Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un idiota por Rie Maxi Owo

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

El resumen esta del asco, lo lamento mucho.

El titulo personalmente me gusto  XD

Dedicado con infinito amor a todo fan Hirusena, ¡por favor apoyenme!  :D

Por cierto, de antemano me disculpo por las horribles faltas ortograficas que debe tener.

El word me odia.

Notas del capitulo:

Por favor, comuniquenme su reacción en un comentario, ¡no se contengan!  >w<

Sea cual sea el contenido de este, me hara muuy feliz~~

Capitulo unico; Idiota


Ya había hecho un movimiento...

¡Que uno!, miles de ellos.

Pero su objetivo, su bello y castaño objetivo parecía no comprender de coqueteos, de arrumacos, o de intentos de besos.

¡Joder!, ya le parecía que tendría que pintarse por todo el cuerpo el lema; "me gustas, me traes loco", mientras cantaba una de esas canciones tan cursis que hasta hacen vomitar miel para que su Sena comprendiera lo mucho que le deseaba.

De acuerdo, él era un demonio.

Pero hasta un demonio querría que fuera el otro quien iniciara todo.

Estaba cumpliendo su parte de dar señales a todo norte, sur, este y oeste. Mas sabía que a quien se los mandaba, no podría comprenderlo.

Porque por muy veloz que el menor fuera, por muy famoso que llegara a ser.

Era un idiota. Un idiota lindísimo que le traía arrastrando la baba.

Pero al fin y al cabo un idiota, ¿no?

Además no tenia mucha confianza en si mismo ya que sabia, Sena nunca llegaría por si solo a la conclusión de que Hiruma Youichi, aquel malévolo quartebacker yacía muerto por él desde hacia meses atrás. Nunca

Debía decirlo directamente.

Debía decir algo que sonara insensible como un;"creo que tienes un buen trasero". Y besarle hasta que los pulmones se le desgastaran en ello.

Debía, debía...

Pero, ¿porque no lo hacia?

-Hiruma-san...

La ensoñación se detuvo para dar paso a la realidad.

Y allí estaba. Agitando hermosamente sus tupidas pestañas almendradas, ignorando que con ello cierto demonio tenia que aguantarse las tremendas ganas de violarlo allí mismo, y en ese preciso instante.

-¿Hmm?

-¿Donde coloco esto?-extendió los brazos, que mostraron lo suavecita que era su piel.

¿Cual seria su sabor?

Daba una pinta deliciosa, y no le importaba no comer por mil años a cambio de probar aquella textura.

Ah, y en medio de la suculenta invitación al pecado...

Se hallaba una caja de primeros auxilios, que seguramente era a lo que el menor se refería.

-Por allí-señaló su escritorio, sin apartar la mirada ni una céntima.

Si le cobraran por mirarlo...

Seria pobre.

El menor asintió y se dispuso a ordenar el contenido de la caja sobre el escritorio.

-¿Porque compraron esto?-inquirió tomando el envase entre sus huesudas manos.

-Ah, eso...Mamori-neechan dice que lo usemos, si es que no queremos que nuestras manos queden tiesas después de tanto entrenamiento.

Bufó molesto dejando el articulo donde estaba, aquella manager si bien no le tenia harto porque buscaba el menor contacto posible, si le castraban aquellas tonterías.

¿Aceite para bebe solo para que no se atiesen las manos?

¿Acaso eran niñitas?

-Jeje a Hiruma-san, realmente parece caerle bien Mamori-neechan-rió el runninback.

Y aunque al rubio le dieron unas enormes ganas de besarlo de manera nada inocente, también le dieron ganas de vomitar.

¿Que le caía bien la jodida manager?

¿Pero a que loco se le podía ocurrir algo así?

-¿Te aprieta el culo o que?, ¿como puedes pensar algo así?

Pudo percibir un pequeño respingo en el menor, debido a su manera tan atrabancada de responder.

Mierda...Hiruma, un punto menos.

-Es que, a Hiruma-san siempre le importa lo que hace Mamori-neechan.

El intestino se le fue al culo y más allá, mientras el páncreas parecía vomitar dentro de él.

¿Qué que?

¿Cómo?

¡Discúlpame que no te oí!, pero acaso ¿seguro que no te aprieta el bóxer?

-¿De que mierda me hablas?, ¡la jodida manager nunca podría caerme bien!

Casi quiso zangolotearle de un lado a otro; NO-ME-CAE-BIEN,-SOLO-LA-SOPORTO-PORQUE-SINO-NO-TE-DEJARIA-ESTAR-AQUI.

Nada tuvo que decir para comunicar el asco y repugnancia que por dentro sentía, y Sena se estaba preguntando si en verdad era eso, o su demoniaco capitán recurría a ello para ocultar sus sentimientos.

Cualquier cosa podría ser...

-Pero, incluso corren rumores de que a Hiruma-san le gusta.

Bajó la mirada algo acongojado, demostrando que creía en aquellos chismes. Demostrando lo poco que sabia identificar el que alguien le estaba acosando.

Y eso bastó para colmarlo, para romper aquella pequeña línea de autocontrol que se había obligado a construir.

Estaban en la escuela, estaban en el club, y alguien podría entrar seguro. Pero poco le importó.

Eso en el remoto caso de que se haya puesto a pensar.

Se levantó del escritorio, y estirándose lo más que pudo aprovechando su larguirucho cuerpo, tomó la nuca del menor con una mano mientras con la otra se recargaba del escritorio.

Y le besó.

Con una creciente desesperación que bien era muy obvia de él y de su situación.

Cuando su lengua tocó la castaña esta huyó, temerosa y sorprendida de tener visitas en su cavidad particular. Pero los labios del menor no buscaron nunca separarse, y eso alegró a Hiruma.

Aún cuando significaba casi nada.

Disfrutó todo lo que pudo, chocó todo lo posible su lengua con la del menor, soportó no respirar el tiempo que le fue permitido.

Porque quizá, después de eso nunca volvería a ocurrir nada parecido.

Se separó con lentitud, sin querer abrir los ojos demasiado rápido.

Sin querer salir del sueño.

Se relamió los labios con lo que vino después; Sena, aquel chico que le traía suspirando a cada maldito minuto, se encontraba de la mejor manera en la que jamás le había visto, con los ojos cerrados y los labios tiernamente enrojecidos, además de aquel rojo agradable que ya parecía formar parte permanente de sus mejillas.

No quiso hablarle, no quiso que dejara de ser tan tremendamente sexy a sus ojos.

Pero el menor fue abriendo sus bellos orbes de modo perezoso y embriagado, como si estuviera despertando en plena mañana.

-Hiruma-saan...

Y quería besarle de nuevo, para no dar ninguna explicación.

Quería probar nuevamente aquel sabor que de ninguna manera podría describir, que bien sabia solo se encontraba en la boca del moreno.

Quería, quería...

Pero no lo hizo, porque el menor se alejó de golpe, sonrojado y seguramente asustado.

Le miraba sorprendido, confundido. Ajetreado.

-¿Po-por que?-cuestionó apenas, cuando inevitablemente su palma voló para rozar sus labios-¿porque lo has hecho?

Podía haberle dicho que era una broma, que quería ver cuan buenos eran sus reflejos.

Para después reprenderle porque no había aprobado la prueba, y verter plomo a sus lados para hacerle brincar.

Así todo podría ser fácilmente explicado.

Pero solo entonces, no obtendría lo que en verdad quería. No se haría suyo.

Carraspeó un poco, antes de saber que decir, su rápida mente parecía haber tenido un tanto de tráfico en aquel momento.

-¿Porque diablos crees que las personas besan a las personas?

Se fue por las ramas.

No porque fuera débil, o porque no pudiera decir "te quiero" a la cara. Pero tomó un atajo.

Tenia que recibir algo del pequeño, y así al menos la confesión no seria tan vergonzosa.

-No lo se... ¿porque lo hace Hiruma-san?

Maldijo al menor por lo bajo, al parecer Sena era mejor evitando hablar cosas comprometedoras que él mismo.

-Por que se me hincha la gana-aclaró casi con violencia.

Y el rostro menor mostró consternación, y Hiruma supo el porque; "¿ósea que besas a cualquiera?"

Y agregó, seguro de si, seguro en aquellas destellantes pupilas que le miraban fijamente.

-El punto, es que solo se me hincha contigo.

Sonrió, mostrando su casi imposible y blanca dentadura mientras esperaba reacción del menor.

Su runningback también sonrió después de algunos segundos, cuando hubo partido la sorpresa, improvisando un gesto de conformidad respecto a lo que había oído.

¿Así que solo él, huh?

Por alguna razón, aquellos arrumacos y coqueteos parecían comenzar a tornar un sentido.

Pero de pronto, la mirada de Sena cambió a una de duda, una inmensa.

-¿Que ocurre?

-Hiruma-san, ¿como se te descincha?

Y el mayor tuvo tiempo de más para sonreír maquiavélicamente, antes de subirse al escritorio y posar el suculento trasero de Sena entre sus piernas.

-¿De verdad quieres saberlo?

-Si.

Y agradeció a los dioses, que su Kobayakawa fuera tan malo para adivinar que cierto rubio quería violarlo.

Era un idiota, su idiota.

Pero un idiota después de todo.

Y eso... ¡oh!, cuanto le encantaba, mucho más de lo que se podría permitir.

 

Notas finales:

Me ha quedado algo largo, supongo  .3.

Nee, alguna falla de mi boba ortografia que hayas notado, por favor comunicamelo.

Me ayudaras a mejorar la "calidad" del fic  ^^

Cuando comence a escribir, le puse al documento; "¿Que es esto?", como titulo.

Porque empece con algo y termine con esto  XD

Me pregunto si se nota demasiado  ;_;

¡Hasta la proxima!~~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).