Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dragonfly por kaleido_dance

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno voy subiendo los capitulos, los modifico un poco para que no sean tan cursis o estupidos jajajajajajaa...espero que este capitulo guste...ya empiezan a pasar cosas más yaoi, y pronto serán lemon, y esperen a que lleguen al palacio, no se imaginan la de cosas que pasan!!!

 



 


A través de los Dragones  


 


A la mañana siguiente Kyan se despertó el primero, se sentía muy bien estando entre los brazos de Delon, su calor era tan tenue y reconfortante… sin poder contenerse besó con mucha suavidad sus labios pero este ni se inmutó.


 


 


Le miró largo rato, pensaba que cuando le llevase a su palacio tarde o temprano descubriría todo aquello que tanto había deseado esconder…su forma de vida, sus costumbres…eran algo que le avergonzaban.


 


Y no estaba del todo seguro de que Delon  lo aceptara, ya que era muy diferente a todo lo que había visto en sus cincuenta años en Llumed.  


 


 


Pensó que talvez había sido un error haberse dejado llevar por sus sentimientos, y sabía que su familia no lo aceptaría, pero era algo que deseaba realmente.


 


 


 


De pronto Delon se despertó, abriendo lentamente los ojos, bostezó un par de veces y le miró.


 


 


Entonces dijo:


 


 


          -¿Por qué duermes en la misma cama que yo?- su rostro estaba tan serio que Kyan se preocupó.


 


 


          - ¿No recuerdas nada de lo de anoche?- le preguntó atónito.


 


          -¿El qué?- Dijo Delon, pero al ver la cara que se le quedaba al otro, volvió a sonreír y agregó:


 


 


-Tranquilo. ¿Cómo iba a  olvidarlo?- y sin más le besó con suavidad. Kyan se sintió entonces muy aliviado, realmente se había creído la broma de Delon.


         -¡Eres tan ingenuo…! Me encanta ese lado de ti, me hace sentirme tu protector.- Le dijo el otro mientras caminaban.


 


          - Ya eres mi protector, aunque yo sea ingenuo, y es que yo no se luchar, soy muy débil, pero con la magia tengo algo más de habilidad.-


 


   


       -¿Cómo es eso, es que no os enseñan a defenderos a los hombres de Dragonia?- Delon estaba muy intrigado.


 


             - No, no es eso, pero es que no a todos se les enseña a pelear…es una cultura muy diferente de la del resto de culturas élficas, cuando lleguemos lo entenderás mejor. Pero dime una cosa, ¿Cómo has sabido de la existencia de mi palacio? Porque se supone que es un secreto, tu abuelo lo sabía porque yo se lo dije, pero bajo la promesa de que no lo diría a nadie. –


 


Kyan había estado esperando para hacerle esa pregunta desde que habló con él por primera vez en casa del maestro.


              -Bueno, la verdad es que es una historia un tanto increíble, talvez no te lo creas… Fue algo que pasó hace mucho tiempo, cuando yo era un niño mi madre me solía contar historias que oía contar a los viajeros, y un día yo le pregunté si ella alguna vez había vivido alguna aventura como aquellas.


Ella me dijo que no, pero me contó que justo después de haberme tenido comenzó a notar que algo había en sus sueños que le intrigaba, en sus sueños normales y corrientes de alguna manera siempre acababa llegando a un sitio maravilloso, donde nunca hacía mal tiempo, que albergaba un palacio enorme enteramente de oro, donde todo era tan hermoso y perfecto que no parecía el mundo real. Pero por alguna razón ella sentía que ya había estado allí, y aunque no consiga recordarlo, todo lo que vivió en ese lugar sigue estando en lo más profundo de su corazón.


 Y yo durante toda mi infancia busqué algo que me pudiese decir que lugar era aquel, estaba dispuesto a saber si mi madre realmente había estado allí y porque si era un lugar tan maravilloso no conseguía recordarlo. Pero hasta que no fui mayor no conseguí saber nada.


 


Fue un día, cuando estaba yendo por el bosque que encontré una fuente hermosa, donde el agua era tan limpia que veías el fondo y las rocas con toda  claridad, de modo que me di un baño allí, pero un hada se prendó de mí.


 


Comenzó a hablarme y me pidió que le besara a cambio de dejarme bañar en su fuente, le respondí que era un pago insuficiente y que debía darme algo más, entonces le pregunte si conocía algún lugar escondido, donde hubiese un palacio enorme, y cuyo tamaño es solo igualado por su belleza.


 


Ella me dijo que sí y me contó todo lo que sabía de ese lugar, aunque no era mucho.


Me explicó que era un sitio secreto, excepto para los seres puramente mágicos, así como las hadas, las ninfas y algunos animales como los unicornios.


Allí vivían unos elfos diferentes de todos los demás, que no sabía bien como, de alguna forma conseguían mantener la magia del mundo viva a través de los dragones.


Así fue como descubrí algo sobre tu raza, creo que tú y yo estábamos predestinados a conocernos, para que yo descubra algo sobre mi familia, o mi madre, o incluso de mi mismo. ¿Tu que crees? –


 


 


Delon miró a Kyan con interés.


 


 


         -No lo sé…la verdad es que me has dejado bastante impresionado, no creí que supieras tanto, es cierto, pero la verdad es que no se me ocurre que pueden tener tú y tu familia en común con mi pueblo.


Cuando lleguemos allí le puedo preguntar a mi hermano, el sabe mucho sobre Dragonia.-


 


 


Kyan no estaba seguro de si debía contarle la verdad sobre  él y su familia, primero debería saber si de verdad le creería, no era prudente decirlo todo de una vez porque podría ser negativo, y en ese momento no deseaba perder el afecto de aquella persona.


 


 


         El tema se desvió hacia los dragones, aquellas fascinantes criaturas, que no solo eran las más hermosas y fuertes, sino que su poder mágico era el más grande que jamás haya existido en algún otro ser.


 


 


Los dragones habían sido extinguidos durante la Draconomaquia de hacía tres milenios a causa de la ambición de los elfos por controlar el mundo medieval.


 


 


          Entonces Kyan se atrevió a preguntar a Delon sobre sus orígenes, la ciudad en la que había nacido.


 


 


          Pero era evidente que el chico no quería hablar sobre el tema, ya que su respuesta no fue otra que:


 


 


          - No lo recuerdo muy bien, era hacia el sur, me escapé de allí siendo yo muy pequeño y ya nunca pude volver; tampoco tengo intención de hacerlo. No me gusta hablar de mi pasado.


 


            -¿Acaso es tan importante para ti?- Por un instante casi parecía molesto, pero se esforzó por no hacerlo.


 


 


 


Kyan comprendió que no debía haber dicho nada, se sintió muy apenado y cogiendo al otro del brazo le hizo detenerse, entonces le abrazó con suavidad.


Delon no supo como reaccionar, simplemente le devolvió el gesto con algo de timidez.


               -Perdona, no quería molestarte…-


Kyan susurró en su oído, entonces Delon pensó que tal vez debería hablar sobre su vida con aquella persona, pero aún era muy pronto.    


 


      No mucho más tarde comenzó a caer la noche y cuando ya se sentían fatigados de tanto andar, pararon entre las raíces de un roble para hacer sus improvisadas camas.


 


Pero no tardaron en divisar no muy lejos de allí,  unas fuentes de aguas termales, de las que se alzaban columnas de vapor, y enseguida se dirigieron hacia ellas para instalarse cerca del calor del agua.


 


Entonces Delon se acercó un poco más a Kyan, y susurrando en su oído le propuso bañarse juntos, a este otro no le pareció mala idea ya que estando tan cerca del lugar donde estaban sus pertenencias las podían vigilar y no se perderían del lugar.


De modo que se quitaron la ropa y entraron en el agua tibia; Kyan hizo aparecer pequeñas luces a su alrededor y esparcidas por todo el lugar, llenando el ambiente de una tenue luz blanca.


         -¡Qué romántico!- se burló Delon, y acercándose al otro le besó apasionadamente. Sus manos rodearon la cintura del chico, y entre caricias muy suaves fue llevándolas más y más abajo.


 


       


 - ¡Cuida a donde pones esas manos!- Kyan se echó hacia atrás.


 


      


  - ¿Qué problema hay? Si yo te gusto no creo que este mal que nos toquemos el uno al otro…porque tu me quieres… ¿O no?-


 


Delon se acercó aún más a Kyan - ¿Me quieres?


 


         - ¡Claro que sí…!- Kyan se sonrojó intensamente.


 


 


        - Entonces tócame.- Delon cogió una de las manos del chico y la llevó a su pecho.


 


Kyan se sonrojó aún más y con mucha delicadeza se acercó él también al otro, y cerrando los ojos le besó lentamente al tiempo que sus dedos acariciaban su piel.


 


Delon se aferró a su cintura, abrazándole, deslizó sus labios hasta el cuello de su compañero, e inclinándose lamió entonces sus pectorales.


 Se acercó a su oído y susurró:


 


 


-Quiero hacerlo…kyan, quiero sentirte aún más…-


 


 


Pero al oírle, Kyan se puso nervioso, no deseaba hacerlo aún, aunque le costara reconocerlo se sentía culpable por haber dejado de amar a Ten, y le parecía aún peor unirse a otra persona a sus espaldas.


         - ¿Qué te sucede?- Le preguntó Delon sorprendido.


      


        - No…no lo quiero hacer aún…- Kyan le dio la espalda de lo avergonzado que se sentía.


 


       - No entiendo cual es el problema… ¿Porqué no quieres?- 


 


 Se produjo un silencio, Kyan no sabía que decir, era mejor no decir la verdad porque entonces Delon sabría que después de todo continuaba queriendo al otro y ya no confiaría en él.


Pero antes de que pudiese decir nada, el chico se le acercó por detrás y le abrazó, y susurró en su oído:


 


       -¿Es por que eres virgen?-


 


    - SÍ…- Respondió tímidamente él, sabía que no era cierto, y que mentir era lo peor, pero no le quedaban más opciones.


 


    - Entonces seguro que querrás conocerme un poco más antes de entregarte, ¿cierto?-


 Delon continuaba abrazándole, tan tierna y confortablemente que conseguía hacer sentir a Kyan aún más culpa


 – Pero no importa, te esperaré cuanto haga falta…


 


 - Cuando lleguemos  la ciudad, la noche que pasemos allí seré tuyo. Espérame hasta entonces, por favor.- kyan se volvió hacia el otro, mirándole con firmeza.


 


   


 - Así lo haré, no te preocupes, yo te quiero y no me importa esperar. –


Delon besó con suavidad sus labios y Kyan se sintió más culpable aún.  


 


-Dejame compensarte…- Kyan llevó sus delicadas manos al miembro erecto de su compañero, masturbándolo agradablemente entre caricias y besos.


 -No hace falta…no tienes porque…nnh..-Pero Delon era incapaz de esconder sus gemidos, y mas aun cuando Kyan hincó sus rodillas en el fondo de la fuente para lamérselo suavemente.


 -Aah..kyan…lo haces muy bien…-


 


 El apuesto elfo sonrió complacido y se atrevió a demostrarle cuanto sabía de la materia, y se introdujo el pene húmedo y enrojecido de Delon en la boca, acariciándole el glande con la lengua caliente. Lo succionaba y lamía con maestría, a buen ritmo, deleitándose con los varoniles gemidos del rubio montarás, quien tardó pocos minutos en correrse en su boca. Kyan sumiso se bebió su semen como desde pequeño le habían enseñado, relamiéndose sin dejar escapar ni una gota.


  Delon le dio un devorador beso para agradacer su servicio.


 -No recordaba la ultima vez que me habían hecho algo asi…-


  -Conmigo no hara falta que recuerdes nada, te daré lo que me pidas…-


   Entre sonrisas y besos salieron del agua y se acostaron en los sacos de dormir. 


 


      Era bien entrada la noche, la luna  nueva hacía oscurecer en extremo el interior del bosque.


Kyan se despertó de repente, sobresaltado, sentía un dolor agudo en la parte posterior de la cintura, y adivinando lo que se avecinaba no dudo un segundo en levantarse y echar a correr.


Le parecía increíble el haber podido olvidarse de algo tan importante como aquello, estaba tan asustado que le temblaban las rodillas al correr.


Entonces su cabeza comenzó a dar vueltas, en cualquier momento comenzaría, de forma que se apresuró en quitarse la ropa, la dejaba caer a su paso,  casi desgarrándola con la fuerza de sus manos al arrancársela.


 Entonces sucedió, todo se volvió negro y ya no supo nada más.


 


 


 


             Delon se sobresaltó al sentir un estruendo a lo lejos, se incorporó en el saco de dormir para saber que había sido aquello, y al instante se percató de que Kyan no estaba a su lado.


 


Nervioso, se levantó y se encaminó en la dirección de la cual provenían los estruendos, entonces vio una de las prendas de Kyan, la cogió y apresuró el paso, cada vez más asustado.


 


Gritó su nombre por las dudas de que anduviese por allí, pero solo recibió como respuesta más estruendos.


 


Comenzó a correr, y a medida que avanzaba iba descubriendo más ropa, desgarrada, y junto a una de las prendas halló una raíz de roble destrozada, a garrotazos, como la ropa que llevaba en la mano.


 


Delante de él se extendía una visión desoladora de raíces arrancadas y desmenuzadas por  feroces garras, entonces el miedo se apoderó de su corazón oprimido pero no se detuvo en su carrera.


 


 Hasta que por fin llegó al sitio donde se encontraba la causa de todo aquello.


 


En mitad del bosque se acababa de crear un claro, donde los robles arrancados de raíz, destrozados, dejaban al descubierto la tierra del lugar, en el medio del cual se alzaba una gigantesca y aterradora sombra.


 


Tuvo pánico al ir descubriendo lo que era aquella criatura, cuyas feroces garras se posaban en el suelo con lentitud, batiendo unas colosales alas negras, cubiertas de escamas.


 


Una larga cola azotaba a su alrededor, mientras el animal se encorvaba, escondiendo la cabeza y todo su cuerpo entre las alas, como resguardándose.


 


Entonces Delon pudo ver como poco a poco aquella larga cola se fue acortando hasta desaparecer bajo las alas, las espeluznantes garras se fueron haciendo pequeñas y claras, y tomando forma de pies  humanoides.


 


Finalmente las inmensas extremidades se fueron haciendo más cortas y más pequeñas, hasta desaparecer en la carne de su poseedor, quien ya en forma humana cayó inerte en el suelo.


 


 


                Temblando de nervios y ansiedad, se acercó cautelosamente al cuerpo  que reposaba, sin duda alguna era Kyan.


 


Yacía de costado, los cabellos le caían sobre la cara y los hombros, alborotados, y parecía no respirar.


 


Delon le puso boca arriba y apoyando el oído sobre su corazón intentó oír sus latidos, eran débiles.


Sintió su piel muy fría y húmeda, sin dudarlo un momento puso sobre sus hombros los retazos de ropa que había encontrado por el camino, y cogiéndolo en sus brazos se lo llevó.


 


  Lo recostó en la cama y antes de acostarse a su lado masajeó sus pies para darles calor.


 


Se tendió junto a él y abrazándole, cogió sus manos e hizo lo mismo.


 


 


 Le miró largo rato antes de dormirse, estaba completamente inconsciente, como en un profundísimo sueño, su respiración era dificultosa y temblaba levemente.


Delon aún no entendía lo que había sucedido, era lo más increíble que había visto nunca.


 


 


Pero intentó no pensar en ello y dormir, ya se lo preguntaría cuando despertara. 

Notas finales:

OOOh que emocionante!!!!! un dragon!!

me encanta esta historia inspirada en los elfos de el señor de lo anillos y calabozos y dragones!!

 

xd


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).