¿Juegos o Travesuras?
(AYAME X TERU)
Como todas las tardes jugaban los pequeños teru y ayame, en el patio de juegos, que se encontraba detrás de la casa de teru
- teru me hize una herida en la mano- decía el pequeño ayame, quien siempre terminaba lastimándose al jugar.
- dame tu mano ayame, veamos la herida de hoy…
- s-si…pero no hagas lo del otro día teru…
Le tomo la manita y delicadamente le separo los dedos, lamio de manera tierna la herida, besa el hoyo por donde salía la sangre, metiéndose el dedo a la boca lo succiono un poco
- te…teru…
- ¿mejor?- sonreía traviesamente teru, dibujándosele esos hoyuelos en las mejillas que tanto atraían al pequeño ayame
- si…pero…te dije que no hicieras esas cosas! – respondía levemente sonrojado
- sí, lo sé, pero me gusta fastidiarte ayame-chan!!!!!
Riendo se posa tras de él, le baja los pantaloncitos y piñizca el trasero del pobre niño
- aish teru!, ¡no me gusta que me hagas eso!
- ¡pues yo amo hacerlo! – respondía mientras corría a a casa, como todos los días dejando muy nervioso y sonrojado al pequeño ayame. Pues aunque eran muy pequeños, ayame se había enamorado de teru desde hacía mucho…
*al cabo de unos días durante las clases en el jardín de niños…
- ¡ayame es la novia de teru!! – decían un grupo de niños, siempre se metían con el pequeño a lo cual salía en su defensa siempre el travieso teru
- ¡niños idiotas no se metan con mi novia! – decía teru a distancia, quien apenas llegaba, pues todas las mañanas la mama de ayame le iba a recoger, pero justo ese día tenía cita en el doctor y no pudo ir a tiempo.
- te..teru… - le miraba con ojos llorosos y el llanto a punto de explotar.
-¡el único aquí que puede fastidiarlo soy yo! - decía teru abrazándolo protectoramente en el acto, sintiendo como el pequeño temblaba entre sus brazos*
- teru...malo…tardaste mucho en venir…
- pero sabes que tenía que ir al dentista, mama dice que los dientecitos de leche empezaran a caer...
- está bien, pero ahora me debes un helado! - haciendo un leve pucherito se abraza del cuello a teru
-¿quieres un helado?, “mejor de doy un beso”
- no, no teru….mama dice que eso es malo, que solo los adultos se besan…
- ¿y por qué los niños no ayame?
- pues no se…
- pero mi mama dice q los besos curan las heridas, te dan felicidad y te hacen sentir mariposas en la barriguita ayame
- ¿mariposas?- mirándole con inocencia a todo lo que le decía el adorable teru.
- sí, mariposas. Y yo quiero saber que se siente ayame.
- entonces yo también quiero sentirlas teru
- entonces te daré un besito en la boquita ayame…
*le toma de las mejillas y acerca su carita a la de ayame, mientras este aún se abrazaba a su cuello*
- ¡niños! - Gritaba la maestra con asombro al ver lo que los niños estaban a punto de hacer.
- ¡¿Qué creen que hacen?!
- le iba a dar un besito a ayame maestra - respondía inocentemente teru.
- maestra, queríamos sentir maripositas en la barriguita – añadía ayame
- ¿beso? ¿Mariposas?- ¿Quién le mete eso en la cabeza amores?
Tomando a los 2 de las manitas, les sienta separados con los otros niños
*al cabo de algunas horas, durante la salida….
- teru ven acá - llamando al pequeño a su escritorio
- si maestra?
- los niños no se besan teru, y menos si son hombrecitos…si?
- ¿Por qué maestra? - preguntaba con ingenuidad
- teru por ahora no lo comprenderás, pero con el tiempo estoy segura de que si lo harás
- está bien maestra - respondía sonriendo tiernamente, haciéndosele esos hoyuelitos en sus mejillas, también haciéndola sonrojar
-pero… Que niño tan lindo…si fuese niña seguro me enamoraba de el-pensaba para sí misma
*días después en casa de teru*
- ¡quiero un helado teru!
- está bien – se va a la cocina y le sirve una copita de helado, le echa chispas de vainilla, pues eran las favoritas de ayame
- toma ayame
- gracias teru, ¡que rico!
- el helado siempre es rico ayame-chan ¡
- ¿tú no comerás teru?
- es que el dentista me dijo que no podía comer helado ni nada frio por mis dientecitos ayame…
- pero…eso es triste teru…come un poquito por favor, o me pondré triste
- está bien, dame un poquito - como siempre complaciendo cada capricho de este, pues odiaba verle triste
- toma teru-acercando a sus labios la cuchara, por accidente la dulce sustancia resbala cayendo sobre la suave piel q rodeaba el cuello del pequeño ayame
- oh! Lo siento teru…
- no te preocupes…”lo probare de ahí mismo”- le toma de los hombros y acerca los labios a su cuello, le lame un poco, sintiendo aquel dulce sabor en su lengua, provocándole sensaciones al cuerpo del pequeño ayame
- ahhh...te..teru…- inocentemente deja salir un leve gemido, extraño al sentir aquellas sensaciones…
- ¿te dolió ayame?
- No…es que sentí como si corrientes eléctricas, pasaran a mi pancita teru..
- ¿Cómo mariposas ayame?
- si, como mariposas teru - respondía sonrojado, aunque estaba enamorado de teru, desconocía lo que su cuerpo experimentaba
- ¿me lo haces sentir tu ahora ayame?
- s-si….si teru…
*teru tomo unas gotas de helado, y se las unto en el cuello así mismo*
- ya puedes hacerlo…ayame…- se sienta y apoya ambos codos en el cuello, abre un poco las piernas acomodándose, en espera de aquellas tibia lengua recorrerle el cuello*
- voy teru…
*el pequeño gatea levemente hacia el cuerpo de teru, se posa sobre él, y se apoya en su cintura acerca sus labios al cuello y tímidamente empieza a lamerle del cuello*
- a..ya..me….ahhh…- sintiendo aquellas maripositas que tanto ansiaba sentir*
- las…sentiste teru?
- s..si…
ambos se miraron, sonrojados querían sentir más, de pronto oyen a alguien q se acerca…
-¡AYAME!, ¡TERU! ¿Qué es esto?
Los pequeños se asustan un poco, pues la mama de teru era muy estricta y se enojaba por todo
CONTINUARA….