Nunca le gustaron ese tipo de cosas pero sin saber como llegó hasta allí. Estaba muy aburrido, aburrido de muerte y la curiosidad le pudo más que cualquier otra cosa. De eso hacía ya casi dos meses y desde entonces hablaban casi cada día, cada vez eran más amigos, más íntimos. Cada vez más sentía en su interior esa necesidad de hablar con él, de contarle todo, lo necesitaba en el día a día, le llenaba. No, eso era demasiado, era imposible para él, una persona tan racional, que algo así le estuviera pasando. No podía ser, era su imaginación, estaba cansado, sí, eso era estaba cansado. Dos segundos después se descubrió de nuevo pensandpo en él. No era posible, no lo conocía.
Había conocido en un chat a una persona especial, de todas las personas allí metidas él le llamó la atención y enseguida hablaron. Congeniaban en gustos, se llevaban bien y enseguida intimaron, se hicieron amigos, se explicaban todo. Más de una vez él había propuesto quedar, verse físicamente pero en todas las ocasiones Ruki lo había rechazado. No quería que aquella “relación” un momento, ¿relación? No esa no era la palabra, bueno, que su amistad con Yu, el chico del chat, se viera afectada. No sabía si sería tal y como él se lo imaginaba (porque se lo imaginaba, esto se le estaba yendo de las manos a alguien tan racional como él).
Pero no podía huir eternamente. Ayer habían estado habalndo de peliculas y coincidió que ambos se morían de ganas de ver la misma. Ruki se quedó perplejo pero no le quedó otro remedio que aceptar.En apenas dos horas en un cine de Shibuya. Ya se había duchado y vestido y ahora estaba dando los últimos toques a su peinado antes de salir. ¿Por qué se había esforzado tanto? No entendía que pasaba a su alrededor. Pocos minutos después salió de su casa.
---Dos horas más tarde cerca del cine de Shibuya---
Miles de pensameintos surcaban su cabeza pero ahí estaba Ruki el famoso cantante del famoso grupo, camuflado como pudo buscando a un chico de su edad, alto y castaño con una camiseta amarilla con un estampado de rayas. Eso que hacía no estaba bien, nunca debió haber aceptado esa cita, nunca debió haberle explicado todas esas intimades a un chico desconocido, nunca debió haber entrado en ese maldito chat. Ruki se tropezó y fijó su vista en el suelo, una piedra en el camino. Sonrió irónicamente y levantó su vista para encontrar al chico alto, castaño y con la camiseta amarilla de rayas.
Abrió sus ojos enormemente sorprendido, abriendo su boca para hablar.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡Yu..Yu..Yuuto!!!!!!!!!
El nombrado se giró descubriendo a un antiguo compañero de trabajo.
- Ru...Ru...Ruki!
Ruki se mareó, parecía que de un momento a otro se iba a desmayar, quello definitivamente no entraba en sus planes.
- No puede ser, esto es un sueño, esto es mentira – pensaba Ruki en voz alta mientras Yuuto lo arrastraba a un lugar solitario, ya habían armado suficiente escándalo.
Se metieron en un callejón, por suerte, casi nadie se percató de que eran dos personas medianamente famosas.Ruki trataba de ordenar su mente y pensar con claridad, pero o podía. Estab muy nervioso, su racionalidad se fue volando y ahora no podía hilar más de dos palabras seguidas.. La persona del chat era Yuuto. No, definitavemente no lo era. Volvió a mirarlo, sí, lo era. ¿Y ahora qué?
- No pensé que serías tu, me has sorprendido. – dijo el más alto con calma.
Él no parecía tan alterado, simplemente le hacía gracia la coincidencia. Al principio estaba un poco avergonzado de haberle explicado tantas cosas, pero al fin y al cabo era Ruki, lo conocía desde hacía ya bastante tiempo y no le caía nada mal. Le divertía el desespero del menor y el intento de tranquilizarse que hacía.
- Yuuto por lo que más quieras, ni una palabra de esto a nadie o te mato. – después del escándalo que había formado, eso qera lo único decente que podía decirle.
- Lo mismo te digo. – lo miró durante unos segundos, valía la pena arriesgarse. - Oye, ¿ y ahora que hacemos? Yo tengo ganas de ver la película, además ya he comprado las entradas.
- Bueno, veamos la peli y luego cada uno a su casa. – en el fondo él se moría de ganas de ver la pelicula también y pasar un rato con Yuuto tampoco estaba tan mal. - Y se acabaron las conversaciones extrañas y todo eso. – Ruki intentaba ser lo más racional posible, pero su mente era un lío.
Yuuto asintió y sonrió divertido. Ruki era un sujeto muy interesante.
Entraron a ver al peli calmadamente y durante la proyección ninguno prestó atención al otro, simplemente a la pantalla. No por nada, solo que la pelicula era bastante buena. Durante ese rato, Ruki se calmó y analizó la situación. Después de todo no era tan malo, simplemente podía decir que se habían encontrado en el cine de casualidad si alguien preguntaba. Después de todo Yuuto no estaba tan mal. Un momento, su cabeza estaba mal. ¿Qué hacía pensando en Yuuto como...como...hombre? Espera, Yuuto era guapo, sí, lo reconocía, pero nada más que eso. No se sentía atraído por él. En cuanto acabara la pelicula, cada uno se iría a su casa y olvidaría todo esto.
Muy a pesar de Ruki la película terminó. Realmente les gustó mucho a los dos y se sentían bien en ese momento. Aunque no lo pareciera siempre se habían llevado bien y simplemente podían ser amigos.
- ¡Ruki! – oyó la voz del otro en la lejanía
- Qué? Perdón. – llegó a responder torpemente
- Te estaba hablando.
- Sí, claro. – la melosa voz de Yuuto le estaba haciendo perder su racionalidad, ya no sabía ni lo que decía.
- Te decía si querías ir a tomar algo y así comentamos la peli.
- Está bien. – vió como Yuuto sonreía. Definitivamente NO estaba bien.
Fueron a tomar algo a un bar cercano. Allí hablaron de la peli y de muchas otras cosas. Se sentían bien el uno con el otro, estaban a gusto. Ruki se sentía tranquilo y reconfortado a su lado, le calmaba, le llenaba. No, eso no estaba bien.
- Oye Ruki, ¿ te importa acompañarme a un sitio? – preguntó Yuuto, un poco sonrojado.
- No, dime. – respondió Ruki con una de sus mejores sonrisas.
- Es que hace tiempo que quiero comprarme unas gafas de sol y nadie quiere acompañarme y no quiero ir solo, ¿te importa si vamos?
- Al contrario, iría gustoso. – después de todo arriesgarse no era tan malo.
Yuuto sonrió por respuesta, pagaron y se marcharon del lugar en busca de unas gafas de sol para Yuuto. Así pasó la tarde, después de fueron a pasear por un parque de la zona, hablando sobre cualquier cosa, y enseguida la noche se les echó encima. Decidieron cenar en un restaurante y después se fueron de copas.
Era ya bien entrada la noche y estaban en un animado bar musical, no habían bebido mucho alcohol pero se lo estaban pasando muy bien. Cuando ya se cansaron salieron del lugar y sin saber como Ruki estaba montado en el coche de Yuuto de camino a casa. Pararaon frente a la casa del bajista y miró un poco sonrojado a Ruki.
- ¿Quieres subir? Quiero mostrarte algo.
Ruki aceptó encantado y ambos entraron en el piso. Le ofreció un té para calmar el ambiente, enseguida se pusieron a habalr de cualquier cosa.
- Todaka...
- Puedes llamarme Yuu.
- Pero aún no nos conocemos suficiente
- ¿Qué más necesitas para poder llamarme Yuu?
Ruki se sonrojó en respuesta, apartó la mirada, tosió avergonzado y devolvió la vista hacia el castaño.
- Tienes que darme tu número de teléfono. – dijo el más bajito sacando el suyo del bolsillo del pantalón.
- Sí, pero eso será mañana cuando despertemos. – dijo con una sensual voz mientras se acercaba al menor, lo tomaba del mentón y lo besaba.
Ruki no pudo resistirse y cerró los ojos dejandose llevar por las sensaciones.
Pasado un buen rato, los dos chicos descansaban en la cama sudorosos y exhaustos. Ruki no sabía como había podido suceder eso, pero lo único que sabía es que quería estar con Yuu. Ruki se recostó aún más sobre el pecho del otro y le besó el cuello. Yuuto lo miró con cariño.
- ¿Ahora ya puedes llamarme Yuu?
- Mmmm, no lo sé, creo que aún falta un poco para eso. – dijo sensualmente mientras se montaba encima del cuerpo del otro.
-------- 1 año después ---------
Ruki y Yuuto estaban en el ascensor del bloque de pisos bajando, dispuestos a ir a ver una película juntos.
- Ruki, ¿quieres ser mi novio? – preguntó Yuuto de sopetón.
El más bajito se sorprendió y se lo quedó mirando un rato.
- Llevamos casi un año juntos y unos tres meses viviendo juntos, ¿acaso no soy ya tu novio? – preguntó como algo obvio
- Si, bueno, pero es que nunca te lo había pedido así formalmente.
- ¿Formalmente? Yuu, cariño, estamos en el ascensor, esto no es nada romántico ni formal. No hace falta que me pidas una cosa así.
Ruki se acercó a su pareja y le besó dulcemente en los labios. A veces tenía cada ocurrencia.
- Tienes razón. – sentenció el más alto al separarse del beso con una sonrisa.
Las puertas metálicas se abrieron y Ruki salió del ascensor, incitando a Yuuto a que lo hiciera.
- Vamos.
El bajista se apresuró para ponerse al lado de su chico y cogerle de la mano. Ruki lo miró con cariño y suspiró. Esto definitivamente NO estaba bien.