Me llamo Pablo, estudio abogacía, estoy en ultimo año. Me imaginaran un hombre serio y correcto, pero la verdad es que no soy así. A pesar de tener 26, a veces me confunden con un chico de 19. Dicen que tengo una belleza especial, un rostro perfecto y no es por ególatra, pero la verdad es que no se equivocan, tengo un rostro perfecto. Cabello negro y largo, piel realmente blanca y ojos color miel. Tengo muchos amigos, soy muy sociable. No hay fin de semana que no tenga planes. Pero este fin de semana tuve que cancelar todos mis planes para salir con mi “Pink friendo”, mi mejor amigo. Le digo así porque el es gay. No solo es gay, también otaku, cosas que no compartimos para nada.
- Bien, cancele con mi novia y unos amigos para pasar mi hermoso sábado contigo… A donde me vas a llevar?
- Mmm… hoy iremos a Disco g.
- Y ese lugar? No lo escuche nombrar.
- Es una disco gay! Te va a encantar!
- Que?!
Este chico, German, mi amigo de la infancia. No solo es gay, sino que es mas femenino que mi novia! (cosa que a veces me molesta).
Es solo un poco mas bajo de estatura que yo, tiene ojos celestes y cabello castaño (y fucsia en las puntas). También tiene 26, pero la personalidad de un chico de 15 (también la altura). También, debo agregar que parece como si desayunara con vodka.
- Bien! Agarra tus cosas que nos vamos de fiesta! –grito emocionado.
- Oh, dios…
Finalmente llego a aquella disco con poca emoción. Pero le debía una salida a German.
Estábamos a punto de entrar, cuando note que alguien me miraba. Un chico de no mas de 20 años, cabello rubio y una mirada que…
- Pablo!
- Eh?! – pregunte exaltado.
- Esta sonando tu celular, contesta que me empieza a molestar.
“Amor, espero que la pases bien con tu amigo gay. Pero cuidado, no vaya a ser que termines en un hotel con otro chico jaja”
Mi novia, Mariela. Estamos juntos desde hace un mes, la amo. Es hermosa, tiene el cabello rubio y ojos verdes. Es la mujer que cualquier hombre quisiera tener.
Contesto el mensaje:
“como si eso pudiera pasar jaja… Nunca estaría con un chico. Te quiero.”
- Bien, deja de mandar mensajes! Vamos a entrar- dice German llamando mi atención.
- … Vamos.
Entramos a Disco G. Lo imaginaba diferente, un lugar… raro, pero no… era genial, definitivamente. Camine con German hasta la barra y pedimos dos vasos de vodka. Sentí todas las miradas de los hombres sobre nosotros, pero no me sorprendía, era raro ver dos bellezas como nosotros en ese lugar. Cuando di vuelta atrás, esas miradas desaparecieron y solo quedaron dos hermosas esmeraldas observándome fijamente, era el…
- Pablo! No te traje aquí para que estés tan serio! Vamos a bailar!
- Que?!
No llegue a decir nada mas, tenia a Ger arrastrándome a la pista de baile donde estaba sonando esa música… gay. Nos pusimos a bailar, sentí como me tocaban, pero no me importo. Otra vez vi esos hermosos ojos que me seguían, el dueño de esos ojos era un chico menor que yo, rubio y delgado. No podía un chico tener semejante belleza!
- Ese chico…
- Que chico?-pregunto Ger.
- No se, esta por allí… es…
- Eh? No me digas que te hiciste gay también! – Río…
- Ni hablar! Solo decía que… que…
- … ¿?
- Es… lindo.
- Oh, dios! Eres hetero! No robes hombres a los que si son gays! – dijo en chiste…
- Pero…
- Bien, te diré lo que vas a hacer!- comenzó a decirme…- vas a ir a la barra compraras un trago de los mas caros y fuertes! Vas a ir hasta donde esta el y lo vas a sacar a bailar.
- Pero tengo no…
- Shh!- me callo mi amigo…-… ve!
Cuando Ger me dice algo debo hacerlo, el nunca se equivoca. Desde pequeños que las cosas son así.
- pero… tu estarás bien?
- Por supuesto! Soy la reina del lugar! Encontrare un morocho hermoso para pasar la noche y me iré!
- Esta bien, pero… no se si esto que voy a hacer…
- No te preocupes! Debes hacer lo quesientes, y si lo que sientes son unas ganas enormes de hacer tu culo hetero un culo gay, entonces hazlo! Vete!
- Yo…
- Ve! O voy a enojarme. Saldrás conmigo otro día! Ba-bay!- dijo antes de desaparecer.
Comencé a buscar a aquel chico con la mirada, pero lo había perdido. Ya derrotado, fui a la barra a buscar un trago. Me senté en un sillón que estaba a un costado poco iluminado.
- Ey! Ese es mi asiento! – escuche que me dijeron de mala manera.
- Lo siento! Cuando llegue no vi nada y me senté… pero ahora me vo- me detuve totalmente cuando pude ver que quien me hablaba no era nadie mas que ese chico… Mas bello aun de cerca.
- Vete! – me dijo casi en un grito. Me sorprendió ver que un chico tan bello tuviera ese carácter… y se lo dije.
- Tu hermoso rostro no coincide con tu fea personalidad. -… dios! Estaba perdiendo mi oportunidad.
- … grrr ¬ ¬
- Lo siento! Quieres beber algo? Te comprare lo que quieras.
- No, solo quiero mi asiento.
- Pero podemos compartirlo mientras bebemos y nos conocemos, que te parece? Además, si no me equivoco tu también me mirabas.
- No se de que hablas ¬ ¬
- … emmm…
- … ¬ ¬
*Momento incomodo*
- Siéntate a mi lado. Iré a comprarte algo, que quieres?- pregunte con una sonrisa. Era imposible que se resista
- … tomare de tu trago, no tengo muchas ganas de tomar alcohol hoy
- De acuerdo, siéntate.- le dije.
- …- el tenia cara de enojado, se veía que tenia carácter fuerte, pero aun así por algún motivo decidió quedarse. Comencé a hablarle, estaba ansioso por saber de el.
- Bien, como es tu nombre?
- Yo…- se notaba un poco nervioso.- soy Luciano.
- Yosoya Pablo, un gusto. Viniste solo? Porque las veces que te cruce no ibas con nadie.
- Me estuviste observando mucho tiempo? Vine a ver a un amigo, pero luego se enfermo y se fue casi antes de entrar.
- Ya veo… y si, te estuve mirando desde que llegue.- le dije con una sonrisa seductora.
- Ah ¬///¬ - contesto con un evidente sonrojo, intento taparse la cara.
- Bailemos! – le dije de repente.
- Que? Yo no bailo! O///O
- Vamos!- lo arrastre a la pista y comenzamos a bailar. Todos los hombres lo miraban con deseo. Por alguna razón me molestaba eso. atraje su cuerpo hacia el mío para bailar, cosa que le sorprendió, pero no pudo resistirse.
Bailamos apretados por un largo rato, nuestros rostros estaban muy cerca y no se pudo evitar. El tomo mi rostro, me miro por un rato a los ojos y me beso.
- Me… me gustas,- le dije sin pensarlo cuando nos separamos.
- … quiero tomar algo.- dijo evadiendo lo que dije.
- Esta bien, vamos.
Comenzamos a tomar diferentes tipos de tragos y nos reíamos mucho. Verlo en ese estado me hacia feliz. Tomamos un trago tras otro y luego nos volvimos a sentar en el sillón… abrazados.
- Te pusiste muy cariñoso luego de tomar el ultimo trago.- reí.
- Calla, tonto ¬///¬ - me dijo golpeándome despacio. Estábamos muy ebrios para usar mucha fuerza.
Sin pensarlo comencé a hablar…
- Me gustas mucho.
- O///O
- Cada vez que me quedo mirándote a los ojos siento que no me importa nada mas.
- … solo lo dices para llevarme a la cama.- me dijo con la mirada baja.
- Oye, nunca hago este tipo de cosas salvo que la otra persona me guste de verdad. Asíque no digas eso.
- u///u tu también… me gustas.
- Lo se – dije mirándolo con una sonrisa.
- Quiero dormir contigo. – dijo con una mirada inocente. Esta vez el sorprendido fui yo, pero intente ocultarlo.
- … entonces, que estamos esperando? Para mi tus deseos son ordenes.- dije tomándolo dulcemente de la mano.
-
El y yo sabíamos que en el fondo no era solo sexo, pero no íbamos a aclararlo.
Salimos de aquel lugar y caminamos dos cuadras para llegar al “hotel paraíso”. Estábamos ebrios, pero eso no podía justificar lo que iba a suceder. Intente no pensar en Mariela, en realidad, no podía pensar en ella cuando miraba a Luciano.
Actúe rápido para no tener tiempo de arrepentirme. Lo tome de la cintura apenas entramos a la habitación y bese su cuello. El se dio vuelta y nos besamos en los labios. Comencé a impacientarme por tocarlo más y mas. Su piel era tan suave…
Mientras acariciaba su espalda, levantaba su remera y mi erección crecía. Era genial lo que el provocaba en mi.
- Oye, Pablo…- me dijo deteniéndome.
- Que pasa?
- Esta es… mi primera vez ¬///¬
- Q-q-que?!- pregunte sorprendido.
- Bueno, era de esperarse algo así, o no? apenas tengo…
- Tienes?
- Nada
- Dime…
- … tengo 16 años u///u
- Eh?! – grite, alejándome de el.- te das cuenta de lo que haces?! Soy mucho mas grandeque tu! Porque no me dijiste antes?
- Porque no hubieras querido…
- Claro que no! Sabes cuantos años tengo yo?!- pregunte enojado.
- No se me ocurrió preguntarte, pero supongo que tienes 20- dijo mirando suplicante, esperando a que siga tocándolo.
- … tengo 26- conteste fríamente.
- O///O
- ¬///¬ Vamos a casa. Esto fue todo por ahora, búscame en dos años cuando seas mayor- dije tomando mi abrigo.
- No!- di vuelta para mirarlo y me sorprendí al verlo llorando.- no me dejes… quiero que me hagas el amor. – dijo sin poder detener sus lagrimas. Se veía tan lindo que…
“esto es una locura” pensé para luego hablarle.
- Tus deseos son órdenes.
Lo volví a besar le desabroche el pantalón para luego quitárselo y cuando pensaba que estaba por tener un derrame nasal…
- Pfff… jajaja- comencé a retorcerme de la risa a un costado de la cama.
- NO TE RIAS! ¬///¬- grito enojado.
- Lo siento, pero… jajaja… eres tan tierno! Quien te elige la ropa interior?!- pregunte sin parar de reírme.
(tenia un calzoncillo rosa con un osito justo en el medio)
- Mi hermana ¬///¬ podemos seguir?
- Lo siento!.- dije limpiándome las lagrimas. Volví a besarlo.
Cada vez los besos eran más apasionados. Comencé a quitarme la ropa y saque el lubricante del cajón para empezar a prepararlo. Le saque sus calzoncillos y bese su cuerpo hasta llegar a su miembro, nunca había hecho algo así, trate de ser cuidadoso. Abrí sus piernas y con lubricante metí un dedo en el, mientras lamia su miembro. Se veia tan excitado que parecía no sentir dolor. Coloque otro dedo en el y jugué con ello. El lo estaba disfrutando. Coloque un almohadón en sus caderas para que sea mas comodopara el. Saque un preservativo de mi bolsillo y lo deje a un costado. Me masturbe mientras se lo hacia a el también, gemía como loco… y eso me iba a hacer perder el control.
- puedo?- pregunte colocando la punta de mi pene en su entrada.
- Duele! – grito cerrando los ojos.
- Lo sacare, esta bien?
- No, hazlo. Quiero… sentirte adentro.- dijo en tono de suplica.
- Pondré un poco mas de lubricante.
Empecé a prepararlo nuevamente, quería que le doliera lo menos posible y coloque mas lubricante para luego comenzar a penetrarlo suavemente.
- Ah, ya entro…- le dije con una sonrisa mientras acariciaba su pelo.- si te duele me avisas.
- S-si…- contesto todo sonrojado.
Me movía despacio al principio para que se adaptara a mi tamaño. Luego comencé con las embestidas mas fuertes, el gritaba… pero esta vez de placer.
- Ahhh… no pares!- decía entre lagrimas- aunque mañana nos arrepintamos de esto, guardemos este recuerdo.
- ¿Por qué…- empecé a hablar agitado- … dices eso?- pregunte confundido.
- Tu…solo sigue.
Tome sus piernas y las puse sobre mis hombros y comencé a penetrarlo salvajemente.
- Me gusta… sigue… mas fuerte.-dijo entre gemidos.
Seguí penetrándolo rápidamente en la isma posición. Lo tome de las caderas y lo puse mirando hacia abajo abierto de piernas, volví a penetrarlo suavemente para luego aumentar la velocidad.
- Esta tan… estrecho dentro tuyo.
- Pervertido.- contesto.- ahh, yo estoy por…
- Lo se, yo también.
Aumente la velocidad de las embestidas, estábamos por terminar.
- Pablo, acaba dentro.- pidió entre gemidos.
- Mmmh… no, no lo Hare…
- Ahh, malo.- grito sin parar de gemir.
Finalmente después de las ultimas, salvajes embestidas el acabo en mi mano y yo… en el.
- Lu, estas bien?- pregunte al ver que no decía nada.
- Mh?- estaba quedándose dormido. Lo tape y lo bese en la mejilla.- hasta dentro de un par de horas, pequeño. – cerré los ojos y quede dormido con mi cara en su cuello.
Luego de un par de horas: desperté de golpe a su lado y bese su cuello. Sentí, extrañamente, una gran felicidad. Lo abrace más fuerte. Luego me di cuenta.
“Mi novia”- pensé tristemente- “no puedo hacer esto. No a ella… mierda!”. Me levante, tome mis cosas rápidamente y me dispuse a irme rápido para no arrepentirme luego.
- Au! ¿Qué es esto?- había dos documentos con alfileres (¿?) en el piso- mh? Asíque me mintió en el nombre “Luciano Lambert, 20 años” con estos entro. Que trucho!- dije riendo para luego abrir el otro…- asíque “Kevin Díaz, 16 años” mierda! Puse mis manos en un menor. Bien! Me voy, Kevin… Díaz? Debe ser una casualidad que tenga el mismo apellido que Mariela.- dije entre risas. Deje sus documentos y dinero en la cama y me fui sin despertarlo.
Ahora si que no volvería a saber de el… o si?
CONTINUARA.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español