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°_°_°_°_°_°_°_°_°_°_ Sabes °_°_°_°_°_°_°_°_°_°_
Su vida no era tan feliz como la de su hermano.
Itachi estaba caso feliz mente con Deidara, un extranjero artista que le dio a la familia más hermosa que no pudo imaginar. Un chiquillo de quince años al igual que el hijo que tanto extrañaba y un nuevo bebe que ahora festejaban. Un embarazo que había estado deseando aquella pareja.
-ototo-lo llamo su hermano, entregándole una copa de vino-Deidara me pido que no mal criaras a nuestro nuevo bebe, como lo has hecho con Ryo-sonrió de lado el Uchiha mayor.
-no lo mal crio, solo le doy lo que sus padres no quieren darle-se excusó tomando la copa que Itachi le había ofrecido.
-serias un excelente padre-dictamino Itachi poniéndose un poco serio-aun no entiendo porque no has ido tras Naruto y tu hijo.
-Itachi-advirtió Sasuke, bebiendo de un sorbo su copa.
-eres un tonto ototo-Itachi le golpeo en la frente como cuando pequeños.
Sasuke solo miro en dirección a la pareja de Itachi, que al parecer regañaba a su hijo por haberse ensuciado. Deidara había dejado todo con lo que contaba para aventurarse con Itachi, teniendo como resultado la tan armoniosa vida que envidiaba. Deidara era sin duda lo que él no podía ser. Un ser explosivo.
Su teléfono comenzó a escucharse, pidiéndole con una mueca a Itachi disculpas y saliendo al balconcito a contestar la llamada que no estaba registrada en sus contactos.
-Sasuke Uchiha-contesto como siempre lo había hecho, cortante y empresarial.
-hola… -la voz que escucho, jamás pensó volver a escuchar. Era Naruto, SU Naruto.
“A varios cientos de kilómetros
Puede tu voz darme calor igual que un sol
Y siento como un cambio armónico
Va componiendo una canción en mi interior”
-hola dobe-sin evitarlo sonrió como ya no lo hacía. Pero sin duda una pregunta afloro en su cabecilla-¿Por qué me llamas? ¿Le sucedió algo a nuestro hijo?-le exalto, pus en esos siete años no había podido localizar un teléfono fijo del rubio.
-tranquilo, Daichi se encuentra bien… de hecho-Sasuke escucho la voz dudosa del rubio-necesito que te conozca…
-Naruto…-Sasuke estaba sorprendido, jamás creyó recibir una llamada de Naruto y mucho menos una petición como esa.
“Sé que seguir no suena lógico
Pero no olvido tu perfume mágico
Y este encuentro telefónico
Me ha recordado que estoy loco por ti”
-el empedernido Uchiha ¿por fin se retracta?-preguntaba un rubio frente a su persona.
-Minato-san, yo…-dudo si seguir en lo que quería decirle o no. Pero ya le había echo daño a esa familia. Mucho-volveré con Naruto, esta vez no lo dejare. Lo amo.
-lo se Sasuke, y sé también que Naruto te ama, ambos cometieron errores y tú los has pagado-el tono de voz había cambiado, porque sabía que Naruto también había pagado todo lo que era criar a un hijo a solas-¿Qué haces todavía aquí?-le pregunto con una diminuta sonrisa.
-vengo a hacer esta vez las coas bien-Sasuke se acercó a Minato e hizo una reverencia-Minato, concédame la mano de su hijo Naruto.
Minato lo miro con los ojos abiertos, ¿ese era el orgulloso Uchiha? ¿El niño que se había llevado a su bebe de sus brazos?... no, aquel ya no era ese niño, este era el padre de su nieto, este era el hombre que su Naruto había elegido en aquel entonces.
-¿sabes que no será facial?-pregunto levantándose de su asiento, entregándole una fotografía que siempre admiraba-a pesar de que no ha tenido ni un pareja todo este tiempo, a lo único que está atado es a Daichi y a su trabajo. Si consigues volver a hacerlo sonreír como lo hace Daichi te concederé la mano de mi hijo.
Miro la fotografía, ahí se encontraba su hijo, el cabello negro intenso como sus ojos y esa media sonrisa, sin duda todo un Uchiha. A su lado estaba Naruto, tan radiante como siempre, tan distinto al Naruto de hace años, pero tan parecido al Naruto del q se enamoró. Al Naruto que amaba.
“Como aguja en un pajar
Te busque sin cesar
Como huella en el mar tan difícil de hallar
Tanto tiempo busque pero al fin te encontré
Tan perfecto como te imagine”
El lugar sin duda era hermoso, una ciudad no tan grande y muy amable, desde el primer instante cuando pisaron esos lugares, la sonrisa amable y alegre de los habitantes los habían recibido. Si, viaja junto a Itachi, Deidara y su sobrino.
-¡qué lugar tan hermoso Itachi-hum!-exclamo Deidara bajando del auto, tomando del brazo a su esposo-¡quiero pintar estos paisajes!
-la pintura dañara a nuestro bebe-Itachi acaricio con ternura el vientre de Deidara-solo dibuja cariño.
Miro la escena de pucheros y berrinches que protagonizaba Deidara para convencer a su fiero esposo para que lo dejara almeno abrir una pintura no toxica. Sin duda Itachi era más insoportable cuando Deidara corría peligro, o en este caso su bebe.
-¿a quién esperamos tío Sasuke?-pregunto sus sobrino que miraba con atención a todas partes.
-una persona vendrá a recogernos Ryo, no desesperes-su sobrino era sin duda un chico atractivo, con esos hermosos ojos azules y cabello azabache, tan negro como el mismo lodo, pero con una actitud tan desenvuelta que incluso parecía manipuladora.
Miro de reojo la escena que ahora protagonizaba su hermano y cuñado. Se besaban tan apasionadamente que incluso Ryo había decidido voltear asía otro lugar. Sería mejor que alguien llegara en esos momentos por ellos, ¡todos miraban a la parejita! Pero lejos de imaginarse las caras molestas, no fue así. Al parecer ver a una pareja así de acaramelada era normal por esos lares.
Y como si lo invocara, un grupito de chicos llegaban frente a ellos, claramente pudo distinguir a Daichi entre ellos.
-¿usted es el señor Uchiha-san?-pregunto un chico de cabellera plateada.
-por supuesto que lo es, es el único que desencaja en este lugar-fue la respuesta fría de Daichi, asía el peli plateado.
-es un poco insolente de tu parte tratarnos así-respondió su sobrino. Sin duda esos dos no se llevarían para nada bien.
-hump-fue la respuesta de su hijo. Mientras que sus amigos reían alrededor.
-solo discúlpelo Uchiha-san, siempre es así de pedante-le volvió a sonreír el peli plata.
Caminando en dirección a la camioneta que los transportaría al lugar designado, pudo notar que su hijo era igual a él. Seri, frio y calculador. Sin embargo estaba rodado de buenas amistades. Eso sin duda se lo debía a Naruto, siempre tan social y amigable que a todo mundo le caía bien.
La camioneta era manejada por Daichi, junto al peli-plata en el asiento del copiloto, que tuvo que compartir con uno de sus cuatro amigos.
-sentimos si se encuentran incomodos, esperábamos solo a una o dos personas-se disculpó un chico de cabellera castaña, sonriéndole con complicidad el pelirrojo en sus piernas-que vinieran cuatro ha sido un problema-entonces paso una mano por las caderas del chico.
-¡pervertido!-grito el pelirrojo.
Si, iba uno encima del otro. La camioneta iba como auto sardina. Como lo había mencionado antes, en la parte delantera se encontraba tras el volante su hijo, en el asiento del copiloto se encontraba el peli-plata junto a una chica de cabello rojizo quemado, opaco en su parecer. Detrás, donde lamentablemente estaba el, se encontraba Deidara, cómodamente en la puerta izquierda, debido a su estado, Itachi impidió que alguien le invadiera su espacio personal. Maldita suerte. Seguido de el que se encontraba en medio, con algunas maletas encima, después en la puerta derecha, el chico castaño y el pelirrojo, detrás de alguna forma se encontraba Itachi y Ryo encima de algunas que otras maletas.
-¡diablos!-escucho como su hijo golpeaba el volante-no creo que podremos subir.
El al principio se preguntaba porque no usaban su auto en vez de estar amontonados en la camioneta. La respuesta era simple, al encontrarse la casa ubicada en un lugar lejano al centro del poblado, los caminos eran realmente espantosos y sin querer admitirlo en voz alta, una camioneta sería la mejor opción.
-¿crees que no subamos Daichi-niisan?-pregunto la pelirroja con una sonrisa tímida.
-subiremos Kaoru-el peli-plata le había acariciado la cabeza-Daichi buscara otro lugar por donde subir-les sonrio por el espejo retrovisor-lo siento aun no nos hemos presentado-vio como Daichi giraba el volante e iba en otra dirección-mi nombre es Daisuke Hatake, mi hermano es el castaño de atrás, su nombre es Sora, un gusto.
-que bonitos nombres-hum-opino Deidara-mi nombre es Deidara de Uchiha, mi esposo-señalo en la parte trasera, donde aseguraba Itachi iba riendo y su sobrino molesto-Itachi y mi hijo Ryo Uchiha. También es un gusto.
-mi nombre es Kaoru Amane y mi hermano es el pelirrojo encima de las piernas del pervertido de Sora, su nombre es Jukki-sonrió la chica.
-mi nombre es Sasuke Uchiha, hermano de Itachi-declaro Sasuke con una media sonrisa, el ambiente se tornaba ligero.
-si no es impertinencia Sasuke-san, ¿de qué conoce a Naruto-kun?-pregunto curiosa Kaoru.
-Kaoru-llamo su atención Daichi.
-¡nii-san! ¡Quiero saber un poco más de sus vidas! ¡No es justo que no hablen mucho de su pasado!-parecía que la chiquilla estaba haciendo una rabieta.
-aunque no lo parezca Kaoru-chan-Daichi sonreía con un poco de tristeza-el único que sabe porque han invitado a estas personas es mi oto-chan, nadie más. Así que mantente lejos del tema.
Deidara miro de reojo a Sasuke, no sabía muy bien su historia, lo único que le quedaba claro era que amaba a ese tal Naruto como loco. Había dejado a su prometida solo porque había “recapacitado” según Itachi. Pero a él le quedaba claro que Sasuke no podía vivir sin ese chico.
“Sabes te quiero confesar
Que te encuentro irresistible
No dejo de pensar que haría lo imposible
Por quedarme cerca de ti”
Habían llegado a la gran mansión, porque era lo que se veía a simple vista. Una enorme casa que estaba atareada con muchas personas saliendo y entrando del lugar. Sin duda el dobe se estaba luciendo.
Al bajar, lo primero que hicieron fue ingresar a la casa con pertenencias y reunirse en la sala, al parecer esperaban a alguien. No tardaron en aparecer dos parejitas en el lugar.
-¡Kaoru, Jukki!-un pelinegro abraso a los chicos justo cuando entraban en el lugar.
-oto-san-susurro Kaoru tratando de deshacerse del abrazo de su padre.
-pensé que mis retoños ya no volverían.
-si sigues igual de sobre protector Sai, estoy seguro que no querrán regresar-esa era la voz de Naruto, al parecer ingresaba a la salita. Y el azabache no perdió la oportunidad de cruzar sus mirada-bienvenidos chicos-les sonrió a los azabache y al rubio.
-¡Naruto-kun, hace mucho que no te veía!-Itachi le sonreía con alegría, pues había visto el semblante de su hermano cambiar justo cuando el rubio hizo acto de presencia.
-sí, no me imagine que ustedes también vendrían Itachi-Naruto les sonrió y reparo en el rubio y el azabache-¿es tu familia Itachi?-pregunto mirando a Ryo y Deidara.
-así es Naruto-kun, mi esposo Deidara y mi hijo, Ryo-abrazo por la cintura al rubio que le sonreía y el azabache que solo asintió, sin duda todo un Uchiha.
-es un gusto tenerlos aquí, sin duda una grata sorpresa-Naruto se acercó a su hijo y coloco sus manos en sus hombros-Daichi, son personas importantes, así que no te comportes como un pedante ¿vale?-pidió a su pequeño que solo bufo molesto-¡oh! Quisiera presentarles a mis amigos-indico el ubio a las otras dos parejitas que parecían platicar con sus hijos-ellos don Iruka y Kakashi, padres de Daisuke y Sora-sonrió ante la reverencia del castaño y el peli-plata niño-y ellos son Sai y Gaara, padres de Kaoru y Jukki, como lo abran notado.
Sasuke no dejaba de mirar la hermosa sonrisa de Naruto, esos hombres sin duda habían hecho un gran trabajo con su dobe.
“¿Sabes? Te quiero confesar
Que soy solo un esclavo
Que no sabe vivir sin ti”
La fiesta en honor a Daisuke se estaba llevando a cabo en la parte trasera de la gran mansión, la cual estaba rodeada por un hermoso bosque, realmente era una vista inigualable desde el ventanal de la habitación que le habían asignado. Era algo reconfortante ver al rubio de un lado a otro tratando de organizar la fiesta para esa misma tarde.
Pero el sonido de su puerta siendo tocada lo saco de sus pensamientos.
-adelante-otorgo a quizá su hermano, pero realmente no pensaba que fuera precisamente él.
-señor Uchiha, ¿puedo pasar?-pregunto Daichi.
-por supuesto-Sasuke se alejó de la ventana y le presto suma atención a su hijo-¿Qué se te ofrecía Daichi?
-solo es una pregunta-el menor tomo la actitud que el antes poseía, fría e intangible-¿usted es el hombre que marcaba seguido a nuestra casa, no?-Sasuke sonrió de lado, ese era su muchacho.
-¿Por qué la pregunta?-pregunto sentándose en la salita que tenía la habitación.
-no culpo a mi oto-chan.-Daichi se sentó frente a Sasuke, cruzándose de un pie-pero abecés me pregunto por qué nos mudamos o por qué mi padre no ha buscado alguna pareja-su mirada se endureció al ver directo a Sasuke-lo más interesante es que usted y su hermano tienen el apellido Uchiha, un apellido realmente extraño.
-me he enterado que tú también lo posees, ¿Por qué te es extraño?-pregunto un poco nervioso Sasuke, claro sin demostrarlo. No quería arruinar la fiesta y que Naruto se molestara y no lo dejara ver de nuevo a su hijo.
-ese es el problema Uchiha-san, yo también lo tengo-Daichi miro en dirección al ventanal-en mi estadía en este lugar, leyendo artículos o periódicos, jamás había escuchado el apellido Uchiha, en una llamada, lo escuche, y pude llamarlo papá…
-Daichi… yo…-pero fue interrumpido por el chico.
-no me puedo molestar con usted por poseer un apellido igual al mío, ni con mi oto-chan por ocultarme la verdad-se levantó del sofá y miro a Sasuke con una media sonrisa-solo quería conocer a mi padre, por eso es que mi oto-chan lo ha invitado, mi regalo más grande es ver a mi familia unida.
Sasuke se levantó y sin poder resistirlo abrazo al chico, Daichi correspondió su abrazo, no quería sentirse solo de nuevo, no quería ver a su oto-chan volver a llorar en su cumpleaños, no quería volver a ver a su padre contemplar la fotografía que escondía detrás de su buro con ojos de tristeza… quería una familia, quería un hermanito, quería que su oto-chan fuera feliz.
“¿Sabes? te quiero confesar
Que te encuentro irresistible
No dejo de pensar:
Que aria lo imposible por quedarme cerca de ti”
-Daichi, tienes que ir con Kaoru, parece que de nuevo esta Daisuke, al parecer tuvieron otra discusión-Sora llegaba junto a Jukki tomados de la mano.
-¿Por qué los he de atender yo? Soy el festejado-Daichi bebía de una copa, mirando al centro de la pista de baile. Sin duda su oto-chan se había lucido.
-eres al único que Kaoru respeta, vamos no quiero a mi hermano medio muerto-pedía Jukki.
-se lo merese, de seguro estaba de pervertido con ella-Daichi se encogió de hombros-de seguro le dejo una marca como la que traes en el cuello Jukki-ante esto el chico se sonrojo y llevo enseguida una mano a su cuello, seguido de una mirada de odio a su pareja-con su permiso-sonrió victorioso alejándose de los chicos.
Desde una distancia prudente, Naruto miraba con una sonrisa a su hijo, a pesar de estar en la edad de enamorarse y teniendo a sus amigos tan cerca y con las hormonas a mil, no había conocido ni un prospecto de su hijo. Quizá todavía era muy pequeño para ese tipo de cosas, suspiro sin duda era igual a Sasuke.
-bonita fiesta dobe-y hablando del rey de roma.
-mi hijo se merece esto y más-se limitó a responder Naruto.
-lo has educado bien Naruto-Sasuke se colocó a su costado-es un buen chico, maduro o no, sigue siendo mi hijo y nuestro orgullo.
-lo sabe-Naruto miro con un poco de tristeza a Sasuke-sabe todo lo que ocurrió él no te odia… me pido que…
-lo sé, hemos hablado de eso-Sasuke se acercó a Naruto acariciando su mejilla-solo me falta…
Naruto se arrojó a los brazos de Sasuke, no lo soportaba más, tanto tiempo esperando que regresara a sus brazos, tanto tiempo llorando en silencio tantos problemas que tuvo que afrontar solo, tantas veces queriendo llamarlo… tantos sentimientos encontrados cuando lo vio ahí en su sala…
-te has perdido de mucho Sasuke-teme…-Naruto aún no se despegaba del pecho del pelinegro-Daichi es un gran estudiante, un orgulloso y pedante chico, tal y como eras tú.
“¿Sabes? No pido nada más
Que estar entre tus brazos”
-te amo Naruto, déjame…-pero fue interrumpido por los labios de Naruto.
-volvamos a empezar Sasuke, quiero presentarte a tu hijo-le sonrió de forma zorruna como había deseado que lo hiciera cuando ya no podía más.
Caminaron en dirección a su hijo, pero lo encontraron en la pista de baile inundado por la música y dejándose llevar. Entonces Sasuke reparo en su hermano que también bailaba junto a su esposo. Esos chiquillos amigos de su hijo junto a su pareja y a los padres de estos.
-el hijo de tu hermano no me agrada-declaro Naruto sacándolo de sus pensamientos.
-¿Por qué?-pregunto mirando a su sobrino, que miraba a su hijo.
-parece que se quiere comer a Daichi con la mirada.
Sasuke rio ante el comentario, si su sobrino miraba como una pantera hambrienta a Daichi, ¡pero es que el chico se movía como Naruto! Sería un pecado no adorarlo, que bien se veía esa cinturita que por la pista bailaba. Entonces son puedo evitar recordar cómo es que él y Naruto habían quedado liados.
-se están conociendo como nosotros lo hicimos-abrazo a un Naruto sorprendido-pero esta vez espero no terminen en la misma cama…
-¡Sasuke!-pero el beso que Sasuke le robo fue suficiente para hacerlo callar.
-te amo Naruto y esta vez no me separare de ti, porque no lo soportaría más.
-eso espero teme, porque no podría sufrir sabiendo que te amo y te tengo a distancia.
“Como aguja en un pajar
Te busque sin cesar,
Como huella en el mar, tan difícil de hallar
Tanto tiempo busque pero al fin te encontré”
-felicidades ototo-Itachi se encontraba en las puertas de la mansión, fumando un cigarrillo mientras el menor bebía un poco de licor-buscar a Naruto-kun y a tu hijo por tanto tiempo y solo esperar te ha traído recompensa.
-creo que lo merezco, después de todo fui yo quien había dejado a Naruto-bebió un poco más, ya habían pasado cuatro días y parecía ir todo viento en popa.
-no, tú te mereces ser feliz con Naruto-sonrió pícaro al recordar lo que había escuchado la noche anterior-aunque todo parece indicar que van más que mejor ¿no?, al parecer disfrutas hacer tuyo a Naruto-kun.
-¡cállate! ¡Que tu Deidara está pero que un conejo!-Sasuke se ruborizo ante la risa estruendosa de Itachi.
-las hormonas del embarazo ototo-miro ahora con un semblante un poco más serio a Sasuke-¿Cuándo le dirás a Naruto que quieres otro bebe?
-no puedo…-Sasuke bebió por completo todo el contenido de su coma-aun no…
Ambos miraron con detención el atardecer, sin duda la fiesta había unido no solo a Naruto y Sasuke, también a toda la familia. Parresia que todo era paz y tranquilidad. Pero nada de eso era cierto.
-¡RYO, DÉJAME EN PAZ!-se escuchó el grito de Daichi-¡SUÉLTAME PERVERTIDO!-gritaba el chico, bajando las escaleras con rapidez-¡DEIDARA-SAN!
Sasuke solo pudo suspirar y mirar a su hermano que sonreía como un tarado.
-al igual que tu Ryo es un completo pervertido Itachi, no ha dejado a mi hijo ni a sol ni a sombra.
-si se entregaron mutuamente el día de la fiesta de Daichi, no hay más que decir, Daichi le pertenece a Ryo-se encogió de hombros Itachi, como si fuera lo más obvio-además, no puedes decir nada, siguieron su ejemplo.
-eso es lo que me molesta-Sasuke suspiro con resignación-creí que mi hijo seria seme-Itachi rio con alegría.
-a pesar de tener tu aspecto Sasuke, tiene el encanto de Naruto-kun, sexi e inocente al mismo tiempo, no se dan cuenta de lo que hacen con los Uchiha. Mírate ahora tú, aquí renunciando a todo con tal de estar al lado de tu rubio sin importar cuanto tiempo la distancia los separo. Ten por seguro que Ryo ara lo mismo por Daichi.
Sasuke no pudo más que estar de acuerdo, y mirar el cielo azul que siempre era el mismo en todos los lugares, el cielo que le recordaba tanto a su rubio. No puedo evitar sonreír, de hoy en adelante su vida sería pacífica y llena de felicidad si Naruto permanecía a su lado.
-¡ALÉJATE PERVERTIDO!-escucharon de nuevo gritar a Daichi-¡SUÉLTAME, BÁJAME! ¡OTO-SAN!
-será mejor entrar-Sasuke miro a su hermano con una gotita en la cabeza.
-¿querrías que te interrumpieran cuando te tiras a Naruto-kun?-pregunto picaron Itachi.
-¿sabes…?-Sasuke no pidió contener el tic en su ojo. Esa se las pagaría en idiota de su aniki.