Anoche dormí con frio; aun que estaba bien abrigado sentía continuas corrientes de aire llegar y causarme escalofríos. Fue raro, porque pensaba en el rubio de ayer y el estremecimiento desaparecía y un calor abrigador me envolvía.
En verdad, mi cuerpo está cansado, pero mi mente no; pese haber tenido los ojos cerrados y saber que estaba durmiendo, mi cerebro estaba despierto… Di un pesado suspiro, pensar en eso cansa, aun mas, mi cuerpo.
Hoy el cielo está algo nublado, no tanto como ayer, pero igual hace frio; el viento es más calmado, como si solo quisiera “jugar”.
Cerré mis ojos por un par de segundos para despejar mis pensamientos, sin dejar de caminar hacia la escuela. Llegue a la esquina, donde el camino se dividía en dos; el camino corto que llegaba directo a la escuela, o el largo que siempre he tomado para volver a casa… Dude un par de segundos, luego di un paso hacia el primer camino, pero gire sobre mis talones y me dirigí a la cuadra donde vi al chico de ayer.
Con cada paso, me ponía un poco más nervioso, aunque no fuese notorio ya que simplemente los latidos de mi corazón se aceleraban gradualmente. Di vuelta a la izquierda para entrar a la cuadra y al pisar, un escalofrió recorrió mi columna, estremeciéndome por completo mientras el viento soplaba con más fuerza.
Trague saliva y seguí mi camino con pasos firmes, pues si retrocedía llegaría tarde a clases porque ya iba tarde; y al profesor de historia, que es a la primer hora, no le gustan los retrasos; y a mí, no me gusta hacer esperar a las personas.
Faltaban un par de metros para que pudiera pasar frente a esa casa; acorte la distancia en cuestión de segundos, luego disminuí levemente el paso, mirando de reojo aquel balcón. Pero no hubo ningún ruido o movimiento que me indicara que alguien seguía ahí, así que volví a acelerar el paso para no retrasarme.
El sonido de una puerta siendo azotada logro hacerme saltar del susto, pero no mire hacia atrás; solo seguí el camino contra el viento que decidió golpearme el rostro con un par de hojas, las cuales creo que se acumularon en mi cabello por unos segundos.
…
Intente, por varios minutos, ignorar los pasos que estaban detrás de los mío; pero conforme pasaba el tiempo sentía más ansias por voltear, pues si yo aumentaba o disminuía la velocidad de mi andar, quien quiera que estaba cerca de mío, también.
Después de un par de cuadras, divise la escuela, tan cerca pero tan lejos… Reprimí mis impulsos de correr mientras buscaba cualquier cosa para distraer mi mente de las pisadas que eran como eco después de las mías.
Finalmente llegue a la esquina que daba directo a la escuela, sintiendo un enorme alivio al no escuchar más pasos. Cruce la calle mirando de reojo hacia tras, divisando solamente a una chica peli-rosa. Suspire frustrado, ¿desde cuándo una mocosa me espanta tanto?
Entre al instituto, y sin molestarme en saludar a mis conocidos me dirigí al salón de historia, pues el timbre había tocado cuando puse un pie dentro del lugar…
…
Salí de la clase, la cual fue bastante aburrida, porque explicaron cosas que yo ya sabía. Suspire frustrado, y camine con pasos lentos hasta que sentí la filosa mirada de alguien clavada en mí, por lo que me detuve en seco. Mantuve la vista hacia el frente, y después de unos segundos me anime a mirar hacia atrás…. Solo divise a mis compañeros de clase, nada fuera de lo común.
-¡Hey, Sasori!- … Maldita sea, Itachi… -¿Por qué estas tan solito…? Así te pueden robar, o golpear, y lo peor de todo, te pueden violar-
Aun, después de bastante tiempo de conocerlo, yo no lo considero mi amigo, pero él a mí sí. Y mucho menos entiendo, porque hace esa clase de comentarios.
-¿Qué quieres?- Solté cortante, mientras seguía mi camino a la siguiente clase. El me alcanzo pronto, y me abrazo con un brazo; no me negué, pues con este tipo eso sería inútil.
-¿Ya viste al chico rubio que entro este año?- Por un momento me tense, pero no inmute mis facciones en lo absoluto.
-No- Mentí, porque si le seguía el juego, tendría que soportarlo un buen tiempo.
-Pues el si te ha visto, y creo que le gustas- Abrí mis ojos a más no poder, bastante sorprendido.
-¿Qué?- Pregunte casi mecánicamente.
-¿No has notado que, desde hace un mes que venimos a clases, alguien te observa?-
-No- Mentí, pues si me he sentido bastante incomodo y observado.
-Pues él es bastante lindo, y yo lo conozco; si quieres puedo presentártelo…-
-No estoy interesado-
-¡Vamos, Sasori! ¡En toda tu vida no has tenido a ningún novio! Ya se te está pasando la hora de hacerlo…-
-¿A qué te refieres con “hacerlo”?-
-Pues, no a lo que tú pervertida cabeza piensa- Me dio un par de palmadas en la cabeza, mas yo lo aparte de mí empujándolo con poca fuerza.
-De cualquier modo, ¿Qué te hace pensar que YO estoy interesado en otro chico?- No sé de dónde saca eso, ya que a mi parecer, siempre he demostrado ser bastante asexual.
-Mmm…- Se detuvo para meditarlo. No lo espere, y entre al salón, mirándolo de reojo.
Aunque debo admitir, que su oferta era tentadora… mas no pienso arriesgarme a nada; pero con eso, ¿a que me refiero?
….
-¡Ya se!- Grito de golpe Itachi, haciéndome saltar del susto a mí y a las personas que nos rodeaban; que son, si se les puede llamar, “nuestros amigos”.
-¿Qué?- Preguntamos todos, aparentemente molestos.
-¡Tú te interesas en él, porque si no, no me hubiese hecho caso a lo que te dije, y ahora no estarías tan pensativo!-
-¿Qué, qué?- Increíblemente, el dedujo algo que era verdad; mas no pienso darle la razón.
-¿En quién, Itachi?- Konan se intereso en la “platica” que saco el jodido Uchiha de la nada.
-En Deidara…- Dijo como cantando, mirándome con un deje de sonrisa. Yo lo fulmine con la mirada, y devolví mi vista al trabajo.
Por alguna razón, ese nombre lo he escuchado antes… Tengo un leve recuerdo de haber conocido a alguien llamado así, que para colmo, no era una chica, sino un chico. No logro enfocarme bien en eso, tal vez porque ya es un recuerdo bastante viejo…
-¿Y bien? ¿Nuestro bebito Sasori va a aceptar conquistar al rubio? Que según se, está interesado en ti…- Por alguna jodida razón, ellos tienen la maldita costumbre de querer hacerme enojar, poniéndome tontos apodos, o algo respecto a mi estatura.
-No estoy interesado- Ni siquiera voltee a verlos, pero tampoco me concentré en lo que leía.
Espero, que por la “amistad” que ellos me tienen, dejen de fastidiarme al respecto, porque no ha pasado más de un día desde que salieron con eso, y ya me está sacando de quicio…