-“¿ustedes…ustedes están…saliendo?”- se rompió el silencio con esa simple pregunta
Y de nuevo hubo más silencio…
-“Lenalee no es...lo que…”- intento justificar el británico, pero tan solo lograba balbucear algunas cosas inentendibles debido al nerviosismo
-“creo que llegue en un mal momento”- dijo sonriendo un poco nerviosa –“me alegro de que se lleven tan bien, hacen una linda pareja”-
-“no…lo que sucede es que…”- intento de nuevo justificarse en vano
Una canción conocida comenzó a sonar en el lugar interrumpiendo al albino, la chica saco del bolsillo su móvil –“es Lavi, debo irme”-les sonrió de nuevo y guardo el móvil de nuevo –“lamento haber interrumpido”- se disculpo y se dirigió a la salida –“cierren bien la puerta para que nadie más los interrumpa”- les dedico una última sonrisa y cerro tras e si la puerta dejándolos solos de nuevo
-“espera Lenalee no es lo que tu…”- intento en vano decirle, pues esta ya se había marchado
-“che nos ha llamado una linda pareja”- tomo asiento en la camilla, Allen se giro a verle –“sí que es estúpido”- fijo su vista en algún punto fuera de la ventana –“completamente estúpido”-
El albino entristeció, sabia mejor que nadie de los sentimientos de Kanda hacia Lenalee, el que ella hubiera dicho que hacían una linda pareja, seguramente había hecho sentir a Kanda terriblemente. Lo sabía…y le dolía…
Apretó con fuerza los puños y con decisión se acerco al asiático, se sentó a su lado, lo jalo del cuello de la playera y le planto un beso. Kanda parpadeo un tanto confundido por esa acción.
-“ha sido mi culpa”- bajo un poco la vista –“yo he sido quien ha venido aquí y por eso nos ha visto de esa forma...”- fue callado por los labios de Kanda
-“che sí que eres un estúpido brote de habas”- junto de nuevo sus labios con los suyos mientras lo recostaba sobre la camilla de la enfermería
Se separo por la falta de aire y bajo buscando el cuello del albino, comenzó a dejarle pequeñas marcas mientras recorría con sus manos las piernas del menor.
-“Kanda…”- lo llamo en un pequeño gemido mientras el japonés comenzaba a deshacerse de la estorbosa ropa. Desabrocho la playera de menor, depositando suaves besos sobre su pecho. Casi de inmediato, retiro el pantalón junto con la ropa interior.
Se incorporo unos instantes mientras desabrochaba su pantalón y liberaba su miembro sin dejar de observar en ningún momento el cuerpo debajo de él. El sonrojo en el rostro del británico aumento al ver su ya crecida erección.
-“como si nunca me la hubieras visto antes”- sonrió socarronamente y el albino hizo un mohín sin dejar de lado su sonrojo
Se agacho y le beso de nuevo. Se acomodo entre las piernas del albino, tomo una de sus piernas y las llevo a su propia cintura mientras le penetraba poco a poco. Sintió que el cuerpo debajo de él se tensaba ante la repentina intromisión, mas eso no le impidió entrar de lleno en el.
Espero un poco antes de moverse al ver el rostro del albino. No era la primera vez que lo hacían, pero sabía que a pesar de todo el tiempo que habían pasado intimando, el albino no terminaba de acostumbrarse a aquello.
Estúpido niñito con el culo tan estrecho…
Comenzó a moverse repentinamente, no podía esperar más para hacerlo, quería follarlo ahora, quería que el niñito gritara su nombre tan fuerte que se le fuera la voz en ello, terminar en él y volverlo a follar una y otra vez hasta que su mente se nublara de tanto placer…
Le escucho llamarle entre jadeos mientras se aferraba a las sabanas. Lo penetro con más fuerza una y otra vez. El albino casi había gritado su nombre al soltar un sonoro gemido mientras se corría en su pecho y en el de Kanda. Este por su parte soltó un gemido ronco y termino por venirse dentro del otro.
-“mo...yashi…”- se acerco de nuevo a él para probar sus labios una vez hubo controlado su respiración
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El albino se encontraba vistiéndose en completo silencio, por su parte el asiático tan solo se había sentado en el mismo lugar de siempre junto a la ventana con el pantalón puesto y sin playera. Allen le observaba de reojo al tiempo que terminaba de vestirse.
-“deberías terminar de vestirte o te enfermaras”- tomo la playera del japonés y se acerco a él, pero antes de que pudiera hacer o decir algo mas, este le arrebato la prenda
-“será mejor que te largues”- dijo cortantemente y sin mirarle
-“no tienes por qué ser tan grosero”- frunció el entrecejo, mas no obtuvo respuesta –“me voy a casa”- se dio la vuelta y tomo sus pertenencias –“adiós Kanda”- se despidió sin si quiera verle y salió de la enfermería.
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Hacia un rato que las clases habían terminado y por los pasillos se escucharon los pasos de alguien que caminaba presuroso. La puerta de la enfermería se abrió de golpe.
-“ya estoy…aquí”- parpadeo confundido al notar que en ese lugar no había nadie –“parece que he llegado antes”-
-“¿con quién hablas?”- escucho preguntarle y se volteo a ver a la persona detrás de él –“¿Kanda?”- pregunto al verle
-“che ¿a quién mierda esperabas? ¿A tu cerebro?”- pregunto con sarcasmo
-“¡Bakanda!”- le grito con enfado y le observo con el ceño fruncido, el japonés le observo de esa misma forma y de inmediato se convirtió en una pelea de miradas.
El albino suspiro al notar que eso no los llevaba a ningún lado –“será mejor que entremos”- se acerco a Kanda para tomar su brazo y llevarlo dentro de la enfermería, pero al instante el asiático retiro su brazo.
-“no necesito entrar a la enfermería”-desvió la mirada, el albino le observo, se veía irritado por alguna razón
-“Kanda ¿Qué…”-
-“Allen-kun, Kanda…”- se escucho y ambos se giraron para ver a quien les llamaba –“lamento interrumpir…pero…”- dijo casi al borde del llanto
-“Lenalee ¿Qué es lo que te sucede?”- pregunto el británico al verla de esa forma
-“yo...he peleado con Lavi…y no quería estar sola y…”- intento contener el llanto
-“Lenalee ¿estás bien?”- preguntaba preocupado, sin saber muy bien que decir o hacer
-“che”- el japonés paso por un lado de Allen y se acerco a la chica colocando su mano en su cabeza en una especie de gesto de apoyo.
Allen parpadeo al verlo, era la primera vez que veía que Kanda tocaba a Lenalee. La chica al sentir la mano sobre su cabeza, se soltó a llorar mientras abrazaba al japonés, este dudo un poco antes de corresponder completamente el abrazo.
El británico se quedo observando la escena en completo silencio. Cerro sus puños con fuerza e intento contenerse, se dio media vuelta y camino en la dirección contraria.
Apresuro el paso cada vez más, hasta que comenzó a correr sin evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos. Se suponía que estaba bien, a Kanda siempre le había gustado Lenalee y ahora podía tocarla…podía tocar a la persona que quería…debería sentirse feliz por ello…
¿Por qué no se sentía feliz?