo.

Creeme que hay alguien más desesperado que tú, Kim KiBum. De verdad.

-Como sea, habrá que esperar. -me limito a decir conocedor de que no tolearía una discusión con esta persona sin terminar moliéndola a golpes. Algo de respeto me quedaba aunque no lo pareciera.

-¡Ay, qué molestia! -lo veo cruzarse de brazos y patalear infantilmente.

Tan afeminado, tan insoportable...

-No creo que tarde demasiado. -murmuro acomodándome en el asiento, esperanzado de realmente fuera así, por el bien de ambos.

 

Pero sí estaba tardando. ¿Hace cuántos minutos ya que está esto sin moverse ni un milímetro?

-Me aburro. -anuncia mi lamentablemente compañero de viaje.

-Yo no, para nada. -miento con la menor intención de darle charla. Me niego rotundamente a eso a pesar de estar muriéndome del aburrimiento.

Suspira con fuerza y se lleva las manos a la cabeza. Uh, qué mal la pasa. Pobrecito.

-¡Hagamos algo! -por supuesto que no me escuchó anteriormente.

-No quiero. -respondo cortante seguro de que volverá a ignorarme.

-¡Juguemos a algo, no sé! -se queja. Bingo. ¿No que era predecible?

-¿A qué pretendes jugar encerrados aquí sin cartas ni nada por el estilo? -cuestiono rogando que comprenda la situación en la que nos encontramos. Y de paso que no quiero hacer nada con él, ya que estamos. No sería una mala idea.

-Hmm... -se queda callado, gracias a todos los santos. 

 

Parece que piensa pero qué más da. Quizá no sea muy descabellado dormir una pequeña siesta, si es que la cosa da para rato...

 

-¡KIM JONGHYUN! -grita de la nada sacándome de mis casillas con facilidad.

Jamás pronuncies mi nombre de esa manera y en ese tono. Y mucho menos siendo tú.

Obviamente pierdo mi paciencia.

-¿¡Podrías callarte de una...?! -no culmino la frase. Al girar, algo completamente inesperado ocurre. Algo insólito, aterrador.

 

KiBum me besa. ¡Y con qué ganas!

Naturalmente lo empujo para separarlo de mí, aturdido con la acción inaceptable de este intento de hombre.

-¡¿Qué carajo te pasa, imbécil?! -me limpio la boca con una mano, totalmente asqueado.

Él no llega a caerse al suelo a pesar de mi brusco movimiento y en poco tiempo está enteramente recuperado como para volver a atacar. Obviamente lo rechazo, sin embargo él es más fuerte de lo que pienso por lo insistente que se muestra.

-¡Oh, vamos, hyung! ¡Es para pasar el rato, no tienes que tomártelo tan en serio! -chilla.

¿Qué concepto de entretenimiento tiene? ¡Pedazo de enfermo!

-¡Deja de molestar! ¡No quiero besarte, mierda! ¡Déjame ya! -me quejo en medio del forcejeo, mas el desgraciado logra volver a besarme. ¿De dónde saca tanta fuerza? Cotidianamente se muestra débil físicamente pero esta vez es lo suficientemente poderoso como para contenerme, ¡Imbécil! Me las pagará, juro que no quedará así. Esto ya es demasiado, supera todo lo que suele hacer para fastidiarme y...

 

Espera.

Este chico sí que sabe besar.

Oh, momento, momento...

Esto comienza a ser excitante.

 

¿Me volví loco o qué? ¿Acaso me drogaron antes sin que yo me diera cuenta?

Carajo, no entiendo nada. Su lengua en mi boca me está haciendo perder la cordura.

 

Claro que nota que mi resistencia comienza a decaer. Sonríe de costado.

-¿Ves que no es tan grave? -musita sobre mis labios, soltando luego una de esas risillas que tanto detesto, contrariamente esta vez me resulta tan... sensual.

Antes de que pueda protestar vuelve a besarme con lujuria, logrando que inexplicablemente sienta las hormonas revolucionarse en mi interior.

 

Maldito bastardo. Cómo lo odio.

 

El tren sigue intacto pero nosotros no, para nada. De alguna extraña forma ese beso se torna cada vez más pasional y demandante, mientras nuestras manos no pierden su tiempo. Caricias, roces exactos... ¿Cómo diablos llegamos a tanto en ese miserable tiempo? Y por todos los cielos, ¿por qué está sucediéndome justamente con él? No tiene sentido, esto carece de pies y cabeza.

Sin embargo no pienso detenerme. No ahora que recibo ese enloquecedor masajeo sobre mi entrepierna.

 

Puta madre. Cómo te detesto, Kim KiBum, cómo te detesto.

 

Me canso y lo estampo contra el asiento. Me abalanzo sobre él y devoro su cuello, su pecho, su estómago. Todo por encima de su camisa, aunque él se estaba empeñando en desabotonar la mía.

-Excelente cuerpo. -ronronea acariciando mis abdominales y esbozando una sonrisa perversamente.

¿Eso es un elogio? Por Cristo, es la primera vez que oigo salir de su boca algo bueno sobre mí.

Decido omitir este milagro y continuar, desabrochando sus pantalones con algo de apuro sin saber la razón. Algo me está causando una tremenda adrenalina y no sé qué es exactamente. ¿El lugar? ¿El hecho de que sea la persona que más odio en el mundo?

 

Ay, Dios mío. Terminó de bajar mis pantalones y mis boxers, ya está encargándose de mi erección. Diablos, sí que estoy erecto.

Me dejo deleitar por sus manos maestras, debo reconocer que es todo un experto en el tema. Mientras recibo semejante atención, me dedico a dejar su parte baja desnuda. Hay un lugar en donde mi pene debe estar urgentemente, y no es exactamente entre sus dedos. 

En cuanto mis yemas hacen contacto directo con su virilidad, él emite un gemido que me hace sentir demente por lo intenso que es. Jamás creí que sus gritos femeninos me llegarían a fascinar de esa manera.

 

-E-espera... Espera un... momento... -murmura apenas en medio de sus jadeos ya que mis uñas están arañando aquel orificio por el cual tanto estaba deseando entrar.

-¿Esperar? ¿Quieres matarme? -ingreso un dedo lentamente en su interior sin pensar en detenerme. Otro gemido y aún mucho mejor. Glorioso.

-Mhh, JongHyun-ah... ¿No me dejarás... p-por lo menos... aahh... chupár-tela? -farfulla en parte extasiado y en parte molesto.

-¿Qué? -me cuesta entenderle por su forma de expresarse, la cual no me desagrada para nada.

-Quiero... ¡ah! chupártela, ¡mhh! -sisea ya que dos de mis dedos están abriendo paso cual tijeras dentro suyo. Pero claro que le cuesta hablar.

Aunque en realidad le había entendido antes. Simplemente quise escucharlo decir eso de nuevo, no podía evitarlo. Acabo de descubrir que aquello dicho por él suena tan candente, tan delirante...

 

Y tan tentador.

 

Pero entonces algo cambia. Algo se mueve...

El tren.

 

-¡Mierda! -descarto de mi mente la interesante idea de una buena sesión de sexo oral para terminar esto lo antes posible. Retiro mis dedos de él y los reemplazo por mi terriblemente y desesperado miembro. No soy suave ni amable, lo penetro sin rodeos. KiBum grita no sé si de dolor o de placer, no logro distinguirlo. Bueno, tampoco tengo tiempo para averiguarlo.

 

Sin saber si está de acuerdo o no, comienzo a embestirlo. Una vez, dos veces, muchas veces. A gran velocidad, cabe aclararlo.

Él gime sin control. Su garganta tiembla de lo altos que son en volumen sus sonidos guturales provenientes de lo más profundo de sus cuerdas vocales. Mis oídos se llenan de ellos, incentivándome a acompañarlo en aquella canción sin ritmo ni melodía definidos.

-¡Hyung, así, más! -ahora estoy seguro de que no le molesta en lo absoluto mi salvajismo.

Tomo su falo que se encuentra allí sin atención alguna y empiezo a masturbarlo. Pareciera como si me estuviera esperando para eso, porque apenas toco esta zona de su anatomía la temperatura aumenta considerablemente. Y su voz también.

 

Mi cadera choca contra la suya. Mi mano asciende y desciende sobre su miembro. Él grita, suda, muerde sus labios con erotismo. Estoy seguro de que en su vida anterior fue prostituta o actriz de películas pornográficas. Sí, hablé en el género femenino.

Siento algo en mi vientre y veo por la ventana: comienzan a aparecer edificios. Justo a tiempo.

El celestial orgasmo se hace presente, al menos en mi caso. Con una brutal y última arremetida me descargo en él y relajo mi cuerpo entero. Delicioso, exquisito... Al fin siento aire en mis pulmones de nuevo. Entonces percibo algo en mi mano derecha, una especie de líquido se escurre entre mis dedos. Él también se había corrido. Perfecto, satisfactorio.

 

Y de pronto escucho un ruido conocido, el de las puertas abriéndose. ¡Demonios! No llego a ocultarme, tan sólo a salir de él y oír su quejido a continuación. Tarde, seguramente ahora alguien subirá y nos verá y...

Las puertas vuelven a cerrarse. Nunca subió nadie para mi asombro. ¿Cómo es eso posible?

-Las ventajas de ir en el último vagón a estas horas de l noche, ¿verdad? -canturrea despreocupadamente mi compañero, vecino, enemigo y hasta hace unos segundos atrás también amante.

-Cierto. -contesto tardíamente con una sonrisa tras comprender todo. Exacto, es la primera ocasión en la que le doy la razón al muchacho.

Él se carcajea y comienza a vestirse. por lo que caigo en la cuenta de que yo también debo hacer lo mismo. Al fijarme en el cartel asumo que efectivamente la próxima estación es la nuestra.

-Resultó ser divertido. -dice abrochándose los pantalones.

Yo ya estoy abotonando mi camisa, me visto a la velocidad de la luz. Asiento y lo miro fijamente a los ojos.

-¿Sabes? Te aborrezco. Con toda mi alma.

KiBum parpadea varias veces y se rié estruendosamente.

-Yo mucho más, JongHyun-ah. Yo mucho más.


Notas finales:

Please dejen reviews si lo leen, gracias♥ ;33


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).