¿Cuántos años han pasado desde que regresamos juntos a la villa? ¿Cuánto tiempo me llevo limpiar mi nombre y el de mi familia? sin embargo hay algo que me falta, ¿Por qué todo es más sencillo cuando tú te encuentras cerca? Y tan complicado cuando estas ausente, vuelve pronto, vuelve a salvo de donde quiera que estés, - no me hagas ir por ti - es estúpido pero debo admitir que extraño esa mueca que se forma en tu rostro cuando te fastidió, despeinar aun mas tu rebelde melena, - desde cuando me convertí en una parodia de hombre, cuando me volví dependiente de tu presencia - eres tal como eras antes, nada ha cambiado en ti… conservas todo aquello que yo jamás podre recuperar.
- Te encuentro más concentrado que de costumbre - dijo Sakura; su larga cabellera rosa se enredo con el viento
- No es algo que te importe
- No es necesaria la hostilidad, tal vez estuve enamorada de ti, pero no por ello creas que no te tratare como al resto
- Claro, como ahora eres Hatake Sakura
- No lo metas en esto – pareció pensarlo un instante y se ruborizo
- En ocasiones es verdaderamente divertido discutir contigo – dije sin despegar la vista del horizonte
- Yo pienso de la misma forma – sonrió - deberías ir a casa y descansar no te preocupes sabe cuidarse bien el solo
- Eso lo sé bastante bien, fue capaz de traerme de vuelta, yo me hubiera mandado al diablo desde el principio – apoye los codos sobre el borde de la ventana tratando de no pensar demasiado
- Entonces debe quererte mucho
>> Algo se encendió en mi rostro
>> Ella se limito a sonreír
- Bien, debo irme, he quedado de preparar la cena hoy, y para ello necesito algunos ingredientes de la farmacia
- Comida medicinal, no me imagino lo que debe estar sufriendo
- Fingiré no haber escuchado eso – una vena se inflamo en su sien - ahora insisto la torre del vigía no es el mejor lugar para esperar cómodamente, ve a casa toma un baño y relájate, el no volverá hasta dentro de un par de días - su despedida me deja un buen sabor de boca.
A pesar de mi necedad, Él y su infinita paciencia me devolvieron la vida que yo rechace; Es demasiado bueno para ser real, aun no entiendo cómo es que ha pasado, cuando deje de sentir simple afecto, nada es igual a cuando nos conocimos, tarde o temprano llegara alguien que finalmente romperá nuestro vinculo, al final ambos cederemos, solo dos almas mas en este mundo, tengo el presentimiento de que pronto tendré que dejarte ir.
- Lo mejor que puedo hacer es regresar a casa… - pensé, la noche es absoluta oscuridad con la luna oculta entre las nubes
- Oye sabes ¿si todavía está abierto el restaurante de fideos? – su infantil voz resonó con fuerza por las paredes y el techo hueco
- ¡Tu pedazo de imbécil! Como te atreves a hablar sin si quiera avisar tu presencia – le reclame
>> Los azules ojos de Naruto me miraron con sorpresa, fui testigo mudo de cómo sus labios se curvaban en una infantil sonrisa.
- No te parece que eres un exagerado, apenas he vuelto a la villa y ya estas gritándome, no puedes esperar a mañana para armar escándalo… - dijo llevándose las manos a los oídos
>> No pude evitar simpatizar con estupidez
- Cuando se trata de un inútil como tu… - dije - me alegra que hayas vuelto sano y salvo
>> Tan pronto nuestros ojos se encontraron no pude evitar ser blando con él.
- Que te sorprende soy el gran héroe de la aldea – Alardeo estruendosamente
- El numero uno al momento de sorprender a los demás
- Me muero de hambre, podría comerme un elefante
- Que acaso nunca dejas de sentir hambre… deberías dejar los fideos te pondrás obeso… - sentencié
>> El me observo incrédulo
>>por mi parte no podía impedirme querer reír antes tus pucheros
- Deja los berrinches esta vez yo invito – le dije sin mayor merito
- ¿En serio? Fantástico, no cabe duda de entre todos no pude elegir a nadie más para ser mi mejor amigo
>>Aquellas palabras me enmudecieron al fin comprendía mis propias emociones, me mantuve quieto, mirándole
- Soy tu amigo – murmure convencido de que no me escucharía, cualquiera se sentiría conforme, pero para mí no era suficiente
- ¡Así es!
>> Naruto se sentó bruscamente sobre la mesa, subiendo los pies como si tratara de una rana
- ¿Qué es lo que te sucede? – Se me acerco mirándome a la cara, había una leve indiferencia en su voz, me hacía sentirlo inalcanzable.
La diferencia entre las buenas y malas palabras, reside en la forma en la que se interprete el significado, y para mí no había podido escuchar otra palabra que me hiciera sentir más furioso; Me encontré mirándolo fijamente, tratando de mantener la compostura
- Es verdad, que hacías aquí tu solo, no es tu trabajo vigilar
- Yo - su pregunta me había tomado por sorpresa, ser sincero, o inventar una mentira - estaba… esperándote - la verdad escapo contra mi voluntad, sin duda soy débil ante él
- ¿esperándome? Bueno ya estoy aquí
- Desde hace algún tiempo he querido hacerte una pregunta – le decía a Naruto, ansioso de una respuesta
- ¿Una pregunta? yo siempre tengo una respuesta a todo – dijo
- ¿Hay alguien especial para ti? – pregunte a sabiendas que quizás su respuesta no sería lo que deseaba escuchar
- ¿especial? - repito el visiblemente confundido
- A quien le dedicarías tu vida, la persona por quien morirías, existe alguien así para ti
- Tu
>> Su característica risilla apareció en sus labios, dirigiendo la más sincera de sus miradas
>> El corazón se me paralizo, el pecho me ardía, y podía sentir sulfurar mis entrañas
Qué clase de idiota tenia al enfrente, me llamaba amigo para decir después que moriría por mí, era despreciable verlo alimentar mis esperanzas y cercenar mis posibilidades con la misma rapidez, porque con cada palabra incrementaba el resentimiento en lo hondo de mi alma, mis acciones fueron de la mano de mis palabras, sujete tu cuello con violencia un calor descomunal se impregno en cada una de mis células con solo tocarle
- No contestes a la ligera –le dije virulento
>> Sus ojos se abrieron grandes como platos, expectantes ante la ferocidad de mis actos
- Estoy siendo sincero, eres lo más cercano a un hermano que tengo, quiero que siempre estés bien, haría cualquier sacrificio por tu felicidad – dijo Naruto
>> En su rostro, estaba plasmada esa mueca, la que me hace sentir ansioso y feliz cuando la veo, una sonrisa deshecha bajo el coraje
- ¿cualquier sacrificio? – le cuestione
- ¿Acaso no hablo claro? – respondió alterado
>> Su actitud comenzaba a irritarme
- Lo único que deseo eres tu – confesé sin meditarlo
>> Incline mi rostro sobre el suyo deseoso de encontrar mis labios con los suyos, pero él se aparto.
- Deja las bromas para otro día, muero de hambre
>> trato de forcejear, pero sus intentos eran tan débiles, que era fácil volverlo a someter
- Me eres incomprensible, mi cuerpo pide a gritos todo de ti, tu solo puedes juzgar mis actos como una broma – le murmure a Naruto, con mis labios presionados contra su cuello y mis ojos clavados en los suyos
- Espera que estas ha siendo – reclamo ruborizado
>> Mi aliento envolvía su nuca, encaje los colmillos en el lóbulo de su oreja
- Algo que debí hacer desde el primer momento en que te vi – le susurre al oído
>> consiente de las reacciones de su cuerpo, mis manos recorrieron su difuso abdomen, el cuerpo andrógino y celestial de un adolescente, mis labios temblaban desesperados en busca de saborear los suyos, un roce ligero, una intromisión vulgar, la elegancia no era un requisito para poseerlo
- ¡Aléjate! – grito Naruto sofocado.
>> Me aparto con dificultad,
>> tenía el rostro encendido, torpemente sujeto los extremos de su chaqueta para cubrir la desnudes de su pecho, sus pupilas dilatadas ensombrecían el azul de sus ojos
- Sea una broma o la verdad, a mí solo me gustan las mujeres – grito, antes de saltar por la ventana
- Puedes decirle eso a quien le interese rendirse sin pelear, pero yo no, no puedo ver a nadie que no seas tú – le dije
>> Pero él me miro desde el suelo tratando de encontrarle sentido a mis palabras
>> Decido atraparlo, seguí su ejemplo, apenas mis pies tocaron el suelo, mis pasos veloces me permitieron alcanzarle, esa noche él era el cordero y yo el lobo hambriento
- ¡Déjame ir! – exigió él, tratando de deshacerse de mi abrazo
- No, esta noche me perteneces – le susurre al oído, mi voz era un ceceo, resultado de la pasión impropia que él despertaba en mi cuerpo
El bosque se levantaba espeso a nuestro alrededor, sin nadie a kilómetros que pudiera evitarlo,
- Déjame probarte que puedo hacerte cambiar de parecer – dije - si estoy equivocado puedes odiarme o matarme
>> Su persistencia comenzaba a ceder, el agotamiento le impedía protestar, yo observaba fascinado el resplandor de la luz nocturna sobre su piel
- Déjame ir - un rubor intenso encendió en su rostro
Se retorcía, como una serpiente entre las ramas, aquel movimiento logro enloquecer mis sentidos, mis actos se volvieron instintivos, deje de pensar, podía escuchar su voz pidiendo que me detuviera, mis labios se concentraron en callar sus protestas, en qué momento - el no - que tanto repetía se convirtió en mi nombre, en un gemido, en la entrega voluntaria de su espíritu, mis manos encontraban su lugar en cada la extensión de su cuerpo, una expresión desconocida adorno su rostro, me sentí perdido cuando de sus labios escapo un te quiero, no hay nada en común entre el te quiero que escuchaba y el te quiero que mi corazón sentía, aunque aquello fuera una mentira me hacía sentir pleno, pero la conciencia es más una carga que una bendición, mi felicidad se transformo en tristeza, el amor en rencor, me sentía podrido por manchar su cuerpo con las mismas manos que intentaron dañarle tantas veces, por tomar su cuerpo por la fuerza, había perdido a al único amigo que me importaba
- Sasuke - susurro medio desnudo.
>> Sus gemidos despertaban emociones que nublaban mi juicio, el miedo desapareció, dedicándome a experimentar con cada una de las sensaciones que me embargaba, desee que jamás terminara ese momento, convencido de pelear por mantenerlo por siempre a mi lado, no hay nada que me haga cambiar de parecer, esa noche me sentí completo por primera vez, una extraña sensación recorrió mi cuerpo, sacándome de mi letargo eran sus labios los que buscaban los míos, no estaba dispuesto accederle el control de nuestro encuentro, sujete fuerte sus muñecas, la rubia melena se le revolvía entre la yerba, el rostro enrojecido y angelical, lo rodeé con más fuerza, el espacio entre nuestros cuerpos se hizo inexistente, los latidos de mi corazón se sincronizaron con los suyos, ambos latiendo con la misma fuerza, la sangre de mis venas golpeaba cada rincón de mi ser, su cuerpo que siempre me había fascinado, poder seducirlo, besar su boca, y tomar cada parte de él en una sola noche, morir y resucitar de amor, la razón me traiciono por un instante, quise ser fuego para consumir su alma, Dios para dominar su espíritu, llevarnos a un éxtasis desconocido para los dos, este amor casi prohibido, enfermo y apasionado… por ese amor, es que no deseo nada que no sea él…
- ¿Qué es lo que sucede? – pregunto tratando de recuperar el aliento
- Perdóname - le dije avergonzado, levantándome lentamente, cubriendo su desnudes con mis ropas, a pesar de la satisfacción que me producía el haber tomado su cuerpo, en el pecho se me partía el corazón… - solo soy un bufón, a partir de ahora no sé como podre verte a los ojos te perderé – le confesé avergonzado.
- Es cierto que eres algo salvaje y primitivo, pero es precisamente esa falta tuya de delicadeza la que me gusta más de ti – me explico con una sonrisa en los labios - estaremos juntos, como antes, como ahora
>> Me aleje, sintiendo sus azules ojos en los míos, me miro sonriente y me tomo una mano
- Sé que no me amas – murmure adolorido
>> La suavidad de sus manos acariciando mi rostro, limpiando mis lágrimas
- Deja que sea yo quien decida si te amo o no – dijo el
>> Me levante de su lado, la luna al fin iluminaba el firmamento
- Mira me, siempre trate de alejarme de ti, pero mi corazón jamás dejo de pensar en ti
- Nunca quiero que nos separemos – dijo
>> Su voz lleno mi sentidos, baje la cabeza, quise cerrarlos ojos, su piel sudada era fragante, desee poseerlo, por segunda vez, pero, en mi cabeza resonaba como un mantra “no lo puedo hacer feliz”
- No hay nada en común entre nosotros - le dije
- Soy consciente de nuestras diferencias
- Solo quiero que me ames, he obtenido tu cuerpo, pero tu corazón no es mi
>> Grite furioso, fuera de mi mismo, tan fuerte que mi voz lo ensordeció, las lágrimas seguían corriendo desbordadas por mis mejillas
- Quiero ser lo primero que veas cuando despiertes, lo último que tus ojos vean antes de quedarte dormido - dije, sintiendo una nueva horda de emociones encontradas.
- Si soy tu felicidad demuéstralo, no tomes de mi lo que quieras para después marcharte, me has hecho amarte, conviértete en un buen hombre y responsabilízate de tus actos… - exigió él
>> Intente alejarme, pero él me detuvo, estiro los brazos en mi dirección, instintivamente me deje envolver de él, su abrazo fue celestial, confortante, pude sentir el éxtasis de su corazón latiendo, dejaron de existir las dudas es a su lado el lugar a donde pertenezco.
Se han cumplido dos años desde nuestra primera noche juntos, quisiera saber que nos espera en el futuro…me pregunto si te he sabido hacer feliz
- Pensar que ya han pasado dos largos años desde la vez que ambos se desaparecieron por casi tres meses… - dijo Sakura
>> Sentí un roce suave sobre mi hombro
- Ya te he dicho que solo fue un viaje de entrenamiento – insistí
- No necesitas asegurarlo, aunque fue muy repentino, cada vez que lo recuerdo siento la misma preocupación, al menos debieron avisarme – dijo ella y sus ojos verdes se clavaron en mi
- Prometo que la próxima vez que viajemos te llevaremos con nosotros, sería como en los viejos tiempos – dije
>> Ella se encogió de brazos
- definitivamente – sonrió - ¿Cuándo vuelve?
- Hoy por la tarde - conteste
- Entonces preparare una cena especial
>> sacudí la cabeza
- Asistiremos a cambio de que no prepares nada de comida medicinal – dije en voz baja
>> conversar con ella es como hablarle a mi madre, sin mentiras y en complicidad.
- Entonces no perderé el tiempo, debo preparar un buen menú
- Solo pon a hervir pasta, al tonto le gusta todo lo que tenga fideos – me peine el cabello con los dedos tratando de borrar de mi cabeza la imagen de Naruto sorbiendo los fideos como si no hubiera mañana
- Lo quieres mucho ¿cierto? – pregunto Sakura
- Por supuesto – ser honesto delante de ella es sencillo, no me avergüenza aceptar que estoy vuelto un loco por él
- No deberían esconderse, después de todo a nadie le sorprendería, eres descaradamente obvio – exclamo tratando de no perder la compostura.
- Podrías decirlo de una forma en la que no me hicieras sentir como un depravado – le decía yo.
>> Pero en realidad así es como era, como un ladrón descarado le arrebataba besos a diestra y siniestra, amaba y odiaba jugar al gato y al ratón, las orejas comenzaron a arderme con el recuerdo de nuestros encuentros, he terminado por sentirme absurdo.
- Habla con él en cuanto vuelva de la arena – sentenció ella.
>> La vi cruzar por el umbral de la puerta, sentí sofocarme, apresurado a corrí a la ventana, inhale con fuerza, y el aire fresco me lleno de vida
- Lo intentare – grite asegurándome que me escuchara
Las horas pasaron escasas, inertes como una burla a mi desesperación, la noche comienzo a volverse día, me sentía desfallecer por la angustia, la desesperación comenzó a volverme loco
- ¿Sasuke? – dijo con una voz que desconocí
>> La luz del sol ilumino su rostro, delante de mí
- Que es lo que sucede contigo grandísimo imbécil, - la amabilidad es una de mis principales carencias - ¿donde es que has pasado la noche? me he quedado como un completo idiota esperándote – le reclame.
>> Su rostro palideció, no había muecas o berrinches, en cambio lucia avergonzado, incapaz de mirarme a los ojos
- Me he perdido – dijo sin dar mayor explicación
>> trate de no prestarle atención, no sabe mentir
- Esperas que crea semejante mentira
>> Quise que mis brazos fueran cuerdas para atarlo a mí
- Me he perdido, pero logre encontrar el camino de vuelta a casa, de vuelta a ti – dijo Naruto
>> Me tomo de la mano, la suya se haya vendada
- ¿Has estado con alguien más? – le insistí, desee callarme pero era tarde, me observo con los ojos humedecidos, las manos le temblaron, se estrecho, exigente de mi abrazo
- Yo nunca podría serte infiel - su voz no fue más que un murmullo, fui capaz de escuchar cuando se le quebraba, aunque sus palabras fueran mentira, necesitaba saber que era solo mío -… solo existe una persona para mí y esa eres tu – dijo tratando de convencerse a si mismo
- Si llegaras a irte, te buscaría hasta el fin de la tierra para matarte, tu nunca podrás separarte de mí – le dije
>> trate de ocultar mi tristeza, moriría de dolor sin él
- Jamás me iré de tu lado, es una promesa – juro con los ojos cerrados.
Quisiera que amarte fuera menos doloroso, pero es a tu lado el lugar al que pertenezco.
Fin