Tan solo me quedan tres días para volver a entrar a ese martirio llamado colegio, mis vacaciones están por terminar y puedo decir que he sacado cuentas bastante alegres, he viajado a muchas partes de mi país y así he logrado ver lugares que nunca antes creí conocer en mi vida; sinceramente será un verano que no olvidaré nunca, particularmente por la persona que conocí en aquel lugar, un chico de mi edad, de facciones finas y delicadas, hermosos ojos negros y cabello azabache que complementaban perfectamente con su pálida piel. Su nombre, Uchiha Sasuke, conocido surfista de la zona costera; fui hechizado por sus encantos en el mismo instante que lo vi, de seguro él ni siquiera sabe que existo ya que solo pude admirarlo a la gran distancia que nos separaba cuando realizaba sus exhibiciones en la playa. Sin embargo, él será mi recuerdo mas valioso que tendré de mis memorias de verano.
Son las 9 de la noche y un ruido proveniente de la calle me despierta de mis desordenados pensamientos, miro por la ventana y me encuentro con un enorme camión de mudanza frente a mi casa, es extraño que alguien se mude a estas alturas del año, mas raro es el hecho que sea a esta hora de la noche. Baje y les hice el comentario a mis padres en lo que yo buscaba algo que comer en el refrigerador.
- La gente de allí debió haber tenido problemas o algo, es decir, nadie se muda a estas horas de la noche, menos mal que es verano y cuentan con algo de energía solar...- comentó mi madre mientras miraba por la ventana- Naru tienes mucha suerte, hay un joven aparentemente de tu edad y muy guapo por cierto...- dijo con una evidente alegría, creo que aún no se daba cuenta de que tenía un hijo y no le interesaba a éste si el nuevo vecino era lindo o no lo era, puesto que su hijo solo estaba interesado en un hombre en particular su lo era o no. Estábamos los tres sentados viendo las noticias cuando el teléfono de la casa suena, sin muchos ánimos mi padre se levanto a atender, por lo que pude apreciar se trataba de mi abuela quien tenía deseos que fuésemos a su casa, al parecer mi abuelo había llegado de uno de sus tantos viajes y quería vernos allí con él. Mi madre se puso contenta y comenzó a arreglarse en seguida para ir a ver a los abuelos, a diferencia de mi que no tenía deseo alguno de ir. Se lo dije a mi madre y entendió mis razones, después de todo siempre hablan de recuerdos y esas cosas, por lo que yo termino viendo televisión en la habitación, vale decir, lo mismo que me quedaré haciendo si me quedo aquí en la casa.
- Esta bien Naru, te quedarás en casa, pero ten mucho cuidado, dejaremos las puertas cerradas y no le abrirás a absolutamente nadie, salvo que se trate de una emergencia o de algo urgente – mi padre ha sido sobre protector desde que tengo memoria, como soy su único hijo siempre me ha cuidado, puedo tener 17 años y el siempre me verá como su adorable pequeño de cinco.
- Estaré bien papá, planeo estar un rato en el computador, revisando mi facebook y viendo una que otra cosa en Internet, pero luego me iré a ver el Festival con Ricardo Arjona – no había podido conseguir entradas a tiempo para ir a verlo a Festival en directo, por lo que no me quedó de otra que conformarme con verlo aquí en la televisión. Ese cantante era uno de mis favoritos ya que sus letras tenían un gran contenido que me daban que pensar, en cambio habían estilos musicales donde sus letras solo publicaban versos basados en sexo, droga, alcohol y mujeres, nada interesante mas que basura musical.
A las 10 de la noche mi padres sacaban el auto para poder irse y yo me despedía de ellos mientras cerraba la reja de afuera con llave. Mire unos momentos a la casa de enfrente para poder ver a mis nuevos vecinos, realmente era impresionante la cantidad de cosas que bajaban de ese camión podía notarse que ellos eran de una clase algo acomodada, por lo que no entendía su traslado tan repentino a mi barrio. Estaba dispuesto a entrar a mi casa cuando escucho que alguien me llama desde la reja:
- ¿Puedo molestarte unos minutos? – me voltee para ver quien era el que me llamaba, desde un principio aquella voz me sonó familiar y, porque no, sumamente atractiva a mis oídos; mi mirada se cruzó una vez más con esos ojos negros que se encargaban de aparecer en cada uno de mis sueños nocturnos, estaba frente a mí y no sabía como reaccionar, debí haber parecido un completo idiota cuando estaba parado allí:- me acabo de mudar como podrás ver y mi casa esta hecha un completo desastre, ¿podría utilizar tu baño por favor? – esa voz tan suave y varonil que poseía se encargaba de domar por completo mis sentidos.
- Eh...cla...claro pasa...-sentía mi corazón en mi garganta, estaba latiendo demasiado a prisa lo que provocaba, a la vez, que mis mejillas se fuesen tiñendo de un carmesí suave, pero que a ratos se iría tornando mas intenso. Tome las llaves y mis manos temblaban tontamente, ni siquiera me atrevía a mirarlo de nuevo por vergüenza a que notara mi rostro sonrojado. Una vez abierta la reja hice que pasara al interior de la casa, para yo luego cerrar ambas puertas. Se quedó allí parado en la entrada, apreciando y observando atentamente cada detalle de mi casa como si estuviese buscando algo.
- El baño esta por aquí...-dije un poco alto para que me mirase y saliera de su transe. Camino hasta mí y le abrí al puerta del baño de visitas:- si quieres puedes tomar un baño, es decir....-dije antes de que me domara la vergüenza de nuevo- te vez cansado y lo mejor es que te tomes un baño para que te relajes con agua tibia...-me miro confundido, creo que estaba siendo demasiado directo, era mi nuevo vecino y yo le venía diciendo esta clase de disparates. Puso una mano en mi hombre y me agradeció con una sonrisa, tragué hondo, de haber sido en otras circunstancias lo habría besado ya, pero tenía que saber controlarme si al menos deseaba ser su amigo, al menos.
Le entregué una toalla y él cerro la puerta, prendí la calefacción para así al menos intentar normalizar la temperatura de mi cuerpo y a la vez calmar estos deseos que sentía en mi interior, quien se iba a imaginar que mi amor de verano iba a aparecer esta noche en mi casa, a mi lado y acompañándome en mi propia casa. Estaba terminando de servir un pequeño aperitivo cuando oí la puerta del baño abrirse, lo mire y se veía mas sexy que antes, obviamente estaba usando la misma ropa, pero su camisa marrón tenía los tres primeros botones abiertos y su cabello mojado que lo secaba con una toalla que estaba en su mano mientras lo veía acercarse a mí con aquella imagen tan tentadora.
- Es extraño que una Familia se mude a estas horas de la noche, es un gusto conocerte me llamo Naruto Uzumaki y tu, ¿cómo te llamas? – no quería ser tan obvio, prácticamente me pasaba horas en Internet para poder conseguir algo mas de información de él y su vida.
- Me llamo Sasuke Uchiha y si es extraño, pero mi familia no quiere seguir viviendo en la playa y al parecer se desesperaron queriéndose mudar en seguida...-dijo mientras se sentaba en el sillón que estaba en frente. Le tendí un vaso de bebida, sentía como era seguido por su atenta mirada, quizás eran alucinaciones mías pero aquella era la impresión que a mi se me daba lo que conseguía que mi cuerpo solo se entibiara mas y mi corazón no dejara de latir a prisa.
- Creo que el tema te esta incomodando, si no quieres hablar de ello no te obligare Sasuke...-tantas veces que tuve el deseo de pronunciar su nombre en voz alta y ahora se me daba esta bella oportunidad, me sentía como una tonta colegiala enamorada.
A medida que los minutos iban pasando íbamos agarrando mas confianza entre ambos, Sasuke de vez en cuando se reía con los comentarios estúpidos que le decía, acerca de mis vacaciones y los pequeños accidentes que sufrí, que yo los contaba como tragedia y el se burlaba de mi por lo torpe que podía ser, eso si en ningún momento le dije que yo lo conocía, no me atrevía a decírselo y mucho menos en este momento que lo estaba conociendo tan bien. Este día se transformaría en uno de los más bellos de mi vida.
- Tu te ríes de mí, pero te aseguro que sí fueses sido tu él que se cayera a ese hoyo no te estarías burlando de ese modo – me defendí mientras parecía estar molesto, Sasuke realmente disfrutaba verme enfadado, pero a mi me alegraba el alma verlo así de sonriente, en la playa jamás lo vi sonreír de este modo, hasta parecía molesto cada vez que alguien se le acercaba o lo buscaba para pedirle un autógrafo o una fotografía junto a él, al parecer ser famoso no es tan bueno como uno suele pensar. Ya eran las dos de la madrugada, fuimos a hablar con sus padres para que él durmiera aquí, con la excusa de que yo era un amigo de la infancia al cuál no veía hace mucho tiempo y ahora deseaba recuperar ese tiempo perdido, para mi era una verdadera maravilla ya que me haría compañía esta noche que la iba a pasar solo y de paso, podría permanecer mas tiempo a su lado con aquella inocente excusa que él mismo había formulado.
Me dijo que no le gustaba el cantante que estaba en televisión, le respondí molesto e hice esfuerzos sobrehumanos para defender la postura de mi cantante favorito, obviamente Sasuke seguía disfrutando de mis pequeños ataques de histeria y yo lo ignoraba, ya empezaba a molestarme que se riera de mí sentía que lo único que hacía era aumentar su estúpido ego. Son las tres de la madrugada y el sueño nos estaba amenazando a ambos, me hubiera gustado estar toda la noche en vela junto a él, pero también mis ojos y mi cuerpo demandaba para que me fuese a descansar de una vez por todas.
- Puedes dormir aquí, es el cuarto de visitas y tienes bastante espacio, además mira...-dije con una sonrisa, mientras lo tomaba inconscientemente de la mano y lo llevaba hasta la ventana- aquí la luna se ve muy bella, por suerte hoy es luna llena...es hermosa no crees –me quede observando aquel hermoso astro que brillaba en medio de aquel oscuro cielo nocturno.
- Si se ve hermosa...-susurró cerca de mi oído, me estremecí por completo al sentir su tibia respiración chocar con mi oreja, en un ágil movimiento de su parte me abrazo por la cintura, enrollando sus brazos en mi cuerpo y mirándome directamente a los ojos, sentía mis mejillas arder y mi corazón palpitar de un modo cada vez más acelerado:- pero me gusta más como tu te vez a la Luz de la Luna, Naruto...gracias por todo esto –beso mi frente y me soltó, creí que moriría en aquel momento, tan cercano a su cuerpo y, sobretodo, a sus labios que me moría de ganas de probarlos cada vez que se aproximaba a mí.
Fui por una pijama a mi habitación para poder facilitarle y que así durmiera más cómodo, en vez de dormirse con esos jeans apretados que estaba usando aunque alegraban bastante mi vista en aquellos momentos de la noche:- que descanses Sasuke...-me despedí desde la puerta, él simplemente me miro y termine de cerrarla, mi corazón palpitaba y palpitaba, realmente estaba nervioso, más si lo tenía a tan solo unos metros de mi habitación.
Pasaron 30 minutos y seguía sin poder dormir, me había sido realmente imposible conciliar el sueño, cuando siento un movimiento en las paredes y en el piso, debe ser un temblor o algo así, son tan comunes por lo que prefiero quedarme acostado y ni siquiera pensar en levantarme. Sin embargo, el movimiento cada vez se va haciendo mas intenso por lo que me empiezo a preocupar y a temer de mi seguridad dentro de la casa.
- ¡Que crees que estas haciendo ahí dobe! –me grito Sasuke abriendo la puerta de un golpe, tomándome de la mano y sacándome de la cama, estaba algo avergonzado ya que me había dormido sin mi polera y el estaba igual que yo:- tenemos que salir de aquí en seguida esto se va a poner peor...-“peor” que acaso este maldito movimiento iba a seguir siendo más intenso.
Como pudimos alcanzamos a llegar hasta la puerta de la casa, mi padre siempre me dijo que el marco de la puerta era el más seguro en caso de una catástrofe de este tipo. Sasuke me tenía tomado de la mano, pero el movimiento se hizo mas fuerte y me era imposible mantenerme en pie, me abrazo contra su cuerpo y yo recosté mi cabeza en su pecho, no quería ver absolutamente nada solo que este movimiento cesara y que parara de una vez, estaba muy asustado mis pensamientos eran confusos, por un momento creí que mi vida había quedado ahí, sin lograr mi sueños ni mis metas, sin poder ser un gran escritor y para variar morir virgen sin haber conocido el amor.
En un momento que abrí mis ojos y miré hacia la calle, veía los autos saltar y moverse de un lado a otro, por suerte el camión de mudanzas ya se había ido o sino habría sido realmente un peligro público; lo que mas podía escuchar eran ruidos de la cocina, sentía como los vasos y copas que estaban en un estante caían uno a uno contra el piso haciéndose mil pedazos, mis pies temblaban debajo del piso y, aún abrazados, a ambos nos costaba trabajo mantenernos en pie por el agitado “vaivén”
- Sasu tengo miedo...-le dije con la voz cortada mientras me aferraba mas a su cuerpo, lagrimas de seguro era lo que tenía en mis ojos en ese momento, definitivamente estos iban a ser los segundos más largos de toda mi vida.
- Calma yo estoy contigo...no te voy a soltar, pero quédate conmigo...-tomo mi rostro con sus manos y me dio un beso, fue algo corto y fugaz que me produjo la sensación mas bella de todas, por unos momentos pude olvidar que estaba en un movimiento telúrico, como si el tiempo se hubiese detenido en aquel beso que me había dado.
El movimiento poco a poco fue cesando, Sasuke me soltó un poco pero en ningún momento me alejo de él, solo me daba espacio para que pudiese ver afuera y lo que había sucedido: frente a mis ojos estaba todo totalmente oscuro y podía sentir los gritos de las personas mezclados con llanto y desesperación, a simple vista toda casa estaba en pie y no había sufrido ningún tipo de daño material, la Familia de Sasuke no estaba en la casa puesto que ya nos habían dicho que no dormirían allí, aquella fue la razón por la que Sasuke se quedo aquí y no con su Familia.
- Mis padres...-susurré angustiado mientras corría al interior de la casa y marcaba a casa de mi abuela, la línea estaba interrumpida y solo se escuchaba esa maldita grabación “deje su mensaje después del tono” - ¡maldición! – grite mientras golpeaba la pared, había pasado un terremoto y no sabía nada de mis padres, si estaban bien o si les había pasado algo en medio de aquel cataclismo recién ocurrido. Sasuke, una vez más, me abrazó por la espalda pegándome a su fuerte y cálido cuerpo.
- Calma...yo estoy contigo...-me dijo una vez más al oído, sentía mis ojos húmedos y mi cuerpo débil, estaba aterrado, más cuando en este momento venía una segunda replica a lo que en auto reflejo me aferré al cuerpo de Sasuke quedando frente a frente con su rostro - me gustas mucho Naruto....-me confeso luego de haberse detenido el movimiento y volver a besarme, pero esta vez con algo más de pasión y deseo por mí, yo simplemente le correspondí de aquella misma manera, liberando al fin todo esos deseos que tenía reprimidos en mi interior por estos meses de verano cuando mi mirada y la de él se cruzaron.
Sentía su lengua chocar contra mi labio inferior con claras intenciones de querer profundizar aquel beso, no me negué y le concedí aquel deseo, sintiendo de ese modo su lengua en mi cavidad y enredarse con la mía propia. Era mi primer beso y no sabía si lo estaba haciendo bien, me estaba dejando guiar por el y cada uno de sus actos; ladee un poco mi rostro para seguir gozando de aquel beso pero la respiración se me hacía agitada y no era capaz de soportar por tanto tiempo un beso profundo, así que me separé lentamente de sus labios paulatinamente en lo que abría mis ojos encontrándome con aquellas orbes negras que brillaban con el brillo de luna que entraba por la puerta abierta de la casa:- te amo Sasu....-le dije con mis mejillas sonrojadas- desde que te vi en la playa he estado completamente enamorado de ti, tenía mucha pena de decírtelo ya que quizás no tendrías lo mismo gustos que yo –desvié mi mirada para no mirarle- pero ahora con esto que paso más el beso que me diste me hizo decidirme, cosas como estas pueden pasar en cualquier momento...y no quiero estar mas separado de la persona que me he enamorado...-dije para volver a besarlo con aquella misma pasión con la que anteriormente me había beso él, quizás el tenía muchas preguntas que hacerme, de donde lo había conocido o como supe de él, pero ahora no podía respondérselas, solo quería seguir besándolo.
Entre beso y beso, obviamente luego de haber cerrado la puerta de la casa, llegamos hasta mi habitación donde fui recostado por Sasuke en la cama:- porque nunca me hablaste en aquella oportunidad...hemos perdido demasiado tiempo y debo recompensarte por ello...-me dijo con una sonrisa mientras comenzaba a besar mi cuello, sacándome fuertes gemidos y lograr que me olvidara de la tragedia que habíamos pasado. Estábamos a oscuras, el terremoto se había encargado de cortar la conexión eléctrica, pero la luna estaba en lo alto siendo testigo de lo que iba a pasar a continuación entre Sasuke y yo.
- ahh...Sasu...-cerré mis ojos y me aferré con fuerza a las sábanas, había comenzado a masturbarme de una manera asombrosa, siempre que yo mismo me encargaba de “eso” la imagen de Sasuke estaba presente, pero ahora no era necesario, ya que era él mismo Sasuke quien se encargaba de satisfacer mis deseos. Movía mis caderas en busca de mas contacto con su mano y a la vez con su cuerpo, sentía sus besos en mi cuerpo y como lo succionaba en partes donde la piel era delgada, evidentemente para poder dejar marcas.
- Eres hermoso Naru....y muy sensible...-dijo con aquella voz que me molestaba, tan egocéntrico y seguro de si mismo que me enfermaba, pero esos enfermos deseos ahora estaban concentrados aquí y en que yo fuera de él.
Deslizo sus manos por mi pecho comenzando a acariciar mi torso desnudo, sintiendo como ponía mas intensidad en la parte de mi vientre y abdomen bien definido. Miro uno momento hacía abajo y me sonrojo una vez más por la increíble vista que tenía, veo los caminos de saliva que Sasuke había dejado en mi cuerpo mientras subía y me besaba otra vez, dejándome jadeante y deseoso de más; -nnhhh...Sasu...-un quejido sale de mis labios cuando siento como estimula mis pezones y me quejo aun mas al sentir como muerde uno de ellos con algo de fuerza.
Continuas dejando tu huella en mi piel, sus manos desentienden hasta mi ombligo y mis caderas, sin dejar de besarme con impaciencia en los labios; tengo que girar mi rostro y cortar el beso de manera imprevista para que mis pulmones recibieran el tan ansiado aire
- Di mi nombre...Naru, dilo una vez más...-siento como me ruegas e imploras en mi oído, no me niego, pero lo hago de una manera más sensual:- hazme tuyo Sasuke Uchiha....haz que este tormento vivido sea borrado por tus manos...-susurré en su oído para luego lamer el lóbulo de este sintiendo los espasmos de su cuerpo, yo también podía otorgarle placer si me lo proponía. Las manos de Uchiha se cuelan debajo de mi pantalón una vez más, pero esta vez para desnudarme por completo al igual que él, se quita toda prenda de su parte baja frente a mis ojos y yo me quedo simplemente embobado con aquella escena tan sensual.
Mi cuerpo tiembla al sentir como me volvía a masturbar por toda la longitud de mi pene ya erguido, aleja sus labios de los míos para descender a mi entrepierna, aquel definitivamente fue mi fin, Sasuke lamía y succionaba mi miembro a un ritmo cadencioso, me afierro con fuerza a las sabanas y mis caderas se irguen en busca de mas y mas contacto. Aumenta la velocidad de improvisto y sin poder aguantarlo me vengo rápidamente en el rostro de Sasuke.
- Te vienes rápido ¿eh, dobe? – me dices con la respiración agitada mientras me vuelves a besar compartiendo algo de mi esencia en aquello beso profundo. Sasuke vuelve a inclinarse entre mis piernas y las separa.
- ahh...Sasuke...mnhhh...-mis gemidos y jadeos volvieron sin poder recuperarme bien de mi reciente orgasmo, su lengua estaba en mi parte anal para humectarla, pero luego es un dedo lo que entra en ese estrecho lugar de mi cuerpo, los mueve en círculos y saca de vez en cuando, segundo y tercer dedo es lo que entra ahí, las lagrimas descienden por mis mejillas por aquella intromisión tan fuerte, pero Sasuke lo estaba haciendo con un cuidado y amor único.
- Tienes que relajarte amor...-me susurras dulcemente cuando siento tu impotente hombría entrar en mi cuerpo lentamente, era tal el dolor, pero creo que era más por lo lento que lo estaba haciendo, así que lo impulse de un solo golpe para que entrara provocándome a mí un gemido de dolor y lagrimas brotar de mis ojos:- ¡dobe! ¿por qué hiciste eso? –preguntas enojado y con miedo, ya que debes estar sintiendo algo tibio en tu pene lo que es sangre brotar de mi entrada.
- Si lo hacías lento dolía más...-dije con la cara más angelical y tierna posible para que esa molestia se fuera de sus hermosos ojos negros.
- Entonces, ¿qué te parece esto? –preguntas al momento que alzas mis caderas y sonríes arrogantemente.
- -Ahhh! –sí, así… más fuerte!!! más fuerte Sasuke –dije al sentir aquel exquisito contacto y al mismo tiempo como su hombría entraba de un golpe en mi cuerpo luego de haber salido por completo. Sasuke salía por completo de mi interior y volvía a entrar con fuerza, estaba en un delirio de placer impresionante y mi miembro completamente erguido una vez mas.
- Ya no me gusta....-tu voz sonaba entre cortada y jadeante, pero había oído claramente.
- ¿Qué...que propones? –pregunto al momento que detienes ese movimiento en mi cuerpo. Sales por completo de mi interior y te recuestas en el lecho de la cama y me sitúas sobre ti, entiendo perfectamente lo que quieres y te sonrió.
Me afirmó de los fuertes brazos de Sasuke mientras siento como una vez más entra en mi cuerpo, mas suave y pausado esta vez para evitar daño nuevamente; entró por completo en mi interior y espera unos minutos hasta que yo mismo comienzo a mover mis caderas en un suave vaivén.
- Sasuke....ahhh...n...no quiero hacer ah....todo el trabajo ahh...yo solo- me quejo puesto que Sasuke se estaba tardando demasiado en agasajarme y cumplir nuestros deseos, pero de inmediato atiende a mis peticiones al poner sus manos en mi cintura y alzarme en el aire casi rompiendo nuestra unión, para luego dejarme caer casi de manera imprevista y penetrarme más profundo: - AAHHH! Más, más!! Sasukeee… más hondo.
Rápidamente mis gemidos se hacen descontrolados y él aumenta la velocidad de la intrusiones de manera febril y frenética. Curvo mi espalda y me vengo entre nuestros vientres, oprimiendo las paredes de mi interior.
- AAAHHH… ahhh... lo siento… yo… no pude aguan…-pero me silencias con la mirada al momento que me depositas en la cama y me estrechas entre tus brazos; limpias con tu lengua los restos de semen que quedaron en mi vientre, descendiendo incluso mas abajo para acoger en tu boca mi pene y excitarme una vez más. Mis gemidos inundaron la habitación una vez más, dispones mis piernas en cada uno de tus hombros sin perder nuestro contacto visual en ningún momento.
- Te amo...- murmuras e introduces tu henchido miembro en mi cuerpo, retorciéndome de placer en la cama:- sostente...-me ordenas y te obedezco, aferrándome a tu espalda con fuerza, cuando siento como me penetras gradualmente, pro consecuente araño tu espalda sin darme cuenta.
Notas que me acostumbro a aquel ritmo y aumentas las embestidas a un ritmo mas fuerte y salvaje, trastornándome de placer.
- AAAHHH!! Sasuke… Sasuke… Sasuke…- empujas con mas fuerza para hacer mas roce entre nuestro cuerpos, sintiendo como nuestros cuerpos convulsionan y nos hace estremecer a ambos.
- Ahí, ahí… de nuevo ahí… mas por favor… mmm…te amo… te amo- me aproximo a tus labios y te beso con una pasión desbordante que no me imaginaba que podía llegar a tener, mientras siento como tu palpitante hinchazón vuelve a dar sin descanso en aquel punto que me enloquece.
- Te amo...-dices luego de eyacular en mi interior, inundando todo mi ser e intentando reprimir un gemido, al contrario de mi quien no me reparo en gemir tu nombre una y otra vez luego de haber vivido la experiencia mas increíble de mi vida.
Exhausto, te dejas caer sobre mi cuerpo y yo acaricio tus hombros con las yemas de mis dedos suavemente de arriba hacia abajo. Alzas tu rostro y yo retiro algunos mechones azabaches que se empeñan por cubrir aquel rostro que me enamoro y cautivo:- te amo Naru....te amo – me dices una y otra vez y yo sin poder creérmelo aun.
- ¿Cómo es que me amas si me acabas de conocer hoy? –esa pregunta eme estaba matando por dentro, si solo me lo estaba diciendo por responder a mis palabras o si realmente era eso lo que sentía.
- Dobe....por eso te dije que recuperaría el tiempo perdido contigo, también te vi en aquella playa y cada vez que intentaba acercarme a ti ya luego no te veía –acaricias mi rostro quedando yo completamente confundido- desde que vi tus hermosos ojos y tu piel canela que me cautivaste, te veía reír y disfrutar junto a tu Familia, eres mi vida y mi Sol, esa es la razón por la que llegué a esta cuidad...en busca de ti y nunca pensé que resultaría ser tu vecino...-te recuestas de nuevo a mi lado y eres tu quien quita mis rebeldes mechones rubios que yo mismo había puesto para ocultar mi sonrojo.
- Yo...también te amo...pero soy demasiado vergonzoso para habertelo dicho en aquella oportunidad, me hubiese sentido como una de esas tantas admiradoras que tenias a tu alrededor...-dije inflando mis mejillas, pero me silencias mis quejas con un beso en mi frente.
- Pues ahora ya lo sé y tu sabes lo que siento, no escaparas de mis manos Naruto Uzumaki, serás mío y solo mío, de nadie más...
Es así como una tragedia en mi vida se trasformo en el día mas bello de todos, mi amor de verano, Uchiha Sasuke, estuvo conmigo toda esa noche, durmiendo a mi lado y calmándome cada vez que venía una replica de gran intensidad, si no fuese por él quizás no estaría contando esto, lo más hermoso de todo esto es que él me ama y se enamoro de la misma manera que yo de él, algo estúpido, pero estúpidamente bello. No fue hasta la mañana, como las 10 u 11, que pudimos apreciar verdaderamente la magnitud de aquel terremoto ocurrido a las 3:34 AM de un 27 de Febrero, casas completamente destruidas y Familias en la calle, un maremoto ocurrido en la costa con centenares de damnificados. Mi Familia y yo estamos a salvo, la casa de mis abuelos no sufrió daño alguno al igual que mi casa, mis padres se quedaron allá y yo me quedé este día completo disfrutando junto a mi novio, Uchiha Sasuke, mi amor de verano que también resulto ser que yo lo era en su vida también.
Ahora solo nos queda esperar, a que el tiempo pase y logremos reponernos a esta terrible tragedia que el país sufrió, pero que se repondrá con la solidaridad de un mundo entero que coopera a la par con este país para volver a salir adelante.