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Entre las Llamas del Infierno por VerityMalfoy

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Pecado: Pereza

 

 "Para la pereza y la monotonía existe una cura, si tienes a alguien que te ayude”

 

En ese momento añoraba la monotonía de su día a día. Pidió perdón por todas las veces en que se quejo por no tener nada emocionante que hacer, en ese instante daría lo que fuera con tal de estar en su habitación.
Las manos del rubio se aferraban fuertemente a la boca de Near, que por fin estaba despertando poco a poco. Casi no podían moverse en el reducido espacio, y en su mente recapitulo, todos y cada uno de los acontecimientos que los habían llevado hasta ahí.

 
“Dios por favor” pensaba internamente Mello mientras caminaba lo mas rápido posible “No permitas que nadie nos vea”

 
Tenia que admitir, que esta no había sido una de sus mejores ideas, había sido completamente imprudente, cualquiera en el orfanato podría verlos y pensar lo peor, es que la imagen que ambos brindaban no dejaba mucho a la imaginación.

 
Un Mello ligeramente sonrojado, agitado y acalorado, con sus tiernos labios coloreados de un rosa intenso he hinchados, con su camisa negra desarreglada y su siempre impecable y bien peinada cabellera rubia, revuelta y desordenada, llevando en brazos a un Near en estado post-orgásmico, en cuyas mejillas se hallaban vestigios de aquel tinte carmesí, producto de su agitada noche y una suave, pero visible expresión de placer y satisfacción en su rostro aun dormido, ataviado únicamente con unos boxer y su habitual camisa blanca completamente desabotonada, dejando al descubierto su pequeña y albina figura semidesnuda, que hubiera sacado un suspiro a cualquiera de las niñas del orfanato. Si alguien los viera, se armaría un escándalo, todos estarían hablando y especulando sobre la relación que ambos sostenían y eso era lo menos que deseaba el rubio, ni siquiera el sabia cual era la relación que sostenía con Near, como para que todo el orfanato estuviera hablando sobre ellos.

 
Unos cuantos rayos dorados se filtraban tímidamente por las ventanas y el rubio se sintió palidecer de golpe, como era posible que el tiempo hubiera transcurrido tan rápidamente, acelero el paso, seria cuestión de unos pocos minutos antes de que sus compañeros comenzaran a salir de sus dormitorios, para asearse e ir a desayunar.

 
“Tiene el sueño pesado, el muy maldito, perezoso” pensó molesto por estar en una situación tan comprometedora y no tener un escape inmediato, su alcoba al igual que la de Near, se encontraban a una distancia considerablemente lejos de donde ellos se encontraban. Pero Mello continuo su camino cuando de improviso, en el pasillo resonó el chirrido de una puerta abriéndose, se detuvo en seco.

 
-Voy a ir a buscarlo para desayunar- dijo la inconfundible voz de linda, que hablaba alegremente con su compañera de cuarto.

 
-Linda, deberías desistir, no creo que Near…

 
-Shhhhhh!- dijo la chica

 
-Oh, vamos linda, lo sabes muy bien, el chico es de piedra.

 
-Igual me gusta- dijo en un tono muy bajo, pero igual llego a los oídos del rubio, al cual lo estaba invadiendo nuevamente ese sentimiento de ira y posesión.-Bueno, eres imposible, pero luego no digas que no te lo advertí, ahora sal rápido, me muero de hambre.

 

Mello comenzó a mirar a ambos lados, tenia que escapar y rápido. Corrió perdiéndose entre otro pasillo, sabiendo que si las chicas iban al comedor, no se encontraría con ellas en aquel corredor. Por que el orfanato tenía que ser tan endemoniadamente ¡ENORME! El cansancio ya se estaba apoderando de el, no había dormido en toda la noche, la cual no fue lo que se diría tranquila y ahora tenia que cargar con Near que no sabia ¡por que cojones no despertaba aun!

 

Otro chirrido, otra puerta apunto de abrirse, Mello sufriría un ataque de pánico o un colapso nervioso en cualquier momento, ya no sabia siquiera en que parte de Wammy se encontraba y entro en la primera puerta que pudo abrir, sintió una grata sensación de alivio al darse cuenta que no había nadie, pero desapareció tan rápidamente como llego cuando se dio cuenta de en donde se encontraba.

 

“Dios que he hecho para merecer esto” pensó “¿Al destino le gusta verme sufrir o que?

 

Era el despacho de Roger. El rubio paseo sus ojos rápida y desesperadamente por el lugar y diviso un pequeño armario, en el instante justo cuando las puertas del despacho volvían a abrirse. Roger entro en su oficina, como todas las mañanas, arreglaría algunos asuntos que tenia pendiente antes de ir a desayunar.

 

-Ah- El anciano creyó haber escuchado un pequeño ruidito al sentarse en frente a su enorme escritorio, pero no le atribuyo mucha importancia y continuo con su labor.

 

Mello tapo los labios del alvino con una de sus manos, fuertemente, ese no era precisamente el mejor de los momentos para que ese alvino pervertido comenzara a soñar cosas subiditas de tono. El rubio se había sentado como pudo en el reducido espacio del armario, con Near en su regazo, increíblemente dormido aun, ese pequeño enano perezoso ojala Behemot* tuviera un buen castigo para él en el averno, por ponerlo en esta situación. 

 

El calor se estaba apoderando nuevamente de su cuerpo, Near se retorcía de una manera demasiado sugerente sobre él, haciendo que sus muslos rozaran con su poca atendida virilidad, haciéndolo encenderse de una manera alarmante, los colores volvían a sus mejillas, mientras sentía la respiración del pequeño alvino un poco agitada, su aliento chocaba contra la palma de su mano, humedeciéndola. Las manos del menor viajaban inconciente por su propio cuerpo, tocándose de una manera nada inocente.

 

Mello no sabia que hacer, se encontraba en la situación más excitante y estresante de su vida, ese albino lujurioso y pervertido, tenía que elegir precisamente ese momento, para tener sueños húmedos.

 

Roger, levanto la vista algo desconcertado, sentía una extraña atmosfera en su despacho, esa mañana, un calor casi infernal, invadía aquellas cuatro paredes.

 

-Mmm..ahh- apretó con mas fuerza los labios del pequeño que por fin estaba abriendo sus ojos lentamente, Mello se sintió un poco mas aliviado, al menos si Roger los descubría, que era lo mas seguro, no pensaría que era un psicópata, pervertido, homosexual, que estaba violándose a Near mientras este dormía, en el armario de su despacho, para pensar que ambos eran unos homosexuales pervertidos, que disfrutaban tener sexo en su armario.

 

-Shhhh- susurro Mello al oído de Near, lo mas silenciosamente que pudo haciendo que su aliento chocara contra su oreja, este tirito, sintiendo una incomoda humedad en sus partes bajas- Tranquilo, después te explico lo que ha ocurrido, ahora mantente quieto, Roger no puede descubrirnos.

 

Near, aun esta abriendo los ojos mientras escuchaba las palabras de Mello, una pequeña rendija de aquel diminuto espacio lo dejaba vislumbrar a Roger sentado en su escritorio revisando unos papeles. Que demonios hacían ellos ahí, Mello esta loco.

 

El rubio podía notar lo nervioso que se había puesto el pequeño alvino, y decidió desquitárselas por el mal rato que antes había tenido que pasar, igual si Roger los descubría no se regaría por todo el orfanato, solo tendrían que rendirle cuentas a el y de verdad le gustaría ver como pretendía hacer Near para salir airoso de esa.

 

-Ahh-Near soltó un pequeño gemido, lo suficientemente alto como para que el anciano, levantara el rostro.

 

-Estas loco- susurro Near, lo mas bajo que su voz le permitía, sintiendo como los dedos de Mello masajeaban su virilidad sin pudor alguno, humedeciéndolos, jugueteando y sobre todo torturando al pequeño alvino. La vista del menor comenzaba a nublarse nuevamente.

 

-Quizás- susurro mordiendo con un poco de rudeza el tierno y suave lóbulo de esa pálida oreja, tiñéndolo de un ligero tono rosa, mientras que su mano libre atacaba uno de sus pezones, pellizcándolo de la manera mas sugestiva posible.

 

Near luchaba con sus instintos para no gritar hasta desgarrar su garganta, la verdad es que la situación en la que se encontraban lo estaba poniendo de sobremanera, la posibilidad de que Roger los encontrara en ese preciso instante, en esa situación con Mello, solo lo excitaba aun mas, pero el también haría sufrir al rubio.

 

Tomo la mano que pellizcaba sus rosados pezones he introdujo unos cuantos dedos en su boca, lamiéndolos suave y lentamente, así, al menos apaciguaría los gemidos que estaban ansiosos por aflorar de aquellos labios, mientras  movía sus caderas, lo mas rápido que pudo sobre el regazo de Mello.

 

 
Ese roce lo estaba volviendo, loco, quería escucharlo, necesitaba sentir sus jadeos ahogándose en su boca.

 

 
El anciano, por alguna razón se sentía incomodo y escuchaba unos pequeños ruiditos, que si de alguna manera no le molestaban, le estaban preocupando, hizo ademán de levantarse de su asiento, para buscar, la causa del sonido cuando Linda entro al despacho. 

 

-Roger, Near y Mello no están- dijo muy rápido- no encuentro a Near.

 


Una sonrisa maliciosa curvos los labios del rubio, tomando a SU pequeño alvino de la forma mas obscena que pudo, tocándolo aun mas directo, sintiendo como se derretía con cada toque, hasta que un gemido travieso, escapo sonoro de sus labios.

 

-¿Que fue eso?- pregunto la niña, algo espantada por el sonido.

 

Roger no respondió, mas le había preocupado lo que la niña había dicho unos segundos antes, que cualquier sonido.

 

-Mello y Near ¿no están?- pregunto el anciano.

 

-No los encuentro, por ninguna parte- respondió la chica con la mirada fija en el armario, del despacho, había algo raro en el, algo anormal.

 

-Roger, lo necesito inmediatamente- que movida había sido esa mañana, todo el mundo parecía exaltado o preocupado por algo, la cocinera del orfanato, una mujer robusta y pelirroja, irrumpió en el despacho del viejo Roger, claramente molesta y alterada.

 

-Uno de esos demonios- vocifero la cocinera- Mi cocina, la han destrozado.

 

-Amelia, no puede ser tan grave- dijo el anciano intentando apaciguar a la mujer.

 

-Venga conmigo, tiene que verlo.

 

La cocinera prácticamente estaba arrastrando al podré anciano, y Linda se quedo en el despacho, desconcertada y algo desconfiada, por el extraño ambiente que se extendía por aquella habitación, claramente ella también sentía un calor insoportable  al igual que una injustificada desconfianza en aquel armario.

 

Maldita entrometida, pensaba para si el rubio sin imaginar que Near pensaba casi lo mismo, mientras  observaban como la pequeña curiosa se acercaba lentamente a su escondite. Sus manos cetrinas de posaron en el pomo del ropero.

 

-Linda- grito la chica que antes la había estado acompañando Emily- Te he buscado por todos lados, vamos a desayunar.

 

La castaña se sintió como si se estuviera perdiendo de algo realmente bueno, como cuando sabes que hay algo muy interesante de lo que te puedes enterar y aun así no puedes saber que es, la chica se alejo del armario, prometiéndose a si misma que mas tarde volvería a averiguar lo que ocultaban aquellas puertas. 
Un suspiro de alivio escapo de los labios de ambos chicos cuando las puertas del despacho de Roger se cerraron y  salieron de aquel incomodo y diminuto armario.

 

-Te volviste demente- le reprocho el alvino.

 

-Por favor, hace un par de segundo lo estabas gozando.

 

-No cambies el tema, ¿que hacemos aquí?

 

Mello le explico con lujo de detalle, todo lo que había ocurrido, y el pequeño alvino no pudo mas que sonrojarse de pura vergüenza.

 

-Lo siento mucho- susurro retomando nuevamente esa postura, firme, serena y fría, tan característica del pequeño.
Un silencio incomodo los invadió de improviso, no sabían que decir, ni que hacer, volvían a su roles, parecía como si hubieran vuelto de golpe a la realidad y se hubieran dado cuenta de todo lo que habían hecho y lo que estubieron a apunto de hacer, habían despertado de aquel exquisito letargo, de esa pecaminosa ilusión, del sueño húmedo que ambos deseaban con locura se volviera a repetir.

 

¿Y ahora que?

 

Ahora que habían abierto lo ojos, al darse cuenta de esa extraña atracción, ¿que pasaría entre ellos?

 

-Debemos irnos, antes que Roger vuelva- dijo el alvino rompiendo finalmente aquel inexorable silencio que estaba carcomiéndo los oídos del rubio.

 

Mello, se sintió algo ansioso, no sabia que hacer, dejar a Near, como si nada hubiera pasado, salir del despacho de Roger y que cada uno se fuera por su camino, olvidarse de todo lo que había pasado, dejar toda esa locura en el olvido, o quizás…

 

No se había detenido siquiera a pensar la segunda opción cuando ya los labios del rubio se habían encontrado con los de Near, arremetiendo con toda la dulzura de la que era capaz. Su lengua se entrelazo dulce y suave con la del menor, mientras estrechaba con ternura su pequeña cintura.

 

El alvino, algo resignado al apartarse del rubio, lo miro fijamente a esos ojos azules, que tanto lo hipnotizaban, esos los cuales lo desnudaban con solo una mirada.

 

-Mello, Roger- dijo suavemente mientras el rubio volvía a unir sus bocas- Roger puede volver.

 

-No me importa- dijo apoderándose de los pálidos labios con mucha mas insistencia y pasión.

 

-Mello, no- gimió al notar como las manos cetrinas del rubio acariciaban suavemente su columna- Ah, Mee..llo

 

El rubio se sintió en la gloria, al notar como esos gemidos se ahogaban entre sus labios.

 

El alvino se acerco enrollando sus manos en el cuello del mayor, acercando lentamente sus labios a su oreja.

 

“Este sábado, te espero a media noche, en mi alcoba.”

 

Y sin decir, ni una palabra mas, salio rápidamente del despacho de Roger, consiente de que estando todos desayunando, nadie lo vería tan ligero de ropa, como se hallaba en ese momento.

 
El rubio se habia petrificado, en medio de la habitación.

 

“Sábado…” pensó” es que quiere volverme loco” estaba indignado, era lunes y el pequeño, alvino, mocoso, calienta braguetas esperaba a que se aguantara hasta el ¡SABADO!

 


 

Notas finales:

 

*Behemot demonio de la pereza

 

 

Niñas. siento el retraso, escribi el cap hace ya tres dias, pero no fue sino hasta hoy q la estupida Pc me dejo publicar el cap, espero que les haya gustado, solo quedan  vanidad y envidia!!!! ya falta poquito para terminarlo n.n!!!!! Pliss pasen por mi otro fic Death Note: Resurrection, hasta ahora es lo mas serio que he escrito de Death Note y aunque todavia no hay lemon y no habra hasta si no muy entrada la historia leanlo, me estoy esforzando mucho es ese fic... Bueno sin mas que decir me despido, espero que les haya gustadooo, un besooo !!!!! 

 


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