CAPITULO 1 ~Preocupaciones~
A las afueras de Tokio se encontraba aquella enorme mansión del siglo XV, tan oscura, tan vieja. No precisamente era digan de una familia acomodada, digamos, realmente a una familia normal con dinero, no la comprarían ni de chiste. Esta era tan cálida, tan realmente digan de la familia a la que pertenecía.
Vampiros.
Dentro de esa enorme mansión se encontraba uno de los más viejos y poderosos de la región, sentado en una gran sala que el mismo adopto como un estudio “privado y personal”.
- Kohara. – Dijo, haciendo una seña con la mano - ven aquí. –
Su mano se dirigió al otro con un acto realmente educado, moviéndola hacia si ligera pero con gracia. Moviendo sus castaños cabellos cortos algo rizados, mostrando esa perfecta sonrisa, por supuesto, marcando sus largos colmillos. Miraba con calidez al otro, observando su perfecta piel blanca, sus grandes ojos ligeramente marcados en un perfecto delineado oscuro.
- Que desea Gackt-sama… - contesto acercándose, haciendo una reverencia.
- Deja la cortesía conmigo, sabes que al igual que Yutaka, los quiero como mis hijos. ¿Porque no intentas decirme padre?
- Eso no puede ser mi señor – negó levemente - nosotros no somos de sangre pura. – fijo su mirada al piso.
- Eso no me importa, seguiré pensando que son mis hijos…
- Esta bien mi señor solo dígame que es lo que desea…
- Hay veces en la que no entiendo porque eres tan frio… - reprendió – Bien, ve a buscar a Akira, Shinji y Yuu. –
- No hay porque buscarme padre… ya estoy aquí.
Había llegado casi dejándoles un pequeño susto grabado, su agilidad era súbitamente implacable, aquellos largos cabellos oscuros y esa perfecta pose característica de si, tan grata, tan agraciada y respetada por todos los demás, era digno de porta el cargo “Al mayor de los hijos” sin lugar a duda, esa sonrisa egocéntrica era de Yuu.
- Con su permiso… - Kohara le correspondió a la sonrisa por igual.
Kohara había salido del estudio en busca de los dos chicos faltantes, caminando rápidamente hacia las escaleras, fugas hacia a la primera habitación y como era de esperarse esta la encontró con la puerta abierta. Miro a aquel cuerpo tendido sobre un gran colchón, boca abajo, jugando los pies en acto de aburrimiento. Sonrió para sus adentros.
- ¿Shinji-san? - Pregunto interrumpiendo los actos del otro.
- Dime Kohara, que es lo que pasa… - contesto rápidamente.
- Pensé que dormía… - rio leve - bueno su padre quiere verlo, asi que por favor no lo haga esperar mucho -
- Está bien, está bien… voy en un momento. – suspiro con cansancio.
Salió rápidamente de la recamara de aquel otro pelinegro en busca de la persona faltante, empezando a caminar hacia su habitación.
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- Padre, ¿Estas seguro de lo que harás? - Pregunto Yuu quitándose aquel largo abrigo negro, tomaba asiento en uno de los sillones - Nosotros a diferencia de ti aun no podemos soportar el sol y tal ves tus planes no funcionen esta vez. -
- Lo se hijo. - puso su mano en la cabellera del pelinegro - Pero ahora me entiendes que tenemos que protegerlos ¿verdad? –
Yuu por un momento se quedo paralizado. Su padre le había tocado y sin querer había utilizado aquel “sexto sentido” que se le había heredado al nacer. Nunca se imagino ver un tipo de cosas similares, nunca se imagino ver un sentimiento tan maravilloso, tan nostálgico y apasionante a la vez. Por un momento sintió que se quedaría en Shock ¿Cuánto hacia que no lidiaba con algo parecido a esto?
- Ahora lo entiendo – hablo seguro - pero creo que tienes un sentimiento mucho mas grande que con mi madre. – sonrió.
- Lo de tu madre y yo estaba arreglado y lo sabes, pero yo aprendí a amarle de alguna manera y gracias a eso tengo a mis preciosos hijos.
- Me alagas… - sonrió con autosuficiencia – Y ¿Puedo preguntar porque es que él es mas importante? ¿Porque no luchaste por el? –
- Lo hice pero… - guardo silencio por un momento - decidí dejarlo para que no le hicieran daño. -
- Creo que de alguna manera te comprendo… - contesto el pelinegro.
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Entro a la recamara sin tocar, suponía que no se encontraba nadie en ella y efectivamente si fue. Salió y cerro la puerta, se puso a pensar por unos momentos donde podría estas hasta que dio en el blanco. Se dirigió rápidamente al jardín trasero y al llegar, en efecto, se encontraba sentado en el pasto, recargando su espalda en el tranco de un árbol mirando fijamente la luna.
- Es hermosa ¿verdad Akira-sama?- pregunto sensual mientras se agachaba y gateando a juntar las piernas del otro sentándose sobre él - Pero más hermoso eres tu… - lo beso tiernamente.
- Deja de decirme “Akira-sama” te lo he dicho millones de veces, solo dime Akira. – Susurro arrebatándole un beso que rápidamente fue correspondido - Ahora dime que pasa, ¿Acaso no estabas con mi padre? -
- Es cierto, tu padre te mando llamar. – el castaño se levanto dejando que el otro hiciera lo mismo.
- Vamos entonces, no me gusta hacer esperar a mi padre. - Akira empezó a caminar y Kohara lo seguí detrás.
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- Me mando llamar.- dijo después de tocar la puerta y recibir un “adelante” por parte de Gackt.
- Asi es, Shinji, necesito hablar con ustedes – Respondió mientras Shinji se sentaba a un lado de Yuu despeinando su cabellera y recibiendo una dulce sonrisa.
- Solo necesita algo de nosotros.
- Asi es pero esperemos a que lleguen los demás.-
Gackt se levanto de su asiento dirigiéndose a la ventana y ver aquella luna llena que en esos instantes se veía realmente enorme, tan hermosa. Unos toquidos en la puerta dieron paso a uno de los vampiros de singular sonrisa, haciendo una reverencia para después comenzar a hablar.
- Gackt-sama he hecho lo que me pidió.
- Muy bien Yutaka, ahora dime que fue lo que encontraste.
- Absolutamente nada, esas áreas están despejadas, en pocas palabras no corremos ningún peligro. - Contesto antes de que la puerta del estudio se abriera y diera paso al rubio.
- No te enseñaron a tocar la puerta hermanito~ - dijo Shinji, pero el rubio hizo caso omiso al comentario.
- ¿Pasa algo padre? - pregunto preocupado.
- No… bueno en cierto modo si, pero nada de que preocuparse. - Gackt se acercó e hizo una seña para que se acercaran.
Yuu y Shinji se levantaron del sillón y se acercaron a donde Gackt y Akira, mientras que Yutaka y Kohara retrocedían unos pasos.
- ¿Recuerdan el día en que murió su madre verdad?... -pregunto y los tres afirmaron con la cabeza. - Ella me dejo algo para ustedes y ahora es el momento indicado. –
- ¿a que se refiere padre? - pregunto Shinji.
- Como saben su madre tenía como uno de sus poderes la facilidad de salir a la luz del sol. – Asintieron - Ella me dijo que les entregara la sangre que bebí de ella. –
Todos se miraron sin entender completamente nada.
- Es por eso que puedes salir al sol. – afirmo el rubio.
- Si, y es hora de que ustedes tengan esa habilidad. - contesto Gackt.
- Pues yo no entiendo nada. - dijo Shinji - ¿porque no dárnoslo antes o después? –
- Ya lo entenderás…
Gackt acerco una copa que reposaba sobre su escritorio y mordiendo ligeramente su muñeca dejo correr su sangre por el cristal de copa hasta dejarla completamente a la mitad, lamio su herida que prácticamente cerro al instante.
- Ahora acérquense y tómenla. - extendió la copa al pelilargo quien rápidamente la tomo dándole un trago considerable, después fue al siguiente pelinegro que hizo lo mismo y pera finalizar se la dieron al rubio quien estuvo a punto de beberlo todo pero fue detenido - Detente Akira. – Ordeno - Ustedes dos vengan aquí. – Apunto a Yutaka y Kohara que rápidamente se acercaron, le quito la copa a Akira y se la dio al castaño - Tómenla, ustedes son como mis hijos, los necesito. - Yutaka solo miraba la copa y no sabia sin tomarla o no - Es una orden Yutaka. –
Al escuchar lo último no dudo en obedecer. Bebió el contenido, prácticamente la mitad para después entregarla al castaño de ojos grandes.
- Yo, no puedo… no puedo en verdad… - dijo Kohara entregándole nuevamente la copa a Yutaka
- Eres tan terco… - El rubio le quito la copa al otro, miro a Yuu y este asintió con la cabeza, bebió el contenido sin tragar y tomo el mentón de Shou acercando sus labios a los de este e hizo que tragara el liquido.
- Todo arreglado.- dijo después de separarse de los labios del otro, Gackt solo sonrió.
- Ahora quiero pedirles un favor. Quiero que me ayuden a proteger a alguien y protegernos entre nosotros mismos…
- ¿Pasara algo malo? - pregunto Shinji.
- No preguntes y solo obedece. – contesto el otro pelinegro.
-Yutaka ha arreglado la mansión que tenemos en Tokio, viajaremos y desde mañana viviremos ahí, les presentare a la persona que protegeremos, pero por favor, no digan nada, ni lo que sucede ni lo que somos, esa persona no lo sabe. – Suspiro - ¿Me ayudaran? –
Los cinco chicos se miraron y sonrieron, era obvio que ayudarían a su amado padre. Asi que no dudaron absolutamente nada y se inclinaron ante el poniendo una mano sobre su pecho, agachando un poco su rostro para elevarlo con lentitud.
- Si asi lo deseas, asi será. - contesto Yuu.
- Gracias… - sonrió complacido – y ahora vayan a descansar que mañana partiremos a Tokio. -
Los chicos a excepción del moreno pelilargo, hicieron una corta reverencia saliendo del estudio con lentitud, Yuu tomo asiento nuevamente en uno de los sillones, cruzado de piernas con elegancia al parecer, poniéndose cómodo.
- Hazlo, habla con él y dile que mañana estarás de nuevo en Tokio. – dijo con una sonrisa.
- No entiendo como sabes lo que siento… - reprocho Gackt con fastidio.
- Será, ¿Porque asi fue como nací? – Sonrió – Anda, toma el teléfono y llámalo, esta a punto de amanecer asi que estoy seguro contestaran. –
Gackt tomo el teléfono dudoso mientras se sentaba tras su escritorio miraba el teclado con insistencia pensando mejor si tenia que esperar, pero aquella miradita insistente del pelinegro no le ayudaba. Marco el número y espero a que contestara.
- “Moshi moshi”. - contestaron del otro lado de la línea.
- Buenos días, ¿puedo hablar con tu padre?
- “Claro, en un momento contesta”
- Gracias. - Gackt espero por un momento sintiéndose morir cuando aquella persona contestaba.
- “¿Hola?”
- ¿Hyde-san? Soy…
- “G-Gackt-san…. ¿Como estas?” - interrumpió alegre.
- Bien, este, perdón por llamar tan temprano, pero quería avisarte que mañana estaré llegando a Tokio.
- “Que bien, será como en los viejos tiempos, tengo tanto que contarte”
- Si será como en los viejos tiempos… y dime ¿te gustaría ir a cenar a mi casa mañana?
- “Claro que si, mañana nos vemos”
- Bien, mandare por ti a las 7.
- “Bien, hasta entonces”
Gackt colgó con un suspiro de alivio y giro a ver a aquel que expectante le miraba aun extrañado, en Shock, sin creer completamente nada.
- No me digas que él…
- Si, asi es, por eso quiero protegerlo. - interrumpió.
- Asi que aun no a despertado… - Gackt negó con la cabeza - ya veo, será mejor que me vaya a descansar y aliste para mañana. - se levanto de sillón - Será mejor que descanses, siento que mañana será un día bastante largo.
Yuu hizo una reverencia y salió del lugar dirigiéndose a su habitación. Supuso que sus hermanos estarían de seguro descansando, asi que no veía ningún sentido el que fuera a molestarlos. Gackt solo llego a su recamara después de salir del estudio y lo primero que hizo fue abrir aquella gran ventana, quedándose a mirar a través de ella lo lindo que podía llegar a ser la noche.
- Después de tanto tiempo te volveré a ver – susurro con una sonrisa.
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- ¿Quien era? - pregunto mientras bajaba las escaleras.
- Un amigo - contesto simple.
- ¿y que quería? - volvió a preguntar.
- Invitarnos a cenar.
- ¿Iremos a la cena?
- Deja de hacer preguntas tontas Takanori. - contesto con fastidio el otro castaño alto mirándole con reproche – Tu papá a dicho a su amigo que iríamos asi que ya cállate y apúrate a desayunar.
- También es tu papá, idiota... - contesto con la cuchara en la boca sentándose en el comedor, empezando a tomar su desayuno - ¿iremos a la cena hoy? - pregunto una vez mas.
- Deja de hacer tantas preguntas tontas enano - dijo su hermano.
- Cállate Takashi, le estoy preguntando a papá.- le saco la lengua.
- Ya dejen de pelear los dos… - ordeno - la cena será mañana Takanori. -
- Y tu amigo, ¿tiene hijos? - Pregunto el más alto.
- Si, tiene tres. - contesto Hyde mientras se ponía pensativo.
- Rápido Takashi, no quiero llegar tarde a clases. - dijo Takanori desde la puerta - nos vemos mas tarde. -
- Espera enano. - salió disparado a alcanzarle. - ¡Hey! adiós, nos vemos mas tarde.- grito desde la calle. –
Hyde seguía pensativo ya habían pasado años sin verlo, y a decir verdad estaba emocionado porque lo vería una vez mas y ahora no seria solo una vez algo en su corazón le decía que seria por un largo tiempo.
- Después de tanto tiempo volveré a verte y ahora no pienso dejarte ir tan fácilmente… sé que todos entenderán… - pensó para si mismo