PROHIBIDO ENAMORARSE
CAPITULO 1 "PROLOGO"
"Nuestros destinos fueron marcados
Hace ya tanto tiempo
No podemos hacer nada por liberarnos
Pero si podemos morir juntos
Solo así... podremos amarnos con tranquilidad"
En algún lugar de este inmenso mundo, existió un hombre, no como otros tantos, simples humanos mortales doblegados a la voluntad de los *guardianes. Este hombre no era común y muchos podían jurar que ni siquiera era un humano, sus largos cabellos negros, cual ala de cuervo, su piel blanca como la nieve, una boca grande y con dos colmillos que sobresalían cuando sonreía, blancos como el marfil y filosos como dos dagas, de apariencia frágil y con unos peculiares ojos de color amarillo semejantes a los de una víbora, nadie que supiera sobre su existencia confiaba en su amable apariencia, era bien sabido que era un embustero, mentiroso, vengativo, codicioso... tenia la peor de las famas pero no todo se limitaba a su comportamiento, también sabían que él era poseedor de un gran poder, que solo ofrecía a aquellos que le daban buenas remuneraciones por sus servicios, sin embargo pocos podían llegarle al precio y muchos que si podían no querían por que según se decía era peor que venderle el alma al diablo.
A un con su fama y con lo arriesgado que se suponía hacer trato con ese despreciable hombre hubo un clan que decidió jugarse el todo por el nada, un clan con una posición económica bastante aceptable, pero que no sobresalía de entre los demás, aun con lo hermosos que fueran tanto hombres como mujeres, con todo y el talento natural que poseían, su único defecto era... la codicia.
El nombre del clan era Uchiha.
La leyenda cuenta que en la época más depresiva del reino, los Uchihas decidieron hacer un pacto de sangre con Orochimaru, el pacto hubiera sido por dinero, por poder pero al contrario de lo que muchos llegaron a pensar, en esa ocasión el motivo que orillo a los Uchihas a hacer un trato con ese viperino hombre fue; el amor.
No era un amor cualquiera, de hecho de haberlo sido ellos no hubieran puesto ninguna objeción, sin embargo ese amor estaba prohibido y condenado. El más joven del clan había posado sus ojos en un hermoso muchacho de cabellos azules y ojos color ámbar, eran tan bello como encantador, su nombre: Daiki, y sin duda no había ningún problema en que ambos estuvieran juntos, Daiki no era el problema, el problema era un pretendiente que el joven tenía, y que al verse rechazado y remplazado por Ryunosuke, el joven Uchiha, había lanzado una terrible maldición a todos aquellos que portaran el apellido Uchiha y que fueran descendientes de estos. Ya habían intentado por todos los medios que conocían deshacerse de la maldición, pero nada daba resultado, y la maldición ya había acabado con la joven vida de Ryonusuke y Daiki, de una manera tan cruel como digna de recordarse por el resto de los tiempos, cada día se hacía más poderosa y amenazaba con extinguir al clan entero, algo que sin duda el líder Kotaro Uchiha no estaba dispuesto a aceptar, y era por ello que recurría a Orochimaru.
La noche en la que se encontraron, era fría y la luna se encontraba escondida entre las nubes grises, el lugar fijado fue en las afueras de la ciudad, cerca de un pequeño lago y que tenía el claro más bello, en forma de un perfecto circulo, rodeado de los más grandes árboles y uno destacando en cada punto cardinal, el lugar preferido de Orochimaru para hacer rituales, no hubo una gran conversación, solamente lo necesario, diciendo lo que ambos querían de tal forma que ambos fueran beneficiados. El pacto se sello aquella noche, jurando los Uchihas que cumplirían con la parte de su trato en el momento en que se requiriera de ellos.
El tiempo paso de manera lenta, y para los Uchihas el pacto no había podido salir de mejor manera, el desgraciado que los había maldecido había muerto de la misma manera en la que ellos habían sido condenados, sus riquezas había aumentado considerablemente de manera extraña pero licita, por ende también habían subido en su estatus social, no había lugar al que no fueran invitados y en el que no causaran conmoción gracias a su belleza, sus movimientos gráciles y la inteligencia que parecía caracterizarlos, en fin parecía que la fortuna les sonreía y los consentía... pero todo lo bueno tiene un precio. Habían pasado 15 años desde que el pacto se había realizado y ellos lo habían olvidado, Kotaru había fallecido al igual que los otros cuatro representantes que lo habían acompañado aquella noche y los sobrantes no tenían idea de lo que se había ofrecido a cambio de librarse de la maldición, fue por ello que se sorprendieron cuando un día nublado apareció ante el líder un hombre con una capa negra que le cubría absolutamente todo el cuerpo a excepción de la cara, se trataba de Orochimaru, y mayor fue su sorpresa al enterarse de que era lo que habían acordado
El cuerpo virgen y puro de un joven de su clan, el más bello que posean
Había declarado, el líder se rehusó a entregarle lo que él buscaba, y como respuesta solo recibió una escalofriante sonrisa y una pequeña frase me lo entregaras tu mismo esta noche en ragak (el lugar en el que hicieron el pacto la primera vez), cuando la luna este en el centro después de eso Orochimaru se había desvanecido en el aire, dejando tras de sí un olor a putrefacción.
El líder, que era astuto, decidió acceder, aunque no con las intenciones de dejarlo así como así. Se había puesto de acuerdo con los cuatro guardianes de los cuatro elementos, ellos realizarían un complejo conjuro de sellado, para así librarse de Orochimaru de una vez por todas.
La noche cayo y las 6 personas se encaminaron hacia el lugar acordado, los *tuteurs llevaban capas acordes a sus respectivos elementos y los dos Uchihas simples capas negras con el respectivo emblema de la familia, llegando antes de lo acordado para poder preparar todo, colocándose cada tuteur en su respectivo punto cardinal y desapareciendo su presencia y poder para Orochimaru no sospechara absolutamente nada, mientras que los Uchihas esperaban en el centro del claro. Puntualmente Orochimaru apareció de la misma manera en la que se había marchado en la tarde, con la única diferencia de que una niña pequeña lo acompañaba, sus cabellos rosas se mecían al compas del viento y sus hermosos ojos verdes observaban todo con gran curiosidad, delgada y de apariencia angelical, soltó la mano del mayo para situarse cerca del límite del claro, el recién llegado observo al pago delgado de unos 15 años, con el cabello color ébano, y unos hermosos ojos azules, de piel blanca y facciones delicadas, sin duda era justo lo que él esperaba de ese clan, se relamió los labios de manera inconsciente, causando un estremecimiento en el joven que observaba.
Se acerco de manera rápida hacia el hermoso joven y le beso, probando la pureza de los delgados labios y buscando que el cuerpo fuera virgen con solo ese beso, se lleno de satisfacción al poder percibir claramente la gran inocencia del muchacho, este por su parte sintió sus ojos llenarse de lagrimas, jamás lo habían besado, y el esperaba que su primer beso fuera con quien el amara, además de que sentía un profundo asco por los labios ajenos.
-Justo lo que pedí - se retiro hacia el norte y comenzó a recitar extrañas palabras en un idioma desconocido, repitió la acción en cada punto cardinal, al terminar una poderosa luz purpura rodeo el claro, formando una barrera de energía, la pequeña con la que había llegado, se situó en el centro y con una daga de plata, que saco de entre sus ropas, se corto ambas muñecas, dejando escapar el vital liquido de sus venas, la sangre formo un charco grande, mientras que la niña ni se inmutaba, el líder tenía los ojos abiertos al ver a la niña hacer eso y no se había percatado de que el ritual ya había comenzado, estaba en una especia de sopor, quería reaccionar, quería irse de ahí, pero su cuerpo parecía no querer responder a ninguna de sus ordenes, no pudo evitar el filo de la daga que corto su garganta de manera limpia, perdiendo la vida al acto, el joven permaneció quieto, en shock intentado asimilar lo que acababa de ver, las lagrimas recorrieron su pálido rostro, Orochimaru observo la reacción del chico, riendo internamente de que alguien como él fuera a ser su nueva adquisición, se acerco a la chica que parecía cada vez más débil, la tomo de las manos y beso cada una de las heridas cerrando en cuanto lo hubo hecho, la niña se desmayo al sentir los fríos labios de su amo en su frente y fue recostada con delicadeza a un lado de la sangre.
Los tuteurs veían todo desde sus respectivos puestos, sintiendo una profunda rabia al no poder intervenir, aun no era el momento adecuado como para actuar, sabían que si lo hacían en ese instante fallarían y terminarían muertos, estaban dentro de la barrera así que solo hacía falta esperar.
Orochimaru tomo de los cabellos al joven y con la misma daga con la que la niña se había cortado le hizo un profundo corte en la muñeca derecha, el chico grito debido al dolor, comenzó a forcejear intentando por todos los medios alejarse del otro, pero sin resultado alguno, era débil y no podía contra el dolor de ver a su líder morir y el de la muñeca, era demasiado para alguien que nunca había sufrido, alguien al que habían mantenido puro y alejado de todo dolor y tristeza, el viperino hombre rasgo la tela del hombro dejando al descubierto la delicada piel, clavando sin piedad sus afilados colmillos en dicha porción, sintiendo lo dulce, salado y cálido de la sangre, se alejo con reticencia, solo era necesario inyectar un poco de su ponzoña y para su desgracia la sangre del joven era adictiva. Tomo la daga, ya llena de sangre y se corto la muñeca izquierda, jalo el débil y moribundo cuerpo del chico hacia el charco de sangre que estaba en el centro, lo abrazo de la cintura evitando que callera, el muchacho respiraba con dificultad, se sentía mareado y ya no sentía su cuerpo del todo, ¿Cómo había podido aquella chiquilla dejar escapar tanta sangre sin inmutarse y él con solo un poquito ya se estaba muriendo? Intento enfocar su vista en su muñeca sangrante, y lo que en un principio le había parecido poquito ahora le parecía que tenía un gran hueco por donde sacar tanta sangre, recordó que al ser tan protegido solo se había cortado una vez, un pequeño corte pero que no había dejado de sangrar hasta que fue tratado, eran tan delicado que ahora por ello se estaba muriendo.
Los tuteurs ya no podían esperar más, necesitaban hacer algo o el chico moriría, juntaron sus manos y comenzaron a reunir toda la energía de sus elementos, centrándola en la palma de sus manos, cuando hubieron reunido una gran cantidad elevaron sus maños al cielo y de estas surgió un rayo de color blanco, justo cuando Orochimaru estaba por extraer el alma del joven, observo molesto la energía y luego a los responsables de esta, frunció el cejo, totalmente molesto. Los rayos se juntaron en el centro del claro, a unos 10 metros de alto y bajaron con furia hacia donde se encontraban los otros, dando de golpe contra el cuerpo de Orochimaru y el muchacho, dejándolos encerrados en un cilindro de energía pura, la barrera se disolvió y los tuteurs se acercaron hacia los prisioneros, los ojos azules del menor se entreabrieron con pesadez, intento luchar por mantenerlos abiertos pero se sentía tan cansado que desistió, concentrándose en la calidez que lo rodeaba, dejando sumergir en una gran cascada de luz.
Orochimaru grito de dolor y frustración, estaba atrapado y la pureza de la energía lo estaba destruyendo, dejo caer el cuerpo que tenía entre sus brazos, al acto un hombre de capa roja se acerco al cilindro y tomo el cuerpo maltrecho del joven, lo hizo rápido y de manera delicada, cuando pudo sacar el cuerpo de la energía se reunió con sus compañeros, dejo recostado al chico y el tomo su posición, que era el sur, los demás le imitaron, elevaron la mano izquierda hacia el cielo y dejaron la derecha a la altura de su corazón, ambas de perfil, una llamarada de energía se agolpo en las manos derechas, resplandeciendo de tal manera que hubiera cegado a más de uno, apuntaron hacia el cilindro y lanzaron la energía al mismo tiempo pronunciando con tono solemne
Ici será fausse, les gardes nous ont étanchéité, condamné à ľ éternité ou jusqu` à ce que quelqu`un libére
Cuando pronunciaron las palabras la energía se arremolino alrededor del cilindro, Orochimaru no pudo hacer nada más que gritar, un dolor lacerante lo estaba matando, pronto no pudo sentir otra cosa que no fuera el dolor y la desesperación, sintiendo como su cuerpo se destruía poco a poco, quedando solo su atormentada alma, y esta posteriormente era absorbida por una pequeña gema de color blanco.
La niña de cabellos rosas despertó sobresaltada al no poder sentir más la energía de su señor, vio con los ojos llorosos como era sometido por los tuteurs y encarcelado en una gema del tamaño de puño, se levanto corriendo hacia el centro del claro, con el único objetivo de evitar que fuera sellado por completo, sin embargo no pudo hacer nada, cayendo de rodillas en el charco de su propia sangre, ante la atenta mirada de los tuteurs, contuvo con todas sus fuerzas las lagrimas que pugnaba por salir, sintiendo una gran pena y un gran vacío en el lugar donde debería de estar su corazón, prontamente relegados por el odio y la furia que empezó a sentir brotar del hueco en su pecho, mirando fijamente a todos los presentes y en especial al hermoso joven que aun permanecía inconsciente en el suelo. Se levanto con decisión, haría algo que jamás había pensado hacer, al menos no de momento, sin embargo nada le impediría hacerlo, la ira podía más que cualquier otra cosa, paso su mano por la sangre que pertenecía a su amo, apretó el puño con rabia, y la lanzo hacia los tuteurs y el joven pronunciando con voz entrecortada a causa de las lagrimas contenidas
Je maundis à vous et surtout pour vous, votre famille sera condamné à être malheureux et ne connaissant pas le veritable amour , ne se sentent le véritable amour, ne se sentent le même vide que je ľêtre, par le sang de mon coeur je vous le jure, eulement libéré si mon maître est libéré
Los tuteurs no pudieron evitar la maldición de la niña, al parecer no era tan indefensa como se veía, el de capa azul intento acercarse a la pequeña pero en cuanto lo intento esta se desvaneció en el aire.
El *garde-feu opto por agacharse y tomar entre sus brazos al inconsciente, vámonos fue la orden del *wáter guardian, y esta fue acatada por todos al instante, *gardien de la terre tomo el cuerpo del líder fallecido, y se situó por detrás de *air tuteur y caminaron en completo silencio hasta la casa del líder.
Explicaron lo acontecido en el claro omitiendo algunas cosas que seguramente solo los perturbarían, air tuteur beso a Kenji, el muchacho al que había protegido, un beso cálido y dulce, aun cuando este estaba inconsciente, todos los miraron extrañados pero cuando se alejo del bello joven dijo que le había regalado el aliento del cielo, para que la maldición no fuera efectiva al 100% y para que no sufriera más de lo debido, al ver la noble acción del guardian del aire los demás guardianes se acercaron también Kenji y le besaron en las mejillas y la frente dándole un regalo especial todos juntos; el sharingan para que pudiera defenderse, dones que les serian heredados a todos los Uchihas descendientes directos del, y que no podían hacer más por ellos ya que, aunque la maldición la hubiera hecho una niña la sangre que había utilizado pertenecía a Orochimaru y eso era suficiente para hacerla una maldición poderosa.
Los tuteurs se marcharon del pueblo para no regresar jamás, ocultando la gema que mantenía sellado a Orochimaru, para que nadie intentara despertarlo jamás.
*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*
500 años después
Nos situamos en la gran ciudad de Tokio, más específicamente en una gran mansión, en la que se podía apreciar que no se había escatimado en gastos para su construcción, tenia grabada por todas partes las palabras opulencia y lujo. Dentro de esta en dos habitaciones totalmente diferentes pero igualmente lujosas se hallaban dormidos dos jóvenes igualmente hermosos, sus nombres: Sasuke e Itachi Uchiha respectivamente. (Con todo y acompañantes)
El primero, era el menor, con apenas 18 años de edad, la piel blanca y suave, facciones delicadas y al mismo tiempo varoniles, de cabellos negros con ligeros toques azulados, dos mechones cayendo a cada lado de su rostro, poseedor de unos hermosos ojos negros como el carbón, a su lado un chico más pequeño se abrazaba a él, sus cabellos rubios largos se encontraban revueltos por toda la almohada, la piel tersa y de color crema, con un flequillo en la frente y un sexy tatuaje de una mariposa purpura con negro y rosa en el plano abdomen, alrededor del ombligo, su nombre: Asashi. Amigo de la infancia de Sasuke, bueno más que amigo, el ya se encontraba despierto y observaba dormir al mayor, sus grandes ojos azules lo miraban con infinita ternura.
En la habitación de enfrente se encontraba el mayor de los Uchihas, Itachi, dormía abrazado a otro chico, su cabellos negro y largo caía por toda su espalda, de cuerpo atlético, piel nívea y tersa, facciones varoniles y sensuales aun dormido, el menor era idéntico a Asashi, con la diferencia de que su cabello era negro y sus ojos azules más oscuros que los de Asashi, y el tatuaje estaba en la cadera en forma de una rosa negra entre llamas, a sus 16 años se sentía feliz por poder estar con alguien como Itachi, aunque este le sacara 6 años, su nombre: Yami.
Mientras ambos Uchihas dormían plácidamente, en otra parte del mundo unas jóvenes de cabello rosa y rojo respectivamente, los observaban a través de una fuente con agua, rodeadas de un sofisticado jardín lleno de las más hermosas y extrañas flores, pensando como contactar a los últimos descendientes del clan Uchiha.... Porque ya era tiempo de hacerles pagar por su traición de hace 500 años.
*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*
C O N T I N U A R A