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el cuadro de la luna por Deilita

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Notas del capitulo:

Hola!!! ya estoy de vuelta con este fic y... es el capitulo final

sí!! lo es >.< jajaja por fin terminé mi apuesta con Neither, escribir esto fue lo más dificil qu ehe hecho, así que bueno acepto sugerencias, burlas, reproches y más jajaja

pero espero que les guste, y si les gusta diganmelo! XD

bueno Neither entrega completa, a leer!

     Como hacía ya meses que solía hacerlo mi escape fue ir a la estética, me venía mejor cortar el cabello que ver a ese hombre besando a mi pequeño ángel, corrompiendo su pequeña boca, dejé la toalla en cuanto el cliente se fue, suspiré un tanto frustrada, no podía creer lo rápido que Cassie estaba creciendo mentalmente junto a ese hombre, y eso me molestaba, yo sólo quería que fuese a su ritmo.

    De lo que no me podía quejar era de la felicidad de mi hijo, verle con aquella sonrisa, antes tan extraña en él y ahora tan frecuente, y se lo debía a Darrel, algunas risas, flores, vinos buenos, todo aquello a lo que yo solía estar acostumbrada siendo novia del padre de Cassie, ¿Por eso me repelía esa actitud? Me recordaba a como era aquel hombre, enamorándome con palabras y al final… dejándome sola y temerosa, con un hijo para salir adelante, por ese lado era un alivio que no le pudiese pasar a mi niño.

***

 

    Entré en la estética un tanto inseguro, antes la iba a buscar seguido pero ahora ella me evitaba y yo respetaba el dejarla en su santuario, suspiré antes de sonreír y me di el valor para empujar la puerta y saludar a la recepcionista, por lo que pude ver el lugar estaba ampliándose y creciendo económicamente, eso era muy bueno.

-¿Está…

-Cassie ¿Qué haces aquí?-preguntó mi madre interrumpiéndome.

-Vine a buscarte-informe y noté la sonrisa de la recepcionista-No quiero que vayas sola a casa tan tarde.

-Gracias, hijo-me sonrió dejando el mandil y se acomodó un poco el cabello-Ya me voy, hasta mañana.

-Hasta mañana-se despidió la mujer de ambos.

    ¿Hasta mañana? Sentí una presión en el pecho que subía a punto de hacerme llorar, le había dicho a Maribel que era el día libre en el colegio, no podía haberlo olvidado, iba todos los años, fingí toser para pasarme el nudo y le ofrecí el brazo para caminar por la calle, no me gustaba nada cómo se estaba comportando, estaba completamente seguro de que era mi culpa.

-¿Cómo te fue?-pregunté para hacer conversación.

-Bien, fue un día muy productivo-me sonrió y revolvió mi cabello-¿Y a ti?

-Bien… pues nada más estuve en la casa-dije con un deje de reproche, solíamos estar juntos los domingos hasta que le confesé mis gustos.

-Pensé que estarías con Darrel-comentó mirando al frente.

-No, él tenía mucho trabajo-sonreí de lado.

     Últimamente salíamos poco, él estaba cerca de terminar su carrera así que estaba preparando más que nada proyectos finales y la tesis, después de eso se iría a servicio social, parecía bastante emocionado con ello y yo le apoyaba en lo que podía, que por desgracia no era nada.

-Ya veo-me pegó más hacia ella con cariño-Cassie… ¿De verdad te gusta?

   Ahí estaba, lo supe desde el principio, no lo aceptaba como ella decía, me había estado evitando exactamente tres meses quince días desde que le había confesado mis gustos, tal vez no debí hacerlo, o esperar.

-¿Te molesta, mamá?-pregunté tomando su mano con aprehensión mientras la volteaba a ver.

-Es solo que estás muy pequeño aún, puede ser… confusión-dijo devolviendo el apretón, no estaba todo perdido.

-Yo lo amo-dije con voz entrecortada.

    Era inminente, iba a llorar aunque hiciese todo lo posible, odiaba que me sucediera eso, exaltarme y comenzar el llanto, se detuvo en seco y se colocó frente a mí en cuclillas secando las lágrimas que comenzaban a caer. Tomé sus manos con delicadeza y las detuve en mis mejillas.

-Maribel ¿Me sigues queriendo?-pregunté totalmente serio aunque sollozando.

-¡Por supuesto que si mi vida!-dijo con ojos llorosos también-Jamás dejaré de amarte, Cassie, no importa qué pase.

-Pero…-hipé, tenía que decírselo-Mañana es nuestro día-comenté con trabajos-Y tu vendrás a trabajar, me vas a dejar solo porque me gusta un hombre.

    Se quedó callada, y eso fue tal vez lo peor que pudo hacer, lo había olvidado, aquella fecha que habíamos establecido como día de madre e hijo para nosotros, iba a trabajar y dejarme sólo en la escuela con los padres de los demás niños, eso jamás había pasado y me sentí a morir.

-¡Mamá!-reclamé dolido y ella dejó escapar un par de lágrimas-Lo olvidaste-sollocé.

   De nuevo silencio, saqué de mi bolsillo el pequeño obsequio que le llevaba y lo puse en su mano antes de echarme a correr, deseaba desaparecer o morir, no podía aceptar que se hubiese olvidado de lo más especial que teníamos como madre e hijo.

-¡Cassie!-me gritó-¡Cassie vuelve!-corrió tras de mí.

    No podía creer que estaba huyendo, llegué a la estación y me subí en el primer vagón justo antes de que se cerraran las puertas, sólo pude ver a la gente mirarnos extrañada cuando ella golpeó las ventanas gritando mi nombre y yo retrocedí asustado, todo lo que vi después fue como la quitaban apenas para que el transporte se fuese a toda prisa.

   Me quedé sentado sollozando hasta el final de la línea, me bajé en un lugar sin saber en donde estaba, hacía frío y ya era de noche, comenzaba a arrepentirme de mi arranque, sorbí la nariz acurrucándome mejor en el suéter que llevaba y comencé a caminar, tenía que ubicar algún letrero para llegar a casa.

   Comencé a preocuparme, no reconocía nada y por lo que había escuchado en una radio pasaban de las doce, busqué desesperadamente algo familiar, pero no había nada, corrí un par de cuadras hasta que choqué con un policía que me miró ceñudo y me señaló con la lámpara obligándome a entrecerrar los ojos.

 -Ven conmigo-ordenó tras compararme con una foto.

    Caminé junto a él sin chistar, sólo sorbía la nariz y temblaba, sólo quería no tener frío y hambre como en ese momento. Me llevó en una patrulla hacia calles más concurridas y que reconocí, eso me alivio enormemente, en cuanto bajamos al primero que vi fue a Darrel y corrí a sus brazos rompiendo en nuevo llanto.

-Cassie, por Dios-suspiró de alivio al verme y me abrazó contra él-¿En qué pensabas?-preguntó más para si.

-Me odia Darrel-sollocé sin importarme que me escucharan gritar-Me odia.

-¿Quién?-preguntó asustado.

-Mi mamá-susurré-No me quiere, Darrel. No sé qué pasó, pero ya no me quiere.

    Me miró preocupado y aseguró que me quería durante todo el trayecto a su departamento en el que no paré de hipar, estaba cansado y tenía demasiado frío, comenzaba a quedarme dormido cuando entré en razón ¿Qué hacía Darrel en la estación de Policía buscándome?

-Duérmete-dijo sacándome la ropa y me puso el pijama dejándome en su cama-Ya pasó-me arropó y besó mi frente.

     Cerré los ojos apenas y salió de la habitación, descolgó el teléfono y comenzó a hablar:

-Sí ya aquí está… no se preocupe… sí-asentía sin sentido para mí-Yo lo llevo… ¿De verdad?... de acuerdo, descanse.

 -Darrel-llamé cuando entró y me volteó a ver-¿Y mi mamá?

-Mañana te llevo con ella pequeño-acarició mi mejilla metiéndose a la cama, ya estaba en pijama desde la estación.

-No me dejes-rogué abrazándome a él.

-Tranquilo-me correspondió y quedé profundamente dormido.

***

 

   Cuando desperté era de mañana, tenía el pañuelo en la mano aún y el pequeño collar que me había dado Cassie, los ojos me dolían por haber llorado toda la noche, cuando le vi correr sentí mi alma pender de un hilo, no descansé hasta la llamada de Darrel. El cuerpo me dolía por haber dormido en el sofá, me había sentado ahí toda la noche por si volvía Cassie o tenía que salir.

   Me levanté mirando a mi alrededor, ¿Por qué no le respondí ¿ Debería haberle dicho que tendríamos que celebrarlo más tarde, pero todo era por mi egoísmo, por no aceptar que mi hijo de doce años fuese homosexual declarado, sorbí la nariz y sin remedio volví a romper en llanto, estaba perdiendo lo único que quería en la vida: a Cassie.

  Tras darme apenas una mirada al espejo me puse los lentes de sol y un poco de perfume para ir por mi hijo, le debía una disculpa y varios días por haberle estado evitando ¿Qué clase de madre era yo?

 

***

 

   En cuanto abrió los ojos le sonreí, los tenía rojos e hinchados, miró a todos lados claramente desubicado y se sentó volviendo a cerrar los ojos y se colgó de mi cuello como si fuese un niño de menor edad, acaricié su espalda unos minutos y le separé.

-¿Estás bien?-le acaricié la mejilla.

-Tengo hambre-dijo ronco y asentí levantándome con el detrás.

   Le serví un plato de cereales que devoró con ansia y él mismo se sirvió más, terminó cuatro platos y me miró en silencio.

-Tranquilo, no te voy a regañar-dije en cuanto bajó la mirada.

-Hice que te desvelaras y necesitas trabajar-dijo preocupado.

-Eso no me importa-dije sentándome a su lado-Primero eres tú Cassie. ¿Por qué huíste?

-Iba a volver-musitó frotando sus manos entre si-Maribel olvidó que era nuestro día juntos y… nunca había hecho eso-comenzó a sollozar.

     Le apoyé en mi hombro  y le consolé hasta que se hubo calmado un poco, había dejado mojada mi camisa pero eso no me importaba, todo lo que quería era hacerle sentir bien de alguna manera, no soportaba verle así, ver a un ser tan alegre y hermoso como Cassie llorando me destruía…

-Seguro hubo otro motivo-dije sonriéndole.

    Un rayo de luz bastante fuerte entró dando sobre él así que cerró los ojos y yo le cambié de lugar, era como un Ángel.

-¿De verdad lo crees?-preguntó hipando.

-Estoy seguro de ello-me levanté para comenzar a lavar los trastes y me sonrió asintiendo.

    Me causó demasiada ternura verle así, con los ojos llorosos y su sonrisa, una que solo me creía a mí. Fui a besarle y el me correspondió, iba a separarme ya para lavar los trastes pero me retuvo a su lado mirándome a los ojos causándome un estremecimiento, jamás podría dejar de verlos, volví a besarle con un poco más de ansia y pude notar que él se rió.

-¿Qué te da risa? ¿Mi manera de besar?-levanté la ceja divertido y el se rió más-¿Te ríes de mi pequeño? Vamos responde.

 -No me rió de ti- tomó mi  rostro con amabas manos y me besó.

-¿Te ríes de que estoy a tus pies?-seguí con el juego cargándole a la sala y él sólo reía.

-No-volvió a negar apretando las mejillas, cosa que causó que dos hermosos hoyuelos se le formaran.

-Entonces dime de qué te ríes-le senté en la sala y me recargué en sus rodillas estando yo en el suelo.

-De tu cara-dijo apretando los labios.

-Oh de mi cara-hice gesto de sorpresa y asintió riéndose-¿Y qué tiene mi cara de chistoso?-hacía caras para hacerle reír más.

-Darrel-reclamó tomando su panza-Ya… me duele-dijo sin parar.

-No entiendo que tiene mi cara-seguí haciéndolo.

-Que me gusta-dijo provocando que parara y le sonriera-Me gustas mucho-el rubor de sus mejillas pudo enloquecerme en aquel instante.

    Iba apenas a formular una frase para responderle cuando tocaron a la puerta, fue como si rompiesen un cuanto de fantasía, el departamento ya no me pareció tan bellamente iluminado, la sonrisa de Cassie se borró al instante dejando sólo el rastro del llanto. Me levanté decepcionado y abrí la puerta sabiendo quien era.

-¿Y Cassie?-preguntó sin siquiera saludar.

-En la sala-respondí dejándole pasar.

    En cuanto entró Cassie bajó la mirada y su madre fue a abrazarle con fuerza casi volviendo a romper en llanto y besando sus mejillas una y otra vez sin dejarle hablar siquiera.

-Oh, Cassie-dijo deteniéndose a respirar-¿Por qué lo hiciste? Me diste un susto de muerte, pensé que no volverías ¿Qué hubiera hecho yo ¿He?-preguntó sosteniéndole la mirada.

-Iba a volver-se excusó de nuevo.

-Ay hijo-le abrazó-No vuelvas a hacer eso.

   Cassie se quedó en silencio pero asintió, lavé los trastes mientras hablaban, habían vuelto a llorar ambos, pero al final supe que se habían reconciliado porque Cassie abrazaba a su madre, sonreí ofreciéndoles un poco de fruta, algo me decía que Maribel no había desayunado nada.

-Gracias Darrel-sorbió un poco la nariz-Disculpa las molestias.

-No son molestias si se trata de Cassie.

-Gracias-sonrió de nuevo.

    Nos sentamos a conversar y Cassie se levantó para ir a mi lado y recargarse en mi con los ojos cerrados, sonreí como disculpa a su madre pero ella me sonrió de vuelta acariciando la mejilla de Cassie, después de tanto tiempo me parecía que por fin había aceptado a su hijo, antes solía hacer gestos de incomodidad y era un poco hostil conmigo, pero ese día fue diferente y me consoló saber que Cassie era completamente apoyado por Maribel…

-ése cuadro es hermoso-dijo viendo la obra que colgaba sola en la pared más ancha de mi casa-¿Es Cassie?

-Sí-sonrió abriendo los ojos admirando el cuadro, tenía poco de haberlo colgado.

-Es el primero de mi exposición-dije orgulloso.

-¿De verdad?-preguntó entusiasmada-¿Cuáles serán los demás?

-Todos van a ser de Cassie y sus cambios de humor-sonreí a mi novio y él me besó.

-Está hermoso ¿Cómo se llama?-apreció más de cerca la pintura.

   Me quedé en silencio pensando, aun no le había puesto un nombre.

-El cuadro de la Luna-dijo Cassie sonriente.

Notas finales:

uff.. respiro aliviada de que ya está, jaja bueno espero comentarios o lo que sea que quieran darme o dejar :D Neither tu no te salvas tu si deja RR <.< 

bueno aclararé que Cassie tiene 12 y Darrel 23, sí es mucho pero los reclamos de edad son para Neither jaja mm que más? ah sí, Maribel al final aceptó a Cassie como homosexual y a Darrel como su pareja y creo que eso es todo jaja bye bye ^^ mil millones de gracias a quien lo leyó completo y a quien le gustó jajaja :D


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