2cap-
“Descubriendo”
Días después de aquella escena tierna y algo perversa entre ambos niños, la mama de teru decide separarlos temporalmente, tras haber escuchado “el por qué” de los niños tras aquellos besos y caricias en sus cuerpecitos…
- mama, hoy si puedo ir a visitar a ayame a su casa?
- teru…ya te dije que mientras no estén más grandecitos no podrán verse
- pero…porque más grandecitos mami?- le miraba confundido y algo triste el pequeño.
-teru…no insistas cuando crezcas entenderás… -cortantemente se retira a su habitación dejando al niño aún más confundido
*en casa de ayame*
- mami, puedo ir a ver a teru?
- si puedes corazón, pero…temo que su mama no lo permita
- ¿Por qué ella ya no me quiere mama?
- no lo sé corazón… - se arrodilla para abrazar a su pequeño y mirarle a los ojos - prometo que hablare con ella y pronto se arreglará todo si?
- esta... Bien mami….lo extraño mucho…
Al cabo de unos días…. el pequeño teru se asoma a la habitación de ayame
- A-YA-ME -susurraba teru a lo bajito -
- Teru?
- Ven…vamos a jugar!! - decía a lo bajo, llamándolo con una d sus manitas, señalándole a la ventana.
- Te…ru - le miraba a punto de llorar el pequeño ayame.
- No...ayame no es hora de llorar, ven , vamos fuera o luego no nos “dejaran jugar”
El pequeño asintió y le tomo de la mano, ambos bajaron por la ventana, pues había un árbol al lado y unas ramas q daban a la ventana, logrando bajar y escaparse al patio del pequeño ayame.
- ayame, mama no me dejaba venir a verte
- te extrañe…mucho teru
- yo también ayame - sollozando, se lanza encima del pequeño ayame abrazándole muy fuerte, sin querer soltarle
- teru…dijiste que no llorara…y ahora lo haces tú…
- pero…yo tengo derecho por q soy el menor…tu no - rompiendo el llanto, cae en peso sobre el niño, ambos cayendo encima de las florecillas…
-te…ru...no llores….o me harás llorar a mí también…si lloras mi corazoncito se romperá….
- está bien….pero…entonces…tendrás que contentarme tu ahora…ayame.
- está bien teru, tú lo hiciste el otro dia con el helado, ahora me toca a mí!!!
- quiero sentir maripositas ayame
- entonces que hago? No hay helado esta vez teru…
- entonces dame un besito en la boquita ayame
- ¡buena idea teru! -
Sin pensarlo se le abalanza encima al pequeño teru, cayendo en medio de sus piernas le toma de las mejillitas, provocándoles un leve sonrojo a ambos niños
- Teru, cierra los ojitos…asi vi que mama lo hacía con papá.
Teru asiente para cerrar los ojitos, aun salían algunas lagrimitas de aquellos celestes ojos, el pequeño ayame acerca sus labios y suavemente apoya sus labios a los de teru. teru se ruboriza, y desliza sus manitas a su cintura, abriendo los ojitos un poco para mirarle*
- que…suave…se siente…ayame - retorciéndose un poco, pues la sensación de maripositas q sintió en la barriguita lo hacía sentir que flotaba
- se…siente lindo…teru… - sonrojándose vuelve a posar sus labios dulcemente sobre los de él, quedándose allí por segundos.
- Ayame…me gusta mucho….como lo haces…y siento las maripositas… - sonríe contento, mientras le miraba con ingenuidad, ya las lágrimas no brotaban de sus ojitos.
- Teru…se siente bonito...lo hare siempre que quieras… - ambos acercan sus caritas más, inocentemente rozan con delicadeza sus labios, presionando ambas boquitas se besan de nuevo.
Oyen algunos pasos y se separan un poco.
- ¿sera mi mama?
- Teru, si es tu mami seguro se enojara por vernos juntos… - preocupado le miraba.
- Entonces sube por el árbol ayame, yo correré a la puerta y les diré que estaba jugando acá solo….
- Está bien… - le abraza por la cintura y le mira contento, nos vemos mañana en la escuelita teru - corriendo a prisas al árbol.
*teru va al encuentro con su madre, mientras esta se despedía de la mama de ayame, el pequeño le dice q estaba jugando en los columpios, a lo que ambas asienten, ambos se van dejando al pequeño ayame mirándoles por la ventana, algo nervioso ajeno de lo que realmente ambos estaban sintiendo.
*a la mañana siguiente*
Como de costumbre la mama de ayame iba por el pequeño teru y llevarlos al cole, juntos. Ambos llegan agarraditos de la mano, pues ayame acostumbraba a presumir que tenía el amiguito más lindo y valiente del jardín de niños.
- ¡hay vienen los novios! - gritaban una y otra vez como todas las mañanas los niños traviesos al verles llegar.
- ¡están celosos de que tenga una noviecita tan linda y valiente como mi teru!!
La maestra les miro curiosos, mientras regañaba a los niños por siempre molestarles
- Si niños tontos, envidiosos de que nunca tendrán un noviecito rubio y tierno como lo es ayame!!!!!!!!
*la maestra los sentó separados de nuevo, mientras les miraba atenta a cada mirada y gesto de los pequeños a distancia.
*al cabo de unos años, tras la constante vigilancia de la madre de teru y las profesoras los chicos, ya más grandecitos “toman sus juegos más en serio” haciéndolos ya indispensables durante el día.
- Ayame, vamos a la casa del árbol después de la escuela, quieres?
- ¿haya jugaremos teru?
- sí...haya jugaremos. ¿te das cuenta que cuando son los fines de semana casi no nos vemos ayame?
- Pues…si...pero es que tu mama… - colocándose el abrigo - tu mama….no quiere verme contigo…teru... ¿por qué?
Ambos toman sus bicicletas, y toman rumbo al patio trasero de la casa de ayame, suben a la casita del árbol
- Ayame…mama dice que “nuestra relación” no es normal…pero no sé por qué lo dice…si nos queremos mucho - queriendo llorar , solloza , mientras toma asiento en una de las esquinas de la casita*
- No…pongas esa carita teru…mi teru…no me gusta… - se arrodilla frente a él y le toma de las mejillas, mirándole a los ojos preocupado.
- Es…que…mama ha amenazado con enviarme a España ayame… - aferrándose de la camisa se abraza fuerte a su pecho.
- ¿A España teru? Pero…por qué? - tomándole entre sus brazos al sentirle temblar.
- No se…solo sé que no quiero separarme de tu lado…no sé por qué…
- Teru...yo…yo tampoco quiero hacerlo… - cerrando los ojos, deja salir lágrimas sinceras eh inocentes, pues a sus 13 años, sabía que lo que había sentido todo este tiempo desde su infancia “era amor” un amor cálido y sincero por su amigo por el pequeño teru, al cual no querría perder por nada del mundo.
*el pequeño teru , le abraza muy fuerte y lo hizo tumbar sobre el*
- quieres “jugar” ayame? …así olvidamos esto…. - sonríe tímido, hundiendo sus deditos sus labios.
- lo que quieras…yo lo hare teru - le toma de las muñecas tiernamente hachándoselas hacia atrás, se mete entre sus piernas, besándole dulcemente los labios, entrelaza aun torpemente aquellos besos una y otra vez.
- siempre…me gusta como besas ayame… - desliza sus manos a la espalda , abrazándole fuerte a su cuerpo, haciéndole estremecer al otro cada vez que se portaba así de tierno y más cuando sonría así, dibujándosele los hojuelitas en las mejillas*
- a mí me gusta siempre hacerte sonreír y sentir mariposas junto a ti teru… - los besos aumentan bajando lentamente a su cuello. Esos besos aunque ya no eran “con ingenuidad” aún eran algo inocentes y tímidos, pues aun no descubrían “que aquellas caricias mutuas” significaban algo más. Los dedos de teru recorren dulcemente la espalda de ayame, bajando a sus caderas, mete sus manitas bajo la playera subiéndola un poco a sus costados.
- me…gusta cuando haces eso teru… - sonrojado se estremece correspondiendo a aquella caricia al instante se quita la playerita y le vuelve a besar los labios de manera protectora y algo torpe, aunque el pequeño teru no se percataba de aquella inexperiencia de ambos porque “ello lo hacían día a día y a veces aumentando las caricias en ciertos puntos del cuerpo”.
- ayame…prométeme que no dejaras que mama nos separe…
- lo prometo…no dejare q nada, incluso ella…me separe de cuidarte y “hacerte sentir las maripositas q tanto nos gusta sentir.
Ambos asienten, abrazándose fuertemente, se besan torpemente a cada segundo, mientras dejan q sus manos y dedos recorran sus cuerpos….empiezan a descubrir…
“q cierta parte de su anatomía se despertaba al mínimo toque”
- Ayame…por q siento a veces calor en la barriguita?
- Yo…no se… - respondía nervioso y también curioso ante su pregunta.
Así pasaron algunos días, hasta que una mañana la mamá de ayame le entrega una notita a este, donde teru se despedía, pues al parecer su madre “había descubierto” dichos encuentros en las horas de descanso en el colegio y que hasta sus profesores, insinuaban cosas, que por ello…su madre se lo llevaba a España sin dejarle despedir apropiadamente….
- ¿Madre que es esto?, porque se lo llevo, no entiendo!
- Ayame…tú y yo debemos hablar…
- ¡¡¡¡No quiero hablar!!!!!!!!, como pudo llevárselo así!?
Corrió tanto como puedo, donde nadie pudiera juzgarlo y confundirlo más se culpó por no cumplir aquella promesa de no dejarle irse.
Así pasaron 5 largos y agonizantes años para el ahora SRTO y apuesto ayame, quien cursaba el último año del colegio, el más inteligente y popular del colegio.
- Ayame , quiero que sonrías y no seas tan frio a veces…los profesores me dijeron que tratas a tus compañeros a veces de manera tosca- decía su madre.
- Pues…y para que iba a tratarlos con cariño?, ya una vez lo hice… y solo recibí indiferencia de chicos como ellos…eh incluso adultos…
- Ayame…no todos son así… ¿lo dices también por teru verdad?
- Teru…teru…. ¿cómo estará el madre? Teru…le brinde aquel cariño….y me lo arrebataron de mi lado…
Conversaciones como estas se presentaban a menudo, pues la mama de ayame era muy comprensiva y aunque no le había hablado “del tema a profundidad” sospechaba de los sentimientos de ambos niños en aquel entonces…
Lo que no sabía ayame…es que aquel niño valiente, tierno y travieso estaba por regresar….
CONTINUARA………….