W e l c o m e
“Has venido,
estas aquí, aquí”
Bienvenidos al circo, bienvenidos sean al lugar donde las risas son transformadas en alaridos de impacto y sorpresa, donde los colores brillantes característicos son cambiados por tonalidades frías y oscuras, donde lo normal no es bienvenido, lo tenebroso e inesperado son el acto principal, y el miedo lograra sacarte un suspiro. Bienvenido si eres diferente a los demás, bienvenido seas si estás dispuesto a disfrutar un espectáculo diferente, único.
“Aplaude y alaba a los niños que Dios abandono,
envídialos, suéñalos”
Talentos diferentes, las hazañas de los ángeles caídos, los chicos de este circo, te robaran el aliento y si es posible tu lastimado corazón, apláudeles, alábalos créanlos dioses siendo demonios, regálenles sonrisas a los niños que no pueden sonreír…
Los envidiosos cuentan…. Que aquellos talentos, vendieron su preciada alma al diablo para ser portadores de tan bello don, los envidiosos dicen tantas cosas, poco es cierto.
Los envidiosos cuentan que son obligados a actuar en tan extraño lugar, y entre cuento y cuento la verdad podría llegar a asomarse.
“Dentro del bosque, donde la luz citadina no llega.
Lejos muy lejos,
Se encuentra el circo”
No llegaras si no has escuchado hablar de el con anticipación, puedes buscarlo toda tu vida, podrías morir en ello, o podrías hallarlo, el camino aparecerá, cuando menos lo esperes te encontraras disfrutando del show que ofrece este hermoso lugar, no dudes en venir si eres invitado, no dudes en buscar su camino si has escuchado rumores, no dudes…. Podrías lamentarlo.
“Es doloroso, doloroso…
Pero es DIVERTIDO”
¿Serás capas de disfrutar del dolor ajeno? Reirás al notar que estos talentos carecen de corazón…. Y descubrirás que los monstruos no son los que actúan, si no el que lo disfruta, ¿has reído al ver a alguien llorar? Descubrías tantas cosas en este lugar.
“Sácame de aquí.
Por favor”
Bienvenido seas al circo, bienvenido seas a la desesperanza ajena…
Bienvenido seas al circo al final del bosque…
……
“El pájaro azul levantará el vuelo.”
La música suena, sírquense, algo tétrica, eriza la piel de cualquiera, logra aquel escenario oscuro, trayendo a la mente de sus espectadores algunas de sus más extrañas pesadillas.
Vértigo, mareo, adrenalina, altura, la vida incierta, el miedo a dar un paso en falso, el tiempo en pausa, los rostros llenos de asombro, otros espantados, temen por la vida de un sujeto que jamás en su vida habían visto antes, envidian su capacidad, su talento, su don … su temor.
“Para encontrar la pieza errónea.
Quiero ver el cielo hecho un puzzle.
¿Con que palabras puedo aferrarte?”
Aquel chico, se balancea de un lado a otro, su traje oscuro elástico con plumas negras, y su cabello negro, tan negro al igual que sus ojos, un conjunto, un todo, el bello cuervo del lugar.
Vuela por lo más alto de aquella carpa llamativa, haciendo piruetas como si aquello fuera natural, se balancea, de un lado a otro, adrenalina, una bella caída puede esperarle.
-no resbales… no resbales- susurro para si mismo el pájaro negro antes de soltar su balancín y lanzarse libremente al otro que lo esperaba ya en movimiento.
“El viento sopla fuerte, sonríes.
Levantaras el vuelo.”
La gente grita y exclama asombrada, el cuervo a llevado su hazaña perfectamente, perfecto trapecista, perfecta actuación, el cuervo solo quiere tocar tierra firme, pero debe sonreír, el público le aplaude, el publico lo envidia.
“El sol transparente aterroriza tanto cuando sus leves rayos
reflejan una mancha negra.”
Los reflectores lo alumbran, lo señalan, el cuervo no es nada más que un ave de exhibición, en aquel circo, la gente aplaude en estado de ensoñación, la gente no tiene idea, la gente es feliz,.. Patéticamente feliz.
-¡Otro aplauso mas para nuestro Aoi tori~ nuestro hermoso cuervo!- grito el anfitrión del lugar, enmascarado, con su sonrisa burlona, su sonrisa de payaso, estúpida sonrisa hueca, el arlequín del lugar.
La gente sigue vitoreando su actuación.
Aoi solo quería salir del lugar, quiere silencio, agacho su cabeza en modo de agradecimiento, y así tan rápido como voló, desapareció de la carpa.
Corrió como si lo siguieran, corrió por los callejones que formaban las casa rodantes y pequeñas carpas anexadas a un lado de la gran y brillante carpa principal, apresurado, con pánico, sin reparar en la presencia de sus compañeros o personas desconocidas, solo quería llegar a su lugar, al único lugar donde podría sentirse “en casa” aun con todo el bullicio, quería llegar.
-Mi hermoso trapecista- susurro un chico castaño mas delgado de lo normal, lanzándose a abrazarlo desde la puerta del remolque –te extrañe… tenía miedo- lloró en el hombro de Aoi.
-No fue tanto tiempo- suspiro el pelinegro correspondiendo con cariño aquel gesto.
-Lo sé- respondió el castaño sonriendo –pero podrías haber muerto… y yo contigo.- continuo sollozando.
-no digas estupideces- murmuro besando la frente del castaño, entrando junto a el a su “hogar” el pequeño remolque.
…..
“Existe un tonto, un tonto aquí
Allí un tonto, los tontos en todas partes
"El mundo entero lleno de tontos!"
-¡Denle la bienvenida a un ser que creara un mundo único e inexistente, apláudanle a nuestro adorado Mago Miyavi!- Hablo por el micrófono el bello arlequín enmascarado, el payaso de cabellos oscuros, el anfitrión odiado y amado.
El Mago entro caminando, de manera única como el solía hacerlo, mirando con sorna a su público quienes lo miraban expectantes, el solo venia a burlarse de su credibilidad, venia a burlarse de ellos en sus caras y salir victorioso. El mago llamativo como el solo, cubierto de tatuajes y perforaciones, alto y delgado como pocos, pero siendo tan diferente lo que hipnotizaba era su sonrisa burlona.
“ríen tontos y los tontos enfadados
Tristes los tontos y los tontos felices "Los que nos llame estúpidos son los más tontos!"
Con un gesto de su mano hiso entrar a un pequeño y rubio joven de mirada triste que traía a rastras una camilla en donde venia recostada y amarrada una bella joven de porcelana, Miyavi sonrió una vez más, anticipando su acto final. Con otro gesto pidió al chico que se retirara, miró a la chica y le sonrió con dulzura falsa, ella le correspondió su sonrisa, sus ojos no dejaban de demostrar aquella burla, tonta tonta jovencita.
“Que tonto y tontear a todos Los tontos tienen que vivir como tontos o que están perdiendo
No te avergüences, mírame No lo dudes,”
De la nada el bello mago apareció un sable, su mango rosa lo hacía extraño para los expectantes, algunos rieron, y Miyavi rodo sus ojos, pidió mas aplausos, el publico nervioso, ya creía saber lo que vendría.
El coqueto mago beso los labios de la jovencita, pobre señorita, tonta señorita, y sonrió como un pequeño lo hace cuando logra una travesura, el publico rio, Miyavi volvió a rodar sus ojos, Tontos, rio para si mismo escandalosamente, al publico aquello le sorprendió.
“mire hacia arriba, dama debe comenzar a correr antes de que el amanecer rompa
De lo contrario será demasiado tarde…”
-Hasta nunca tonta señorita- rio mas fuerte el Mago, la mujercita se altero intento soltarse pero no lo logro, el publico soltó un alarido de sorpresa pensando que aquello era parte del show, lastima.
Miyavi alzo su sable y atravesó el estomago de la joven sin detenerse a pensar en ello, mientras reía escandalosamente, la señorita soltó un grito de desesperación, el risueño mago parecía disfrutar de ello, el publico sorprendido no hablaba, ningún sonido, El mago termino de cortar en dos a su asistente, y el publico estallo en aplausos… pobre pobre señorita.
La sangre comenzó a gotear de ambas partes separadas, los ojos de la mujer se habían vuelto blancos, y Miyavi indicaba que aquello no había terminado, el público aplaudió, imaginando lo que vendría, que equivocados estaban.
“tontos cantando y tontos gritando
Si tu quieres volverte loco, entonces ven aquí”
Alzo sus brazos y la sangre se convirtieron en muchas mariposas rojas revoloteando hacia lo más alto de la carpa, la gente alucinada las seguía y trataban de atrapar las que pasaban frente a sus ojos…
Tan distraídos con las mariposas, el joven pequeño de mirada triste retiro ambas partes del cuerpo inerte de la señorita, sollozando silenciosamente, un gran lamento.
El público aplaudió efusivamente al Mago. Lo vitoreaban alegres por su gran acto de magia. Pobre señorita olvidada.
-Espectacular show querido Miyavi- Rió aplaudiendo el arlequín, compartiendo esa sonrisa burlesca con el Mago.
-Pobres tontos- susurro Miyavi antes de dejar el escenario aun escuchando los aplausos que eran dirigidos a tan horrible, y bello acto. –Tan incierta es la muerte- rio por última vez para perderse en las afueras de la carpa principal, su sonrisa desapareció.
“tonto.. Si sigues así, si no descansas, te perderás...”
-Tengo miedo- susurro el pobre mago con terror abrazándose a sí mismo.
-¿Quién se lo fuera a imaginar? El gran mago… resulto ser bipolar- comento un chico extraño con una bandita en la nariz.
-¡Cállate! ¡tengo miedo! ¡Ayúdame!- susurro aterrado el mago aferrándose al pecho del chico
-Que estúpido… patético mago.- rio el chico dejándolo solo
-Por favor- lloro Miyavi cubriendo su rostro con ambas manos, arrinconándose en una orilla de la pequeña carpa –¡pobre pobre de miii!- chillo escandalosamente asustando a algunos presentes, y preocupando a uno en especial, quien por temor a ser juzgado, MAS juzgado, se quedo en silencio.
“Pobre y triste mago, teme de si mismo… se encuentra solo… pobre, triste y bello mago”
….
“No puedo verte ya, uh. parece una mentira
es como si hubiera olvidado cómo dormir
pero sé que éste no es un sueño”
El circo apago sus luces principales, la gente abandono todo lugar permitido para el “publico”, caminaban como zombies, similares a las pequeñas piedras que son arrastradas tristemente por la fuerte corriente del rio, intentando salir como se les fuera posible de aquel oscuro y tenebroso bosque, hermoso bosque.
Solo un hombre de cabellos negros bellamente largos, alto y de aspecto duro, alguien serio, solo ese hombre se quedo observando tristemente la oscura carpa sin vida, lamentándose como un niño pequeño por el termino de la función, ya no vería a los payasitos que tanto adoraba, ya no vería mas al arlequín que venía a ver, día a día.
“no te has ido...
ahhh, te extraño
cada vez es más difícil
Llega a ser de algún modo así
ya que estás demasiado inalcanzable,”
-como si me recordara el pequeño niño…- murmuro apesadumbrado encendiendo lentamente un cigarrillo, sin dejar de mirar la carpa que parecía agonizar en el silencio y el viento que la mecía fuertemente.
La noche parecía tragarse todo al fondo del bosque y las personas que se adentraban parecían caminar hacia su propia muerte, sin detenerse a siquiera mirar a tras. El hombre dirigió su vista hacia donde las personas que se alejaban del bosque para refugiarse en sus casas y seguir sus vidas de gente común y corriente, y luego miró hacia las personas que entraban en la profundidad del bosque para seguir con su vida….¿común? no…sintió el impulso idiota de infiltrarse en la oscuridad de las vidas de las personas sírquenses, pero el era “normal” para ellos y en realidad no tenía nada que hacer allí, solo buscar a su payasito…. Y una vez más como todas las noches de jueves a las 4 am dirigió su vista al circo moribundo en forma de despedida.
“mi corazón está revuelto como un arco iris…há que patético.
¿podré verte otra vez?
hola, holaa! te llamo por si me oyes
en este maliciosamente mundo maravilloso.”
-Pareciera que el circo pide ayuda en silencio… se ve tan lastimero- susurro a su lado un joven de cabellos negros enmarañados, piel blanca casi traslucida, con sus tristes ojos, sonriendo solo como el arlequín y el mago del circo sabían hacerlo…bello bello arlequín. El hombre dio un salto el cual intento disimular, dejando caer su cigarro… su payasito estaba a su lado,
-Se ve… cansado… como si quisiera morir en paz….- comento el pelilargo mirando aun hacia la carpa, con el temor y nerviosismo irracional de que si se atrevía a mirar a su lado, se encontraría una vez más con sus delirios mentales, totalmente solo, como siempre había estado,
-Pero si nadie muere en paz ¿Qué le hace pensar que un circo lo haría?- pregunto como si un niño pequeño preguntase algo totalmente inocente. –los circos no mueren… los circos viven más que sus dueños, en las memorias, un circo real logra trascender en la historia, aunque con ello la oscuridad lo domine… eso es un circo ¿o me equivoco señor?- preguntó sonriendo dulcemente, dirigiendo su vista al mayor.
-Estas en lo correcto…pero suena deprimente- contestó triste… “señor” esa palabra retumbaba en su mente “no me recuerda” giraban y estrujaban su cerebro.
-umm tiene razón, pero la vida es deprimente, y la oscuridad ayuda a ello… - susurro bajando su rostro, para luego mirar al mayor con una sonrisa bastante ancha, típica de arlequín, la desesperación era obvia en su mirar. –Usted es muy agradable ¿Cuál es su nombre?- pregunto curioso acercándose un poco más para observar el rostro del más alto, quien por inercia dio unos pasos hacia atrás, logrando hacer reír al menor….su ojos querían llorar.
-¿agradable? Casi nunca me dan ese adjetivo – le sonrió al payasito –mi nombre es Tatsurou… ¿podría saber el tuyo?- pregunto triste el mayor, el nombre se lo sabía de memoria, al derecho y al revés, recorría su memoria, pronunciado por un niño de voz quebrada por el llanto, pero quería escuchar la nueva versión, quería que aquel nombre rondara por su mente pronunciado por un arlequín joven, de mirada triste y voz suave.
-Ryuutaro…- susurro dirigiéndole una última mirada triste antes de comenzar a caminar hacia lo oscuridad mas allá del circo, donde se encontraba su “vida” –vuelva pronto Tatsurou- pronuncio alegre perdiéndose en las sombras de los arboles.
“Eh! sigo recordándote y llamo tu nombre
sigue haciendo eco en mi interior
la luna en pleno día..”
-Ryuutaro…- repitió el pelilargo, mirando por donde se había perdido el joven arlequín, -cuanto has crecido- murmuro triste girándose para emprender un largo camino a su hogar temporal….
“solo consigo una respuesta y parece desaparecer
después de una dolorosa imagen de mi solitariamente
no puedo ni siquiera ver tu cara, no entiendo
las risas del ruidoso viento, fufu”