Cuando miro tus inmensos ojos azules, color cielo, que responden a los míos, grandes y rojos, de color fuego, simplemente me derrito. Después de dos años como amigos sobran las palabras. Tú eres un poco más alto que yo y ya has cumplido los doce, pero solo nos llevamos tres meses. Ya mides 1,45 m y yo me siento bajito con mi 1,30m.
Tu pelo si que es cortito, brillante y azul oscuro, lo tienes rebelde y eso te hace especial ya que a otros se lo peina su mama. Yo, soy pelirrojo el cabello lo tengo liso y me llega al final del cuello. Tengo una narizilla muy graciosa, la cual con la tulla algo mas grande cojes y me haces cosquillas. Siempre jugamos, tu eres mas fuerte que yo, ya que haces ejercicio, yo soy un flacucho, pero un flacucho que vuelve locas a las niñas. Yo las ignoro, estando contigo no quiero estar con nadie más. Hoy te lo he demostrado dándote el primero de tantos besos que habría en nuestras vidas, nuestra historia de amor empieza en un parque:
-Vamos Daniel, te hecho una carrera hasta la hierva- me miraba con ansias de ganar.
-Eso esta hecho David, da la salida- me prepare.
-Ya- empezó a correr antes de decirlo-corrí todo lo que pude, y al llegar, el ojos azules mas tramposo d3el mundo me esperaba.
-Eres un tramposo- le empuje, lo suficiente para que perdiera el equilibrio, pero entonces me agarro de mi camiseta blanca y me arrastro con el , quedando encima suyo. Me sonroje y solo podía reír, el no paraba de mirarme. Yo le sonreí y seguí hablando:
-Mira que arrastrarme a mi también ja ja ja ja ja -se formo un silencio incomodo, nos miramos intercambiando miradas de amor, tome la iniciativa y le di mi primer beso. Junte mis labios con los suyos, esperando alguna reacción. El empezó a moverlos de una manera mágica, que hacia que yo moviera los míos con entusiasmo… dulces y adictitos, son las dos mejores palabras para describir los labios de David. Los separamos a los minutos, dejando una sensación agradable en ellos.
-Te amo David- le dije
-Yo también te amo Daniel, dos años de amistad, han hecho que seas lo mas bonito en mi vida.
-Esto hay que repetirlo amor- quise besarlo otra vez, pero recordé donde estábamos, y si algún conocido nos llegara a ver nos meteríamos en un buen lió- ya tendremos tiempo este verano.
-¿me vas a dejar con las ganas?
-No claro que no- nos retiramos a una zona menos visible del parque y nos dimos otro. Fue una adicción que ninguno de los dos dejo. Quedaba una semana de instituto, todos los recreos nos íbamos a los baños y nos dábamos un par de besos, otras veces ni nos comíamos el bocadillo y nos íbamos directamente al baño, los abrazos y los besos eran nuestro almuerzo. No descuidamos nuestra amistad, ya que siempre íbamos juntos a clase y también al salir y nos contábamos de todo. Cualquiera con mirarnos sabia que éramos mas que amigos. Como todos somos humanos, alguna vez discutíamos, casi siempre por tonterías, luego uno de los dos rompía la discusión con un beso. ¿Celoso yo? Si y mucho, me comía con patatas a cualquier chico que pasara mas de cinco minutos con David. Con la mirada le dejaba claro que era mío y que aparte de pedirle los apuntes, no le pidiera quedar. Si el chico plasta no reaccionaba, yo me abrazaba en torno al cuello de David, le daba un beso en la mejilla y decía: recuérdame que esta tarde te invite a un helado o esta tarde te vienes a jugar a la Wii. Don ojazos azules no le molestaba que fuera tan posesivo, por que yo les daba largas a las chicas en menos de un minuto. Le volvía loco cuando me ponía celoso, me decía: esta tarde toca ración doble de besos. Al principio eran besos normales, y aunque las parejas se cansen al mes y se dan pocos, nosotros llevábamos dos meses y parecía que lo hacíamos con mas gusto. Ya no eran besos sencillos, cuando venia a casa, me encantaba coger chocolate fundido, mancharme los labios con el y que me los lamiera David. Otra cosa que hacíamos era jugar con nuestras lenguas un buen rato, eso nos dejaba el cuerpo caliente, yo no entendía pero quería llegar más allá de los besos o simples caricias en la espalda. Había veces que David era súper impulsivo y me daba otro. Lo mas original y gracioso fue aquella vez que me pinte los labios y me puse un vestido de su madre con el que casi me mataba por que era muy largo y lo llevaba a rastras, me puse unos tacones con los que me costaba andar, el soltó una carcajada y me dijo: “ven aquí mi mujercita” y me besaba. Aquella vez que nos bañamos en su piscina….que besos más refrescantes. Ese verano mis labios no pararon y fue maravilloso